El Realismo en la Literatura: Un Análisis Profundo

El Realismo: Un Movimiento Literario Transformador

El realismo es un movimiento artístico y literario que se originó en la segunda mitad del siglo XIX, gracias a las transformaciones filosóficas, económicas y sociales de esa época. El progreso técnico y científico celebró la segunda fase de la Revolución Industrial con grandes repercusiones sociales y económicas. La burguesía se acomodó en el poder y se impuso su visión práctica de la vida. Los escritores y lectores forman parte de esta clase social, y exigen que en sus obras el autor represente su mundo y preocupaciones.

El realismo pretende representar la realidad mediante la observación minuciosa, impersonal, desapasionada y objetiva. Los escritores realistas muestran predilección por la narrativa, en concreto la novela, ya que este género permite un mundo amplio y complejo. La novela decimonónica quiere ser testigo de esa época burguesa, industriosa y práctica. El autor estudia la realidad para representarla en sus obras. En las obras realistas se puede apreciar un sentido ético con una pretensión de captar la verdad moral de las vidas más allá de las apariencias sociales.

Rasgos Característicos del Realismo

Los relatos realistas se caracterizan por su verosimilitud. El autor lleva a cabo una observación rigurosa de la realidad, de donde saca personajes y argumentos, y un proceso exhaustivo sobre el terreno. En las novelas abundan extensas descripciones de personajes y ambientes, mediante personajes de todas las condiciones, con preferencia por la burguesía y el pueblo. Para conseguir su relato psicológico, el autor se adentra en su pasado y sus ideas y sentimientos. Los relatos se localizan en pueblos y ciudades concretos. La pintura de ambientes aparece en extensas descripciones de personajes, costumbres, vestimentas y lugares, etc. Los temas se centran en la tensión entre individuo y sociedad con un fondo pesimista. Pese a la pretensión de objetividad, es habitual la inclusión de comentarios y valoraciones que se implican en la obra.

Técnicas Narrativas en el Realismo

Las novelas realistas presentan un narrador omnisciente. Los personajes participan en el relato con sus diálogos o a través de nuevas técnicas como el monólogo interior.

Lenguaje Realista

El lenguaje es moderado, desprovisto del retoricismo y el artificio románticos. Los personajes emplean el estilo correspondiente a su nivel sociocultural y el narrador intenta ser comprensible para la mayoría.

El Realismo en España

Los escritores realistas españoles son los autores de la Generación del 68, surgida a raíz de la revolución de 1868 (La Gloriosa) de carácter liberal. El grupo está integrado por José María de Pereda, Juan Valera, Armando Palacio Valdés, Benito Pérez Galdós, Emilia Pardo Bazán, Leopoldo Alas (Clarín).

Prerrealismo

La figura más significativa es Fernán Caballero, seudónimo de Cecilia Böhl de Faber. Su novela *La Gaviota* (1849) no es plenamente realista, conserva elementos costumbristas y toques románticos.

Realismo

En 1870 la novela se incorpora a la realidad contemporánea, los escritores trasladan en sus relatos sus ideologías.

Realismo Tradicional

  • Pedro Antonio de Alarcón: *El sombrero de tres picos* (1874), *El escándalo* (1875).
  • José María de Pereda: *Santillana* (1885), *Peñas arriba* (1885).

Realismo Liberal

  • Benito Pérez de Galdós: (ver epígrafe 3).
  • Juan Valera: *Pepita Jiménez* (1874).

Naturalismo

No llegó a formarse plenamente en España, pero se reconocen características en algunas obras como Galdós, Clarín, Emilia Pardo Bazán y Vicente Blasco Ibáñez.

Benito Pérez Galdós (1843-1920)

Su obra representa la madurez del realismo español. El autor pretende abarcar todos los problemas y clases sociales para representarlos de manera veraz a la realidad de su tiempo, con una mirada comprensiva sobre el ser humano. Sus obras narrativas abarcan 46 *Episodios Nacionales* y 32 novelas.

Episodios Nacionales

Recogen el periodo de la historia de España que va desde la Guerra de la Independencia hasta la Restauración. Se agrupan en 5 series que le afectan a las peripecias de un protagonista. Su originalidad se basa en los acontecimientos históricos que afectan a los personajes. Algunos de los más conocidos pertenecen a la primera serie protagonizada por Gabriel Araceli, cuyos percances comienzan en *La batalla de Trafalgar* (1873) y continúa en *La corte de Carlos IV* (1873), *El 19 de marzo y el 2 de mayo* (1873) y *Bailén* (1873). Otros son *El terror de 1824* (1877) y *Zumalacárregui* (1898).

Novelas de Galdós

Galdós admiraba el genio de Cervantes en *El Quijote*, pero también conoció y valoró a los autores realistas europeos, especialmente Balzac, Dickens y Tolstói.

Primera Etapa: Novela de Tesis

Publicada entre 1870 y 1878, en ella se enfrentan la religiosidad y las ideas tradicionales con la mentalidad liberal burguesa. Pertenecen a este ciclo *Doña Perfecta* (1876), *La familia de León Roch* (1878) y *Marianela* (1878).

Segunda Etapa: Novelas Españolas Contemporáneas

Integrada por 24 novelas publicadas entre 1881 y 1889 y localizadas en Madrid. En este ciclo se reconoce el acercamiento de Galdós al naturalismo (*La desheredada*, 1881), y se incluyen algunas de sus obras más celebradas: *El amigo Manso* (1883), *El doctor Centeno* (1883), *Tormento* (1884), *La de Bringas* (1884), *Miau* (1888), y sobre todo *Fortunata y Jacinta* (1887). También suelen incluirse en este ciclo la serie de *El usurero*, *Torquemada* y *Tristana* (1892).

*Fortunata y Jacinta* está considerada una de las mejores novelas del siglo XIX. Cuenta la historia de tres personajes con vidas cruzadas: Juanito Santa Cruz y Jacinta son un matrimonio de la burguesía comercial madrileña, y Fortunata, una muchacha del pueblo enamorada de Santa Cruz, personaje en el que el narrador deposita toda su confianza. La historia de amor y desamor transcurre mezclada con los de numerosos personajes que habitan la ciudad de Madrid y representan la sociedad de la época.

Tercera Etapa: Novelas Espiritualistas

A partir de 1890, la novela de Galdós se centra en el mundo interior de los protagonistas, caracterizados por sus valores morales de calidad y entrega a los demás. Pertenecen a este ciclo *Nazarín* (1895), *Halma* (1895), *Misericordia* (1897) y *El abuelo* (1904).

Dos de los protagonistas de *Misericordia*, la criada Benina y el mendigo Almudena, se cuentan entre los mejores personajes populares de la creación galdosiana. La señora Benigna ejerce la mendicidad a escondidas para mantener a su señora Doña Paca, que vive arruinada. Su caridad choca con la ingratitud de Doña Francisca cuando esta recibe una herencia.

El Naturalismo

Nació en Francia en la segunda mitad del siglo XIX y se extendió por varios países europeos, entre ellos España, en la década de 1880. El francés Émile Zola trasladó a la literatura los métodos y descubrimientos científicos sobre la herencia, la influencia del medio, el método experimental y la teoría de la evolución.

La corriente naturalista entraña una determinada concepción del hombre y la vida vinculada con el determinismo. Los personajes de la novela naturalista actúan impulsados por las leyes de la herencia biológica y por las presiones sociales. En este tipo de relatos se somete a observación a individuos con enfermedades y en ambientes degradados y asfixiantes. A veces pertenecen a clases sociales diferentes para comprobar que las condiciones sociales pueden matizar o agravar las tendencias naturales.

Tiene mayor rigor en los procedimientos de observación y documentación que las novelas realistas, mejor producción del lenguaje entre clases sociales, amplias descripciones de ambientes y personajes. La novela naturalista tiende a la intención de disfrazar las contradicciones y los defectos de la sociedad capitalista. En España, el naturalismo tuvo grandes polémicas y tuvo un amplio tratamiento en la disputa literaria. El movimiento no llegó a cuajar y solo algún escritor incorporó temporalmente sus temas e influencia en algunas de sus obras: Galdós, Clarín, Pardo Bazán y Blasco Ibáñez.

Leopoldo Alas, Clarín (1852-1901)

La producción novelística de Leopoldo Alas (1852-1901) incluye *La Regenta* y su único hijo y una breve *Doña Berta*, pero Clarín está considerado uno de los mejores novelistas españoles.

La Regenta

La obra maestra de Clarín es *La Regenta* (1884-1885), verdadero monumento literario del siglo XIX español que guarda similitudes con otras novelas realistas de adulterio como *Madame Bovary* de Flaubert. La protagonista, Ana Ozores, está casada con el antiguo regente de la audiencia, Don Víctor Quintanar, un hombre mucho mayor que ella. El retrato crítico, implacable y pesimista de una sociedad degenerada convierte a Ana en la presa que se disputan el seductor Álvaro Mesía y el religioso Don Fermín de Pas. Todos los grupos sociales de la provincia y aburrida ciudad de Vetusta aparecen representados magistralmente. Por encima de todo, se elevan los retratos de Ana y de su confesor Don Fermín, conseguidos a través de extraordinarios monólogos interiores.

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