El Renacimiento define el periodo cultural y social posterior a la Edad Media, cuando renace el interés por los autores griegos y latinos. Los rasgos más importantes de la cultura renacentista se relacionan con la mentalidad burguesa. El hombre pasa a ser el centro del mundo, destacando el vitalismo del arte y la literatura renacentistas, así como el esplendor de las cortes y palacios, con sus fiestas y lujos. El racionalismo será un rasgo de la nueva época. De ahí nace la idea de progreso: el mundo puede avanzar indefinidamente y el ser humano superarse en el terreno moral.
Neoplatonismo y Humanismo en España
El neoplatonismo es una concepción filosófica según la cual la realidad material es reflejo de otra espiritual superior que se pretende alcanzar mediante el conocimiento o por otros caminos que conducen a lo espiritual. En España, el humanismo conoce su máximo apogeo en el primer tercio del siglo XVI, con la llegada de importantes humanistas italianos. Las universidades de Alcalá de Henares y de Salamanca se convierten en centros humanísticos. Las ideas del holandés Erasmo de Rotterdam crean el erasmismo, que cayó rápidamente en desgracia como consecuencia de la reacción católica ante el peligro protestante. Comienza entonces la censura de los libros, que tenían que pasar una serie de controles antes de ser publicados. La mayoría de la población seguía siendo analfabeta y era corriente la lectura en voz alta en grupo, sobre todo de libros de caballerías.
Garcilaso de la Vega y su Poesía
Garcilaso de la Vega publicó su obra en 1543. Es bastante breve; incluye tres églogas, sonetos, canciones y elegías. Los sonetos de Garcilaso son generalmente de tema amoroso. Pero, junto a algunos sonetos, son las églogas la cima de la poesía de Garcilaso. La égloga es una composición poética en la que dialogan varios pastores, sobre todo de amor. En la Égloga 1, dos pastores muestran su pesar por el desdén y la muerte de sus respectivas amadas. La Égloga 2 es la única de las tres que tiene acción dramática. La Égloga 3 es, quizás, la obra más lograda de Garcilaso. Cuenta cómo, a orillas del Tajo, cuatro ninfas bordan en sus telas sendas historias de amor y de muerte.
Temas y Estilo de Garcilaso
El amor es el tema predominante en la poesía garcilasiana. Se trata de un amor neoplatónico en el que no faltan la indiferencia de la dama, el dolor del amante, la esperanza y la desesperanza. El estilo de Garcilaso responde a los ideales renacentistas de naturalidad y elegancia, como revelan los adjetivos antepuestos. A ese tono contribuye también la novedosa métrica con predominio del endecasílabo, verso muy musical por la combinación de acentos y rimas, musicalidad a la que contribuyen también las aliteraciones, hipérbatos, etc.
La Poesía Tradicional y su Evolución
Canciones tradicionales y romances continuaban siendo la poesía más común para las gentes del siglo XVI. La publicación y rápida difusión de las obras de Garcilaso de la Vega contribuyó de modo decisivo al triunfo de esta poesía, con sus nuevos géneros, motivos, temas, versos y estrofas. De la literatura clásica grecolatina, los poetas renacentistas toman géneros y temas. Además de la presencia constante de la mitología, unos cuantos tópicos clásicos, lugares comunes que desde la antigüedad se consideran verdades generales, aparecen insistentemente en la lírica renacentista:
- Carpe Diem: Goza del día de hoy. Llamada a aprovechar el momento, pues la vida es breve y la fortuna variable.
- Collige, Virgo, Rosas: Recomendación a una joven para que ame antes de que el tiempo marchite su belleza.
- Tempus Fugit: El tiempo huye, hace referencia al paso irremisible del tiempo.
- Aurea Mediocritas: Alabanza de la vida moderada, alejada de ambiciones y pasiones.
- Beatus Ille: Añoranza de la vida apartada del mundo, generalmente en contacto con la naturaleza.
El tema habitual de la poesía renacentista es el amor. Influidos por la lírica del amor cortés cultivada por los trovadores, por la poesía petrarquista y por la filosofía neoplatónica, los poetas conciben ahora el amor como una poesía moral, que reelabora el tópico latino beatus ille. También existe en el siglo XVI una importante literatura de carácter religioso, la mística: los místicos aspiran a unirse directamente con Dios y expresan esa experiencia en prosa o en verso.
Fray Luis de León y su Obra
Fray Luis de León escribió diversas obras en prosa: traducciones de textos bíblicos, el diálogo De los nombres de Cristo y La perfecta casada, libro en el que expone su concepto de esposa ideal. En su obra poética, la mayoría de sus poemas son sobre la naturaleza, la añoranza del campo y de la vida tranquila, y el gusto por la noche y por la música. Estos temas proceden de la tradición clásica y neoplatónica: el beatus ille y el alejamiento del mundanal ruido; la contemplación de la noche estrellada; la armonía universal sentida al escuchar las notas musicales; el dominio de las pasiones; la exaltación de la virtud, etc. El deseo de armonía y tranquilidad lo lleva a añorar la soledad, la vida retirada cantada por los poetas clásicos paganos; pero, como cristiano que es, lo que anhela Fray Luis es la vida del cielo como suprema liberación.
San Juan de la Cruz y su Legado
San Juan de la Cruz participó en la reforma de la orden carmelita. Apresado en 1577, pasó un tiempo encarcelado en Toledo en condiciones humillantes. La obra poética de Juan de la Cruz es muy breve, pero alcanza con ella un lugar de primer orden en la poesía universal. Compuso tres grandes poemas místicos: Cántico espiritual, Noche oscura y Llama de amor viva. Además, escribió otra veintena más de poemas, más breves, de desigual valor. Al comentario de los tres poemas mayores dedicó sendas obras en prosa que explican el sentido de los versos casi palabra a palabra.
Influencia y Estilo de San Juan de la Cruz
El Cántico espiritual, que sigue muy de cerca el Cantar de los cantares bíblico, es un diálogo entre la Amada, el alma, y el Amado, Dios, a quien ella ha buscado por valles y montañas hasta encontrarlo. Noche oscura consta de ocho liras en las que la Amada, tras salir disfrazada de su casa por la noche, se une plenamente al Amado. Llama de amor viva expresa sensaciones amorosas que siente la Amada en la unión misma. Las influencias en sus versos incluyen la poesía culta renacentista a la manera italiana, el empleo del endecasílabo y la lira, la lírica castellana tradicional, temas, vocabulario, formas, motivos, estribillos, y la ya citada poesía bíblica de Cantar de los cantares. En cuanto al estilo, predomina el sustantivo, escasean verbos y adjetivos.
El Teatro en el Siglo XVI
El desarrollo del teatro en castellano es muy notable durante el siglo XVI. Características del teatro de Gil Vicente son la sátira de los eclesiásticos, la incorporación de elementos folclóricos y la gran calidad de los poemas y canciones que se incluyen en sus dramas. Bartolomé de Torres Naharro, en sus comedias a noticia, tiene un carácter realista, mientras que en las comedias a fantasía se deja vía libre a la imaginación. En la segunda mitad del siglo XVI se produce la consolidación del teatro, pero desaparecen de las obras los contenidos satíricos. Por lo que, en adelante, los dramaturgos fueron más comedidos en sus críticas para que sus obras pudieran representarse.
Teatro Popular y Comedias
Muestra del auge de la actividad teatral es la convivencia de diversos tipos de teatro. Un teatro popular, representado de forma rudimentaria por los pueblos o puesto en escena en corrales de comedias que van surgiendo en las ciudades más importantes, será el centro de la importantísima actividad teatral del siglo XVI. Lope de Rueda, actor, director de escena y autor al mismo tiempo, escribió comedias en prosa al modo italiano, pero introdujo muchas novedades, como la utilización de numerosos elementos cómicos para adaptar la comedia culta italiana al ambiente popular en el que representaba sus obras. Muy conocidos son sus pasos breves, piezas cómicas representadas en los entreactos de las comedias. Los entremeses se caracterizan por su brevedad y comicidad. En ellos, es fundamental el lenguaje: coloquialismos, hablas dialectales, juegos lingüísticos, expresiones eróticas…
Novelas Pastoriles y Picarescas
En el siglo XVI, todavía los relatos suelen ser cortos y se incluyen dentro de otras obras, sin tener autonomía. Las novelas pastoriles están relacionadas con el éxito de la literatura bucólica en otros géneros, como la lírica, las églogas de Garcilaso, o el teatro, las églogas de Juan de la Encina. Las obras pastoriles más destacadas son Los siete libros de la Diana de Jorge de Montemayor y Diana enamorada de Gaspar Gil Polo. Importantes autores escriben también novelas pastoriles. La primera novela morisca es la breve Historia del Abencerraje y de la hermosa Jarifa, de autor desconocido. Mucho más extensas son Las Guerras civiles de Granada, de Ginés Pérez de Hita. Grandes escritores intercalaron también relatos moriscos en sus obras mayores: Ozmin y Daraja de Mateo Alemán, incluido en su Guzmán de Alfarache, y La Historia del cautivo del Quijote cervantino. Destacan por encima de todo Lazarillo de Tormes y la obra de Miguel de Cervantes.
Lazarillo de Tormes: Un Hito en la Novela Moderna
La vida de Lazarillo de Tormes se publicó por primera vez en 1554. Se desconoce quién fue su autor. La obra consta de un prólogo y siete partes o tratados. Cuenta la vida de un joven pobre que, desde niño, pasa diversas penalidades junto a los amos que va sirviendo. El último de los tratados revela la obra que son las habladurías en torno a las relaciones de la mujer de Lázaro con el arcipreste de San Salvador. Los otros seis tratados pueden dividirse en dos partes: los tres primeros muestran el aprendizaje, y en los otros tres, empieza a mejorar su nivel de vida.
Elementos del Lazarillo
Muchos de los elementos del Lazarillo proceden de la tradición folclórica. Cuentecillos y personajes, como la pareja del ciego y el mozo, son habituales en el folclore popular. Forman parte de la historia de la vida de un personaje contada por él mismo, autobiografía, siguiendo el modelo de una larga carta, epístola, dirigida a un desconocido: vuestra merced. La presencia de datos tomados directamente de la realidad: lugares diversos, personajes de la vida social, se cuentan como si de verdad hubieran ocurrido. El Lazarillo da un importantísimo paso hacia la creación de la novela moderna, al proponer que la obra sea leída como si de una historia real se tratara. El Lazarillo sería el punto de partida de la novela realista europea.
Miguel de Cervantes: Vida y Obra
Miguel de Cervantes nació en 1547 en Alcalá de Henares. Participó como soldado en la batalla de Lepanto y permaneció como militar en diversos lugares italianos. Cuando regresaba a España, en 1575, fue apresado por los turcos y conducido a Argel. Allí permaneció cautivo durante cinco años. Rescatado, volvió a España, donde llevó hasta el final de sus días una vida difícil y azarosa; fue excomulgado y encarcelado varias veces, y murió el 23 de abril de 1616.
Producción Literaria de Cervantes
Como poeta, escribió bastantes poemas de carácter culto, como El viaje del Parnaso. Como dramaturgo, escribió ocho entremeses. Como novelista, escribió novelas de casi todos los tipos conocidos en su tiempo: La Galatea es un libro pastoril; El Quijote es, a su modo, un libro de caballerías en el que se incluyen relatos moriscos, pastoriles y sentimentales; Las Novelas ejemplares parten de las novelas cortas italianas, pero también se utilizan en ellas elementos de las novelas pastoriles y picarescas; Los trabajos de Persiles y Sigismunda es una novela de aventuras. Su primera novela es La Galatea, que desarrolla el tema de los amores entre pastores. Su última obra, El Persiles, publicada póstuma en 1617, es una novela bizantina. Eran novelas de aventuras en que los protagonistas, tras pasar por diversos lugares y peripecias, terminan felizmente su viaje.
El Quijote: La Obra Maestra de Cervantes
La obra maestra de Cervantes es El Quijote. Consta de dos partes. La primera se publicó en 1605 y la segunda en 1615. Los personajes centrales de la gran novela cervantina son don Quijote y Sancho Panza. Don Quijote es un modesto hidalgo de un pueblo manchego que, loco por la lectura de libros de caballerías, decide convertirse en caballero andante. Su extraña figura en la España de comienzos del XVII hace de él un personaje cómico, pero, fuera de su locura caballeresca, muestra buen juicio y expone acertadas opiniones sobre muy diversos asuntos. Sancho Panza es el escudero que en los libros de caballerías acompañaba al protagonista, y en su elaboración, Cervantes condensa muchas características de tipos folclóricos y literarios muy próximos, como el loco, el simple, el bufón, el rústico, el bobo, el enano, el gracioso, el pícaro o el criado. No obstante, Sancho es un personaje complejo que sobrepasa su función cómica.
Crítica y Teoría Literaria en El Quijote
El propósito de El Quijote es la parodia de los libros de caballerías, y como libro casi exclusivamente cómico, fue leído durante los siglos XVII y XVIII. Sin embargo, desde el Romanticismo se interpreta la novela como la defensa del ideal en un mundo en que los grandes ideales han perdido sentido.
El Narrador en la Narrativa
El narrador es un elemento estructural de una narración que consiste en la ‘mirada’ que contempla los hechos y la ‘voz’ que los cuenta. El narrador puede ser interno: si coincide con el protagonista, es decir, participa en el relato; o narrador externo si relata los acontecimientos desde fuera, no participa en el relato. También puede ser narrador omnisciente, que conoce todos los aspectos y detalles del mundo que crea con su relato, o narrador objetivista, que solo muestra lo que los personajes hacen o dicen, pero nunca lo que piensan ni por qué actúan de tal o cual manera. Existen narraciones en pasado, que han sucedido con anterioridad; narraciones en presente, cuando se supone que los acontecimientos están sucediendo; y narraciones en futuro, en las que el narrador cuenta los hechos como si aún no hubieran sucedido. El narrador objetivo decide si las acciones de los personajes le parecen buenas o malas; el narrador subjetivo valora y juzga los hechos y da su propia opinión, pretendiendo con ello dirigir la interpretación del lector en un determinado sentido.