El Post-boom Literario en Latinoamérica: Ruptura y Diversidad
Definición y Contraste con el Boom
El Post-boom, a diferencia de la relativa uniformidad y del número más reducido de obras del Boom, constituye un fenómeno de mayor amplitud y diversidad literaria. Esta diversidad se refleja en la coexistencia de tendencias a menudo antagónicas.
Es importante recordar que el Boom no solo supuso la consagración de un número considerable de escritores, sino también el rescate y la revalorización de autores anteriores, considerados desde entonces como «maestros», cuyas obras llenaron las librerías de todo el mundo.
Características Distintivas del Post-boom
La literatura del Post-boom presenta varios rasgos distintivos frente a la generación anterior:
- Recuperación del realismo: Los escritores de los años 70 y 80 se distanciaron de las novelas «totales» o «enciclopédicas» características de los años 60. Sustituyeron el mito por la narración de lo real y lo cotidiano.
- Reflejo de las dictaduras: El trágico impacto de los regímenes dictatoriales en el continente se manifiesta en una literatura que aborda explícitamente estas experiencias, abundando la denuncia social, ideológica y política.
- Reivindicación del amor y la sexualidad: La generación sucesora del Boom mostró una mayor osadía en la exploración de la sexualidad y reivindicó el tema del amor en sus narrativas.
- Incorporación de personajes marginales: Las narraciones del Post-boom incluyen las vivencias de minorías y grupos marginados (mujeres, entre otros), manifestando un compromiso social y político más explícito.
- Auge de la escritura femenina: Se consolida la escritura femenina y aumenta su reconocimiento crítico, trazando una línea desde finales de los cincuenta y sesenta hasta la actualidad.
- Retorno a formas tradicionales: En cuanto a la forma, técnica y lenguaje, se observa una vuelta al relato tradicional y lineal, con tramas entretenidas y accesibles. Se emplean recursos narrativos conocidos y un lenguaje que tiende a la sencillez y lo conversacional. Este cambio responde, en parte, al uso a veces indiscriminado de procedimientos formales complejos por parte del Boom, que dificultaban la lectura.
- Uso de la intertextualidad y la parodia: Son mecanismos fundamentales. Los novelistas incorporan materiales y estructuras de los medios de comunicación de masas y la cultura popular (guiones, canciones, etc.). Estos elementos no son meras referencias, sino manifestaciones culturales integradas en la vida de los personajes.
- Recuperación de subgéneros: Se revitalizan subgéneros narrativos considerados marginales por los novelistas precedentes: novela histórica, policíaca, sentimental, erótica, ciencia ficción, fantástica, etc. También se revisa el realismo mágico, como se aprecia en la obra de autoras como Isabel Allende o Laura Esquivel.
Nos encontramos, por tanto, con estructuras narrativas cercanas a la paraliteratura, donde se difuminan las fronteras entre alta cultura y cultura popular. Esto contrasta con los escritores del Boom, quienes aspiraban a crear novelas que suscitaran la admiración reservada a las obras maestras de la alta cultura.
Tendencias y Reacciones
En conclusión, la era del Post-boom se caracteriza por numerosas y diversas tendencias literarias que constituyen una reacción a la literatura del Boom. Dicha reacción parece haber tomado dos direcciones principales:
- Una reacción de exacerbación de ciertos rasgos del Boom.
- Una reacción de oposición, plasmada en textos de corte realista y mimético, con predominio de la trama, narrador omnisciente, relato lineal, ausencia de reflexividad y metadiscursos, y una actitud más cercana al lector. Dentro de esta última tendencia se enmarca la producción de autoras como Isabel Allende.
Reflejo Social y Político: El Caso de Isabel Allende
La obra de Isabel Allende, particularmente novelas como La casa de los espíritus, ejemplifica muchas características del Post-boom, especialmente en su retrato social y político.
La Sociedad Chilena bajo la Mirada Crítica
La novela retrata la vida en un país latinoamericano (Chile) durante gran parte del siglo XX. El modelo social dominante es el de la aristocracia terrateniente, encarnado por Esteban Trueba. Este modelo se basa en la creencia de que el patrón pertenece a una clase superior, la única capacitada para dirigir el destino de los demás. Los miembros de esta clase son a menudo violentos y ambiciosos; la dominación social y sexual forman parte del mismo sistema de poder. Las numerosas violaciones cometidas por Trueba en Las Tres Marías generan una «recua de bastardos». Los terratenientes conspiran para frenar el progreso y manipulan las elecciones mediante sobornos y amenazas. Esteban Trueba lucha activamente contra la penetración de ideas comunistas en sus tierras y, eventualmente, entra en política como Senador conservador.
Representación Política y Memoria Histórica
Frente a la caracterización de los conservadores, los revolucionarios y progresistas suelen aparecer como personas racionales e idealistas, que evitan la violencia política y luchan mediante el arte, las ideas, la organización y la caridad. Sus opositores, en cambio, recurren a amenazas, palos y balas.
La novela, especialmente en su segunda parte (tras la muerte de Clara), se ancla firmemente en la Historia: las elecciones presidenciales, el auge de los sindicatos, la lucha obrera, las huelgas, las movilizaciones populares, y el complejo camino que llevó al candidato marxista Salvador Allende a la presidencia, así como sus tensiones con la ultraizquierda (MIR). Se incorporan figuras reales como el poeta Pablo Neruda («el Poeta») o el cantante Víctor Jara (representado en el personaje de Pedro Tercero García). La obra defiende la memoria del presidente Allende y su proyecto socialista, al tiempo que condena los abusos de la dictadura militar del general Pinochet. La protagonista, Alba, escribe su historia desde la cárcel tras sufrir tortura y violación, subrayando la importancia de la memoria frente a la barbarie.
Contexto Histórico, Social y Cultural (1967-1990s)
Eventos Clave (1967-1975)
Este periodo de transición vio eventos con profundos efectos en Latinoamérica:
- Las revueltas estudiantiles de París (1968), que inspiraron movimientos similares en capitales latinoamericanas (como la masacre de Tlatelolco en México).
- El asesinato del Che Guevara en Bolivia (1967).
- El golpe de Estado en Chile (1973), que derrocó al gobierno socialista de Salvador Allende y culminó con su muerte.
Década de 1980: Apertura y Neoliberalismo
La década de los ochenta estuvo marcada por la transición hacia gobiernos democráticos en varios países, junto con el establecimiento del neoliberalismo. Esto implicó la internacionalización de la economía y de los medios de comunicación de masas, influyendo en los patrones de consumo cultural y comercial.
Década de 1990: Globalización y Migración
Los años noventa vieron la llegada de la globalización a las grandes ciudades latinoamericanas, la nueva era de la información y la realidad virtual. Se intensificó la migración masiva del campo a las ciudades dentro de cada país, generando complejos conflictos sociales. Asimismo, aumentó la emigración de trabajadores latinoamericanos hacia Estados Unidos.