ELEGÍA A RAMÓN SIJÉ 1. Este fragmento pertenece a “Elegía” un poema perteneciente al libro El rayo que no cesa, escrito por Miguel Hernández y publicado por primera vez en 1936.
Miguel Hernández nacíó en Orihuela en 1910 y murió en la prisión de Alicante en Marzo de 1942 por una tuberculosis. Desde muy temprana edad destaca como un alumno bastante eficiente por lo que consigue una beca para seguir estudiando después del bachillerato, pero en 1925 abandona sus estudios por orden paterna. Su padre es pastor y ve mejor que Miguel le ayude en sus tareas de pastoreo que a seguir estudiando. Aún así él ya empezaba a escribir poemas, además su afición por la lectura y la amistad con el escritor Ramón Sijé le ayudaron a completar su formación como escritor. Se traslada definitivamente a Madrid en 1934. Empezada la Guerra Civil Miguel no huye al exilio, al contrario de muchos escritores, se alistó en el ejército republicano y viajó por diversos frentes recitando poemas y representando obras teatrales. Finalmente lo capturan y muere en la prisión de Alicante.
Entre sus obras literarias destacan varios poemas como Perito en Lunas, Viento del pueblo o El labrador de más aire.
A este escritor se le sitúa en la Generación del 36, pero se le considera un epígono de la Generación del 27.
La tortura interior del sujeto llena de presentimientos amenazadores donde pone de manifiesto en el poeta epígono, el concepto de “la vida” como un morir continuo y violento abocado al Nihilismo. En este sentido, la Elegía a Ramón Sijé forma parte de una obra unitiva de carácter sentimental amoroso, El rayo que no cesa, en la que Miguel Hernández expresa en primera persona gramatical y lírica su propia vivencia amorosa a través de la polimetría de formas en la que predomina el soneto dentro de una obra formada por 29 poemas y un Soneto final, que guarda una estrecha relación con el arquetipo del Cancionero de Petrarca sin menoscabo a las influencias de Rubén Darío.
Todo el poema configura una verdadera elegía en cuanto al tema y al tono de la composición. El poeta expresa su realidad íntima y personal que adquiere tal grado de profundidad que trasciende su carácter de experiencia personal para alcanzar validez universal. Envuelve a la obra un clima de patética angustia que desaparece en las últimas estrofas cuando el poeta admite la esperanza del reencuentro con el amigo perdido al reconocer que los afectos no mueren nunca dentro de nosotros. Así, a lo largo del poema, el poeta pasa de la desesperación inicial a la imaginación feliz de un futuro reencuentro con el amigo estimado a través de la naturaleza. Es una velada alusión a la rueda de la existencia, según la cual la muerte del cuerpo se diluye y torna el espíritu a vivir a través de las plantas y los animales. Como temas secundarios podemos destacar los siguientes: · La vida como valor supremo ·La muerte como asechanza inevitable. ·La supervivencia de los valores humanos después de la muerte. ·La tierra como continuidad vital del cuerpo muerto que sirve de alimento y procreación de huertos y jardines. ·La amistad como compromiso vital entre dos personas. ·La visión trágica de la vida. ·-El amor como fuerza superadora de la muerte -El perpetuo fluir de la vida a través de la naturaleza. ·-La fe en el reencuentro previsto de ambos.
2. El único personaje que aparece en el poema es el narrador, que es el protagonista. No se hace ninguna referencia al tiempo interno del poema, y el externo sería 1936, cuando Miguel Hernández escribe sus primeras obras, y aparte sería el comienzo de la Guerra Civil. La ambientación física no queda definida en el poema, ni juega un papel relevante en la obra.
3. Esta obra es de carácter lírico, por lo tanto, se caracteriza por una perspectiva subjetiva; la obra gira en torno a un “yo”, que presenta la realidad desde su punto de vista. El “yo” del poeta se aprecia en los verbos y pronombres, predominantemente en primera persona del singular a lo largo del poema (yo quiero ser llorando; mi dolor; daré tu corazón; …), es el amigo que llora la muerte de Ramón Sijé. El objetivo principal de una obra lírica no es la descripción de lo externo, sino la expresión de una interioridad: de los sentimientos, de las sensaciones y de los pensamientos que producen en ese yo del poeta la reciente muerte de su amigo íntimo. Como consecuencia de todo esto, en es muy frecuente el empleo de la primera persona, pero también aparecer otras personas gramaticales.
En el texto, el poeta expresa el dolor íntimo que le provoca la muerte de su gran amigo, Ramón Sijé, y se debate frente a la injusticia de su ausencia. El conjunto se puede dividir en cinco partes: 1. Dolor del poeta frente a la pérdida de su compañero (en los tres primeros tercetos).2. Presencia de la muerte como fuerza segadora (en los tercetos 4 al 8).3. Rebeldía del poeta frente a la muerte injusta, ira y rabia (de los tercetos 9 al 11).4. Esperanza en el reencuentro con el amigo a través de la naturaleza (tercetos 12hasta el 16).5. Cita para la primavera. El poeta confía en que su amigo vendrá de nuevo a estar con él cuando vuelvan a brotar las flores (en el cuarteto final).
Los versos endecasílabos se hallan agrupados en tercetos, a excepción del último, que es un cuarteto. La rima es consonante y sigue el esquema encadenado: ABA-BCB-CDC,etc. En el cuarteto final la rima sigue el esquema ABAB; se trata, por lo tanto, de lo que se conoce como rima alternada.
El poema es muy rico en recursos y muy intenso y expresivo. En él podemos observar el uso de una gran cantidad de metáforas. Algunas de ellas hacen referencia a la muerte y sirven para embellecer el texto: «Un manotazo, un golpe helado, un empujón brutal…», por ejemplo.Pero no solo encontramos metáforas, el autor se sirve también, por ejemplo, de algunas hipérboles que pretenden reflejar el gran sufrimiento y dolor que ha provocado en el escritor la muerte de su amigo. «Tanto dolor se agrupa a mi costado/que por doler me duele hasta el aliento.»Otras figuras retóricas menos significantes en el poema son, por ejemplo, los numerosos polisíndeton «y besarte la noble calavera/ y desamordazarte y regresarte»; o el otro recurso también bastante utilizado a lo largo del poema, la anáfora:»Temprano levantó la muerte el vuelo/ temprano madrugó Ia madrugada, / temprano estás rodando por el suelo». También hay que decir que utiliza como recurso literario la sinestesia para poner en relación elementos con un contenido moral con algo físico:» me duele el aliento…»Además, inventa palabras («pajareará» tu alma colmenera), usa la aliteración (» a las aladas almas de las rosas…») y emplea una gran cantidad de imágenes visionarias que lindan con el Surrealismo. Interesante es también el uso de los tiempos verbales (presente, pasado y futuro) en el poema.
Miguel Hernández nacíó en Orihuela en 1910 y murió en la prisión de Alicante en Marzo de 1942 por una tuberculosis. Desde muy temprana edad destaca como un alumno bastante eficiente por lo que consigue una beca para seguir estudiando después del bachillerato, pero en 1925 abandona sus estudios por orden paterna. Su padre es pastor y ve mejor que Miguel le ayude en sus tareas de pastoreo que a seguir estudiando. Aún así él ya empezaba a escribir poemas, además su afición por la lectura y la amistad con el escritor Ramón Sijé le ayudaron a completar su formación como escritor. Se traslada definitivamente a Madrid en 1934. Empezada la Guerra Civil Miguel no huye al exilio, al contrario de muchos escritores, se alistó en el ejército republicano y viajó por diversos frentes recitando poemas y representando obras teatrales. Finalmente lo capturan y muere en la prisión de Alicante.
Entre sus obras literarias destacan varios poemas como Perito en Lunas, Viento del pueblo o El labrador de más aire.
A este escritor se le sitúa en la Generación del 36, pero se le considera un epígono de la Generación del 27.
La tortura interior del sujeto llena de presentimientos amenazadores donde pone de manifiesto en el poeta epígono, el concepto de “la vida” como un morir continuo y violento abocado al Nihilismo. En este sentido, la Elegía a Ramón Sijé forma parte de una obra unitiva de carácter sentimental amoroso, El rayo que no cesa, en la que Miguel Hernández expresa en primera persona gramatical y lírica su propia vivencia amorosa a través de la polimetría de formas en la que predomina el soneto dentro de una obra formada por 29 poemas y un Soneto final, que guarda una estrecha relación con el arquetipo del Cancionero de Petrarca sin menoscabo a las influencias de Rubén Darío.
Todo el poema configura una verdadera elegía en cuanto al tema y al tono de la composición. El poeta expresa su realidad íntima y personal que adquiere tal grado de profundidad que trasciende su carácter de experiencia personal para alcanzar validez universal. Envuelve a la obra un clima de patética angustia que desaparece en las últimas estrofas cuando el poeta admite la esperanza del reencuentro con el amigo perdido al reconocer que los afectos no mueren nunca dentro de nosotros. Así, a lo largo del poema, el poeta pasa de la desesperación inicial a la imaginación feliz de un futuro reencuentro con el amigo estimado a través de la naturaleza. Es una velada alusión a la rueda de la existencia, según la cual la muerte del cuerpo se diluye y torna el espíritu a vivir a través de las plantas y los animales. Como temas secundarios podemos destacar los siguientes: · La vida como valor supremo ·La muerte como asechanza inevitable. ·La supervivencia de los valores humanos después de la muerte. ·La tierra como continuidad vital del cuerpo muerto que sirve de alimento y procreación de huertos y jardines. ·La amistad como compromiso vital entre dos personas. ·La visión trágica de la vida. ·-El amor como fuerza superadora de la muerte -El perpetuo fluir de la vida a través de la naturaleza. ·-La fe en el reencuentro previsto de ambos.
2. El único personaje que aparece en el poema es el narrador, que es el protagonista. No se hace ninguna referencia al tiempo interno del poema, y el externo sería 1936, cuando Miguel Hernández escribe sus primeras obras, y aparte sería el comienzo de la Guerra Civil. La ambientación física no queda definida en el poema, ni juega un papel relevante en la obra.
3. Esta obra es de carácter lírico, por lo tanto, se caracteriza por una perspectiva subjetiva; la obra gira en torno a un “yo”, que presenta la realidad desde su punto de vista. El “yo” del poeta se aprecia en los verbos y pronombres, predominantemente en primera persona del singular a lo largo del poema (yo quiero ser llorando; mi dolor; daré tu corazón; …), es el amigo que llora la muerte de Ramón Sijé. El objetivo principal de una obra lírica no es la descripción de lo externo, sino la expresión de una interioridad: de los sentimientos, de las sensaciones y de los pensamientos que producen en ese yo del poeta la reciente muerte de su amigo íntimo. Como consecuencia de todo esto, en es muy frecuente el empleo de la primera persona, pero también aparecer otras personas gramaticales.
En el texto, el poeta expresa el dolor íntimo que le provoca la muerte de su gran amigo, Ramón Sijé, y se debate frente a la injusticia de su ausencia. El conjunto se puede dividir en cinco partes: 1. Dolor del poeta frente a la pérdida de su compañero (en los tres primeros tercetos).2. Presencia de la muerte como fuerza segadora (en los tercetos 4 al 8).3. Rebeldía del poeta frente a la muerte injusta, ira y rabia (de los tercetos 9 al 11).4. Esperanza en el reencuentro con el amigo a través de la naturaleza (tercetos 12hasta el 16).5. Cita para la primavera. El poeta confía en que su amigo vendrá de nuevo a estar con él cuando vuelvan a brotar las flores (en el cuarteto final).
Los versos endecasílabos se hallan agrupados en tercetos, a excepción del último, que es un cuarteto. La rima es consonante y sigue el esquema encadenado: ABA-BCB-CDC,etc. En el cuarteto final la rima sigue el esquema ABAB; se trata, por lo tanto, de lo que se conoce como rima alternada.
El poema es muy rico en recursos y muy intenso y expresivo. En él podemos observar el uso de una gran cantidad de metáforas. Algunas de ellas hacen referencia a la muerte y sirven para embellecer el texto: «Un manotazo, un golpe helado, un empujón brutal…», por ejemplo.Pero no solo encontramos metáforas, el autor se sirve también, por ejemplo, de algunas hipérboles que pretenden reflejar el gran sufrimiento y dolor que ha provocado en el escritor la muerte de su amigo. «Tanto dolor se agrupa a mi costado/que por doler me duele hasta el aliento.»Otras figuras retóricas menos significantes en el poema son, por ejemplo, los numerosos polisíndeton «y besarte la noble calavera/ y desamordazarte y regresarte»; o el otro recurso también bastante utilizado a lo largo del poema, la anáfora:»Temprano levantó la muerte el vuelo/ temprano madrugó Ia madrugada, / temprano estás rodando por el suelo». También hay que decir que utiliza como recurso literario la sinestesia para poner en relación elementos con un contenido moral con algo físico:» me duele el aliento…»Además, inventa palabras («pajareará» tu alma colmenera), usa la aliteración (» a las aladas almas de las rosas…») y emplea una gran cantidad de imágenes visionarias que lindan con el Surrealismo. Interesante es también el uso de los tiempos verbales (presente, pasado y futuro) en el poema.