El Teatro Español de la Segunda Mitad del Siglo XX: De la Renovación a la Transición

El Teatro Español en la Segunda Mitad del Siglo XX

La Renovación Teatral de los Años 60 y 70

A finales de los años 60 y principios de los 70, surge un movimiento de renovación teatral que integra la influencia del «Mayo del 68» y las corrientes teatrales externas: el teatro épico de Bertolt Brecht, el underground, el teatro del absurdo de Eugène Ionesco y la vanguardia en general.

En torno a los años 70, se manifiesta un movimiento de renovación teatral de carácter antirrealista. La acción prácticamente desaparece, y la visión crítica de la sociedad y los valores establecidos es la base de sus planteamientos. Se tiende al teatro independiente. Cobran importancia los grupos de este teatro, los cuales, sorteando los obstáculos, tratan de investigar ideológica y estéticamente.

Consideran el teatro como un espectáculo, con lo que infravaloran el texto e incorporan elementos propios de otros lenguajes artísticos. Sus obras suelen ser creaciones colectivas en las que la improvisación es muy importante, y para ello se valen de la ruptura de las convenciones escénicas en espacio y tiempo: se busca la participación del espectador, prescindiendo de la representación en el escenario. El primer éxito de una obra colectiva fue Castañuela 70, del grupo Tábano. Los grupos más destacados fueron Tábano, Teatro Experimental Independiente (TEI), Els Comediants y Els Joglars.

Los autores individuales se toparon con una crítica y un público muy conservador; a su producción se la llama «teatro subterráneo» o «drama subterráneo». Los personajes suelen ser arquetipos que representan el poder y la dictadura. El texto pierde relevancia y cobran importancia el sentido crítico y simbólico.

Autores Destacados de la Época

  • Francisco Nieva: Clasifica su producción dramática en:
    • Teatro furioso: Acción novelesca próxima al esperpento y caracterizado por el lenguaje barroco (La carroza de plomo candente).
    • Teatro de farsa y calamidad: Presenta personajes elaborados y está más próximo al teatro tradicional.
    • Teatro de crónica y estampa: Incluye contenidos históricos que le llevan a tocar temas políticos (Sombra y quimera).
    En él predominan aspectos vanguardistas como lo onírico y el dadaísmo, junto con el simbolismo.
  • Fernando Arrabal: Denominó a su obra «teatro pánico», donde se mezclan distintos aspectos vanguardistas como el surrealismo y el teatro del absurdo. Sus obras se montaron a partir de 1977 en España. Destaca Picnic. Su última etapa se denomina «teatro bufo».
  • Otros poetas: Antonio Martínez Ballesteros (Cuatro farsas contemporáneas) y Miguel Romero Esteo (El vodevil de la pálida Rosa).

El Teatro a Partir de 1975: La Transición Democrática

Con la llegada de la democracia, desaparece la censura y se consolidan en el teatro español dos tendencias: los montajes de obras clásicas y exóticas, y las representaciones de textos prohibidos en el pasado inmediato. El experimentalismo se ve atenuado, y el público no asimila los cambios, por lo que el teatro sufre una crisis.

La Renovación de la Comedia y el Teatro Comercial

Es el teatro comercial el que ejerce su poder de atracción al público. Su objetivo es el entretenimiento, y sus géneros son la comedia, la farsa, el musical, etc. Destaca Antonio Gala, con cierto aire de realismo poético y simbólico, un lenguaje cuidado, preocupación por el ser humano y temas como la justicia y la opresión.

La Renovación del Realismo: La Generación de la Transición

Dramaturgos nacidos en los años 40, que no conocieron la Guerra Civil, poseen formación universitaria y siguen los planteamientos dramáticos propuestos por Stanislavski. A su compromiso social añaden una visión humorística, potenciada por el empleo del lenguaje coloquial. Incorporan elementos tomados del teatro de vanguardia. Los temas que reflejan son propios de la época (drogas, conflictos generacionales, etc.). Los personajes responden a una figura antiheroica y fracasada, pero solidaria. Se sirven de referencias culturales amplias, y los géneros son de carácter cómico.

Algunos dramaturgos destacados son:

  • José Sanchís Sinisterra: Fundador de la compañía Teatro Fronterizo, busca la implicación del espectador. Destaca ¡Ay, Carmela!.
  • Fernando Fernán Gómez: Con una búsqueda de estilo personal, su gran éxito es Las bicicletas son para el verano.
  • José Luis Alonso de Santos: Trabajó como actor y director en grupos de teatro independiente (TEI y Asociación de Teatro Libre). Su obra se puede dividir en tres grupos:
    • Obras de asunto literario, de corte esperpéntico y siguiendo el género del entremés clásico (¡Viva el Duque, nuestro dueño!).
    • Comedias costumbristas que plantean conflictos existenciales desde una perspectiva irónica y frecuentemente paródica. Aborda problemas sociales de su época, como la delincuencia y la amistad. Los personajes emplean el registro coloquial; se trata de crónicas del Madrid de los años 80 que presentan un final amargo. La estanquera de Vallecas es su primer éxito, que presenta un atraco a un estanco a modo de «cine quinqui» actualizado.
    • Obras que se aproximan a un tipo de comedia más convencional.

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