Evolución de la Poesía Española: Desde la Posguerra hasta Finales del Siglo XX

La Poesía de Posguerra

La Guerra Civil, el inicio de la dictadura franquista y el exilio de muchos españoles, entre ellos numerosos intelectuales, interrumpen la evolución natural de la cultura y de la literatura española, en especial, las tendencias de la vanguardia, y la sumen en un profundo aislamiento, vigilado por una férrea censura política e ideológica. En una posguerra reducida por la falta de libertad y en una sociedad cercada por la miseria y el hambre, la literatura y la poesía emprenden un camino difícil entre 1939 y 1950.

La Poesía Arraigada

La poesía arraigada, cultivada por autores de la llamada Generación del 36, complacientes con el régimen de la dictadura, adopta una forma clasicista y un tono heroico, cuando recurre al pasado imperial español para ensalzar el orden presente. Entre ellos están Luis Rosales y Leopoldo Panero.

La Poesía Desarraigada

Al contrario de la anterior, aunque a veces coincide en el gusto por el soneto, refleja la peripecia individual del ser humano en tiempos de angustia y dolor, de continua zozobra interior y exterior, y de falta de fe en el futuro. Frente al mundo armónico de los arraigados, o poetas con el imperio, los existencialistas muestran la dialéctica individual y su desajuste con el medio que les toca vivir. La tenacidad y la afirmación de vida con la presencia de la muerte, la tristeza, la soledad y la desesperación.

El lenguaje utilizado, por otra parte, es desgarrado, casi violento, cercano al grito y la disonancia. Al lado de la poesía arraigada y la desarraigada, muy extendida, surgen en la década de los cuarenta otras tendencias minoritarias.

La Poesía Social

La literatura existencialista desemboca de modo consecuente en la literatura social realista. Los escritores salen de su angustia interior y contemplan lo que ocurre en la calle. Su punto de vista cambia e intentan presentar con objetividad la vida colectiva de española y sus conflictos, mediante un tono enérgico de testimonio, protesta y denuncia de la situación social. Exigen una transformación en la sociedad y tienen fe en la literatura como motor de ese cambio.

Los poetas toman conciencia de su papel en la sociedad y de la importancia de la sociedad en su poesía. Palabras como compromiso y solidaridad son las que mejor expresan el sentido de estos poetas, porque buscan compartir sus versos con los demás, con el pueblo, y que su obra no sea suya, sino de todos.

Autores Destacados de la Poesía Social

  • Victoriano Crémer: Caminos de mi sangre o Nuevos cantos de vida y esperanza.
  • Gabriel Celaya: Tranquilamente hablando o Cantos iberos.
  • Blas de Otero: Nacido en Bilbao, es el gran poeta de la posguerra y su obra resume la evolución de la poesía española desde 1939 hasta su muerte. Fue censurado y prohibido en numerosas ocasiones. Su obra se divide en tres etapas:
    • Primera etapa: Existencialista y estremecedora por su tono desgarrado, se centra en la búsqueda angustiosa de Dios, del amor y del sentido de la existencia humana.
    • Segunda etapa: Marcada por la poesía social.
    • Tercera etapa: Cercana al experimentalismo.
  • José Luis Hidalgo: Los animales.
  • José Hierro: Quinta del 42.

La Poesía de la Generación del 50

Se da el nombre de Generación del 50 al grupo de poetas que comienzan a publicar en la década de 1950, como Ángel González, Claudio Rodríguez o Francisco Gamoneda. Algo más jóvenes que los poetas sociales, comparten con ellos, sin embargo, la visión crítica de la realidad, unas actitudes éticas comunes y una similar atención a los problemas de la colectividad. Algunos rasgos comunes son el inconformismo, la denuncia, el lenguaje cotidiano y directo. Son argumentos sólidos como para que se cuestione la existencia de esta nueva generación.

Una de las características fundamentales de estos poetas es su actitud humanista, su preocupación por los problemas del ser humano. En la mayoría hay una consciente voluntad de estilo y un mayor esmero en el cuidado del lenguaje y de las formas poéticas, así como una vuelta a los eternos temas de la poesía.

La Generación de los Novísimos (Generación del 70)

Los novísimos son presentados como un movimiento de ruptura vanguardista y portador de un nuevo lenguaje. Ya no piensan que la poesía pueda cambiar la realidad, así que se alejan del compromiso, del testimonio o de la solidaridad, y adoptan una actitud reformista. Entre sus características destacan:

  • La despreocupación hacia las fórmulas tradicionales.
  • La introducción de elementos exóticos, provenientes de las lecturas literarias.
  • La artificiosidad.
  • La escritura automática vanguardista.

En los contenidos vuelven su mirada a temas y asuntos de otras épocas, de origen cultural e histórico, con excepciones como la música popular o el cómic.

La Poesía Última

La poesía posterior a 1975, más realista, no presenta una ruptura con la anterior de los Novísimos, sino más bien indiferencia hacia ellas, y los poetas, llevados por un personalismo extremo, se adscriben a diversas tendencias, unas continuistas y otras recuperadas del pasado. Julio Llamazares y Antonio Enrique son ejemplos de esta época.

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