Evolución de la Literatura Española: Finales del Siglo XIX hasta 1936

1. Poesía de Fin de Siglo: Modernismo y Generación del 98

Los últimos años del siglo XIX estuvieron marcados por una crisis que afectó a los más diversos aspectos de la vida: ciencia, arte y cultura, sociedad, política, etc. Se produjo un cambio de mentalidad y pensamiento que conllevó transformaciones en todos los campos. España se encontraba en plena decadencia y llena de problemas: pérdida de las últimas colonias ultramarinas, crisis económica, pobreza y desigualdades sociales.

Ante esta situación, los jóvenes escritores, que rechazaban la literatura anterior (Realismo y Naturalismo en la novela, y el prosaísmo en la poesía), reaccionaron de modo diverso: unos se ocuparon del arte y se desentendieron de los asuntos públicos, y otros se enfrentaron con los problemas de España. En un principio, se designó como «modernistas» a ambos grupos. Posteriormente, la denominación de «modernistas» se aplicó a los primeros, y la etiqueta de «Generación del 98» o «Grupo del 98» a los segundos.

El Modernismo tiene origen hispanoamericano, y su poeta más reconocido es Rubén Darío (Azul). Se caracteriza por el rechazo y desarraigo del presente, que se resuelve mediante la evasión o el intimismo. En cuanto al estilo, se observa una renovación del lenguaje, la métrica y los recursos expresivos, como la sinestesia y la aliteración. Se utilizan palabras cultas, exóticas, una abundante adjetivación y el cromatismo de las imágenes.

La Generación del 98 tiene como tema principal la preocupación por España y su gente. Aparece la identificación entre Castilla y España, y la descripción del paisaje castellano.

Los poetas más valorados de esta época son: Rubén Darío, Manuel Machado, Valle-Inclán y Antonio Machado. Es significativa la obra poética de Antonio Machado, que se divide en tres etapas:

  1. Soledades, galerías y otros poemas (1907): lírica intimista. El tema recurrente es el tiempo. Su estilo es sencillo, y la métrica es variada.
  2. Campos de Castilla (1912): menos intimista y más historicista que la anterior. En esta obra, el paisaje soriano cobra un gran protagonismo. Aparece una identificación entre el paisaje y el alma del poeta, y se hace una reflexión crítica sobre la decadencia del presente, la envidia y el cainismo de las «dos Españas».
  3. Nuevos cantares (1924): se tratan los temas de siempre.

2. Las Vanguardias

En el primer tercio del siglo XX, se producen en Occidente profundas transformaciones. En el ámbito artístico, surgen movimientos culturales basados en la provocación y la ruptura con lo anterior. Son las vanguardias, también conocidas como los «ismos». Se caracterizan por la oposición a la lógica, la exaltación de la imaginación creadora, la experimentación en busca de la originalidad, el arte por el arte y el rechazo a las manifestaciones artísticas anteriores. El carácter de las vanguardias es minoritario y elitista, además de efímero, y se reflejó a través de manifiestos.

Principales vanguardias:

  1. Futurismo (1909): alabanza al mundo moderno, rechazo del pasado y antisentimentalismo. El autor más representativo es Marinetti.
  2. Cubismo (1913): uso de caligramas. Autor destacado: Apollinaire.
  3. Dadaísmo (1916): fundado por Tristan Tzara. Se caracteriza por su carácter provocador y nihilista, la negación total del arte y la cultura anterior, la abolición de la lógica y la memoria. Reivindican la libertad, el humor, la irracionalidad y el absurdo.
  4. Surrealismo: nace en los años 20. Se basa en las ideas sobre el subconsciente de Freud. Se caracteriza por el uso de la escritura automática y de metáforas ilógicas y oníricas. Autor principal: André Breton.

En España, estas tendencias se difunden gracias a las tertulias y revistas literarias, como la Revista de Occidente, o por figuras como Ramón Gómez de la Serna, cuyas greguerías son un buen ejemplo de la literatura vanguardista en España. Las greguerías son composiciones breves que consisten en juegos de ingenio originales. Se distinguen dos períodos en el vanguardismo español:

  1. Primer período (1908-1925): nacimiento y auge del vanguardismo. Proliferan los ismos, los manifiestos, las revistas efímeras, y triunfan el ultraísmo y el creacionismo. Autores destacados: Vicente Huidobro como difusor del creacionismo y Guillermo de la Torre como introductor del ultraísmo.
  2. Segundo período (1926-1936): influencia del surrealismo y rehumanización. Esta etapa fue la más influyente en la literatura de la Generación del 27; su huella se refleja en la libertad imaginativa y formal, y en el uso de imágenes irracionales.

3. El Grupo Poético del 27

En la década de los 20, surge en España un grupo de jóvenes escritores que se caracteriza por combinar lo tradicional y lo innovador. Los autores pertenecientes a este grupo se unieron por la celebración del tercer centenario de la muerte de Góngora, a quien vieron como un ejemplo. Nacieron entre 1892 y 1906. Todos ellos eran liberales y progresistas. La defensa de la República les costó la muerte o el exilio.

Unían la lírica popular y culta con la renovación vanguardista, y mantenían un equilibrio entre tradición e innovación. Valoraban las formas populares, como el Romancero y el cancionero tradicional.

Trayectoria común de los autores:

  1. Primera etapa: poesía tradicional popular y los clásicos (Lorca, Cernuda o Salinas). Se sienten próximos a Juan Ramón Jiménez.
  2. Segunda etapa (1927-1936): vinculada al surrealismo y crítica del mundo exterior.
  3. Tercera etapa (relacionada con los acontecimientos de la Guerra Civil): el grupo se deshace, Lorca es asesinado y, excepto Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre, el resto parte hacia el exilio. El resultado fue una poesía existencial y angustiada.

Estilísticamente, destaca la búsqueda de un vocabulario distinto. Utilizan numerosos recursos literarios, como la metáfora.

En cuanto a la métrica, aunque utilizan estrofas tradicionales como el romance o el soneto, la gran innovación del grupo es el verso libre, que ya había sido utilizado en España por Juan Ramón Jiménez.

Hay varios poetas destacados: Salinas, Jorge Guillén (Clamor), Vicente Aleixandre, entre otros.

4. Narrativa de Fin de Siglo: Grupo del 98

El siglo XIX se cierra con la grave crisis del final del imperio colonial español. España pierde Cuba, Puerto Rico y Filipinas, lo que genera indignación y protesta en la literatura a través de los escritores de la Generación del 98, cuyos principales componentes fueron: Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Azorín, Antonio Machado y Valle-Inclán. Todos ellos tenían una actitud crítica ante la situación del momento. Algunos de ellos marcan un cambio en la narrativa a partir de 1902: inician un camino innovador, alejándose del Realismo y buscando la expresión de la realidad personal e interior, bajo la influencia de la filosofía pesimista de Schopenhauer.

Rasgos de la novela:

  1. La historia pierde importancia.
  2. Interesa el mundo interior del protagonista.
  3. El protagonista suele ser un inadaptado, antiburgués, rebelde, amoral y fracasado.
  4. Reaparición de la novela dramatizada o dialogal.

Destacamos la obra de los novelistas de la Generación del 98: Valle-Inclán, Unamuno, Azorín y Pío Baroja.

La narrativa de Valle-Inclán evoluciona desde el estilo modernista hacia el esperpento. Etapas:

  1. Sonatas: modelo de la prosa modernista española, narra las aventuras del Marqués de Bradomín.
  2. La trilogía La guerra carlista: novela histórica que se desarrolla en la Galicia mítica.
  3. El ruedo ibérico: novela histórica por su contenido y un esperpento por su estética, y Tirano Banderas.

Miguel de Unamuno refleja en su literatura una fuerte personalidad. Su objetivo es provocar la reflexión del lector, y para ello utiliza un estilo vehemente, ágil y expresivo. La novela de Unamuno, apodada por él mismo como «nivola», recoge los temas que le preocupan y elimina todo lo que no es esencial en el relato. Manifiesta un conflicto existencial a través de extensos diálogos o del monólogo interior. Ejemplos: Niebla o San Manuel Bueno, mártir.

En la novela de Azorín, apenas existe argumento; la narración se reduce a la descripción, con un estilo impresionista, de sensaciones y ambientes. Destacan La voluntad y Las confesiones de un pequeño filósofo.

Pío Baroja es el escritor que mejor encarna el pesimismo de la época. Concibe la novela como el género que puede incluir todos los demás géneros. Escribe una literatura con un estilo claro y directo. Presenta dos tipos de personajes: los hombres de acción, que luchan por escapar de la mediocridad, y los personajes abúlicos, que son incapaces de actuar. Normalmente, ambos acaban fracasando.

5. El Teatro hasta 1936

A principios del siglo XX, triunfan en España varios tipos de teatro, todos variantes del teatro comercial:

  1. Comedia burguesa: presenta temas de actualidad con una leve crítica expresada de forma elegante. Autor destacado: Jacinto Benavente, con su obra Los intereses creados.
  2. Teatro poético: con influencia modernista, presenta obras inspiradas en el drama romántico histórico. Autores: Eduardo Marquina, con El rey trovador, y los hermanos Machado, con La Lola se va a los puertos.
  3. Teatro costumbrista: describe ambientes pintorescos, con tipos populares y graciosos de lenguaje casticista. Autores: Carlos Arniches, con La señorita de Trevélez, y los hermanos Álvarez Quintero, con El genio alegre.

También hay que destacar que se escribieron obras renovadoras, pero estas no fueron apoyadas por el público.

Ramón del Valle-Inclán (1866-1939): su estilo evoluciona del modernismo al esperpento, de estética deformadora. En cuanto a su teatro, lo inicia con una primera obra modernista, El marqués de Bradomín. En el período intermedio, crea un teatro mítico, del que destaca Divinas palabras. Su última etapa se caracteriza por el desarrollo del esperpento, que supone una nueva estética basada en la distorsión y que mezcla rasgos trágicos y grotescos; exagera los aspectos más estridentes y expresivos, refleja una profunda actitud crítica con la realidad social del momento y supuso una renovación dramática. Destaca Luces de bohemia.

Federico García Lorca (1898-1936): los temas de su obra son el amor, la frustración y el destino trágico. Tiene un estilo personal, con imágenes plásticas y sugerentes. Abundan los seres marginados, abocados al dolor, la soledad y la muerte. Desarrolla un teatro poético que presenta una realidad estilizada y plantea un único tema: el enfrentamiento entre el individuo y su entorno. De este conflicto surge el drama, resuelto siempre con la destrucción del individuo y sus sueños. Sus obras más destacadas son las piezas vanguardistas, como El público, y los dramas de tono trágico, como La casa de Bernarda Alba, Bodas de sangre o Yerma.

6. Texto Periodístico

1. ¿Por qué es periodístico?

  • Publicado en un medio de comunicación.
  • Título destacado tipográficamente.

2. Género: informativo (objetivo) / opinión (subjetivo).

3. Subgénero:

  • Informativo (objetividad):
  1. Noticia: relata un acontecimiento reciente de interés general.
  2. Reportaje: combina información con descripciones, y el tema no es actual.
  3. Entrevista: diálogo entre periodista y entrevistado.
Opinión (subjetividad):
  1. Editorial: no hay firma, y el tema es de actualidad.
  2. Artículo de opinión: el autor da su visión personal sobre cualquier asunto.

4. Emisor y receptor.

5. Intención comunicativa: informar a los lectores sobre…

6. Función:

  1. Referencial (objetividad, oraciones enunciativas, tercera persona e indicativo).
  2. Expresiva (subjetividad, oraciones exclamativas, adjetivos valorativos, diminutivos, modo subjuntivo).

7. Rasgos lingüísticos:

  1. Estructuras sintácticas sencillas.
  2. Largos sintagmas nominales.
  3. Oraciones enunciativas.
  4. Aposiciones.

8. Modalidad enunciativa:

  1. Narrativa: cuenta una historia con una estructura de planteamiento, nudo y desenlace; presencia de verbos en pretérito perfecto simple, complementos circunstanciales de tiempo y lugar.
  2. Expositiva: finalidad de hacer comprender una información al receptor; uso del indicativo y la tercera persona.

7. Texto Literario

Primer párrafo:

  1. Intención lúdica del texto.
  2. Doble acto de comunicación (si hay diálogo).
  3. Uso de recursos literarios.
  4. Género literario: narrativo, ya que es un fragmento que cuenta una historia y contiene los elementos de la narración (narrador, personajes principales y secundarios, con su descripción, tiempo, espacio, estructura).

Segundo párrafo:

  1. Rasgos de la comunicación:
    1. Función del lenguaje: poética. Son enunciados que pretenden llamar la atención sobre los aspectos formales del mensaje, haciéndolo sugerente.
    2. Modalidad textual: narración. El narrador cuenta una historia que avanza en el tiempo, con una estructura de planteamiento, nudo y desenlace; uso de complementos circunstanciales de tiempo y lugar.

Tercer párrafo:

  1. Recursos literarios: derivación, hipérbole, metáfora, personificación.
  2. Métrica: arte mayor o menor, rima asonante o consonante.
  3. Los rasgos lingüísticos se relacionan con la tipología textual.

Cuarto párrafo:

Conclusión: estamos ante un texto literario narrativo en el que predomina la función (…) y que contiene las modalidades (…).

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