El registro periodístico no solo comparte heterogeneidad de códigos, sino también diversidad de referentes. Se caracteriza por ser una mezcla de los registros literario, administrativo y vulgar.
1. El registro literario
El registro literario es un uso especial del sistema idiomático cuya finalidad es producirnos extrañamiento (llamar más la atención del receptor) sobre la forma en que se transmite el mensaje que sobre su contenido. La comunicación periodística y la literaria se diferencian en las siguientes características:
- El periodista es acosado por las necesidades prácticas. El escritor puede usar el tiempo como recurso literario.
- El informador identifica a grandes rasgos a su receptor.
- El receptor del escritor es aquel que compra y lee su obra.
- El mensaje periodístico está sujeto a la actualidad. El mensaje literario está fuera de la lógica espacio-tiempo.
- La necesidad del mensaje para un periodista es informar de hechos. No existe necesidad preconcebida para un lector de literatura.
- Comunicador y receptor comparten circunstancias vitales. El lector de literatura crea el mensaje literario. Hay tantas interpretaciones como lectores.
El registro literario en la información política e ideológica
El político que quiera tener éxito debe controlar perfectamente la retórica. Las dosis más fuertes de literaturización épica en la prensa se pueden apreciar en la ideológica a través de diversos recursos como:
- Empleo abundante de palabras de significado bélico, también llamadas metáforas bélicas. Ejemplos: campo de batalla, guerra, revancha, furia, paz.
- Uso de palabras de connotación afectiva positiva. Ejemplos: compromiso, unidad, solidaridad, pacto.
- Adjetivos y adverbios que intensifican su alto grado. Ejemplos: soberanos, en redondo.
- Uso de la hipérbole.
- Uso de la estructura verbo + sustantivo. El verbo implica invitación al esfuerzo. Ejemplos: fraguar la paz, forjar el imperio.
- Uso de frases hechas con valor metafórico. Ejemplos: matar al mensajero, generar agujeros negros.
- La metaforización hasta recurrir a frases de lenguas de especialidad. Ejemplos: cultura del pelotazo, cultura del enriquecimiento fácil.
- Proverbios y aforismos. Ejemplos: el oro y el moro, sin ton ni son, irse por los cerros de Úbeda.
El registro literario en la información deportiva
La información deportiva es donde se pueden descubrir recursos literarios como el tono épico, comparaciones y metáforas. Además, también destacan las voces, frases hechas y expresiones bélicas o violentas. En numerosas ocasiones se ha dudado de considerar lengua de prestigio a la periodística por el deterioro del idioma, mal uso de la lengua y porque la información va dirigida al goce. Una de las acusaciones que se le hacen al periodismo deportivo es la de empobrecer el vocabulario.
El lenguaje que se usa funciona como un desvío para acentuar su función expresiva y para ello, usa recursos como:
- Abuso del epíteto que aporta color. Ejemplos: verde tapiz, bella factura.
- Presencia de metonimias. Ejemplos: cuero, meta, trencilla.
- La elusión al lugar de origen o antonomasia. Ejemplos: los de Pucela, el de Vivar.
- Uso de las hipérboles y énfasis.
- Uso de la gradación temática. Ejemplo: el Betis tenía a Joaquín para perforar, desbordar y quebrar la línea del Madrid.
- Abundante uso del símil.
- Uso de la alegoría o metáfora continuada.
- La metáfora de la culebra policroma: “la serpiente multicolor”.
2. El registro jurídico-administrativo
La lengua común o estándar adopta formas expresivas y adquiere significados especiales cuando se aplica a ámbitos de actividad sectoriales. Además, origina lo que denominamos lenguas especiales. El lenguaje administrativo se caracteriza, según Lázaro Carreter, por el rechazo de palabras directamente inteligibles, buscando el tecnicismo, extranjerismo, los calcos, los términos abstractos, los rodeos, los eufemismos, las voces misteriosas y solemnes y los estereotipos. En definitiva, lejos de la naturalidad, no como afirman otros autores.
2.1 El registro jurídico-administrativo en la información sobre el gobierno y la administración pública
La importancia de este lenguaje nace en el hecho de que el gobierno lo utiliza para dar a conocer las iniciativas legislativas y políticas. Es una lengua protocolaria (muy arraigada la gradación de la cortesía, tratamientos jerárquicos y tratamientos honoríficos al empezar/terminar las comunicaciones). Utilización de léxico culto, jurídico y abstracto. También formado por conceptos de valor (buena fe) y términos jurídicos concretos y precisos (persona jurídica, persona física). Tendencia a la nominalización (verbo + nombre de acción). Ejemplos: dar aviso – avisar, hacer uso – usar, dar comienzo – comenzar, prestar juramento – jurar. Abuso de las locuciones nominales y adverbiales. Contribuyen a retrasar la información y a modular con lentitud el ritmo de la prosa, no es recomendable en la información periodística que busca la claridad y sencillez. Ejemplos: a falta de – sin, conforme a – según, en virtud de – por, a solicitud de – por. El lenguaje de la administración es una lengua especial, ejemplar y mucho menos sencilla. Por eso se ha de evitar fuera de su uso funcional.
El registro jurídico-administrativo en la información sobre el poder político
Se trata de un lenguaje connotado emotivamente tanto para el elogio como para el insulto. Es evasivo o eufemístico, técnico y críptico. Es una lengua heterogénea en el sentido de que en ella conviven vocabularios diversos como:
- Económico: balanza económica, deuda incobrable, deuda ejecutiva.
- Técnico: un cuarto de punto de PIB, disponibilidad presupuestaria, marco económico.
- Coloquial: pagar el pato, sin ton ni son, a santo de qué.
Se caracteriza por:
- El uso de un léxico pseudoculto. Ejemplos:
No problemas – sí problemática
No motivos – sí filosofía
- Neologismos, calco de voces y giros extranjeros son también llamados clonaciones según Alex Grijelmo.
Estas clonaciones son el uso de ciertas palabras para designar otras. Ejemplos:
Seriamente (gravemente) – el tabaco perjudica seriamente la cordura.
Destacan también los eufemismos (léxicamente) y los circunloquios, repeticiones (anáfora) y frases estereotipadas (sintácticamente).
3. El registro coloquial
Su uso viene determinado por la situación o las circunstancias de la comunicación. No es uniforme ni de dominio exclusivo por una clase social. Varía según las condiciones dialectales y sociolectales de los usuarios.
3.1 El registro coloquial en la información generalista
En un intento de aproximación al lector se recurre a un lenguaje más sencillo. Sin embargo, no es del agrado de un lector medio ya que degrada la información en muchas ocasiones. El periodista no debe ser solo un fotógrafo de la realidad idiomática, sino un mediador que dignifique nuestra lengua.
3.2 El registro coloquial en la información de sociedad
Pertenecen sustantivos que designan diversos tipos de relaciones: alterne, calentón, ligue, rollo, vacile, etc.
El uso de apelativos y denominaciones genéricas o específicas de personas (chaval, elemento, elementa, fémina, maciza, moza), cualidades, juicios de valor o aspectos despectivos (macarra, pijo, divo, bombón, demasié, despampanante), inventos, modas y costumbres en boga (bocata, bólido, cubata, elepé, destape), verbos y locuciones (comerse una rosca/ colín, hacer manitas). Palabras con terminación –azo. Ejemplo: pelotazo, leñazo, piñazo. Verbos o locuciones verbales de currar, currelar, no dar ni palo/ni clavo y los sustantivos curro, currante, currele. El dinero: pasta, parné, cuartos, pelas, perras, un kilo. Otros ejemplos: apoquinar, forrarse, ponerse las botas/las nubes. Sentimientos de aversión, enfado o impaciencia. Ejemplos: pasarlas canutas, pasarlas putas, subirse por las paredes, trinar. Cultura de violencia. Ejemplos: ostiar, canear, arrear, cepillarse, cargarse. Además de sustantivos como: pelea, viaje, greña y tacos.
3.3 El registro coloquial en la información económica
La economía constituye un área muy especializada y para muchos vocablos se ha hecho un intento de traducción mientras que otros directamente se quedan en inglés.
La fuerza de los medios de comunicación hacen que triunfen ciertos términos pese a su impropiedad léxica (global como sinónimo de mundial y que en castellano significa en conjunto). Otros ejemplos: antiglobalización, a escala global. Los autores del libro consideran inadmisible la utilización de la palabra movida como se ha visto en algunos medios.
4. Las jergas
La jerga es una lengua especial de un grupo social diferenciado. También, un lenguaje especial entre personas que comparten un mismo oficio.
Evolución histórica de la jerga
En la Edad Media francesa, la palabra argot la usaban para un lenguaje secreto, incomprensible para sus víctimas y para la policía. El argot ha recibido nombres como jerga, jerigonza o germanía. Además, durante un tiempo el término se confundió con caló (habla de los gitanos).
4.2 Causas que justifican el empleo de la jerga y fuentes
No existe una catalogación al completo sobre estas. Posibles motivos:
- Mantener el secreto intacto.
- Inspirar familiaridad.
- Imprimir énfasis.
- Ejercitar ingenio.
- Originalidad.
4.3 Juvenil
Corresponde con la jerga de los jóvenes y cuenta con una gran extensión. Como por ejemplo:
- Actividad mental: comerse el coco, comerse el tarro, cruzársele a uno los cables.
- Drogas: anfeta, hierba, canuto, tiro, punta, keta, chocolate.
- Dormir: planchar la oreja, sobar, meterse en el sobre, ir a la piltra.
- Vocabulario como: churumbel, menda, pinrel, mangar, endiñar, guita y parné.
En el colegio y en la facultad, suele ser un foco muy llamativo para la detección de vocablos pertenecientes a la jerga juvenil. Otros ejemplos son:
Cirio, manifestación o mani, keli, guiri, hacer el perro, marrón.
Estar chupado, chuleta, hueso, pájaro, marías, empollón.
Pelota, chivato, cerapio, campana, pellas.
Facultad o facul, universidad o uni, repesca, brasas, bule, tuto.
4.4 Bursátil
El recinto en el que desarrolla su actividad económica se llama parqué. Otros ejemplos de interés como:
- El verbo especular y el sustantivo especulación.
- Términos como: a la alza, Ibex 35, cotizaciones.
- Eufemismos para evitar el pánico por la baja como evolución descendente.