La Narrativa de Posguerra: Novela Existencial (Años 40)
Tras la Guerra Civil, la novela tarda un tiempo en adaptarse a la nueva realidad. Se escribe una narrativa propagandística de poco valor literario. Dos novelas rompen con esta tendencia: La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela y Nada, de Carmen Laforet.
La novela de Cela inaugura el tremendismo, un estilo literario que refleja con un lenguaje descarnado, la violencia, el crimen y la brutalidad de los seres humanos que luchan por sobrevivir. Así, La familia de Pascual Duarte muestra el desgarro moral de la España en que se fraguó la guerra. De igual modo, la novela de Laforet, Nada describe las consecuencias de la Guerra Civil española por medio de personajes cotidianos que sufren los estragos del hambre y la necesidad.
Ana María Matute escribió Los Abel, obra que obtuvo una brillante clasificación en la convocatoria del Premio Nadal 1948, a la temprana edad de veintiún años. Inspirado en la historia bíblica de Adán y Eva, reflejo del ambiente tras la contienda civil, es la oscura y encendida historia de una familia que llega a crear un ambiente tan tenso y tan apasionado que subyuga al lector. Y tras inactividad literaria durante muchos años, escribe lo que muchos denominan “su testimonio vital”, Olvidado rey Gudú, una gran novela fantástica. Delibes obtiene en 1947 el premio Nadal con La sombra del ciprés es alargada.
Carmen Laforet es representante de la novela existencial. Refleja en su obra el desolado mundo de la posguerra desde una perspectiva pesimista y existencial. Por eso abundan en su obra los personajes desorientados, tristes y frustrados. La obra que la llevó a la fama es Nada.
No olvidemos la novela en el exilio, que se refiere a la producción literaria de los autores que escriben fuera de España. La temática es el pasado de España, la añoranza de su país, la realidad del exiliado y la condición humana.
La Novela Social (Años 50)
Hacia 1950 surge en España un espíritu de protesta que pronto se verá plasmado también en la novela. Los escritores quieren denunciar las injusticias sociales y despertar la conciencia de los individuos.
La temática se centra en la realidad española, representada en ambientes rurales (campesinos oprimidos) o urbanos (empleados, obreros…) que viven, todos ellos, en condiciones hostiles frente a una clase burguesa acomodada. En cuanto al estilo, se da mayor énfasis al contenido que a la forma. Los narradores prefieren técnicas sencillas, como la narración lineal o el diálogo. Para reforzar el mensaje, se describen los aspectos desagradables de la realidad.
Entre autores y obras relevantes, destacan Sánchez Ferlosio, con El Jarama, Carmen Martín Gaite, con Entre visillos, Ana María Matute y Pequeño teatro, pero, sin duda, la más brillante es La colmena, de Cela. Se trata de una obra con cientos de personajes donde la verdadera protagonista es la necesidad. En ella, el autor retrata con ironía, desde un café madrileño, la sórdida y triste sociedad de la posguerra.
La Novela Experimental
Luis Martín Santos es el principal representante de la novela experimental, escritor y psiquiatra español, autor de Tiempo de silencio.
La década de los sesenta supuso la vuelta de la necesidad de experimentación en la novela, ya que las fórmulas del realismo social se consideraban agotadas. Esta nueva actitud en la creación de la novela estaba influida por la renovación de la literatura del boom hispanoamericano, así como la narrativa de escritores europeos y estadounidenses como Kafka, Joyce o Faulkner.
Los novelistas habían perdido la esperanza de que sus obras tuvieran repercusión social directa y se centraron en la renovación formal y en la experimentación técnica y lingüística.
Año decisivo en esta nueva orientación de la novela es 1962, fecha de la publicación de Tiempo de silencio de Luis Martín Santos, que ejerció una profunda influencia en los novelistas españoles de la época.
La obra de Luis Martín-Santos puede clasificarse en tres apartados: estudios médicos, ensayos y creación literaria. Esta obra se publica en un panorama literario marcado por un realismo social, al que supera y renueva, dando paso a una novela de experimentación cuyas principales características son:
- Multiplicidad de puntos de vista
- Tratamiento innovador del lenguaje
- El argumento pierde importancia
- Destrucción de la linealidad, tanto temporal como espacial.
- En esta novela, el autor innova utilizando tres personas narrativas: el monólogo interior, la segunda persona y el estilo indirecto libre.
Camilo José Cela
Se dedica por entero a la literatura después de unos comienzos como funcionario. Obtiene el Premio Nobel de literatura en 1989, académico de la RAE, Premio Cervantes y Premio Príncipe de Asturias.
Aporta una visión del mundo tremendista, cercana a Pío Baroja en el pesimismo existencial y la escasa fe en la naturaleza humana. Es manifiesta su obsesión por renovar las técnicas y estructuras narrativas, pero sobresale ante todo su dominio del lenguaje, la capacidad de crear ambientes y describir tipos humanos diferentes y originales. En una primera etapa sigue la línea existencialista con tintes tremendistas en La familia de Pascual Duarte. Su segunda etapa, la del realismo social, se inicia con La colmena y desemboca en su etapa experimentalista y última con obras como Mazurca para dos muertos, Pabellón de reposo, San Camilo 1936, Viaje a la Alcarria.
La familia de Pascual Duarte, publicada en 1942, es fundadora del género que se dio a conocer como tremendismo, el cual entronca con la tradición realista española: la picaresca, el naturalismo del siglo XIX y la novela existencial de los 40.
Los personajes viven en un ambiente de marginación, sumidos en la incultura, el dolor y la angustia; esto hace que las historias giren en torno a lo grotesco o repulsivo buscando con ello impactar al lector. Puede, por tanto, decirse que el tremendismo es un tipo de crítica social. El propio Cela lo describe como “la sanguinaria caricatura de la realidad”.
Tremendismo es una técnica de la narrativa que se desarrolló en la novela española de los años 40. Se caracteriza por una especial crudeza en la presentación de la trama (recurrencia a situaciones violentas), el tratamiento de los personajes (seres marginados con defectos físicos o psíquicos, prostitutas, criminales…) y un lenguaje desgarrado y duro. La relación entre esta tendencia y el contexto social de la inmediata posguerra es clara, pues parece responder a las complicadas experiencias vividas por los autores durante la guerra, contienda que habría condicionado su manera de concebir la realidad. El tremendismo, también recibe el nombre de realismo naturalista o miserabilismo.
Esta obra, con influencias de la novela picaresca y del naturalismo, relata la historia de Pascual Duarte, un criminal que, antes de ser ejecutado, decide contar su vida para liberar su conciencia. Se presenta como víctima de unos orígenes familiares y sociales miserables, que determinaron su carácter violento. Su estilo se caracteriza por la crudeza con que se relatan los crímenes de Pascual y por el uso de la primera persona narrativa.
Pascual Duarte, habitante de la Extremadura rural, carece de toda habilidad social y solo conoce la violencia como único recurso para solucionar los problemas que se le van planteando en la vida. Por esto, la historia tiene un argumento truculento, sórdido, abundante en escenas de violencia. La novela tiene una clara influencia religiosa, en parte por el autor mismo, que era muy devoto. La cantidad de referencias a Dios en la novela son numerosas.
Pascual es el narrador-protagonista. Su vida se encuentra llena de desgracias y mala suerte. Es un hombre rencoroso e impulsivo, lo cual le llevará a asesinar sin escrúpulos y a acabar sus días en la cárcel.
Así, La familia de Pascual Duarte muestra el desgarro moral de la España en que se fraguó la guerra. El final trágico del protagonista refleja una clara acusación social: a Pascual se le condena por una serie de crímenes de los que él es ejecutor, pero a la vez es víctima de unos condicionamientos sociales, de la miseria, de la forma de pensamiento ancestral de algunos sectores rurales.
La novela tenía una intención crítica. Su intención era la protesta contra la estructura socioeconómica que llevó a España a una Guerra Civil.
La Colmena
La colmena, de Cela, publicada en 1951, es una de las obras representativas de esta década. Se trata de una obra con cientos de personajes donde la verdadera protagonista es la necesidad. En ella, el autor retrata con ironía, desde un café madrileño, la sórdida y triste sociedad de la posguerra.
La colmena es un testimonio fiel de la vida cotidiana en las calles, cafés y alcobas de Madrid, pero es también una amarga crónica existencial. Un aire de rutina y fatalidad ha invadido la conciencia de las gentes. Todos creen que las cosas pasan porque sí y que nada tiene remedio, y abundan los seres confusos a la deriva. Como es habitual en su obra, Cela presenta la vida española sin piedad, con agria ironía y humorismo atroz. Sin embargo, de vez en cuando, un soplo compasivo alivia la áspera y dolorida realidad.
La Colmena se considera su obra más lograda. En ella relata la vida de varios personajes de diversa extracción social y distinta visión del mundo, que viven en el Madrid de 1942 y que son el verdadero protagonista colectivo del relato. No hay un argumento como tal, ya que el eje temático es la vida colectiva marcada por la miseria económica y moral de la posguerra y el pesimismo que recorre la novela. La sucesión de secuencias, permite contemplar las vidas entrecruzadas de los personajes. Más de 300 personajes, representativos de todas las clases sociales, van y vienen, como las abejas en su colmena, por las calles del Madrid hambriento y gris de la posguerra. Esta novela anticipa la novela social. El autor intentó reflejar con el máximo verismo la realidad social de la época, adoptando un punto de vista objetivo. Si nos fijamos en los 300 personajes, apenas encontraremos representantes de las clases más acomodadas, y del mismo modo no tienen relevancia los pertenecientes a la clase obrera o los sectores marginados. Lo que predomina es la clase media baja, la pequeña burguesía, es decir, gentes que tienen un futuro incierto y que han de sobrevivir a salto de mata.
El protagonista individual es sustituido por un protagonista colectivo. Esta novela, además de una visión crítica de la sociedad, supone un catálogo de novedades formales:
- Ruptura cronológica, el relato no sigue un orden lineal
- No hay argumento, sino muchos entrelazados.
- El narrador deja hablar a sus personajes para lograr la objetividad, pero en ocasiones interviene para expresar los pensamientos más íntimos de estos y aportar su opinión o parece estar dentro del relato.
- El tema es la incertidumbre de los destinos humanos
- El lenguaje, es espontáneo e intenta reproducir el habla real, escondiendo un cuidadoso perfeccionamiento.
Miguel Delibes
Miguel Delibes es un autor al que encuadramos dentro de la narrativa de los años 60. Premio Príncipe de Asturias en 1982 y Cervantes en 1993. Su pasión por el campo castellano y por sus pobladores, su afición a la caza y sus preocupaciones ecológicas se reflejan en muchos de sus artículos periodísticos y en sus libros.
La trayectoria narrativa de Miguel Delibes constituye una síntesis de las tendencias de la narrativa española desde la posguerra a la actualidad.
Nació en Valladolid en 1920. Durante los años en los que se dedicó al periodismo fue director de “El Norte de Castilla”, periódico de su ciudad natal. Fue miembro de la R.A.E.
Nuestro autor perteneció a la literatura posterior a la Guerra Civil, que va desde 1939 a 1975. Al finalizar la Guerra, muchos intelectuales comprometidos tuvieron que refugiarse en otros países y este hecho empobreció a la vida cultural de la posguerra española y enriqueció a cambio la de los países de acogida. Hispanoamérica fue una de las grandes beneficiadas.
Tras la Guerra, triunfan durante los primeros años las novelas triunfalistas que relatan la guerra desde el punto de vista de los vencedores y las novelas de evasión, que tratan asuntos sentimentales y se alejan así de la desolación y la miseria. Se inicia en la novela existencial con La sombra del ciprés es alargada y desemboca en el realismo de ambiente rural con El camino, Las ratas o Los santos inocentes. También aplica el realismo al análisis de los ambientes urbanos, bien para denunciar la desolación del ser humano en la sociedad, como en la Hoja roja, o para criticar a una burguesía provinciana y, en ocasiones estúpida, en Mi idolatrado hijo Sisí o El príncipe destronado. Triunfó con su novela experimental Cinco horas con Mario, que fue también llevada al teatro. Otros títulos importantes son Parábola del náufrago, Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso, Señora de rojo sobre fondo gris y la novela histórica, El hereje. También es autor de cuentos, donde destaca La mortaja y Viejas historias de Castilla La Vieja.
Etapas de su Obra
Ha sido un autor fundamental en la narrativa de los últimos 50 años. Su obra, muy abundante y variada en cuanto a enfoques y temas, puede dividirse en tres etapas:
Primera Etapa
(1.947 a inicios de los 60). Está integrada por relatos de corte tradicional, centrados en el análisis del hombre y su entorno. Ej: “La sombra del ciprés es alargada” (consiguió con ella el Premio Nadal). Otras obras de esta época son: “El camino” y “Mi idolatrado hijo Sisí”, “Las ratas.”
Segunda Etapa
(fines de los 60 e inicios de los 70). En esta etapa se acerca a una narrativa más experimental, pues otorga escasa importancia al argumento, profundiza en la parte psicológica de los personajes, agudiza la crítica social y política e incorpora técnicas narrativas experimentales: “Cinco horas con Mario” y “Parábola de un náufrago”.
Tercera Etapa
(de los 70 a la actualidad). Supone una fusión de todos los elementos que componen su obra. El autor goza ahora de más libertad; así trata diferentes géneros narrativos: el mundo de los niños ( “El príncipe destronado”), el género epistolar ( “Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso”), el tema rural en “Los Santos inocentes”, la novela histórica( “El hereje”).
Ideología y Características de su Obra
Critica en sus obras la deshumanización de la vida moderna y la falta de valores éticos de una sociedad obsesionada por el progreso. De esta ideología derivan sus temas fundamentales:
- Separación entre el hombre contemporáneo y la naturaleza. Sus novelas adoptan una posición crítica ante el progreso que en los últimos años está viviendo el mundo. Así frente a una civilización consumista y urbana que masifica al hombre, ensalza la vida en los pueblos españoles; según él, el campo es el entorno adecuado para el desarrollo integral del hombre. Pero no se trata de un espacio idealizado, pues Castilla y su medio rural, aparecen analizados desde un punto de vista realista.
- La hipocresía y la falta de solidaridad de la clase media: esto produce la marginación de los que están fuera del sistema.
- La justicia social, que obliga al autor a denunciar situaciones de abuso.
- La muerte es una de sus obsesiones. En sus primeros temas muestra un miedo obsesivo; pero, poco a poco, ese miedo se sustituye por una familiaridad cristiana.
- El mundo de la infancia, entendido como un paraíso de inocencia.
- Sus personajes tienen una gran fuerza psicológica y un comportamiento que les hace muy reales.
- En cuanto a su estilo, demuestra ser un profundo conocedor del castellano. Recupera numerosos arcaísmos.
- Su lenguaje es realista y sencillo, pues adapta el registro lingüístico a cada personaje.
La Novela del Exilio
Muchos fueron los escritores que tras la Guerra Civil salen al exilio y son acogidos en diversos países como México o Estados Unidos. Si bien siguieron orientaciones diversas, en sus relatos se pueden citar como comunes los motivos que giran alrededor del tema de España: el recuerdo de la infancia y la juventud, la guerra, la tragedia del exilio…
Algunos de ellos se integraron en su nueva realidad e incorporaron otros temas de su presente o bien eligieron enfoques simbólicos o alegóricos, pero en general, cultivaron un realismo renovado que incluye distintas aportaciones.
Habría que distinguir entre los escritores que iniciaron su carrera antes de la contienda y los que escribieron todo desde el exilio. Al primer grupo pertenecen: Ramón J. Sender, Francisco Ayala, Arturo Barea, Max Aub y Rosa Chacel.
Francisco Ayala
Francisco Ayala es conocido sobre todo por sus narraciones cortas, entre las novelas destacan Muertes de perro, En el fondo del vaso…
Arturo Barea
Arturo Barea, recordado por lo que es ya un clásico contemporáneo, La forja de un rebelde, una trilogía de novelas de contenido autobiográfico.
Rosa Chacel
Rosa Chacel es autora de, entre otras, una extensa novela de contenido intelectual, La sinrazón y la celebrada Barrio Maravillas, basada en recuerdos personales.
Ramón J. Sender
El aragonés Ramón J. Sender cuenta con una producción novelística anterior a la guerra, de denuncia social: Imán, Siete domingos rojos, Mr.Witt en el cantón. Después de la contienda, escribe una extensa obra en la que se encuentran manifestaciones de variadas tendencias y temas: narraciones realistas, alegóricas, históricas, autobiográficas.
La distancia, la necesidad de la memoria, la reflexión sobre el pasado cercano o la obsesión por la violencia inspiran novelas como Crónica del alba, y una de sus obras más celebradas, Réquiem por un campesino español, en la que se narra la vida y el fusilamiento de un joven de un pueblo aragonés que lucha por los derechos de los campesinos; la historia es recordada por un sacerdote que no solo no consigue salvarle, sino que participa en su muerte. Otras obras de nuestro autor son: La tesis de Nancy, La aventura equinoccial de Lope de Aguirre conquistador español que inspiró una película (Aguirre, La cólera de Dios), El rey y la reina, El verdugo afable.