«La Fundación» de Antonio Buero Vallejo: Un Viaje de la Ficción a la Realidad
Estructura Dramática: Un Proceso en Dos Partes
La obra se divide en dos partes, cada una subdividida en dos cuadros. Esta división no es arbitraria; refleja el proceso de transformación que experimenta Tomás, el protagonista, y, por extensión, el espectador. Se pueden identificar dos procesos fundamentales:
- De la Fundación a la Cárcel: Tomás supera su enajenación mental. Tras delatar a sus compañeros, se refugia en la fantasía de una idílica fundación. Este proceso representa el abandono de la auto-engaño y el primer paso hacia la verdad.
- De la Cárcel a la Libertad: Al descubrir la verdad, la trama se complica. Surge el plan de fuga de Asel, amenazado por un delator. Max es descubierto como el traidor. El plan continúa cuando Lino y Tomás son trasladados a celdas de castigo. Este proceso culmina en un final abierto, dejando la interpretación de la verdadera libertad al espectador.
Desarrollo de la Acción: Cuadro por Cuadro
Parte Primera
- Cuadro 1: Los personajes se encuentran en la aparente comodidad de la Fundación. Sucesos extraños y distorsiones, explicadas principalmente por Tulio, crean una atmósfera inquietante.
- Cuadro 2: La confusión entre pinturas marca un cambio en la relación de Asel con Tomás. Asel busca que Tomás encuentre las respuestas por sí mismo. Los sucesos extraños aumentan, y las explicaciones disminuyen. El descubrimiento del cadáver marca un punto de inflexión, aunque Tomás aún no comprende completamente su situación. Se introduce el plan de fuga de Asel.
Parte Segunda
- Cuadro 1: Los compañeros de Tomás hablan abiertamente de su trastorno. La fantasía de la Fundación se desvanece junto con el escenario. Asel desconfía de Tomás, mientras que Tulio lo defiende. La partida de Tulio, junto con menciones a conmutaciones y presos, intensifican el clímax. Tomás pierde su última fantasía: su novia nunca estuvo allí, y el paisaje de la ventana desaparece.
- Cuadro 2: Se revelan las explicaciones sobre la enfermedad de Tomás. Él admite su condición de condenado a muerte. El plan de fuga y la existencia del traidor salen a la luz. Tras la muerte de Asel, Tomás asume sus principios y guía a Lino en la búsqueda de la verdad y la libertad. La obra termina con ambos en celdas de castigo, dejando un final abierto a la interpretación: ¿libertad o muerte?
Estructura Narrativa: In Medias Res y Circularidad
La obra comienza in medias res, introduciendo al espectador en una situación ya en desarrollo. Elementos inicialmente sutiles crean intriga y desasosiego. Las explicaciones se dosifican, aumentando la tensión y el interés.
La estructura circular es otro elemento clave. La obra termina de forma similar a como empieza, en la habitación de la Fundación (que ahora sabemos que es una cárcel). La música de Rossini refuerza esta circularidad, envolviendo al espectador y subrayando el carácter trágico de la obra. Se plantea la dicotomía entre el engaño y la verdad, por dolorosa que esta última pueda ser.
Temas Principales: La Búsqueda de la Verdad y la Libertad
Buero Vallejo presenta un desvelamiento gradual de la realidad, que se impone a la ficción creada por el miedo. La ficción puede ser atractiva, pero es falsa. La realidad, aunque dolorosa, es verdadera. El tema central es la búsqueda de la verdad, plasmada en el proceso de Tomás. Esta búsqueda se complica porque no solo depende de la voluntad, sino también de la capacidad. Las circunstancias personales pueden limitar la responsabilidad de los actos (contraste entre Tomás y Max).
Otro tema recurrente en la obra de Buero es la presencia de minusvalías como limitaciones que impiden al hombre ser consciente. Estas limitaciones pueden llevar a preferir una realidad falsa como refugio. La superación de estas limitaciones, como en el caso de Tomás, es lo que engrandece al ser humano.
Temas secundarios incluyen la fuerza del amor y la amistad, que impulsan la lucha por la libertad y la verdad. También se denuncia las injusticias políticas y sociales, especialmente relevantes en el contexto del estreno de la obra.
Técnicas Dramáticas: Simbolismo y Efectos de Inmersión
Buero Vallejo utiliza elementos con un fuerte valor simbólico. Los personajes representan tipos o colectividades, y los conflictos trascienden la denuncia social para abordar problemas existenciales como la libertad y la búsqueda de la verdad. En *La Fundación*, elementos como las discapacidades psíquicas, la propia Fundación, el ratón de laboratorio, la música y las pinturas adquieren un significado simbólico.
Los efectos de inmersión son una técnica fundamental en el teatro de Buero. Permiten al espectador penetrar en la conciencia de los personajes, participando íntimamente en el drama. En *La Fundación*, estos efectos alcanzan su punto máximo: el espectador ve la realidad distorsionada a través de los ojos de Tomás, compartiendo su sorpresa y conmoción. Esta técnica busca la catarsis en el espectador.
La construcción abierta del escenario, con su capacidad para representar diferentes lugares, subraya los efectos de inmersión. El espacio escénico se convierte en una metáfora, que se rompe intencionalmente (la compuerta del frigorífico) para trasladar al personaje y al espectador a la cruda realidad de la cárcel.
Conclusión: Una Tragedia Moderna
*La Fundación* puede considerarse una tragedia por la catarsis buscada, la estructura circular y la aceptación del héroe de su destino. Sin embargo, a diferencia de la tragedia clásica, el destino reside en el propio hombre, en su libertad y en su capacidad de actuar: «Duda cuanto quieras, pero no dejes de actuar».