Evolución de la Literatura Española e Hispanoamericana (1975-Actualidad)
Narrativa: Tras la muerte de Franco en 1975, se establece una monarquía otorgada a Juan Carlos I, marcando un momento histórico de transición a la democracia. Este proceso, liderado por la presidencia de Adolfo Suárez, facilitó el retorno de los exiliados y la promulgación de la Constitución de 1978. Sin embargo, años después, surgieron desafíos como el terrorismo y la corrupción política. En este contexto, la novela se consolida como un producto de mercado, beneficiándose de subvenciones públicas y premios (como el Premio Planeta).
Años 80: Diversidad y Experimentación en la Narrativa
La narrativa de los años 80 se caracteriza por la diversidad de estilos y la búsqueda de la acción, la anécdota y el humor. Se observan modelos más tradicionales, junto con un marcado intimismo (expresión de sentimientos personales). Los autores se centran en la novela posmoderna, explorando problemas sociales y experimentando con juegos literarios.
Además, surge la literatura de mujeres, que ofrece una visión femenina de la vida, con autoras destacadas como Elvira Lindo y Almudena Grandes. En esta época, nacen diferentes tipos de novelas, cada una con su público específico:
- La novela policiaca: Destaca por su drama y crítica social, a menudo haciendo referencia a momentos históricos de España, como la Semana Trágica de Barcelona. Autores clave son Eduardo Mendoza (La verdad sobre el caso Savolta) y Manuel Vázquez Montalbán (Pepe Carvalho).
- Novela histórica: Propone una nueva forma de explicar la historia a través de juegos literarios en la narración y descripción de personajes. Destacan Miguel Delibes (El hereje) y Arturo Pérez-Reverte (El capitán Alatriste).
- Novela lírica: Los autores expresan sus vivencias y sentimientos (intimismo) a través de autobiografías. Ejemplos son Julio Llamazares y Soledad Puértolas.
- Metanovela: Es una novela dentro de otra novela, que explica el proceso creativo. Luis Landero (Juegos de la edad tardía) es un referente.
- Novela de intriga: Historias dramáticas que mantienen al lector en suspense hasta el desenlace. Antonio Muñoz Molina (El invierno en Lisboa) y Eduardo Mendoza (El laberinto de las aceitunas) son ejemplos.
En general, se estrecha la relación entre periodismo y literatura, con discursos literarios de corte romántico en los periódicos, caracterizados por el exotismo, el intimismo y personajes desolados. Esta influencia pesimista plantea interrogantes sobre el futuro de la literatura.
La literatura hispanoamericana del Siglo XX
La literatura hispanoamericana del siglo XX surge tras la independencia de las últimas colonias, marcada por guerras civiles. Los criollos acceden al poder, dando paso al neocolonialismo de Estados Unidos. Las desigualdades socioeconómicas, las dictaduras y los gobiernos populistas son temas recurrentes.
Características de la Literatura Hispanoamericana
Se destaca el uso de elementos autóctonos (lugares, personajes, hechos históricos) y la adecuación lingüística a las variedades diafásicas, diastráticas y diatópicas. Se introducen innovaciones como el perspectivismo, el realismo mágico, la prolepsis y la analepsis (Boom hispanoamericano).
Tendencias Literarias
Aparece una gran variedad de novelas:
- Novela indigenista: Idealiza las injusticias sufridas por los indígenas. Autores como Arguedas (Raza de bronce) y Jorge Icaza (Huasipango).
- Novela de la tierra: La naturaleza es un personaje más. Eutasio Rivera (La vorágine) y Rómulo Gallegos (Doña Bárbara).
- Novela de la revolución mexicana: Aborda las luchas y decepciones de la década de 1910. Mariano Azuela (Los de abajo).
- Novela urbana argentina: Cercana al Naturalismo, trata la inmigración europea.
- Realismo mágico: Mezcla realidad y ficción, idealizando elementos fantásticos en lugares míticos como Macondo o Comala. Se centra en lo real maravilloso, donde la naturaleza y los indígenas son sorprendentes.
- Cuento hispanoamericano: Cercano a las vanguardias, al modernismo y a las tradiciones autóctonas. Horacio Quiroga (Cuentos de la selva). Las corrientes principales son la realista, el realismo mágico y el fantástico.
Autores Destacados (Narrativa)
Jorge Luis Borges (Ficciones, El Aleph), con una cultura europea cercana a las vanguardias y al simbolismo. Miguel Ángel Asturias (Señor presidente), con su realismo mágico. Alejo Carpentier (El siglo de las luces), basado en lo real maravilloso. Juan Carlos Onetti (El astillero), con un pesimismo existencialista. Ernesto Sábato (El túnel), sobre la soledad. Mario Vargas Llosa (La ciudad y los perros), sobre la violencia. Julio Cortázar (Rayuela), con compromiso político y experimentación. Juan Rulfo (El llano en llamas), con realismo mágico y la revolución mexicana. Gabriel García Márquez (La hojarasca, Cien años de soledad), con realismo mágico y técnicas experimentales.
Poesía
En la poesía modernista y posmodernista destacan Rubén Darío, Leopoldo Lugones, José Martí, Alfonsina Storni y Gabriela Mistral. En la de vanguardias, Octavio Paz, Vicente Huidobro, César Vallejo (Poemas humanos) y Pablo Neruda (Residencia en la tierra). En la poesía negra, Nicolás Guillén. Y en la comprometida (denuncia social), Mario Benedetti, Juan Gelman y Nicanor Parra.
Poesía Posterior a la Guerra Civil Española
La poesía posterior a la Guerra Civil surge en el contexto de la dictadura de Francisco Franco. Tras el aislamiento de los años 40, se inicia una apertura económica en la década siguiente, con inmigración y el Plan Marshall. Luego hubo una época de represión y censura. Tras la muerte de Franco, se instauró la monarquía y la democracia con la Constitución de 1978, seguida de episodios de terrorismo y corrupción.
Poesía de Guerra
La poesía de guerra es de arenga y bandos. Destacan poetas golpistas como Manuel Machado y Gerardo Diego, y Jorge Villén. También autores republicanos como Antonio Machado (Poetas en la España leal, El crimen fue en Granada), Alberti, León Felipe y Miguel Hernández (El niño yuntero).
Años 40
En la poesía de los años 40, aparecen poetas exiliados en la “España peregrina”, como León Felipe, con temas de añoranza, guerra, derrota, destierro y condición humana. En España, poetas como Carlos Edmundo de Ory y Juan Eduardo Cirlot destacan por su postismo. El Grupo Cántico (García Baena, Julio Aumente) por su barroquismo. Surge la poesía arraigada, franquista y poco comprometida, con temas como la familia, Dios y el amor. También el Clasicismo (Escorial, Garcilaso). Otros autores son Leopoldo Panero, Luis Rosales, Dionisio Ridruejo y Luis García Nieto. La poesía desarraigada, con autores exiliados, representa un mundo caótico y angustioso, con soledad, miedo y vacío existencial. Destacan Dámaso Alonso (Hijos de la Ira), José Hierro y Vicente Aleixandre (Sombras del paraíso), con tonos pesimistas y amargura.
Años 50
Los años 50 continúan la poesía desarraigada, denunciando desigualdades sociales. Los temas son las duras condiciones de vida, la solidaridad y la preocupación por España. Autores relevantes: Blas de Otero (Pido la paz y la palabra) y Celaya (Cantos Íberos).
Años 60 (Poesía del Conocimiento)
La poesía de los años 60 es más elaborada y personal, con el poema como acto de conocimiento. Los temas son el Tempus fugit, el amor, la amistad y la metapoesía. Destaca una poesía reflexiva y coloquial, con humor, ironía y verso libre. Autores como Claudio Rodríguez (intimista), Jaime Gil de Biedma (libertad, sinceridad, ironía) y Ángel González (cotidiano e intimista).
Años 70 hasta Hoy
En los años 70, los “novísimos” son cosmopolitas y experimentan con el lenguaje, abordando temas como la muerte, el tiempo, el amor y la sexualidad. Autores principales: Jaime Siles, Ana Roseti, Blanca Andreu, José María Castellet, Luis Antonio de Villena, Antonio Colinas y Luis Alberto de Cuenca.
En la poesía de los años 80 hasta hoy, destaca una poesía realista, coloquial, urbanita y con metros clásicos. Autores: Luis García Montero (El jardín extranjero), Felipe Benítez Reyes (Paraísos y mundos), José Riechamn (Desandar lo andado), José Hierro (Cuaderno de Nueva York), Carmen Jodrá (Las moras agraces). También una poesía del silencio (Neopurismo) filosófica y minimalista (José Luis Jover, Amparo Amorós) y una poesía por mujeres (Neoerotismo) intelectual y expresiva (Ana Roseti, Blanca Andreu).