El Siglo XV: Humanismo, Romancero y la Celestina

El Siglo XV

Fin de la Edad Media y Auge de la Burguesía

El siglo XV marca el fin de la Edad Media. El poder se concentra en manos de los reyes a costa de la nobleza y de la Iglesia, que se resiste a perder sus privilegios. Al mismo tiempo, prospera la burguesía, que difunde su mentalidad y valores: individualismo, ganancia, provecho económico…

Era de los Descubrimientos y Crisis del Feudalismo

Comienza la era de los descubrimientos, lo que produce una gran crisis del sistema feudal.

El Humanismo

En este contexto, se desarrolla y expande desde Italia el Humanismo, movimiento cultural que sitúa al hombre como centro de su interés. Se revaloriza el cultivo de las letras y de las bellas artes, se vuelve la mirada hacia la antigüedad clásica greco-latina y se escribe tanto en latín como en lengua romance. Con ello, disminuye el peso cultural de la Iglesia.

El Romancero

Romancero Viejo

Se denomina Romancero Viejo al conjunto de romances que se cantaban a finales de la Edad Media. El interés por lo popular hace que los poetas más importantes de los siglos XVI y XVII continúen cultivando el romance: los romances escritos por los poetas cultos forman el Romancero Nuevo. Existe también el Romancero Oral Moderno, enorme conjunto de romances recogido desde finales del siglo XIX hasta hoy.

Origen del Romancero

El origen de los romances puede encontrarse en la descomposición de los cantares de gesta. También pudo haber nacido como un género independiente, fruto de la invención de algún poeta que habría tenido gran aceptación. Por ello, el romance puede definirse como un género épico-lírico.

Características del Romancero

  • Versiones adecuadas al gusto de cada receptor.
  • Un mismo romance puede tener diversas variantes.

Asuntos del Romancero

  • Tema épico castellano.
  • Fronterizos y moriscos.
  • Épico francés.
  • Novelescos y líricos.

Jorge Manrique

Coplas a la Muerte de su Padre

Las Coplas a la muerte de su padre hacen de Jorge Manrique uno de los escritores más importantes de España. Se trata de una elegía en la que la experiencia de la muerte de su padre conduce al poeta a una meditación sobre la vida y la muerte.

De las cuarenta estrofas, las veinticuatro primeras tratan de temas típicamente medievales: la fugacidad de las cosas terrenales frente a la eternidad de las espirituales, el desprecio del mundo, el paso del tiempo, la muerte que iguala a todos los hombres, la variable fortuna. Esta literatura refleja la preocupación por la muerte a finales de la Edad Media, cuando el hombre convivía de cerca con ella debido a epidemias, guerras y crisis sociales.

Las últimas dieciséis coplas ensalzan al padre, expresan la esperanza de la vida eterna y destacan la fama de aquellos cuyo recuerdo queda en el mundo tras su desaparición. El poema está compuesto en coplas de pie quebrado. Su estilo es sencillo: alejadas de la poesía cortesana, las coplas destacan por su lenguaje claro y natural.

La Prosa en el Siglo XV

Dos son los géneros que florecen en este siglo:

Novelas Sentimentales

Adelantan muchos rasgos de lo que hoy conocemos como novela: personajes en conflicto con su entorno, análisis de la intimidad, cierta evolución psicológica de los personajes, protagonistas angustiados, etc. El amor es el tema principal.

Libros de Caballería

Son libros de aventuras protagonizadas por caballeros cuya misión es proteger a los indefensos. Los héroes están caracterizados por su valor, honor, lealtad y religiosidad. Por ello, estos caballeros son ya muy diferentes de los héroes de los cantares de gesta: están idealizados, como corresponde a los nuevos gustos de la nobleza, que ya no es feudal ni guerrera, sino aristocrática, cortesana, refinada.

El Teatro del Siglo XV

Es posible que fuera dramatizada la anónima Danza general de la muerte. Las danzas macabras o danzas de la muerte, abundantes en la literatura europea del final de la Edad Media, en las que la muerte invita a un siniestro baile a todos los hombres, desde los más humildes a los más poderosos.

Del teatro religioso, diversas obras llamadas autos, que se representarían en carros en la festividad del Corpus y que son el antecedente de los autos sacramentales del siglo XVII.

La Celestina

Tragicomedia de Calisto y Melibea

En 1499 se publicó anónima la Comedia de Calisto y Melibea. Constaba de 16 actos. Se reeditó al año siguiente con el nombre de su autor: Fernando de Rojas. En 1502 se imprime con un nuevo título: Tragicomedia de Calisto y Melibea, y con importantes novedades: cinco nuevos actos, modificaciones, supresiones y un prólogo en el que Rojas justifica los cambios. La obra se conoce habitualmente como La Celestina, nombre de su personaje más importante.

Ambas lenguas se corresponden con los dos grupos de personajes de la obra: los de elevada clase social y los de las clases populares. Al primero pertenecen Calisto, Melibea y los padres de ésta. Al segundo, la Celestina, las prostitutas y los criados.

Calisto es el galán. De saneada economía, posee rentas y criados. Se comporta como un enamorado cegado por su pasión por Melibea. Ésta, también de buena familia, se deja llevar por su amor y muere finalmente por él.

Los criados y las prostitutas se encuentran dominados por los instintos, el egoísmo y la codicia. Son conscientes de su clase y odian a sus amos.

Los temas centrales de La Celestina son: amor, muerte, ambición, egoísmo, codicia…

La tragicomedia refleja la mentalidad de la sociedad castellana a finales del siglo XV y los valores propios del naciente capitalismo: afán de ganancia, actitud práctica ante la vida, individualismo…

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