El Romanticismo en España: Poesía y Teatro

La Poesía Romántica

Primera Etapa

Durante el apogeo del Romanticismo (1830) predomina la poesía narrativa. Son poemas extensos de tono enfático, con frecuentes exclamaciones, interjecciones, etc. La fascinación por la Edad Media tiene como resultado el redescubrimiento del Romancero. A imitación de los romances medievales, el duque de Rivas escribe El moro Expósito. Otros poemas narrativos, como los Cantos del trovador de Zorrilla, se basan en leyendas tradicionales, relacionadas con el folclore. Si la presencia de elementos sobrenaturales se corresponde con el gusto por lo irracional, el fervor religioso se asocia con un Romanticismo de signo conservador. La influencia de Lord Byron es decisiva en los dos grandes poemas narrativos de Espronceda, El estudiante de Salamanca y El diablo Mundo, que son de reflexión filosófica o moral.

Segunda Etapa

En la segunda mitad del siglo XIX, en la poesía lírica, predominan los poemas breves de tono intimista. Destacan las Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer o En las orillas del Sar de Rosalía de Castro.

José de Espronceda

En la producción poética de Espronceda sobresalen las Canciones y los poemas narrativos El estudiante de Salamanca y El diablo mundo.

Gustavo Adolfo Bécquer

Compuso los ochenta y seis poemas que forman parte de las Rimas. Sin embargo, su poesía no representa solo el final de un periodo literario. La influencia decisiva de Bécquer en autores posteriores (Rubén Darío, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez) convierte su obra en el punto de partida de la poesía española moderna. Las composiciones que integran las Rimas (o Libro de los gorriones) pueden clasificarse en tres grupos:

  • Rimas metapoéticas
  • Rimas amorosas
  • Rimas existenciales o filosóficas

Rimas metapoéticas

La poesía nace del mundo interior del yo donde habitan los sentimientos. El lenguaje resulta insuficiente para expresar esa intimidad. Tiene su origen en la inspiración, pero exige un trabajo intelectual sobre las palabras. Constituye una respuesta espiritual frente a una sociedad burguesa que ha perdido el contacto con lo sagrado, y poeta y poesía se sacralizan. En el mundo social de la época, la intimidad y el sentimiento se asocian a lo femenino y la razón y la vida pública a lo masculino. Bécquer identifica la poesía con la mujer.

Rimas amorosas

Algunos poemas de Bécquer articulan una historia de amor al estilo de los cancioneros renacentistas. Aparecen temas como el deslumbramiento o la turbación por la presencia de la dama, el beso como expresión de fusión, la fascinación por los ojos o la mirada, la comunicación espiritual entre los amantes y el deseo de morir para evitar el sufrimiento.

Principales ciclos de las rimas amorosas
  • La mujer ideal, descrita como un ser incorpóreo y que puede entenderse como símbolo del mundo interior del yo.
  • El despecho o sufrimiento amoroso, que expresa el sufrimiento tras el fracaso de la relación, se introducen anécdotas, etc.

Rimas filosóficas

La toma de conciencia de la vanidad o falsedad de los ideales provoca un doloroso desengaño. Algunos de los temas que trata son el yo solitario, la monotonía, la concepción de la vida como sufrimiento, la indiferencia del mundo ante la muerte y su misterio.

Aspectos formales

  • Estructuras anafóricas y paralelísticas muy elaboradas.
  • La expresión del mundo interior se traduce en el uso de símbolos al modo de los simbolistas franceses.
  • La voluntad de escribir una poesía intimista se relaciona con la brevedad de los poemas y el empleo de la rima asonante, que da sensación de naturalidad.

Rosalía de Castro

Escribió En las orillas del Sar, Cantares gallegos y Follas novas. Predomina una poesía introspectiva, es decir, la autora expresa una visión desolada de la existencia, y denuncia las injusticias sociales que sufre Galicia, cuyas consecuencias son la miseria y la migración.

En las orillas del Sar

Aparecen temas como el paso del tiempo, la insatisfacción y el sufrimiento, el desengaño, la fantasía, etc.

El Teatro Romántico

El drama español está constituido por un conjunto de obras escritas entre 1834 y 1844. La acción se ambienta en la Edad Media, por ejemplo, El trovador de Antonio García Gutiérrez, Los amantes de Teruel de Hartzenbusch o Don Álvaro del duque de Rivas. El protagonista es un hombre de orígenes inciertos o que oculta su identidad, lucha contra la opresión e injusticia, experimenta un amor puro hacia una mujer fiel, abocado a un desenlace trágico que conlleva al descubrimiento de su identidad y el suicidio de algunos personajes. Se rompe la regla de las tres unidades, como consecuencia de la libertad del creador y la influencia de Shakespeare o Calderón. La acción, compleja y dinámica, transcurre en diferentes lugares y a veces a lo largo de varios años. Se estructura en 5 jornadas y se alternan prosa y verso. Los autores persiguen efectos escénicos espectaculares: decorados, iluminación, etc.

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