La Novela del Exilio
Al exilio marcharon numerosos novelistas, pero casi todos mantuvieron una temática fundamentalmente española.
Autores Destacados del Exilio
Ramón J. Sender: Autor prolífico y variado, escribe la serie de novelas autobiográficas Crónicas del alba y Réquiem por un campesino español.
Max Aub: Escribió tanto novelas realistas (La calle de Valverde) como experimentales (Juego de cartas). Destaca El laberinto mágico, ciclo de seis novelas sobre la Guerra Civil.
Francisco Ayala: Narrador vanguardista que deriva hacia la reflexión pesimista sobre los problemas políticos y morales. Destacan los relatos de Los Usurpadores o la novela Muertes de perro.
Arturo Barea: Otro novelista que desarrolló casi toda su obra narrativa ya en el exilio. Escribió la trilogía autobiográfica La forja de un rebelde.
La Novela de los Años Cuarenta
La novela española acusa la postración del momento. Como referencia anterior a la Guerra solo queda un Pío Baroja que influye en la orientación realista de la mayoría de los jóvenes narradores.
La censura prohíbe parte de la narrativa española desde el Realismo, y del extranjero solo se traduce a autores de ideología conservadora, como Sormeset.
Se distinguen dos tipos de novela: conformista y existencial.
Novela Conformista
La novela conformista es un tipo de narración de estilo e ideología tradicionales, que no refleja el malestar de la posguerra. Dentro de ella distinguimos:
- Novela rosa de carácter evasivo. Soñé la vida de Carmen.
- Novela de guerra. Checas de Madrid de Tomás Borrás y La fiel infantería de Rafael García.
- Novela realista tradicional. Argumentos extensos, ambientados y conflictos burgueses recreados con precisión. Uno de los autores principales es Juan Antonio.
Novela Existencial
La novela existencial es un tipo de narración inconformista con personajes desorientados y frustrados, que expresan el malestar del momento.
Un primer estímulo en aquel panorama adormecido fue La familia de Pascual Duarte de José Cela, que abre una corriente llamada tremendista por la crudeza con que se describen ambientes sórdidos y sucesos truculentos.
También destacan las novelas: Nada de Carmen Laforet, La sombra del ciprés es alargada de Miguel Delibes y, por último, cabe destacar dos títulos: Javier Mariño y El bosque animado.
La Novela de los Cincuenta: La Novela Social
Al entrar en los cincuenta, algunos factores externos ya aludidos favorecen un cambio de tendencia en nuestra narrativa. También influyen entre otros:
- La aparición de una nueva promoción de escritores que no habían participado en la Guerra Civil.
- La censura de prensa. Los temas de denuncia social se filtraban mejor a través de la ficción, por lo que la narrativa asume funciones que corresponderían a la prensa.
- El ejemplo del neorrealismo italiano y de los narradores de la generación perdida norteamericana.
- Los premios literarios convocados por las editoriales Destino y Seix Barral.
La aparición de La colmena de José Cela marca la transición entre la narrativa existencial de los cuarenta y la nueva novela social, caracterizada por personaje colectivo, la concentración espacio-temporal y la objetividad del narrador.
Se crea así una impresión de simultaneísmo. El lenguaje está sometido al lirismo y hasta cierto punto combina con la crudeza y el sarcasmo.
Temas y Títulos Clave
Como fecha final se considera el año 1961 por la aparición de Tiempo de Silencio de Luis Martín-Santos. Destacan los siguientes temas y títulos:
- La dura vida del campo: Los bravos, La zanja.
- El conflicto obrero: Central eléctrica y La mina.
- Las miserias de la vida urbana: La colmena, La noria y La resaca.
- La rutina y el vacío de la vida burguesa: Entre visillos, Nuevas amistades, Tormenta de verano y El Jarama.
- Evocaciones indirectas de la Guerra Civil: Primera memoria de Ana María Matute.
Rasgos Formales
Los rasgos formales característicos son:
- Tendencia al argumento lineal y a la concentración espacio-temporal.
- Preferencia por el personaje colectivo y por el personaje representativo (con poca profundidad psicológica).
- Tendencia a la objetividad del narrador.
- Escasez, sencillez y funcionalidad de las descripciones y un lenguaje sencillo.
En función de estos rasgos formales se han distinguido dentro de la novela social el objetivismo y el realismo crítico de estilo y técnica más simples.
Hay que citar también a un novelista de los cuarenta, Miguel Delibes, autor de El camino o Las ratas.
En definitiva, la novela social respondió a una coyuntura histórica y dio algunos títulos meritorios. Aparte de la novela social hubo otras corrientes como el realismo simbólico y la novela fantástica o realismo mágico.