PÍO BAROJA
Pío Baroja pertenece a la generación del 98 junto con otros autores como son: Unamuno, Valle-Inclán, Ramiro de Maeztu, Jacinto Benavente, Rubén Daría, Azorín y Machado. Los rasgos principales de esta generación son los siguientes:
- La cuestión religiosa: los escritores no son creyentes ortodoxos aunque se advierte en sus obras una preocupación por el sentido de la vida y el destino del hombre tras la muerte.
- El tema de España: a todos les “duele España” aunque la amen profundamente.
- Crítica a la sociedad española de la época, sobre todo a sus gobernantes y a los campesinos. Admiran la belleza de los paisajes.
- El foco de atención es Castilla, a la que consideran la esencia de la nación española.
- Crítica a la historia nacional. Reivindican el concepto de intrahistoria (costumbre y modos de vida de individuos anónimos que viven de la misma manera desde tiempos inmemoriales)
- Siguen la tradición medieval.
- Distanciamiento con respecto a la generación realista.
- Utilizan a la hora de narrar frecuentes vaivenes cronológicos.
- Aparece un protagonista individual que representa las aspiraciones de los nuevos tiempos o se convierte en exponente de la seguridad del hombre en el mundo.
- Abunda la novela de formación, que describe el proceso de formación del protagonista.
- Se preocupan por el estilo y la composición de sus relatos.
VIDA, ESTILO, NOVELAS
Nació en San Sebastián. Estudió medicina y se doctoró con una tesis sobre “El Dolor”. En Madrid regenta una panadería donde empieza a tener contacto con escritores como Azorín o Maeztu. Así se entregó de lleno a su vocación literaria.
Baroja era solitario y pesimista pero también sabía mostrar ternura por los seres desvalidos y marginados. Esto se refleja en sus novelas. En muchos de sus personajes proyecta un ideal de “hombre de acción” que a él le hubiera gustado ser pero que nunca fue.
Su escepticismo religioso le lleva le lleva a un pesimismo existencial. Para Baroja el mundo carece de sentido y no tiene ninguna confianza en el hombre. Estas ideas explican el hastío vital de muchos de sus personajes.
Baroja tuvo contactos con el anarquismo, por eso sus personajes favoritos eran los inconformistas.
Sus novelas son abiertas y se presentan muy disgregadas. En ellas abundan cualidades como la invención y la imaginación disponible.
Baroja lleva al extremo la tendencia antirretórica, así su prosa es rápida, nerviosa, vivísima. Se técnica se denomina impresionista por sus preferencias por la frase corta y el párrafo breve.
Sus novelas se clasifican en seis temas diferentes:
- TIERRA VASCA: “Zalacaín el Aventurero”.
- LA VIDA FANTÁSTICA: “Camino de perfección”.
- LA LUCHA POR LA VIDA: “La busca”.
- LA RAZA: “El árbol de la ciencia”.
- LAS CUIDADES: “César o nada”.
- EL MAR: “Las inquietudes de Shanti Andía”.
EL ÁRBOL DE LA CIENCIA
Es la mejor novela filosófica que Baroja ha escrito y es la que mejor refleja es espíritu de Baroja. Está escrita en 1911 y tiene mucho de autobiografía, además de ser una radiografía de la sociedad de la época. Es una novela de formación.
TRAMA CENTRAL
Historia de una desorientación existencial de Andrés Hurtado, personaje perdido en un mundo absurdo. Andrés es un muchacho reconcentrado y triste, con un “vacío en el alma”, que tiene sed de conocimiento y solo busca algo que de sentido a su vida. Sus estudios en medicina no colman tal ansia y encima su contacto con los enfermos le lleva a una depresión, aunque también a mostrar su lado más humanitario.
Lulú será la mujer que ocupe un puesto esencial en su vida. La muerte de su hermano Luisito le marcará profundamente, conduciéndole al escepticismo ante la ciencia.
Andrés adopta cada vez más una postura pasiva y desencantada, y tras su matrimonio con Lulú y la muerte de ésta y su hijo se suicidará.
ESTRUCTURA
La novela tiene muchos elementos característicos de la novela barojiana, mucha técnica y un hilo narrativo que va devanándose con gran libertad entrelazándose con multitud de anécdotas. La obra puede dividirse en dos etapas de la vida del protagonista, separadas por un intermedio reflexivo, que es la cuarta parte de la novela.
PERSONAJES
Aparte del protagonista, Lulú es un personaje esencial que en un primer momento Baroja nos la muestra como un “producto marchito por el trabajo, la miseria y la inteligencia”. Sin embargo, tiene un fondo muy humano y muestra ternura por los seres desvalidos. Valora la sinceridad y la lealtad.
Los demás son personajes secundarios y solo se detiene en algunos siguiendo esa típica tendencia de Baroja a “entretenerse por el camino”. Los personajes están rápidamente esbozados (trazos rápidos, sentido satírico aunque también ternura y compasión).
Para los personajes principales Baroja usa una técnica de caracterización paulatina; los personajes se van definiendo por su comportamiento, reflexiones, diálogos. Además, evolucionan.
AMBIENTES
Baroja traza admirablemente el mundillo en el que se mueve el protagonista. Con pocos rasgos nos da impresiones vivísimas. Además, no necesita recurrir a descripciones detenidas para presentarnos los paisajes. Utiliza una técnica viva, impresionista, con trazos dispersos.
ALCANCE SOCIAL
Los personajes y ambientes reflejan la vida de la España de la época. España se descomponía y Baroja arroja zarpazos contra los “absurdos” de esa época. Además, refleja la pobreza cultural del país a través de los estudios de Andrés: la ineptitud de los profesores y el desprecio por la ciencia y la investigación.
También se ocupa de los aspectos sociales: las miserias y las lacras de una sociedad que Andrés quisiera ves destruida
FEDERICO GARCÍA LORCA:
LA CASA DE BERNARDA ALBA
Biografía
Federico García Lorca nace el 1898 en Granada. Tenía una imaginación desbordante y disfrutaba de una posición privilegiada, distinta a la de algunos de sus amigos. Sensible a esa desigualdad incubará una mala conciencia de clase que le hará ver la realidad social con ojos críticos y reivindicar una mejora de las condiciones de vida de la clase obrera.
En 1907 el poeta se traslada al pueblo de Asquerosa y dos años más tarde a Granada. Pasa de su paraíso infantil campesino al mundo adulto de la cuidad.
Cursa las carreras de Letras y Derecho pero solo concluirá la segunda. En la Universidad recibe clases de Fernando de los Ríos, destacado político socialista que fundó la Institución Libre de Enseñanza.
En 1916 Lorca dio rienda suelta a su vocación literaria. Comienza a escribir y sus textos reflejan los conflictos personales motivados por su identidad sexual. Mezcla la pasión amorosa con la angustia y la frustración.
Su familia decide enviarlo a Madrid para que ingrese en la Residencia de Estudiantes. Allí da rienda suelta a sus dotes artísticas. Se encuentra con Salvador Dalí y Luis Buñuel. Se convierten en inseparables, lo que determinará el acercamiento de Lorca a las vanguardias (cubismo y surrealismo).
Lorca y Dalí se distancian cuando este último se va a vivir a París y el poeta vive una profunda crisis amorosa. Viaja a Nueva York en el 1929. Queda deslumbrado por la moderna belleza pero le disgusta el sistema capitalista, la explotación indiscriminada de la naturaleza, la marginación social de los negros… Atraviesa una profunda depresión anímica que expresa en “Poeta en Nueva York”.
Comienza a dedicarse al teatro. Lorca defiende un teatro revolucionario y verdadero, frente al teatro convencional y falso y describe al amor como un ejercicio libre y liberador, reivindica la justicia social y nos propone una reflexión sobre los límites del ser humano. Funda así a finales de 1931 La Barraca, compañía de teatro ambulante formada por estudiantes de la Universidad de Madrid.
En el verano de 1932 Lorca escribe un drama destinado a un público amplio: Bodas de sangre. Es una tragedia de ambientación rural en prosa y en verso que se inspira en un crimen real ocurrido en Níjar. La obra aborda el tema de la frustración amorosa en clave simbólica. Esta obre supone el primer gran éxito teatral de Lorca.
En el verano de 1934 Lorca escribe Yerma, una nueva tragedia cuya protagonista es una joven que vive dramáticamente su esterilidad. Ese mismo verano muere en el ruedo uno de sus más íntimos amigos, el torero Ignacio Sánchez Mejías, a quien el poeta homenajea con Llanto por Ignacio Sánchez Mejías.
En el otoño de 1935, su musa Margarita Xirgu estrena Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores.
En 1936, en un contexto que presagiaba el golpe de Estado del general Franco, García Lorca decide refugiarse en casa de la familia de su amigo Luis Rosales. Las circunstancias jugaban en contra de Federico: su vinculación republicana, sus críticas a la burguesía granadina y su homosexualidad.
El 16 de agosto Lorca es detenido y días más tarde es fusilado.
La casa de Bernarda Alba
Lorca había hablado de su intención de escribir una trilogía dramática de la tierra española. Sus dos primera piezas serían Bodas de Sangre y Yerma. La tercera podría ser La casa de Bernarda Alba porque tiene mucho en común con las anteriores: la ambientación campesina, el protagonismo de las mujeres y la abundancia de elementos simbólicos.
Argumento
Es un drama de las mujeres en los pueblos de España. Nos habla de una mujer inflexible, la Bernarda, quien tras la muerte de su segundo marido somete a sus cinco hijas a un severísimo encierro físico y emocional a fin de mantener a toda costa la honra de la familia.
Las jóvenes acabarán por incubar una poderosa frustración sexual.
El apuesto joven Pepe el Romano pide en matrimonio a Angustias, la hija mayor de Bernarda. Las otras cuatro jóvenes desean en secreto a Pepe, lo que desencadena un espiral de rivalidades e insubordinaciones fallidas. Adela, la menor de las hermanas, se rebela con vehemencia contra el autoritarismo de su madre a fin de ver satisfechas sus ansias de libertad, lo que la conducirá a un trágico desenlace.
Realismo y simbología
Lorca escribió “La casa de Bernarda Alba” como un drama de la sexualidad andaluza que abordaba el conflicto entre el instinto erótico y la norma social. Lorca se propuso reflejar la realidad como lo hacían los reporteros gráficos de su época. Buena parte de los personajes y de las anécdotas tienen una base real en la vida de Asquerosa.
El realismo de la novela deriva del empleo de un lenguaje sencillo y de la renuncia de lirismo. Además, Lorca convierte en símbolo todos los elementos del drama: animales, plantas, el caballo semental que golpea las paredes.
Testimonio de represión del instinto
“La casa de Bernarda Alba” es un drama social que retrata los valores tradicionales de la burguesía rural. Bernarda es ferviente defensora de un código moral que descansa sobre la posesión de la tierra, el matrimonio, la unidad familiar, la honra y el predominio moral del varón. Tales valores oprimen a la mujer; de ahí que las protagonistas expresen su voluntad de huída.
El drama expone unos deseos de libertar que se reprimen porque resultan escandalosos para la sociedad burguesa. El drama gira en torno a la pugna entre lo natural y lo socialmente conveniente.
Bernarda impide que sus hijas salgan a la calle pero así no hace más que estimular la atracción instintiva que las muchachas sienten por los hombres. Esto acabará por provocar la destrucción de la familia.
Testimonio de las diferencias de clase
“La casa de Bernarda Alba” expone un conflicto derivado de las diferencias de clase. Lorca retrata un mundo dominado por las profundas desigualdades entre pobres y ricos. De ahí la tensa relación que mantiene Bernarda con su criada Poncia. Bernarda considera que los pobres son como los animales y marca distancias con Poncia. Bernarda tampoco permite que sus hijas se casen con los hombres de la zona.
Poncia no puede presumir de su posición social, ya que es hija de una prostituta y se ve obligada a someterse a su ama. Lorca pretende denunciar una situación en donde las personas no valen por lo que son sino por la clase social en que han nacido; pone de manifiesto las limitaciones inherentes a la condición humana.
El carácter trágico del teatro clásico grecolatino
La obra mantiene vínculos estrechos con la tragedia griega, en la que los personajes estaban dominados por un destino que les conducía inevitablemente a la muerte. Esto lo podemos ver en la menor de las hijas de Bernarda. Adela se ve empujada a un dilema trágico cuando debe decidirse entre renunciar para siempre a Pepe o quitarse la vida.
La tragedia clásica pretendía impresionar al espectador para purificarlo y Lorca propone algo semejante. Quería que los espectadores tomasen conciencia de los defectos de la sociedad que los rodeaba y que tomasen su parte de culpa. En la tragedia clásica también solía aparecer un coro que en “La casa de Bernarda Alba” serían María Josefa y la criada Poncia, personajes que advierten los errores de Bernarda y anticipan la tragedia final.
Influencia del teatro español del siglo XVI y XVII
Bernarda se asemeja a los personajes de Calderón de la Barca por su obsesión con el honor de la familia.
Drama rural contemporáneo de Lorca
Lorca utilizó convenciones del drama realista burgués y se distancia del drama rural típico donde la casa es un espacio tranquilizador. En “La casa de Bernarda Alba” el drama familiar sirve para criticar el orden social.
Estructura circular
La obre tiene tres actos: planteamiento, nudo y desenlace. Los tres actos terminan con un sistema de cierres climáticos: el encierro de María Josefa en el primero, el linchamiento de la hija de la librada en el segundo y la muerte de Adela en el tercero.
Tanto el principio de la novela como el final son dos muertes: la muerte del marido de Bernarda al principio y la muerte de Adela a final. Todo se repite.
Los personajes
Todo el protagonismo de la novela lo tienen las mujeres. Encontramos un grupo femenino cuyos miembros apenas se singularizan lo que sugiere que algunos de los problemas reflejados en la obra afectan a todas las mujeres. La propia Bernarda trata a menudo a sus hijas como si fuesen una sola.
Bernarda
Representa el totalitarismo.
Mujer de sesenta años que ha enviudado dos veces. Es tirana, mandona, dominante, parece inspirada en la protagonista de Doña Perfecta de Benito Pérez Galdós. Refleja la lucha entre el espíritu reformista de la España liberal y el Antiguo Régimen. Bernarda cree en la sociedad patriarcal y subraya su poder llevando un bastón. Está obsesionada por la limpieza que refleja su obsesión por la honra familiar. Tras su máscara parece esconderse un profundo miedo al mundo que la rodea.
María Josefa y Adela
Representan la rebeldía y la libertad.
Son dos personajes muy parecidos. En María Josefa se reflejan los deseos y frustraciones de todas las hijas de Bernarda. Pese a su locura la anciana advierte con enorme lucidez el triste destino que les espera a las jóvenes de la casa.
Adela es la hija más joven. Tiene un poderoso anhelo de libertad que expresa en acciones como usar un abanico de flores, ponerse un vestido verde o contemplar las estrellas. Adela recuerda a Nora, protagonista de Casa e muñecas de Henrik Johan Ibsen. Adela sólo consigue la liberación por medio de un final muy romántico: el suicidio. Su actitud denuncia la moral burguesa.
Martirio
Representa el rencor.
Tiene 24 años y es poco agraciada. Su psicología está perturbada por la frustración sexual y por eso manifiesta un tremendo rencor por los hombres y unos terribles celos que recaen en Angustias y Adela. Martirio será la responsable última del suicidio de su hermana.
Angustias
Representa la “conformidad con el sistema”.
Tiene 39 años, la voz gangosa y es fea. Exhibe el poder económico del que carecen sus hermanas.
Amelia y Magdalena
Son los personajes más desdibujados. Amelia tiene 27 años y emite juicios rotundos sobre la condición femenina, el peso de la maternidad y la mordacidad de los vecinos. Es sumisa a la tiranía materna.
Magdalena de 30 años muestra un total desinterés por el entorno. Convierte la idealización del pasado infantil en su vía de evasión.
Poncia
Murmuradora y enredadora, servil con un amo al que guarda un profundo rencor. Parece el gracioso del teatro clásico español, que tenía la función de relajar la tensión de la obra. Su comicidad no anula su crueldad y su defensa de los valores de la comunidad.
Personajes masculinos
No aparecen nunca en escena pero su presencia es asfixiante. Pepe el Romano es una figura omnipresente que representa el machismo dominante de la época.
Espacio clausurado
Los tres actos de la obra transcurren en la casa: una habitación en el primer acto, otra en el segundo y un patio interior en el tercero. Las definiciones aplicadas a la casa son negativas. Bernarda ve en ella un refugio que la protege de toda amenaza externa. El espacio invisible de la calle y los campos es donde los hombres ejercen su dominio y disfrutan de su libertad. La calle, por tanto, se identifica con la libertad pero también es el lugar donde se crea el código que convierte a Bernarda en carcelera de sus hijas.
El mundo aparece como un lugar insolidario, cruel y trágico, por eso las hijas de Bernarda saben que tampoco la salida del hogar materno resolvería su situación.
Los lugares ausentes físicamente en la obra están cargados de simbolismo: el corral o las puertas y ventanas siempre cerradas.
El mar, en cambio, simboliza el amor sin barreras, la fecundidad y la libertad.
Tiempo impreciso
No se sabe cuántos días, semanas o meses pasan entre los tres actos pero se alude continuamente al paso de las horas. No obstante, tenemos la impresión de que el tiempo no pasa.
Sonidos de la tragedia
Los sonidos vinculan los espacios internos y visibles por el espectador con los externos y ausentes. Por ejemplo, las campanillas lejanas señalan la vuelta al trabajo de los segadores. También hay que destacar las coces del caballo semental y las campanas del rosario, concreción sensorial del Amor y la Muerte. Los ladridos de los perros auguran la tragedia.
Drama en blanco y negro
La iluminación y la apariencia cromática de la escena adquieren valor simbólico. En los decorados y el vestuario llama la atención los contrastes entre el blanco y el negro. El blanco puro simboliza el color de los cementerios y el blanco azulado del anochecer simbolizo un final trágico. En las obras de Lorca la noche es el lugar de encuentro del Amor y la Muerte.
El contraste entre blanco y negro se ve afectado en alguna ocasión por el verde (del abanico, que simboliza la vitalidad y pasión).
El lenguaje: prosa
El lenguaje de la obra es la lengua popular andaluza, sus refranes, sus comparaciones, sus frases hechas. No obstante, se comprueba que el autor ha procedido a una habilidosa recreación literaria de esa forma de hablar. La recreación lingüística del habla popular adquiere valores concretos en cada personaje.
Sus obras
- 1925- Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín.1927- Mariana Pineda.1928- Primer romancero gitano.1929- Poeta en Nueva York.1931- Así que pasen cinco años.
- 1932- Bodas de sangre.1934- Yerma.1935- Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores.1936- El llanto de Ignacio Sánchez Mejías.1936- El sueño de la vida.1936- Los sueños de mi prima Aurelia.1936- La casa de Bernarda Alba.