El Realismo en España: Contexto, Características y Autores Destacados
CONTEXTO HISTÓRICO
En 1868, la revolución conocida como “La Gloriosa” provocó la caída de Isabel II y el exilio de la familia real. Se inicia así un sexenio de gobiernos progresistas que impulsaron reformas laborales y fiscales que crearon el descontento de la población.
Tras el breve reinado de Amadeo I de Saboya, se proclamó la 1ª República (1873-1874) que tampoco logró estabilizar la vida política. La crisis económica, el desempleo y las guerras regionales determinaron la Restauración de la monarquía mediante un golpe de Estado por el general Pavía en la persona de Alfonso XII. Tras su muerte, asumió la regencia la reina María Cristina, hasta la mayoría de edad de su hijo Alfonso XIII. Durante la Restauración, los cambios de gobierno se realizaron por medio de las Cortes y se estableció el bipartidismo de liberales y conservadores que propiciaron la consolidación del Estado liberal y el triunfo de la burguesía, mientras que las masas populares permanecían al margen de la política, la modernización y la cultura, hasta que el “Desastre” del 98 hizo patente la ineficacia del sistema.
La corriente de pensamiento más relevante fue el **Krausismo**, que incidió en el carácter ético de la conducta individual, en la perfección del hombre y en la evolución de la sociedad. Más tarde, será el **Positivismo** de Augusto Comte que proclamaba que el hombre está condicionado a comportarse de una manera determinada por aspectos biológicos y el medio.
Literatura Realista en España
LITERATURA
El **realismo** fue una corriente literaria y artística que se desarrolló en la segunda mitad del siglo XIX. Desde el punto de vista de la literatura, las manifestaciones más representativas tuvieron lugar dentro del género narrativo; es el siglo de la novela realista, con un tono enérgico y pesimista a la vez. Los personajes luchan con la sociedad, pero nunca podrán evadirse de ella. En un proceso de transición, caracterizada por la permanencia de algunos rasgos románticos en las obras realistas, se configuran, en la década de 1880, las más importantes creaciones gracias a los aportes del **naturalismo**.
Características del Realismo
CARACTERÍSTICAS DEL REALISMO
- Representación de la realidad inmediata. Paralelismos entre los hechos históricos y los familiares. Se respeta la temporalidad cronológica.
- Expresión objetiva. La materia narrativa se organiza por medio de contrastes, se oponen situaciones, personajes (antagonistas) y visiones morales.
- Importancia de la descripción, la caracterización y estudio psicológico de los personajes. El individuo, un inadaptado, se enfrenta a la colectividad y suele ser derrotado.
- Descripción de variedad de ambientes.
- Carácter regional. Los lugares urbanos y rurales adquieren gran importancia.
- Estilo sobrio y mezcla de diferentes registros lingüísticos. Usos de dialectismos que apoyan la caracterización de los personajes.
El Realismo en España: Un Panorama General
REALISMO EN ESPAÑA
Se implanta tardíamente, 1870, a pesar de que en España hay una gran tradición realista – la picaresca, Cervantes y el costumbrismo-. En la novela realista se produce la conjunción entre la historia y la vida privada.
Los escritores de la Generación del 68 oscilarán entre el realismo y el naturalismo, que se desarrolla a partir de “La desheredada” de Galdós.
Autores Destacados del Realismo Español
José María Pereda
José María Pereda.
Inicia su labor literaria como periodista con artículos costumbristas, destaca “Escenas montañesas” y “Tipos y paisajes”. Luego, un cambio ideológico lo lleva a lo tradicional. Las virtudes y defectos son representados de manera pintoresca en obras como “Don Gonzalo González de la Gonzalera”, “El sabor de la Tierruca”, “Sotileza” y “Peñas arriba”.
Juan Valera
Juan Valera
Llega a la novela realista. Cultiva el ensayo, la poesía, el teatro y la novela. Su fin es la creación de belleza y el deleite del lector. Hay dos etapas: una primera época con relatos de corte histórico y fantástico y una segunda con sus novelas en las que predomina el tema del viejo y la niña en el espacio rural de Córdoba. Destacan “Pepita Jiménez”, escrita en forma epistolar, y “Juanita la larga”.
Pedro Antonio de Alarcón
Pedro Antonio de Alarcón
Su obra más importante, “El sombrero de tres picos” trata el tema del adulterio pero con una visión cómica.
Emilia Pardo Bazán
Emilia Pardo Bazán
Su narrativa tiene elementos naturalistas, con descripciones minuciosas, influencia del medio y situaciones violentas y escabrosas. Entre sus obras destacan “La tribuna”, “Insolación” y, sobre todo, “Los pazos de Ulloa” y su continuación “La madre naturaleza”.
Vicente Blasco Ibáñez
Vicente Blasco Ibáñez
Sus primeras composiciones son novelas de tesis, al servicio de las ideas del autor, de la razón y de la ciencia, y en contra del fanatismo religioso: “El condenado”. En cuanto a sus novelas largas se observan rasgos naturalistas en el determinismo social y biológico que condiciona el destino de sus personajes en acciones sórdidas y brutales y se dividen en grupos:
- De ambiente valenciano, caracterizadas por el descuido en el estilo y por el pesimismo y la crudeza: “La barraca”, “Entre naranjos”, “Flor de mayo”, “Cañas y barro” y “Arroz y tartana”.
- De carácter social, exponente de su ideología revolucionaria y socialista: “La catedral”, “El intruso”, “La bodega”.
- Psicológicas: “Sangre y arena” y “La maja desnuda”.
- De tema americano: “Los argonautas”, sobre los emigrantes españoles.
- Guerra mundial: “Los cuatro jinetes del apocalipsis”, “Mare nostrum”.
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós
La obra literaria de Galdós sobresale por la creación de personajes y su capacidad para integrar la historia del país en la vida de estos seres. Su primera novela, “La Fontana de Oro”, es una novela histórica con elementos costumbristas. Más tarde continuó explorando el pasado de España y escribió “Los Episodios Nacionales”, cuatro series de diez episodios y una quinta de seis. Entre la segunda y la tercera serie hay un marcado cambio de perspectiva: el optimismo liberal-progresista pierde frente al creciente sentimiento de desengaño y pesimismo.
Sus novelas de la primera época son obras de tesis y de intención social. Galdós se decanta por personajes de talante liberal que plantean conflictos entre los ideales y las costumbres tradicionales. Destacan “Doña Perfecta”, cuyos temas predominantes son la intolerancia y la hipocresía; “Gloria” y “La familia de León Roch”.
En sus novelas intermedias, destaca “La Desheredada” de cortes naturalistas, donde Galdós inventa un mundo ficticio, reflejo de la realidad de la época y en el que Madrid adquiere un papel protagonista. Predomina el narrador omnisciente o cronista de los hechos, el monólogo interior, el estilo indirecto libre, el humor, la ironía y la parodia. Otras obras de esta etapa son ”El amigo Manso”, “Tormento”, “Lo prohibido”, “Miau”.
Su obra cumbre es “Fortunata y Jacinta”, debido al tratamiento amistoso y simpático de sus personajes. Ambientada a mediados de los setenta, su primera mitad se desarrolla como una crónica de dos grupos familiares (Santa Cruz y los Arnaiz) y después narrará las relaciones ilícitas de Juanito con Fortunata y sus respectivos matrimonios legales (Jacinta y Maxi) que culminará con la entrega de su hijo a la estéril Jacinta.
En sus novelas de la última época destaca “Miau” que cuenta la lucha de un funcionario cesante, Villamil, por volver a conseguir su puesto. En sus novelas espiritualistas prevalecen los valores evangélicos: el amor y la caridad cristiana. Obras: “Torquemada”, “Nazarín” ,”Halma”, “Misericordia” y “El abuelo”.
En sus últimas novelas mezcla lo maravilloso con lo fantástico. Hay dos puntos de contacto: la historia de España y la Intrahistoria, es decir, la vida cotidiana de los seres anónimos. Obras: “Casandra”, “El caballero encantado” y “La razón de la sinrazón”.
Leopoldo Alas, Clarín
Leopoldo Alas, Clarín
Cultivó la crítica, el ensayo, la novela y el cuento. Sus producciones de crítica literaria están recogidas en las colecciones de “Solos de Clarín” y “Paliques” y destaca por ser un incansable denunciador de incorrecciones gramaticales demasiado obsesionado por lo que al lenguaje se refiere. Sus críticas son agresivas y mordaces.
En cuanto a sus cuentos, la mayoría de ellos se agrupan en libros como “Pipá”, “Doña Berta” y “Doctor Sutilis”, entre otros. Su extensión oscila entre la novela corta y los límites tradicionales, 8-12 líneas, y el contenido entre dos polos: la sátira, “Doctor Sutilis”, y la ternura, “¡Adiós Cordera!” y “Doña Berta”.
La producción novelística de Clarín está constituida por dos novelas: “La Regenta” y “Su único hijo”. “La Regenta”, dos grandes tomos de treinta largos capítulos que pasa por ser la mejor novela del XIX. La obra se adelantó a su época y fue una bofetada a la Restauración. La repulsa más grande surgió en Oviedo, que se vio retratada en aquel espejo. Aborda el conflicto de la búsqueda del amor ideal en un ambiente mediocre y hostil; es la historia de una carencia de amor y de amistad. El conflicto podría resumirse como la lenta caída de Ana Ozores en el adulterio. Es una novela psicológica, que plantea el conflicto a lo largo de 28 capítulos. Hasta casi el final, en el 29, no consume el adulterio, y es en el último donde tiene lugar el duelo del marido con el seductor. La muerte del marido, la deshonra pública de Ana y la terrible escena última en la catedral, entre la viuda y su confesor, el Magistral. La ciudad de Vetusta aparece así como un personaje más.
En “Su único hijo” vuelve a tratar el tema del adulterio y el amor paterno. Bonifacio, casado con Enma, mantiene una relación con Serafina mientras que su mujer lo hace con el barítono Mingheti. Enma queda embarazada y en el bautizo del niño descubre cruelmente a Bonifacio que el hijo no es suyo.
Clarín cierra sus obras con acritud y brusquedad, evitando la moraleja. En cuanto a la prosa evita la retórica y los tópicos románticos tan adheridos a la literatura española.