Análisis literario de Don Quijote de la Mancha
Introducción
Esta obra, titulada «Don Quijote de La Mancha«, fue escrita por el español Miguel de Cervantes Saavedra, quien se inspiró en la historia basada en un manuscrito árabe inventado por el historiador Cide Hamete Benengeli.
La primera parte se publicó con el título de «El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha» a comienzos de 1605. Esta es una de las obras más destacadas e influyentes de la literatura española y universal, y con ella termina la edad de oro. En 1615 apareció la segunda parte del Quijote de Cervantes con el título de «El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha«. Sin duda, esta es la obra maestra española por excelencia y se comenta que no existe otra obra de ficción igual en todo el mundo.
Semblanza del escritor Miguel de Cervantes Saavedra
Miguel de Cervantes nació en Alcalá de Henares. La fecha exacta de su nacimiento no está documentada, pero es probable que naciera el 29 de septiembre. Su padre, de linaje cordobés y ascendencia gallega, se llamaba Rodrigo de Cervantes. Su madre fue Leonor de Cortinas Sánchez. Tuvo seis hermanos: Andrés, Andrea, Luisa (quien llegó a ser rectora de un convento carmelita), Rodrigo (militar que lo acompañó en el cautiverio argelino), Magdalena y Juan (solo conocido porque su padre lo menciona en el testamento).
No existen datos exactos sobre los primeros estudios de Miguel de Cervantes, que, en realidad, no fueron más allá de la universidad. En 1566, se establece en Madrid. Asiste al Estudio de la Villa, dirigido por el profesor de gramática Juan López de Hoyos, quien en 1569 publicó un libro sobre la enfermedad y muerte de la reina Isabel de Valois, la tercera esposa de Felipe II. López de Hoyos incluye en ese texto tres poemas de Cervantes. Esas fueron sus primeras publicaciones literarias.
En esa época, Cervantes se aficionó al teatro inspirado por las representaciones de Lope de Rueda, según cuenta en la segunda parte de Don Quijote. Se conserva una orden de Felipe II que data de 1569, en la que se ordena detener a Miguel de Cervantes, acusado de herir en una pelea a un tal Antonio Sigura, perito de obras. Si se trataba de Cervantes, esa podría ser la causa que lo impulsó a irse a Italia. En diciembre de ese mismo año llegó a Roma. El 7 de octubre de 1571 participó en la batalla de Lepanto, integrándose en la armada cristiana comandada por don Juan de Austria, donde también estaba uno de los más famosos marinos de la época, el Marqués de Santa Cruz, que vivía en La Mancha. Cervantes siempre se mostró muy orgulloso de haber combatido en la batalla de Lepanto, como escribió en el prólogo de la segunda parte de Don Quijote.
Intención de la obra
Cervantes afirmó en varias ocasiones que su propósito inicial era denunciar los disparates de las novelas de caballerías. De hecho, el Quijote ofrece una parodia de las descabelladas invenciones de estas obras. Pero representa mucho más que una crítica a los libros de caballerías. Por la gran riqueza y complejidad de su contenido, su estructura y la habilidad narrativa, esta obra, considerada la mejor novela de todos los tiempos, admite diversas interpretaciones, desde considerarla una obra llena de humor hasta una burla del idealismo humano, una sátira de amarga ironía, un canto a la libertad o muchas cosas más.
Entre otros aspectos, el Quijote también ofrece una visión de la sociedad española en su transición de los siglos XVI al XVII, con personajes de todas las clases sociales, representando las más variadas profesiones y oficios, mostrándonos costumbres, tradiciones y creencias populares. Sus dos protagonistas principales, don Quijote y Sancho, componen una síntesis poética del ser humano. Sancho representa el apego a los bienes materiales, mientras que don Quijote encarna la entrega a la defensa de un ideal libremente elegido. Sin embargo, no son dos personajes opuestos, sino complementarios, que muestran la complejidad de la persona, materialista e idealista a la vez.
Personajes
Don Quijote de La Mancha
Su verdadero nombre es Alonso Quijano. Es un hidalgo de 50 años, delgado, flaco, de rostro enjuto, ávido lector de libros de caballerías, hasta el punto de creerse uno de ellos. Muy religioso y devoto de su fe. Su personaje representa los ideales más elevados a los que aspira la condición humana: lo inalcanzable, lo sublime, la pureza del alma y la nobleza espiritual.
Sancho Panza
Es un campesino, labrador, vecino de Alonso Quijano. Simple, tosco, de baja estatura, imprudente y vulgar, glotón, dormilón y perezoso, pero muy leal a su amo. Este personaje representa la realidad, lo material, el miedo y la codicia.
Rocinante
Don Quijote creía que todo caballero debía tener un caballo como medio de transporte para sus hazañas. Por eso, tratando de imitar al Cid Campeador y su «Babieca», o a Alejandro Magno y su «Bucéfalo», elige su propio caballo al que llama «Rocinante».
Dulcinea del Toboso
Otro de los elementos para su inspiración heroica y aventurera era tener la imagen de una bella dama. Una musa inspiradora de sus entusiasmos y hazañas inmortales, y para ello eligió a Aldonza Lorenzo, una campesina humilde, con olor a ajos y encargada de la limpieza del corral de los cerdos de su padre. Don Quijote cambió su nombre por el de Dulcinea del Toboso, ya que lo consideraba melodioso, peregrino y significativo.
El ama y su sobrina
Representan a las mujeres campesinas de la época en la que Don Quijote realiza sus hazañas. Son supersticiosas, ignorantes, atrevidas y aficionadas a los chismes.
Sansón Carrasco
Es un joven estudiante que se disfraza de caballero andante para luchar contra Don Quijote y vencerlo, con el fin de convencerlo de sus alucinaciones y hacerlo volver a casa.
El Cura
Religioso de principios inquebrantables, pero con buenas intenciones. Está convencido de que en los estantes de la biblioteca de Alonso Quijano se encuentran los «libros causantes del daño«. Desea devolver la cordura a su amigo y para ello recurre a engaños que, de una u otra manera, lo involucran en las aventuras de Don Quijote.
Maese Nicolás
Es el barbero del pueblo donde vive don Alonso Quijano. Al igual que el cura, quiere ayudar en la recuperación de su amigo.
Los Molinos
Son símbolos importantes de la novela, hasta el punto de convertirse en las ilustraciones habituales en las distintas ediciones del Quijote.
Cide Hamete Benengeli
Este personaje de origen árabe manchego aparece en el capítulo IX y es el narrador de la historia, o mejor dicho, el falso autor, algo así como el otro «yo» de Miguel de Cervantes. Es un ingenioso recurso literario del autor.
Cardenio
Víctima de los sinsabores del amor, se aísla en Sierra Morena para intentar olvidar a su amada Luscinda. Tras sufrir un periodo de «locura de amor», se recupera y, junto con el barbero y el cura, intenta que su amigo Alonso Quijano recupere la cordura.
Dorotea
Al igual que los anteriores, intenta junto al cura, el barbero y Cardenio, ayudar a su amigo Don Quijote para que recupere la razón.
Don Fernando
Hijo del Duque Ricardo y amigo íntimo de Cardenio. Traiciona a este y se fuga con Luscinda, amada de Cardenio.
Ginés de Pasamonte
Preso, detenido y condenado a galeras. Rescatado por Don Quijote en una de sus hazañas heroicas.
Los Duques
Son una pareja de nobles que se divierten con las locuras de Don Quijote. Como parte de la «diversión», le entregan a Sancho el gobierno de una «ínsula».
Zoraida
Mujer bella, cristiana, ángel de Dios entre un grupo de musulmanes.
Leandra
Caprichosa de amor, se escapa con un soldado que luego la abandona. El cura la encuentra recluida en un convento.
Marcela
Pastora de ovejas a la que se acusa de la muerte de Crisóstomo, su enamorado. Don Quijote la defiende valientemente, por considerarla inocente en lo que dice y hace.
El Vizcaíno
Escudero de una mujer. Se enfrenta a Don Quijote en un duelo en el que sale malherido.
El Cautivo, el Mozo de las Mulas, los Cuadrilleros
Personajes sin nombre que el autor utiliza para desarrollar otras tramas de la novela.
Otros personajes secundarios
A lo largo de la historia aparecen diversos personajes como el «ventero Palomeque», el «Zurdo», en cuyo taller se lee la «historia del curioso impertinente». Cuadrilleros, delincuentes, caballeros andantes venidos a menos, moros, adivinos, gigantes, etc., que forman el rico escenario en el que Miguel de Cervantes desarrolla su obra maestra.
Resumen
Primera salida
Don Alonso Quijano, retirado, vive en la Mancha, en España, con su sobrina y un ama de llaves. Su gran afición es la lectura de libros de caballerías, que se cree al pie de la letra, aunque muchas de esas historias sean imposibles. Quijano descuida el sueño y el apetito por culpa de la lectura.
Don Alonso Quijano decide convertirse en un honorable caballero andante que busca aventuras. Se pone una vieja armadura de sus antepasados y se autodenomina «Don Quijote de la Mancha». Consigue un caballo al que llama «Rocinante», elige a una de sus vecinas como amada a la que llama «Dulcinea del Toboso» y esa mañana se dispone a viajar y aventurarse, aunque solo llega a una venta cercana que él cree que es un castillo. Don Quijote se enfrenta a unos mercaderes de Toledo y rescata a un niño que está atado a un árbol. Finalmente, regresa a su casa escoltado por un vecino del pueblo.
Segunda salida
Debido a su locura, su sobrina, el ama de llaves y el cura del pueblo, le quitan en secreto sus libros de caballerías y los queman para evitar que Quijano pierda la razón, pero ya es demasiado tarde. Don Quijote va a la casa de uno de sus vecinos, Sancho Panza, y lo nombra su escudero, prometiéndole el gobierno de una ínsula. El pobre Sancho, de gran ingenuidad, acepta acompañarlo.
En esta parte de la historia, ocurren los episodios del ataque a los molinos de viento y otros numerosos encuentros con venteros, prostitutas, clérigos y otros personajes del lugar, que Don Quijote involucra y magnifica en su imaginación, transformando el entorno en una aventura caballeresca. Quijote interviene constantemente y de forma violenta en asuntos ajenos y tiene la costumbre de no pagar sus deudas allá donde va, lo que hace que acabe cada episodio avergonzado y herido, siendo a menudo Sancho el que peor parado sale.
Conclusión
Las desventuras y la humillación acompañan siempre a Don Quijote, así como una gran melancolía. La novela termina cuando, tras una larga serie de aventuras narradas con asombroso realismo, Don Quijote regresa a su casa de la Mancha, donde cae enfermo, recupera la «cordura», reniega de los libros de caballerías, recibe los últimos sacramentos, hace testamento y muere.