El Teatro del Siglo de Oro: Características, Temas y Valor Social

Arte nuevo de hacer comedias. Estas novedades son:

  • No respeta las tres unidades de lugar, tiempo y acción propias del teatro clásico y renacentista.
  • La obra se estructura en tres actos o jornadas (frente a los cinco del teatro anterior): planteamiento, nudo y desenlace.
  • Mezcla lo trágico y lo cómico, frente a las normas clásicas que lo separaban rigurosamente.
  • Todas las obras se escriben en verso.
  • Polimetría: uso de versos y estrofas diversos según las diferentes situaciones (redondillas para las escenas amorosas, décimas para quejas, romances para relatos…).
  • Se ajusta el lenguaje a la condición social de cada personaje, lo que se denomina “decoro poético”.
  • Se pueden incluir bailes y canciones populares.

Temas y Asuntos

Los argumentos de las comedias tendían a ser complicados y a desarrollarse a un ritmo rápido. Estaban llenas de intriga novelesca que servía para mantener viva la atención del público.

Hay una gran variedad de asuntos: mitológicos, pastoriles, de historia extranjera, de historia clásica, de ambiente rural… Pero por la importancia que adquieren y por su presencia en gran cantidad de comedias, destacan:

  • Los temas de carácter popular y nacional, sacados de la tradición, la historia y la leyenda españolas: en unos momentos de decadencia política, la representación de hazañas y hechos notables del pasado permitía que el espectador pudiera reafirmar su identidad nacional.
  • Los temas de amor y celos.
  • Los temas religiosos, tomados de la Biblia, de la vida de los santos, etc.
  • Pero entre todos los temas destaca el de la honra.

El Tema de la Honra

La honra hacía referencia a la buena opinión que los demás tienen de una persona y a la fama que esa persona ha adquirido por su virtud y sus méritos.

En su origen, la honra estaba unida a la nobleza y se trataba en las epopeyas y cantares de gesta. Los héroes debían reparar su honor ultrajado mediante la venganza.

El teatro del Siglo de Oro, al presentar conflictos no ya de héroes, sino de personas normales, centró el tema de la honra en la fidelidad conyugal. El ofendido venga las manchas de honor con la muerte del que le ofende, excepto si es el rey, al que hay que respetar.

Lope de Vega extendió el concepto del honor y honra también a los villanos ricos, tema que unió a la exaltación de la monarquía, pues solía ser el rey quien, al final, aprobaba la venganza por honor, cuando el ofensor era un poderoso.

Se ha unido también el tema del honor al de la limpieza de sangre. El padre o marido agraviado suele reafirmar su condición de cristiano viejo.

Los Autos Sacramentales

El tema religioso, además de aparecer en muchas comedias, va a aparecer sobre todo en los autos sacramentales, un género dramático genuinamente español.

Rasgos de los Autos Sacramentales:

  • Estructura en un solo acto y escritos en verso.
  • Carácter didáctico y religioso de exaltación de la fe.
  • Vinculados con la fiesta del Corpus y tema eucarístico.
  • Expresión alegórica: sus personajes simbolizan virtudes, pasiones o conceptos abstractos (el pensamiento, la hermosura, etc.).
  • Gran espectacularidad escénica.
  • Acompañamiento musical, cuya función era activar el sentimiento religioso.

En un principio se representaron dentro de las iglesias, pero en el siglo XVII se empezaron a escenificar sobre grandes plataformas móviles apoyadas en carros tirados por bueyes, y con complicados escenarios. Los actores vestían lujosos trajes.

Valor Social de la Escena Barroca

El teatro del siglo XVII era en gran medida un espectáculo popular de entretenimiento y que servía para aprender modelos de comportamiento.

El público veía reflejadas en la escena la rígida estructura social de la época, o los valores y creencias de aquellos años. También veía cómo, después de una trasgresión social o moral, la comedia terminaba con el castigo del trasgresor y el establecimiento del orden.

A veces, se criticaban determinados aspectos o realidades, pero el espectador apreciaba sobre todo:

  • La defensa de la monarquía.
  • El mantenimiento de la condición social de sus personajes en una sociedad rígidamente estamental.
  • La afirmación nacional de la antigua hegemonía militar española en el momento de inicio de su decadencia.
  • La defensa del estricto cumplimiento de la norma católica.

Los Personajes del Teatro Barroco

Se definían por su sexo y condición social. No eran personajes con personalidad propia sino estereotipos.

  • El rey: Encarna la autoridad e suele impartir justicia.
  • El caballero noble: Caballero rico y poderoso que abusa de su poder.
  • El galán enamorado: Joven, noble y apuesto. Está dotado de valor y generosidad.
  • La dama: Hermosa y de noble linaje.
  • El viejo o padre de la dama, el marido o el hermano: Velan por el honor y pueden vengar la deshonra de su hija, esposa o hermana (la madre apenas tiene importancia en este teatro).
  • El villano: Labrador honrado y cristiano viejo.
  • El gracioso: Personaje esencial. Suele ser un criado, materialista y charlatán, de baja escala social, además de aficionado a comer y a beber, cobarde, fanfarrón y leal a su amo, a quien imita y sirve de confidente; solía enamorarse de la criada de la dama, con lo que daba lugar a una acción secundaria y paralela a la principal.

Los Corrales de Comedias

Las obras teatrales del siglo XVII se representaban en los corrales de comedias, que eran explotados por hermandades y cofradías para obtener ganancias con que atender hospitales u otras obras benéficas.

Composición de los Corrales:

Se montaban en los patios de las casas. Parte del público se colocaba en los balcones y en las ventanas (eran los palcos). Las ventanas del último piso se llamaban desvanes, y las inferiores, aposentos. Debajo había asientos en semicírculo, las gradas. Delante de las gradas, estaba el patio, descubierto (a veces se cubría con un toldo), con algunos bancos.

Al fondo del primer piso estaba la cazuela, destinada a las mujeres, que asistían al espectáculo separadas de los hombres, si bien en los palcos mujeres y hombres podían estar juntos. Había también espectadores de pie, los llamados mosqueteros por el alboroto y bulla que metían. De ellos dependía el éxito o fracaso de una obra.

La Escenografía:

La escenografía era sencilla, apenas había decorado, sobre todo en la época de Lope, aunque después, en época de Calderón, se mejoró notablemente.

Las funciones se celebraban por la tarde, con la luz del sol, y duraban dos horas y media o tres. Al principio solo había representaciones los domingos o festivos; luego se extendió a otros días de la semana.

La función comenzaba con una loa. Entre el primer y el segundo acto de la comedia, se representaba un breve entremés; y entre el segundo y tercer acto, se cantaba una jácara (canción popular). Al acabar la representación, se hacían bailes o mojigangas.

  1. Loa: Pedían el favor del público y su silencio. Solían ser de carácter cómico. Las loas sacramentales explicaban las alegorías y las loas cortesanas exaltaban a personajes reales.
  2. Entremés: Obra jocosa de acción burlesca o tono erótico.
  3. Baile: Constaban sobre todo de música, canto y baile.
  4. Jácara: Romances cantados que trataban, sobre todo, de luchas entre rufianes.
  5. Mojiganga: Danzas descompuestas con movimientos ridículos, con disfraces de animales y gran barullo.

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