Inconformismo: El romántico se siente ajeno al mundo que le rodea, lo que le lleva a huir de él y a refugiarse, a través de la imaginación, en épocas pasadas, sobre todo la Edad Media. El suicidio será una vía de escape ante el desaliento que produce vivir.
Anhelo de libertad: Afecta a todos los planos: moral, religioso, político… Los modelos de los románticos son personajes que no tienen ataduras con el mundo, como los piratas, que serán una de las figuras literarias características de esta época.
Ruptura de las normas: Es una consecuencia del ansia de libertad. En el teatro no habrá respeto a las viejas unidades; en la poesía se dará una rebelde libertad métrica.
Subjetivismo e individualismo: El deseo de libertad y el protagonismo de los sentimientos conducirán a una búsqueda de la soledad y a la expresión de las pasiones exaltadas del autor.
Naturaleza exuberante: El paisaje y la naturaleza reflejan el estado de ánimo del autor. La melancolía se plasma en los jardines y los paisajes otoñales; la tristeza, en las ruinas y los cementerios; la rebeldía, en los mares tempestuosos y en las tormentas.
Amor: Puede ser sentimental y lánguido, absolutamente idealizado e inalcanzable, o, por el contrario, pasional y turbulento.
Muerte: La muerte se convierte a menudo en la gran aliada del romántico, porque le permite escapar de un mundo que le desagrada. Lo macabro refleja también el malestar y el ansia de soledad, que se recrea en los cementerios, las ruinas y los ambientes sepulcrales.
Nacionalismo: Como reacción al cosmopolitismo del siglo XVIII, se busca lo autóctono, lo costumbrista, lo legendario. Se valoran también las lenguas regionales y se idealizan las tradiciones y el pasado como base de la esencia y la cultura de los pueblos.
Características Formales
Libertad métrica
Tono declamatorio
Autores y Obras
José de Espronceda: Cultiva una poesía de carácter narrativo (ej. El estudiante de Salamanca, El diablo mundo).
Gustavo Adolfo Bécquer: Temas fundamentales: la reflexión sobre la creación poética, el amor y una visión pesimista sobre la vida (ej. Rimas).
El Modernismo
Influencias
Parnasianismo
Simbolismo
Características
Evasión: Los modernistas detestan la realidad que les rodea. Esta suerte de desazón romántica conlleva un intento de fuga en el espacio y en el tiempo. Así, gustan de los lugares exóticos y remotos, en especial el lejano oriente.
Culturalismo: Los poetas modernistas no pretenden llegar a las mayorías: la suya es una poesía culturalista, refinada y, en cierto sentido, elitista. Está plagada de referencias culturales a personajes históricos, al mundo del arte, a la mitología clásica.
Sensorialidad: La poesía modernista se caracteriza también por la exaltación de todo tipo de sensaciones, ya que crea una atmósfera envolvente que penetra por los cinco sentidos. En definitiva, el universo modernista es exótico y colorista. Aparece poblado por una serie de motivos recurrentes que lo hacen más sensual y atractivo: dioses, ninfas, princesas, cisnes, flores, pavos reales, estanques, joyas e instrumentos musicales representan el sueño y el misterio que se esconde tras la realidad.
Lenguaje: Resulta rítmico y musical gracias a la reiteración de recursos sonoros (aliteración y onomatopeya) o léxicos y sintácticos (anáfora, paralelismo y antítesis).
Autores y Obras
Rubén Darío: Considerado el creador del Modernismo literario. Etapas de su trayectoria: Iniciación al Modernismo (Azul), auge del Modernismo (Prosas profanas) y reflexión sobre la vejez y la muerte (Cantos de vida y esperanza).
Antonio Machado:Soledades. Galerias. Otros poemas (influencia modernista), Campos de Castilla (inquietudes noventayochistas: preocupaciones metafísicas y el tema de España).
Francisco Villaespesa
Eduardo Marquina
La Generación del 98
Contexto histórico: El «Desastre del 98». La pérdida de las últimas colonias de ultramar: Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
Antonio Machado: Poeta más destacado de esta generación.
Obras y Autores
Nuevas canciones: Antonio Machado (Generación del 98)
Cantos de vida y esperanza: Rubén Darío (Modernismo)
Fábulas literarias: Tomás de Iriarte (Ilustración)
Azul: Rubén Darío (Modernismo)
El diablo mundo: José de Espronceda (Romanticismo)
Prosas profanas: Rubén Darío (Modernismo)
Rimas: Gustavo Adolfo Bécquer (Romanticismo)
Fábulas morales: Félix María Samaniego (Ilustración)
El estudiante de Salamanca: José de Espronceda (Romanticismo)
Odas Anacreónticas: Juan Meléndez Valdés (Ilustración)
