El Novecentismo y las Vanguardias en la Literatura Española del Siglo XX

El Novecentismo o Generación del 14

El Novecentismo, nombre acuñado por Eugenio D’Ors, es un movimiento que agrupa a una serie de intelectuales y escritores españoles que publicaron sus obras en la segunda década del siglo XX. También se les llama Generación del 14, en relación con el impacto que tuvo la Primera Guerra Mundial.

Características del Novecentismo:

  • Huye del esteticismo vacío y de toda tendencia al adorno modernista.
  • Busca la pureza, lo esencial y la perfección formal de inspiración clasicista.
  • Evita el sentimentalismo, la irracionalidad y el casticismo de raigambre romántica.
  • Busca el rigor intelectual, tiende al elitismo, no se dirige a las masas sino a la formación de una élite cultural.
  • Es europeísta, está influido por la filosofía alemana y la cultura anglosajona.

Principales representantes del Novecentismo:

  • Ramón Pérez de Ayala: Novelista y diplomático. Escritor cosmopolita y muy influido por la cultura anglosajona. Humor irónico y uso de técnicas perspectivistas y la fragmentación. Obras: El quijote, Belarmino y Apolonio.
  • Gabriel Miró: Busca trascender el tiempo y el espacio captando la esencia de una persona. Obra: El obispo leproso.
  • José Ortega y Gasset: Alma máter del movimiento. La deshumanización del arte plantea la idea de que el arte es cuestión formal. La rebelión de las masas.
  • Juan Ramón Jiménez: Estilo modernista ortodoxo en Diario de un poeta recién casado. Poesía pura y poesía suficiente. Eternidades (purismo y perfección formal).

Las Vanguardias

Se despliegan una serie de movimientos artísticos llamados vanguardias, término tomado del francés avant-garde o primera línea de combate. La idea central es innovar y enfrentarse a lo establecido. Publican manifiestos en los que se explican sus objetivos y proyectos.

Vanguardias más importantes:

  • Futurismo: Rusia e Italia, exaltación de la ciencia.
  • Imaginismo: Inglés, carácter elitista, líneas fragmentadas.
  • Expresionismo: Alemán, líneas de fuerza.
  • Surrealismo: Francia, exploración del inconsciente.

El Teatro de 1939 a los 70

La Guerra Civil española supuso un paréntesis en el teatro. Las representaciones tenían un fin de propaganda y entretenimiento de la población que les ayudaba a evadirse de la angustia cotidiana. Exiliados como J. Grau y Ramón Gómez y otros escriben fuera, como Alberti (El adefesio) y Max Aub (El rapto de Europa).

Teatro de prestigio (años 60):

Heredero de la alta comedia o pieza bien hecha, liderada por Echegaray y Benavente. Teatro poco innovador y dirigido a la burguesía. Perfección formal de la puesta en escena y brillantez de los diálogos. Comedia de salón (Edgar Neville), teatro histórico (José María Pemán), teatro lírico (Alejandro Casona – La dama del alba).

Teatro de evasión y humor:

Miguel Mihura (Tres sombreros de copa), Jardiel Poncela (Eloísa está debajo de un almendro). Rasgos más importantes: personajes extravagantes, distorsión del lenguaje, exageración.

Teatro social (desde 1949):

Antonio Buero Vallejo (Historia de una escalera, Hijos de la ira, La familia de Pascual Duarte). Decidieron escribir obras con visión crítica de los problemas sociales. Características: escalera, oficina, cárcel, personajes problemáticos, conflictos de carácter trascendente, superación del costumbrismo. Alfonso Sastre (Escuadra hacia la muerte), importante labor de difusión de ideas a través del manifiesto. Afirma que lo social es categoría superior.

Laura Olmo (La camisa), tendencia a un teatro más centrado en aspectos formales y de corte vanguardista. Recoge la influencia de Valle-Inclán y del expresionismo.

Teatro de los 70:

Francisco Nieva y Fernando Arrabal (Pic-nic, Balada del tren fantasma). Se crean iniciativas como: Premios Max, Centro Dramático Nacional, estudios universitarios de Arte Dramático, salas de teatro alternativo como La Cuarta Pared. Compañías independientes como La Cubana. Representación a la italiana, creación colectiva. Obras llevadas a la gran pantalla: Las bicicletas son para el verano (F. F. Gómez), ¡Ay, Carmela! (José Luis Sanchis), Bajarse al moro (José Luis Alonso de Santos).

La Generación del 27

Con el nombre de Generación del 27 nos referimos a un grupo de escritores cuya obra emergió en la década de los 20. El nombre se toma de un acto de homenaje que se hizo a Góngora celebrado ese año para conmemorar su poesía. Dámaso Alonso fue el impulsor. El eje se forma en Madrid en torno a la Residencia de Estudiantes. Influencias de Juan Ramón Jiménez y Ortega y Gasset (Revista de Occidente). Su lírica, esteticista en sus inicios, desembocará en una poesía más humanista y social tras el impacto de la Guerra Civil.

  • Gerardo Diego: Creacionismo y ultraísmo.
  • Emilio Prados y Concha Méndez: Revista Litoral.
  • Ernestina de Champourcín: La voz del viento.
  • Miguel Hernández: Influencias de Góngora y el vanguardismo. El rayo que no cesa.
  • Pedro Salinas: Ultraísmo y Ramón Gómez de la Serna. La voz a ti debida, Garcilaso. Preocupaciones sociales y políticas.
  • Jorge Guillén: Poesía pura, clasicista. Aire nuestro.
  • Vicente Aleixandre: Premio Nobel, surrealista. La destrucción o el amor, Historia del corazón.
  • Rafael Alberti: Lorca, lírica andaluza, modernismo, clasicismo. Marinero en tierra, Sobre los ángeles, Poeta en la calle. Juega con el lenguaje, esteticista.
  • Federico García Lorca: Juan Ramón Jiménez, sinestesia, frustración personal y social. Tema del destino trágico y la pena ancestral. Romancero gitano. Lenguaje surrealista en Poeta en Nueva York.

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