El Teatro de los Años 40: La Comedia Burguesa y el Teatro Cómico
El teatro español posterior a la guerra enfrentó limitaciones debido a condicionamientos políticos, culturales y la censura, sumado a la pérdida de figuras clave por muerte o exilio. En la primera posguerra, el teatro buscó entretener y transmitir ideología, evitando las innovaciones previas y exaltando valores conservadores.
Se estableció un fuerte control sobre las obras, llevando a la autocensura. A pesar de esto, la actividad teatral fue abundante, aunque generalmente mediocre.
Tendencias Destacadas
Comedia Burguesa: Siguiendo a Benavente, se enfocó en entretener y educar con temas de amor, familia y moral burguesa. Autores como José María Pemán (Los tres etcéteras de don Simón) y Joaquín Calvo Sotelo (Una muchachita de Valladolid) fueron prominentes.
Teatro Humorístico: Enrique Jardiel Poncela destacó con comedias de humor inverosímil y juegos de palabras, como en Eloísa está debajo de un almendro. Miguel Mihura, por otro lado, exploró lo absurdo de la vida cotidiana en obras como Tres sombreros de copa.
Hacia el final de la década, surgió un teatro más serio y crítico, con figuras como Buero Vallejo (Historia de una escalera, 1949) y Alfonso Sastre (Escuadra hacia la muerte, 1953), marcando el inicio del realismo social.
El Realismo Social de los Años Cincuenta: Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre
Se diferenció entre un «teatro visible» y un «teatro soterrado» que buscaba innovar. Antonio Buero Vallejo se convirtió en la figura central, combinando realismo y simbolismo para explorar dilemas humanos y sociales. Utilizó «efectos de inmersión» y personajes con taras para reflejar la realidad.
Etapas de Buero Vallejo
- Enfoque existencial: Historia de una escalera.
- Enfoque social y ético: Un soñador para un pueblo, Las Meninas.
- Contenidos sociales y políticos explícitos: La doble historia del doctor Valmy.
Alfonso Sastre fundó el Teatro de Agitación Social, con obras como Escuadra hacia la muerte, criticando la autoridad y el militarismo. Su obra evolucionó hacia una «tragedia compleja», influenciada por Valle-Inclán y Bertolt Brecht.
El Teatro desde los Años Sesenta hasta 1975: Teatro Comercial, Social y Experimental
Jóvenes autores continuaron el realismo social, denunciando injusticias y alienación. Se usó un lenguaje directo y coloquial, abordando temas como la intolerancia y la emigración.
Paralelamente, surgió un teatro experimental influenciado por corrientes extranjeras, con elementos simbólicos y vanguardistas. Destacaron Fernando Arrabal, creador del «teatro pánico», y Francisco Nieva, con su «teatro furioso» y «teatro de farsa y calamidad».
Los simbolistas, como José Ruibal y Manuel Martínez Mediero, exploraron el pesimismo y la opresión con simbolismo animal y lenguaje provocador.
El teatro independiente ganó relevancia, con grupos como Los Goliardos, La Cuadra y Tábano, que fusionaron experimentación y elementos populares.
Tras la dictadura, se eliminó la censura y se promovió la diversidad teatral, incluyendo obras del exilio y de autores como Valle-Inclán y García Lorca. Se multiplicaron festivales y se rehabilitaron teatros, buscando atraer a un público joven.