El Romanticismo
1. Marco Histórico y Cultural
Las consecuencias de la Revolución Francesa marcarán la primera mitad del siglo XIX, en la que suceden los enfrentamientos entre los partidarios del Antiguo Régimen y los del liberalismo. La producción industrial mecanizada exige inversiones solo al alcance de quienes las poseen. La consecuencia son dos clases sociales: los burgueses propietarios y los proletarios. El liberalismo, propiciado por la burguesía, defiende la existencia de una serie de libertades: de pensamiento, expresión, asociación, reunión, comercio, etc. No obstante, cuando los liberales llegan al poder, estos principios se adaptan a las circunstancias. Al tiempo, se desarrolla un pensamiento antiliberal, que defiende la Iglesia, los antiguos privilegios y una moral católica conservadora.
2. La Primera Mitad del Siglo XIX en España
La situación política internacional marca decisivamente la primera mitad del XIX en España y comienza un periodo de turbulencias. La invasión napoleónica y el comienzo de la Guerra de la Independencia agudizarán las tensiones entre quienes se oponían al Antiguo Régimen y los defensores de los valores religiosos y monárquicos. El s. XIX se caracteriza por enfrentamientos entre liberales, absolutistas y por la intervención de los militares en la vida pública. La situación económica sufrirá la inestabilidad política. España sigue siendo un país agrícola y atrasado. La población crece lenta pero continuamente.
3. El Romanticismo: Características Esenciales
Es el movimiento cultural que se opone a los principios de la Ilustración y que es el resultado de la crisis social e ideológica de las primeras décadas del siglo XIX. Rasgos:
- Irracionalismo: Niega que la razón explique por completo la realidad. Esto justifica la preferencia de los románticos por lo sobrenatural, mágico y misterioso.
- Subjetivismo: Si la razón tiene sus límites, son necesarias la imaginación, la intuición y el instinto. Frente a la razón se levanta el sentimiento. La pasión es una fuerza superior a la razón.
- Idealismo: El hombre romántico siente predilección por lo absoluto, lo ideal.
- Individualismo: El hombre romántico tiene conciencia aguda y dolorosa de su personalidad, de ser distinto a los demás y afirma ese yo frente a lo que le rodea.
- El genio creador: El arte se convierte en forma de expresión del genio que el creador lleva dentro.
- Desengaño: El choque entre el yo hipertrofiado romántico y la realidad produce un hastío que lo lleva a rebelarse contra las normas sociales, políticas y religiosas.
- Evasión: Para escapar de ese mundo, huye de esa realidad inmediata que no le gusta. Esto lo lleva a épocas pasadas o a lugares exóticos.
- Soledad: Es otro modo de evasión de la realidad.
- Naturaleza dinámica: El artista representa la naturaleza en forma dramática, en movimiento y con preferencia por la ambientación nocturna.
- Nueva sensibilidad: El sentimentalismo se prolonga y amplía durante el Romanticismo, y lo lleva al primer plano de intimidad. Resultan características la introspección, la nostalgia, la melancolía, la tristeza y la soledad.
- El nacionalismo: Encuentran un asidero existencial en el espíritu comunitario que los liga a su entorno.
En el rechazo del mundo los autores tomaron dos direcciones opuestas: la nostalgia por los antiguos valores tradicionales y la rebelión. Por eso, se distingue entre un Romanticismo conservador (Chateaubriand, los hermanos Schlegel, Novalis y Walter Scott) y un Romanticismo liberal (Lord Byron, Victor Hugo o Espronceda).
4. La Literatura Romántica en España
4.1. La Poesía Romántica
El triunfo se produce en los años treinta, tras la muerte de Fernando VII. Presenta dos vertientes:
Poesía Narrativa y Poesía Lírica
Poesía narrativa: Relata en verso sucesos históricos, legendarios o inventados. Combina la descripción, el diálogo y momentos líricos con la narración. Ejemplos: El moro expósito del Duque de Rivas, El estudiante de Salamanca de Espronceda y los romances de Zorrilla.
Poesía lírica: Expresa los temas característicos del Romanticismo: los sentimientos personales, la melancolía, el hastío de la vida, el amor, la mujer ideal, la religión… Falta la sensación de autenticidad. Uno de los rasgos formales es la mezcla de géneros y la polimetría. Autores más destacados:
- Zorrilla: Su poesía es muy variada temática y métricamente. Gran sentido del ritmo y de la musicalidad y un dominio de los efectos verbales y los recursos retóricos.
- José de Espronceda: Su personalidad es romántica. Se convirtió en el personaje más representativo del Romanticismo español. En sus poemas líricos se encuentra la defensa de los marginales, identificación con los proscritos, desprecio de las normas y leyes, sentimentalismo… Sus dos grandes poemas son:
- El estudiante de Salamanca: Es quizá el mejor poema narrativo del Romanticismo español. Consigue fundir todos estos elementos para crear un ambiente intensamente romántico y un personaje, don Félix de Montemar, que encarna la rebeldía, el cinismo y el satanismo del Romanticismo.
- El diablo mundo: Contiene diversos y variados elementos. Destaca el Canto a Teresa.
Poesía Intimista Posromántica: Bécquer
Sus poemas apenas fueron publicados en vida. La primera edición se publicó con el título de Rimas, en 1871, un año después de su muerte. Se conserva el manuscrito autógrafo con el título Libro de los gorriones, en el que reescribió sus versos cuando se perdió el ejemplar que le envió a González Bravo. Los temas son dos: el amor y la poesía. Esta se concibe como una forma de expresión de emociones íntimas más allá del poeta. A través de las baladas germánicas y de la poesía popular, llega a una poesía sintética y breve.
En cuanto a su concepción amorosa, abunda en tópicos románticos. Estilo poético: espontaneidad y cuidada elaboración de los textos. Combina recursos de la poesía culta y de la popular.
En la métrica, utiliza a veces estrofas clásicas, pero lo más frecuente son las combinaciones de endecasílabos y heptasílabos en estrofas. En general, prefiere la rima asonante y la cuidada distribución de los acentos proporciona musicalidad. Son numerosos los encabalgamientos. Sus poemas son breves y parecen quedar truncados al cerrarse con un verso quebrado que condensa la idea y abre nuevas sugerencias. Los más extensos utilizan el paralelismo (antítesis, anáforas…). El léxico: capacidad de sugerencia. Esta es la razón por la que se le considera un poeta presimbolista.
4.2. La Prosa Romántica
Tiene un desarrollo tardío. Durante la primera mitad del s. XIX no hay, salvo Larra, novelas destacables. Hasta los años 30, no se puede hablar de una novela romántica española con personalidad. El género en prosa más romántico es la novela histórica. De mucho éxito en Europa, gracias a las narraciones de Walter Scott, ambienta los sucesos narrados en el pasado (Edad Media). Ejemplos: El doncel de don Enrique el doliente de Larra, Sancho Saldaña de Espronceda y la obra más destacada: El señor de Bembibre de Enrique Gil y Carrasco. En los años centrales se propiciaron los textos publicados de forma fragmentaria, en entregas. Se utilizan los nombres de folletín y novelas por entregas. El autor más popular fue Manuel Fernández y González. Con la prensa, aparece el costumbrismo, que se caracteriza por su observación minuciosa y atenta de la vida cotidiana, la sátira política y el énfasis en lo pintoresco. Autores: Serafín Estébanez Calderón y Ramón de Mesonero Romanos. Pero el prosista español más importante fue Larra.
4.3. El Teatro Romántico
A partir de los años 30, se consolida el drama romántico. Los estrenos se desarrollaron entre escándalos y controversias. El más célebre fue Don Álvaro o la fuerza del sino del Duque de Rivas. El tema principal es el amor, absoluto e ideal. La imposibilidad de alcanzarlo hace que los finales sean trágicos. Los dramas suelen desarrollar las acciones amorosas de la historia nacional. Mezclan tragedia y comedia, y verso y prosa, aunque se impone el verso. La escenografía es muy importante. La naturaleza se nos presenta en sus dimensiones más agresivas. También el lenguaje refleja angustia. Es patético y exaltado y abundan las exclamaciones y frases. Obras características: La conjuración de Venecia de Francisco Martínez de la Rosa; Macías, de Larra; Don Álvaro o la fuerza del sino de Ángel María de Saavedra, Duque de Rivas; El trovador de José García Gutiérrez y Los amantes de Teruel de Juan Eugenio Hartzenbusch. A partir de los 40, domina José de Zorrilla. Escribió unas treinta obras, en verso y de carácter histórico. Destacan su habilidad en el planteamiento de los conflictos y el interés de las historias dramatizadas, así como la musicalidad de los versos. Obras: Don Juan Tenorio (1844) y Traidor, inconfeso y mártir (1849).