Evolución de la Novela Española del Siglo XX
Novela de finales del siglo XIX y principios del XX
Naturalismo y Realismo (Finales del siglo XIX)
La novela de finales del siglo XIX imita la realidad como un espejo, reflejando hechos verosímiles protagonizados por personajes extraídos de la realidad social (realismo). Se añade la concepción determinista de la existencia, el método experimental y la predilección por los aspectos más desagradables de la realidad (naturalismo). Destaca Vicente Blasco Ibáñez.
Generación del 98
El término Generación del 98, acuñado por Azorín, se refiere a un grupo de jóvenes escritores que publicaron a finales del siglo XIX y principios del XX. Sus preocupaciones se centraban en el problema de España y en cuestiones filosóficas. Destacan Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Azorín, Ramiro de Maeztu, Antonio Machado y Valle-Inclán.
Novela de mediados del siglo XX
Años 40: Novela Existencial
La novela de los años 40, de tipo existencial, se caracteriza por temas como la miseria de la vida cotidiana, la frustración, la angustia personal, la inadaptación social, la soledad y la muerte. Abundan los personajes desarraigados y marginados. Se utilizan las técnicas narrativas de la novela realista tradicional. Autores destacados: Camilo José Cela, Carmen Laforet y Miguel Delibes.
Años 50: Realismo Social
La década de los 50 se caracteriza por el realismo social. La novela se concibe como testimonio del momento histórico y como instrumento de denuncia social y política. El novelista registra con objetividad hechos y conductas, con preferencia por la estructura sencilla y la narración lineal. La acción transcurre en un corto espacio de tiempo, el diálogo es fundamental y el protagonista es representativo de una clase social. El lenguaje es sencillo y los temas reflejan la sociedad española de la época: el mundo rural, el trabajo, la vida urbana y el mundo burgués. Destacan Camilo José Cela, Miguel Delibes, Ignacio Aldecoa, Rafael Sánchez Ferlosio, Jesús Fernández Santos, Ana María Matute, Carmen Martín Gaite y José Manuel Caballero Bonald.
Años 60: Experimentalismo
En los años 60 se producen dos fenómenos: el rechazo a la novela social y la incorporación de nuevas técnicas narrativas. Aparece la novela experimental, donde el cómo se cuenta es tan importante como el qué. Influyen tres factores: el conocimiento de los grandes novelistas europeos y norteamericanos del siglo XX, el descubrimiento de la nueva novela hispanoamericana (La ciudad y los perros, Cien años de soledad) y la publicación de Tiempo de silencio de Luis Martín Santos. Destacan Luis Martín Santos, Juan Marsé, Juan Benet, Camilo José Cela, Miguel Delibes y Gonzalo Torrente Ballester.
Novela de finales del siglo XX y principios del XXI
Años 80 hasta la actualidad
Se observa un alejamiento del experimentalismo, un retorno a planteamientos más tradicionales, la superación del realismo a través de la imaginación y la fantasía, el tratamiento de temas políticos y sociales, y una gran variedad de estilos, temas y técnicas narrativas. Abundan los temas intimistas y el análisis psicológico. Se recupera la novela de género, como la novela histórica (Eduardo Mendoza). Destacan José María Merino, Luis Mateo Díez, Eduardo Mendoza, Luis Landero y Javier Cercas.
Los Vanguardistas
El término vanguardias designa una serie de movimientos artísticos europeos del primer tercio del siglo XX. Su objetivo era renovar el arte y la literatura, abriendo nuevos caminos estéticos. Se caracterizan por la ruptura con el pasado, la originalidad, el rechazo a las normas, la exaltación de la imaginación, la experimentación, el alejamiento del público y su corta duración.
Movimientos Vanguardistas
Futurismo
Fundado por el italiano Marinetti, se basa en la ruptura con el pasado. Se caracteriza por la admiración por la civilización mecánica, el desprecio por los temas humanos y la destrucción de la puntuación y la sintaxis.
Cubismo
[Aquí continuaría la descripción del cubismo y otros movimientos]