El Renacimiento y la Lírica Española: Una Mirada Profunda

El Renacimiento

Contexto Histórico

El Renacimiento se extendió por Europa en el siglo XV y llegó a España en el siglo XVI. Este movimiento cultural significó la recuperación de la civilización grecolatina.

Frente a la Edad Media, en la que triunfaba el teocentrismo (es decir, el centro de la existencia se situaba en la religión), durante el Renacimiento se produjo un cambio en la concepción del ser humano. El hombre se situó en el centro del mundo, dando lugar al antropocentrismo.

Frente a la visión ascética de la vida en la cultura medieval, en el Renacimiento se valoraron la naturaleza, las facultades humanas y los placeres que pueden alcanzarse en la vida.

Como hemos dicho, el modelo del antropocentrismo se encuentra en la civilización grecolatina, cuyos autores más importantes fueron traducidos a las lenguas romances. Además, se desarrollaron los estudios humanísticos.

En la Edad Media, el ideal se encontraba en el guerrero; durante el Renacimiento, el prototipo será el cortesano, es decir, una persona culta que demuestre dominio de las armas. En España, el poeta Garcilaso de la Vega y el novelista Miguel de Cervantes representan al cortesano: unen las armas y las letras.

La Lírica Renacentista

Influencias y Formas Poéticas

El Renacimiento surge en Italia y de allí se extiende a toda Europa. El modelo para los poetas renacentistas españoles está en los poetas clásicos como Petrarca, Virgilio, Ovidio y Horacio.

Junto al soneto, la lírica renacentista incorporó los tercetos encadenados (empleados para las epístolas), la octava real (más usada en la épica), la lira y la estancia (usadas en los poemas de amor).

La Estancia

La estancia combina, a voluntad del poeta, versos heptasílabos y endecasílabos, con rima consonante. Fue empleada por Garcilaso de la Vega en sus églogas.

Temas y Motivos Poéticos

Destacan tres temas fundamentales: el amor, la naturaleza y la mitología clásica. Estos temas dominarán durante la primera mitad del siglo XVI, mientras que en la segunda mitad se produce el auge de la literatura espiritual con la ascética y la mística.

El Amor

El tema del amor refleja la influencia de la poesía petrarquista. El rasgo fundamental es que el sujeto poético analiza sus estados de ánimo.

La mujer se idealiza en sus rasgos, mostrándonos el canon de la belleza renacentista. La amada se define por la frialdad sentimental y el desdén, por lo que el sentimiento amoroso va asociado al sufrimiento.

La Naturaleza

La naturaleza aparece descrita según el tópico clásico del Locus amoenus (lugar ameno), es decir, se representa como un lugar paradisiaco. En las églogas de Garcilaso, el paisaje se humaniza y refleja las alegrías o tristezas del yo poético. El modelo de esta concepción de la naturaleza está en la obra del poeta Virgilio.

Unido al tema de la naturaleza y ante el paso del tiempo, aparece el tópico grecolatino del carpe diem, que invita a la dama a disfrutar de su juventud antes de la llegada de la vejez. En la literatura clásica, las edades del hombre se asocian con las estaciones del año: infancia y juventud con la primavera, e invierno con la vejez.

La Mitología

Los poetas se basaron en las Metamorfosis del poeta latino Ovidio para extraer los personajes mitológicos: Venus, Dafne, Apolo, Diana, etc. En la poesía de Garcilaso, los mitos sirven para reflejar, a través de ellos, sus estados emocionales.

En la segunda mitad del siglo XVI domina la poesía religiosa, con los mismos temas pero enfocados desde una perspectiva divina. Un motivo relacionado con esto es el Beatus ille (Feliz aquel), que plantea el desprecio de la vida en la ciudad (porque está llena de pasiones y envidia) y elogia la sencillez de la vida en el campo. Este motivo lo encontraremos en el poema de Fray Luis de León «Oda a la vida retirada».

Garcilaso de la Vega

Garcilaso de la Vega será recordado por sus tres églogas y por los sonetos de estilo petrarquista. En su obra domina el tema amoroso.

El amor se concibe, como en la poesía petrarquista, como melancolía y tristeza. El enamorado consagra su vida a una mujer que nunca corresponde a sus sentimientos. Se trata de una poesía que reflexiona sobre los estados de ánimo.

Égloga I

Contiene los monólogos de los pastores Salicio y Nemuroso, que tratan sobre el dolor que les produce el rechazo o la muerte de la amada.

Égloga II

Se centra en la locura del pastor Albanio por el amor no correspondido de Camila.

Égloga III

Narra las historias mitológicas que tejen tres ninfas a orillas del río Tajo e incluye los monólogos de los pastores Tirreno y Alcino.

Fray Luis de León

Su obra poética es de carácter religioso. Frente a San Juan de la Cruz, el tema dominante es el dominio de las pasiones para lograr la paz interior. Se trata de una poesía ascética.

En su obra poética hallamos la influencia de la Biblia y de los poetas latinos Horacio y Virgilio. Tomó de Horacio el motivo del Beatus ille (dichoso aquel), que consiste en un desprecio de la vida en la ciudad y la alabanza de la vida en la naturaleza. De Virgilio, tomaría el motivo del Locus amoenus (lugar ameno) para representar a la naturaleza como modelo de belleza, armonía y orden.

En su obra poética domina el uso de la lira.

San Juan de la Cruz

Su obra poética constituye un modelo para la poesía posterior, especialmente para la poesía simbolista de principios del siglo XX. Su obra poética intenta traducir, mediante un lenguaje lleno de símbolos, su experiencia mística.

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