EL TEATRO ANTERIOR A 1939
El teatro español que se desarrolla con anterioridad a la Guerra Civil tiende en dos direcciones: por un lado, tenemos el teatro comercial, dirigido a un público burgués y que nada tiene que ver con la dura realidad social. Por otro lado, un teatro innovador que afectará más a lo meramente literario que a lo escénico.
Teatro Comercial
En el teatro comercial o de consumo podemos distinguir tres corrientes diferentes:
- Comedia burguesa: escrita por Jacinto Benavente, caracterizada por el retrato superficial de la burguesía y la aristocracia. Escribió obras que planteaban conflictos de escasa importancia para entretener al público con un estilo ágil y elegante, como Los intereses creados o La malquerida. Continuador de la comedia benaventina fue José Echegaray.
- Teatro histórico en verso: influido por el Modernismo, estéticamente sonoro, efectista y retórico. Evoca sucesos de un pasado glorioso. Destacan autores como Eduardo Marquina con En Flandes se ha puesto el sol o los hermanos Machado con La Lola se va a los puertos.
- Comedia costumbrista: por Carlos Arniches y los hermanos Álvarez Quintero. Destacan los sainetes, breves piezas teatrales de carácter cómico que caracterizan de manera crítica y burlesca los usos y costumbres de la sociedad. Destaca La señorita de Trévelez, por Carlos Arniches. Pedro Muñoz Seca fue el creador de un nuevo género literario, el astracán, tipo de farsa teatral que busca la comicidad a partir de situaciones hilarantes y disparatadas, como La venganza de don Mendo.
Teatro Innovador
Paralelo al teatro que triunfa existe un teatro que pretende innovar, con nuevas formas o nuevos enfoques ideológicos. Todos los autores del 98, a excepción de Baroja, cultivaron y pretendieron una renovación del género.
- Miguel de Unamuno: desarrolla en su teatro las mismas preocupaciones existenciales que en el resto de su obra. Es un teatro que hace pensar, como Fedra o El otro.
- Azorín: se incorpora al género de manera tardía, destaca el sentimiento de angustia ante la muerte de su trilogía Lo invisible.
- Jacinto Grau: escribe El burlador que no se burla en prosa poética, su obra más importante es El señor de Pigmalión.
- Valle-Inclán: es el más relevante de estos autores. La riqueza y expresividad de su lenguaje, la originalidad temática y estética de sus obras y los planteamientos radicales de las mismas suponen un auténtico intento de renovación. Con la publicación de Luces de bohemia crea el esperpento, nuevo género caracterizado por la deformación grotesca de la realidad. Destacan Luces de bohemia, en la que realiza una crítica de una España miserable, reprimida y corrupta, y la trilogía Martes de Carnaval.
La Generación del 27
Los autores del 27 procuran un acercamiento del teatro al pueblo, los rasgos fundamentales son la depuración del teatro poético y la influencia de las vanguardias. Los autores más relevantes fueron:
- Alejandro Casona: con obras como La dama del alba, escrita con un lenguaje retórico y predomina la mezcla entre realidad y fantasía.
- Max Aub: autor de una importante producción teatral con obras como San Juan, en la que presenta el naufragio de un barco de emigrantes judíos que huyen del nazismo.
- Federico García Lorca: crea una compañía teatral, La Barraca, con la que va representando obras por diferentes lugares de España. Los temas recurrentes son la frustración entre el deseo y la realidad, el amor imposible, la soledad, el dolor, el destino y la muerte. Sus personajes son seres marginados y oprimidos, condenados a la soledad. Las diferentes tendencias de las que se sirve Lorca para dar cabida a sus preocupaciones son las siguientes:
- Las farsas: incluye el teatro de marionetas y las farsas guiñolescas, destaca La zapatera prodigiosa.
- El teatro lírico: con Mariana Pineda, que presenta el ajusticiamiento de una heroína.
- El teatro surrealista y comprometido: se trata de un teatro vanguardista y hermético de difícil representación, influido por el Surrealismo. Destacan obras como El público, que desarrolla el tema del amor homosexual, y Así que pasen cinco años, caracterizado por lo onírico y lo ilógico.
- Los dramas rurales: que consisten en una trilogía compuesta por Bodas de Sangre (1931), Yerma (1934) y La casa de Bernarda Alba (1936). Las tres presentan rasgos comunes como la índole sexual de los problemas tratados, la mujer como protagonista, la ambientación en el campo andaluz y el desenlace trágico.
Conclusión
En conclusión, la Guerra Civil supuso un corte decisivo en todos los aspectos de la vida intelectual y artística de España. Tanto las consecuencias del conflicto como la posterior dictadura hicieron que todos estos avances teatrales se paralizaran y hubo que esperar varias décadas para poder alcanzar las cotas de calidad que se consiguieron en este periodo.