Evolución de la Novela Española e Hispanoamericana en el Siglo XX: Tendencias, Autores y Obras Clave

La Novela Española de Posguerra (hasta los años 50)

Introducción

Tras la Guerra Civil, España experimentó un período de aislamiento, censura, muerte y exilio, lo que condujo a un empobrecimiento cultural. El país se desligó de las renovaciones temáticas que se estaban produciendo en Europa. Se continuaron publicando novelas de escritores ya consagrados de la Generación del 98, como Pío Baroja. Los novelistas del exilio, en su dispersión, publicaron de forma individual, aunque tenían en común el abandono del intelectual por temas éticos inhumanos, el recuerdo de la guerra, la nostalgia de la patria perdida y la presencia de sus nuevos lugares de residencia.

Novelistas del Exilio

  • Francisco Ayala: «Muertes de perro»
  • Max Aub: «El laberinto mágico»
  • Arturo Barea: «La forja»
  • Rosa Chacel: «Memorias de Leticia Valle»

La Novela en la Década de los 40

Tendencias

  • Novela oficial: Permitida por el gobierno de Franco, se distingue:
    • La novela de los vencedores, que exalta las virtudes heroicas y militares desde la ideología del franquismo.
    • El neorrealismo: Tiene como modelo a Baroja o Galdós, se basa en la realidad. Ejemplos: Zunzunegui («Nuestros hijos»), Ignacio Agustín («La ceniza fue árbol»).
  • Novela no oficial: Novela existencial.

La novela existencial se caracteriza por dar testimonio de una vida marcada por la incertidumbre y la falta de comunicación. Los personajes son frustrados e incapacitados. Se inicia con «La familia de Pascual Duarte» de Camilo José Cela, novelista más importante de la segunda mitad del siglo XX. En esta novela aparecen rasgos acentuados como personajes con taras físicas o psíquicas, violencia constante (a veces gratuita) y un lenguaje duro. Sigue el tremendismo. Continúa con novelas como «Nada» de Carmen Laforet y «La sombra del ciprés es alargada» de Miguel Delibes.

La Novela en la Década de los 50: El Realismo Social

Se produce una novela diferente, la Novela del Realismo Social.

Características

  • Temática: El contenido es prioritario, se pasa de la angustia a la sociedad como centro de interés, ya sea rural o urbana, proletaria o burguesa.
  • Forma: Domina la estructura lineal, el espacio y el tiempo son reducidos. El personaje es colectivo, reflejo de una clase social determinada vista desde fuera, sin entrar en su psicología.
  • Estilo: Claro y sencillo, adecuado al grupo social que dialoga. El diálogo es muy importante, ya que a través de él se desarrolla el argumento.
  • Técnica: Se utiliza la tercera persona narrativa observadora, que a veces desaparece del relato y deja que sea la realidad la que por sí sola vaya creando la novela. Esta técnica se llama Realismo Objetivista.

La novela se constituye en un vehículo de denuncia. Los novelistas asumen su compromiso social y manifiestan su ideología, generalmente de izquierdas (Realismo Crítico).

Autores

  • Cela: «La colmena», modelo inspirador del comienzo de esta novela del realismo social.
  • Miguel Delibes: «El camino», «Las ratas».

Generación de Medio Siglo

  • Ignacio Aldecoa: «El furgón y la sangre»
  • Jesús Fernández Santos: «Los bravos»
  • García Hortelano: «Nuevas amistades»
  • Carmen Martín Gaite
  • Ana María Matute
  • Rafael Sánchez Ferlosio: «El Jarama». Pertenece al realismo objetivista.

La Novela Española entre 1960 y 1970

La publicación en 1962 de «Tiempo de silencio» de Luis Martín Santos marca el inicio de una renovación del género narrativo mediante la experimentación, que se observa más en la forma que en el contenido.

Factores que Contribuyen a esta Renovación

  • Influencia de novelistas europeos y norteamericanos (Kafka) y de los novelistas hispanoamericanos del «Boom», que unen su exuberante imaginación, como Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez.
  • El creciente poder de las editoriales (Seix Barral).
  • El propio agotamiento de la novela del realismo social.

Características

  • Temáticas: El contenido es secundario. Se mantiene la visión crítica de la sociedad junto a problemas existenciales y liberales. Se incorpora la historia reciente de España.
  • Formales: Son llamadas novelas complejas, denominadas «obra abierta» por Humberto Eco, obras que exigen la participación atenta y activa del lector.

Estos rasgos se observan en:

  • La dificultad estructural: Los capítulos son sustituidos por secuencias que rompen con la linealidad del tiempo narrativo, con frecuentes referencias al pasado (retrospecciones o flashbacks) o al futuro (prospecciones).
  • Narrador múltiple: En una obra se utilizan varios puntos de vista narrativos (1ª, 2ª, 3ª persona con sus distintas modalidades).
  • Utilización del contrapunto: Técnica en la que se entrelazan varias historias. La técnica caleidoscópica es la narración simultánea de un número elevado de acciones.
  • El diálogo cede protagonismo al monólogo interior (el fluir libre de la conciencia) y al estilo indirecto libre (reproducir palabras o el pensamiento de los personajes sin necesidad del nexo «que» o el verbo introductor). Se confunde la narración con la expresión del personaje.
  • Renovación del lenguaje literario: Mezclando registros distintos (culto, estándar…), utilizando préstamos lingüísticos, letras de distinto tipo y tamaño, y suprimiendo el uso de los signos de puntuación.

De estas características se deduce que este tipo de novelas son novelas para ser estudiadas, exigen un lector preparado, de ahí lo de novelas complejas.

Novelistas

  • De Posguerra: Se incorporan Camilo José Cela con «San Camilo 1936» o «Mazurca para dos muertos», Miguel Delibes con «5 horas con Mario» (monólogo interior), Gonzalo Torrente Ballester con «La saga/fuga de J.B.».
  • De la Generación del 50: «Tiempo de silencio» de Luis Martín Santos, Juan Benet con «Volverás a Región», Juan Goytisolo con «Señas de identidad», Juan Marsé con «Últimas tardes con Teresa», Miguel Espinosa…

A partir de 1975

Retroceso de las experimentaciones novelísticas y un retorno a lo tradicional. Deja de ser una novela para ser estudiada y pasa a ser una novela para ser disfrutada. Destacan Eduardo Mendoza («La verdad sobre el caso Savolta»), Miguel Delibes («El Hereje»), la novela policiaca de Manuel Vázquez Montalbán, la novela intimista de Juan José Millás, Antonio Muñoz Molina, Arturo Pérez Reverte…

La Novela Hispanoamericana de la Segunda Mitad del Siglo XX

En la literatura hispanoamericana, en las primeras décadas del siglo XX, se produce:

  • Una continuación del realismo decimonónico siguiendo los modelos de Galdós, Clarín… que introduce lo peculiar del mundo americano (novela regionalista, novela indigenista y novela de la revolución mexicana).
  • Un cambio novelístico producido entre los años 40 y 50 a través del llamado realismo trágico o de lo real maravilloso.

Características

Temáticamente

  • Superar lo documentalista, pasando del escenario de la naturaleza a escenarios urbanos.
  • Incorporar lo legendario, mágico, maravilloso que para los países no occidentalizados forma parte de la realidad cotidiana y se puede interpretar no desde la razón sino desde el inconsciente, el sueño, las alucinaciones… Esto fue formulado por Alejo Carpentier.
  • Problemas existenciales junto a las preocupaciones sociales.

Formalmente

  • Incorporar técnicas vanguardistas del surrealismo y técnicas de renovadores narrativos europeos como Joyce, Kafka, Faulkner. Se componen del uso del monólogo interior, el desorden cronológico, narrador múltiple…
  • Utilizan un lenguaje refinado, barroco, cargado de sugerentes imágenes.

Principales Autores

  • Jorge Luis Borges: Autor de relatos cortos en los que mezcla lo imaginativo con lo intelectual a través de signos. Trata los temas del destino e identidad del hombre («Ficciones»).
  • Miguel Ángel Asturias (Guatemala, Premio Nobel): En su obra «El señor presidente» trata sobre las dictaduras mediante técnica surrealista, la importancia del mundo de los sueños.
  • Alejo Carpentier (Cuba): Acuñó el término de lo real maravilloso en su obra «Los pasos perdidos». Trata el tema de naturaleza y civilización.
  • Juan Rulfo (México): «Pedro Páramo» relata el sentido alegórico, el desengaño de la revolución mexicana.

Década de los 60: El «Boom» Latinoamericano

Se conoce con la palabra «Boom» el espectacular éxito que en la década de los 60 tuvo la narrativa latinoamericana. No es solo un fenómeno literario, sino también político, comercial y publicitario: el interés de las editoriales (Seix Barral), las traducciones a otras lenguas, la proliferación de revistas monográficas y coloquiales e, indudablemente, la coincidencia de escritores con elevada calidad literaria.

Caracterización

Supone la consolidación de la renovación iniciada por los novelistas anteriores.

Temáticamente

Continúan los temas existenciales (soledad, incomunicación, sexo para salir de ella, muerte para destacar lo transitorio de lo humano) junto a la realidad hispanoamericana vista desde el realismo mágico.

Formalmente

  • Técnica: Novelas de complejas estructuras narrativas que exigen la participación activa del lector para organizar el contenido: narrador múltiple, ruptura del orden cronológico, empleo del monólogo interior, estilo indirecto libre…
  • Estilo: Preocupación por el uso del lenguaje que se manifiesta en la experimentación y en el lenguaje anticonvencional, que más que decir con realidad da lugar a interpretaciones.

Principales Autores y Obras

  • Gabriel García Márquez (Colombiano): «Cien años de soledad», recoge la historia de la familia Buendía a lo largo de 7 generaciones (100 años). Supone la culminación del realismo mágico. Premio Nobel de Literatura.
  • Julio Cortázar (Argentino): «Rayuela», caracterizada por su estructura en secuencias que pueden leerse en el orden que el lector quiera.
  • Mario Vargas Llosa (Peruano): «Conversación en la catedral», caracterizada por su complejidad estructural. La catedral es un bar.
  • Carlos Fuentes (México): «La muerte de Artemio Cruz», destaca por el narrador múltiple. Es una retrospección, ya que su protagonista, en el lecho de su muerte, repasa su vida y, con ella, el desengaño sobre la revolución mexicana.
  • José Donoso (Chileno): Técnica del surrealismo, refleja lo mísero de la existencia humana.
  • Guillermo Cabrera Infante (Cubano): «Tres tristes tigres» es un ejemplo de la mezcla de registros culturales y, por lo tanto, lingüísticos de La Habana.
  • José Lezama Lima: «Paraíso» reconstruye el mundo de la infancia mediante símbolos mítico-religiosos.
  • Ernesto Sábato (Argentino): «Sobre héroes y tumbas» recoge la historia reciente de su país y destaca por su «informe sobre ciegos» en el que se sumerge en los oscuros secretos de la existencia.

A partir de los 70

Continúan escribiendo y publicando los autores del Boom. Comienzan a publicar otros con nuevos temas y nuevas técnicas: experimentalismos lingüísticos, influencia de los medios de comunicación de masa, importancia de los registros coloquial y de las jergas.

  • Manuel Puig: «El beso de la mujer araña»
  • Alfredo Bryce Echenique: «Un mundo para Julius»
  • Antonio Skármeta: «El cartero de Neruda»
  • Isabel Allende: «La casa de los espíritus»
  • Laura Esquivel: «Como agua para chocolate»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *