El Teatro Barroco Español
El teatro barroco es el verdadero creador de la comedia barroca, entendida como sinónimo de obra teatral. Este teatro supone el rechazo de las reglas y preceptos del teatro clásico, sustituyéndolos por la imitación de la riqueza y variedad de la vida de una forma libre y natural.
Frente a la ausencia de escenarios fijos y de compañías estables de cómicos en el siglo anterior, crece la actividad teatral. Se estabilizan los escenarios, se consolidan las modalidades dramáticas y crece el interés del público por las representaciones:
- Teatro Popular: Destinado al público en general.
- Teatro Cortesano: Destinado al público selecto de la Corte, caracterizado por un mayor lujo y fastuosidad.
- Teatro Religioso: Su tradición arranca de la Edad Media y alcanza un gran auge con los autos sacramentales.
Estos teatros responden a cuatro grandes principios ideológicos que inspiran todo el teatro barroco:
- Exaltación de la Monarquía
- Defensa de la religiosidad tradicional
- El Amor
- El Honor
Principales Propiedades del Teatro Barroco
- Rechazo de la regla de las tres unidades: De acción, de tiempo y de lugar.
- Mezcla de lo trágico y lo cómico en una misma obra.
- División de la obra en tres actos frente a los cinco del teatro clásico:
- Primer acto: Planteamiento del conflicto.
- Segundo acto: Nudo o máxima tensión de la intriga.
- Tercer acto: Desenlace.
Dentro de cada acto se distinguen cuadros o escenas por cambios métricos o de personajes.
- Variedad de estilo: Se ajusta a la regla del decoro: cada personaje debe comportarse y hablar de acuerdo con su estado social.
- Variedad métrica: Todas las comedias se escriben en verso, alternando versos largos y cortos, agrupados en variedad de estrofas.
- Dos tipos de drama:
- Obras largas:
- Serias: tragedias, tragicomedias y autos sacramentales.
- Cómicas:
- De capa y espada: Caballeros, amor, cercanía.
- Palatinas: Nobles, amor, lejanía.
- Obras cortas: Situadas en el concepto de “espectáculo” que era el teatro: entremeses, jácaras, etc.
- Obras largas:
Lope de Vega (1562-1635)
Nació en Madrid en 1562, de familia hidalga. Cultivó todos los géneros literarios vigentes en su época, con las excepciones de la novela picaresca, morisca y de caballería. Su dedicación principal fue el teatro.
Obras Líricas
Su poesía es de extraordinaria riqueza y variedad, presentando a menudo un fundamento autobiográfico. De carácter amoroso son, por ejemplo, los romances a Filis y a Belisa; o sus sonetos, motivados por su ruptura con Elena Osorio. Lope es el más importante poeta religioso del siglo XVII. Entre sus poemas líricos abundan los escritos con ánimo alegre o burlador.
Obras Épicas
Lope, deseoso de emular la gloria de los grandes poetas épicos del Renacimiento, Ariosto y Tasso, escribió dos grandes poemas épicos: La Hermosura de Angélica y La Jerusalén conquistada. De tema español es La Dragontea.
Obras en Prosa
Lope rindió tributo a la novela pastoril, a la bizantina y a la narración breve. Pero su obra en prosa más importante es La Dorotea, dialogada al modo de La Celestina, y, como ésta, no representable, dada su extensión.
Calderón de la Barca (1600-1681)
Nació en Madrid en 1600, de una familia hidalga.
Obra
Si el teatro de Lope está ligado a las sobrias condiciones escénicas de los corrales, las obras de Calderón están relacionadas con el ambiente palaciego. Las comedias de Calderón son de una gran variedad: dramas religiosos y filosóficos, tragedias, comedias de capa y espada, de enredo y otras en las que la persona humana aparece libre desde un punto de vista moral, pero sometida a fuerzas contradictorias que limitan su capacidad de juicio y elección. Además, el autor plantea las consecuencias de transgredir el orden, tanto moral y religioso como social, con fines didácticos. El tema del honor adquiere en Calderón un valor fundamental. Dos obras condensan todos los aspectos característicos del teatro calderoniano: El alcalde de Zalamea y La vida es sueño.
El auto sacramental puede definirse como una obra dramática en un acto, alegórica, y que alude casi siempre al misterio de la Eucaristía. Mediante la alegoría se representan los conceptos abstractos de la teología. La representación se daba en una plaza sobre carros en los que aparecían enfrentados el bien y el mal, defendiendo Dios al hombre de las acechanzas del Demonio. Calderón de la Barca es considerado unánimemente como el autor de los más perfectos autos sacramentales.