Capítulo 1: Camino a las Termas
Emilia había sido invitada por sus tíos, Hernán y Doña Pepa, a pasar unos días en las Termas de Colinahuel.
Camino a las Termas compraron un cántaro de greda que el vendedor envolvió en una hoja de diario de hacía 2 años atrás, en que aparecía la noticia del crimen de una señora a la cual no le habían robado nada y lo extraño era que habían hallado a su lado una dama de pica (dama negra) de un mazo de naipes. Emilia le preguntó a sus tíos si se acordaban de ese crimen, pero estos le respondieron que no.
Luego, llegaron a las Termas, dejaron su equipaje en las habitaciones reservadas previamente, y se fueron al comedor a almorzar.
De pronto escucharon que Doña Hortensia, dueña del lugar, retaba a la camarera, de nombre Adelina, porque se le habían quebrado unas copas.
Capítulo 2: Los Huéspedes de Colinahuel
A la tarde, Emilia se puso a conversar con unos señores para conocer a los demás huéspedes de las Termas. Allí alojaban:
- Rafael: sobrino de Hortensia, está en silla de ruedas.
- Joaquín Benetti: cineasta, quiere filmar una película de terror en ese lugar.
- Sara: señora supersticiosa, amiga de Lila.
- Lila Gacitua: señora de pelo corto, amiga de Sara.
- Betty: novia de Joaquín.
Las demás personas eran:
- Doña Hortensia: dueña de la hostería.
- Humberto: mayordomo.
- Adelina: camarera.
- Teresa: enfermera de Rafael.
Llega Joaquín e invita a Lila y a Sara a jugar cartas a la noche. El juego se llama Dama Negra. También están invitados a jugar Emilia y los demás huéspedes.
Capítulo 3: La Dama Negra
Emilia salió a pasear por un sendero que rodeaba un precipicio y se encontró con Joaquín que le dijo que en ese lugar filmaría algunas escenas de su película llamada «Horror Verde» y en la cual su novia (Betty, la actriz principal) caería por allí y moriría. El único problema es que necesitaba un doble ya que Betty sufría de vértigo.
Joaquín le dijo que la película se trataba de un crimen perfecto en que los espectadores saben todo, pero los personajes nunca se dan cuenta.
Luego de conversar un rato volvieron a la hostería. Allí estaban charlando los tíos de Emilia con Sara y Lila.
Luego Emilia escuchó a Doña Hortensia que amenazaba por el citófono a Adelina con echarla.
Luego de la cena, llega Joaquín y organiza el juego de cartas y les explica a los huéspedes que el juego consiste en tratar de deshacerse de la Dama Negra.
En ese momento Emilia recordó la carta que habían encontrado en la casa de la mujer asesinada, pero se quedó callada.
Mientras jugaban, Emilia y Betty se dieron cuenta que Doña Hortensia discutía en voz baja con el mayordomo. La novia de Joaquín le dijo a Emilia que pensaba que la dueña de la hostería estaba enamorada del mayordomo y que por eso discutían.
A todo esto, Hernán había dejado su lapicera Mont Blanc sobre la hoja donde escribía los nombres de los jugadores. Rafael le preguntó si era una Mont Blanc legítima y Hernán le respondió que sí. Pero al terminar el juego, la lapicera había desaparecido.
Capítulo 4: ¡Doña Hortensia no Despierta!
Doña Hortensia estaba nerviosa porque pensaba que había un ladrón en la hostería ya que había desaparecido la lapicera de Hernán y Betty le contó que también había desaparecido hacía 2 noches su encendedor de oro.
Como estaba un poco nerviosa, Doña Hortensia le pidió un poco de licor de cacao a Humberto.
Emilia comentó que parecía que la dama negra traía mala suerte. Doña Hortensia la escuchó y murmuró: «Por favor, no mencionen más esa carta maldita delante mío».
-Por lo de su hermana ¿verdad?- se atrevió a preguntar Emilia.
– Sí, esa carta ha causado la desgracia de mi familia. A mi hermana menor mi padre le decía «Dama Negra» y a esa hermana nunca la volví a ver. Mi segunda hermana, ustedes saben…
A la mañana siguiente, Emilia y sus tíos bajaron a desayunar. Adelina se acercó a Hernán y le preguntó si era médico porque Doña Hortensia no quería despertarse y estaba pálida. Hernán fue a verla seguido de Emilia.
En la habitación de doña Hortensia se encontraba también el mayordomo.
Hernán la examinó y dijo que estaba drogada y le preguntó al mayordomo y a la camarera si acostumbraba ingerir somníferos. Ambos le respondieron que no y que cuando estaba muy nerviosa para relajarse tomaba una copita de licor de cacao.
Emilia se dedicó a observar el cuarto de doña Hortensia y vio una fotografía en que aparecía una señora parecida a doña Hortensia y pensó que era su madre. También salía en la foto un hombre que debía ser el padre, pero no se parecía a ella. Sin embargo, Emilia pensó en alguien que había visto hacía poco, pero no recordaba quién, y lo relacionó con la foto.
También observó que había 3 pañitos de encaje sobre una cómoda pero que uno de ellos no mostraba ningún objeto sobre él como sí los había en los otros 2.
Después se dirigieron al comedor y allí Hernán le contó a los demás huéspedes lo sucedido con Doña Hortensia.
Luego Rafael le dijo a Emilia que debían juntarse a las 10 en la pileta de los leones para conversar. Debía ser a esa hora porque en esos momentos Teresa estaría ocupada dándose un baño termal y él dispondría de libertad.
Capítulo 5: Una Insólita Revelación
Rafael le dijo que sospechaba quién se había robado la lapicera y que estaba casi seguro que la propia Hortensia se había dopado para llamar la atención de Humberto.
También le contó que Hortensia estaba enamorada de Humberto y que incluso lo había hecho socio de la hostería y que él desconfiaba de Humberto, sobre todo considerando que no había más herederos de Hortensia que él, Rafael.
Emilia le respondió que sabía de la historia de la hermana de Hortensia porque la había leído en un diario viejo.
Rafael le dijo que el ladrón era Sara y que también había robado el encendedor y podía demostrarlo porque un día la vio echando en su cartera una cuchara y, por lo tanto, podía ser ladrona o cleptómana.
Teresa, la enfermera, no le había creído a Rafael cuando le contó esto mismo y por eso Rafael le pedía ayuda a Emilia para que registrara el cuarto de Sara.
En ese momento Rafael estornudó y le pidió a Emilia que le trajera el suéter que se le había olvidado a Teresa pasarle.
Emilia fue a buscar a Teresa a los baños termales pero no la encontró ahí y, al volver donde Rafael tampoco lo encontró. Entonces fue a buscar a sus tíos. De pronto, escuchó la siguiente conversación:
-Es lo único que podemos hacer -dijo una voz de hombre-. Ten paciencia.
-¿Hasta cuándo?- preguntó una mujer.
-Hasta que concluya la filmación, ya te lo he dicho. Si Betty se entera ahora de que quiero terminar con nuestro proyecto de matrimonio, ¡Adiós película!
-Entonces, lo que estoy entendiendo, es que no debemos vernos hasta que pongas punto final a tu maldita película, que ni siquiera empiezas.
-Teresa, sabes que te amo.
-Me dices que me amas, pero también me dices que no me preocupe sabiendo que la señora Hortensia nos sorprendió.
-Cuando estemos juntos dejarás de trabajar como enfermera. Y a nadie le va a importar ese incidente que te pesa tanto. ¡A cualquier médico o enfermera se le puede morir un enfermo!
-Pero no a todos los acusan de negligencia, como a mí.
Luego de escuchar esta conversación, Emilia se retiró sin hacer ruido para no ser descubierta.
Capítulo 6: Robo en la Hostería
A la hora de almuerzo apareció doña Hortensia y se dirigió a la mesa de Hernán a darle las gracias. Hernán aprovechó de preguntarle si había tomado algún sedante y la mujer le dijo que no. Agregó que le habían robado un portarretratos de su cómoda y que pensaba que para poder efectuar ese hurto la habían sedado.
Se despidió diciendo que, al día siguiente, organizaría un almuerzo al aire libre en la orilla del río.
Cuando la Sra. Hortensia se alejó, se acercaron de inmediato a la mesa de Hernán las Sras. Sara y Lila para saber de qué habían hablado con doña Hortensia. Luego de enterarse dijeron que a las 4 iban a ir a los baños termales. Emilia se dio cuenta que a esa hora podría ir a la pieza de Sara.
Rafael le entregó una copia de la llave de la pieza de Sara a Emilia quien entró y arriba del ropero encontró: 3 cucharitas, un encendedor de oro, un cenicero de cristal, un lápiz labial en un estuche dorado, un marco portarretratos de plata ovalado pero sin foto, un llavero de nácar y la lapicera Mont Blanc.
Emilia tomó todas estas cosas y se las mostró a Rafael. Pero quedó intrigada porque pensó: ¿llegaría una cleptómana a dopar a alguien para robarle?
Luego apareció Teresa y le dijo a Rafael que era hora de sus ejercicios.
Capítulo 7: Oídos Bajo el Rosal
Emilia y Rafael se dirigieron donde la Sra. Hortensia y escucharon que ésta retaba a Adelina y la acusaba de ladrona y esta última se defendía diciendo que no era ninguna ladrona. Luego la Sra. le dijo a Adelina que se retirara.
Después entraron Rafael y Emilia y le contaron lo que habían hecho para encontrar las cosas robadas. Al examinar el portarretratos, doña Hortensia se fijó que no estaba la foto de Rosa, su hermana asesinada.
Doña Hortensia le dio las gracias a ambos pero le dijo a Rafael que esa era la última vez que registraba un cuarto sin su consentimiento.
Después doña Hortensia dijo que le iba a pasar la cuenta a Sara para que se fuera de la hostería pero primero llamó a Humberto para que le dijera a Sara que se presentara a su oficina.
Luego, Rafael y Emilia se retiraron pero Emilia se quedó escuchando junto al rosal que estaba bajo la ventana de la oficina y oyó cuando doña Hortensia le dijo a Sara que debía abandonar el cuarto. Sara le dijo que no podía irse todavía porque no tenía dinero y su hijo llegaría a buscarla el domingo y pagaría la cuenta y le pidió que por favor no le contara nada a su hijo. Doña Hortensia aceptó pero le dijo que no aceptaría más robos en la hostería.
Emilia le contó a sus tíos todo lo que había pasado.
Capítulo 8: ¿Dónde está Hortensia?
A la noche doña Hortensia le entregó a cada pasajero los objetos robados.
Al día siguiente fue el almuerzo campestre.
Rafael le contó a Emilia que su tía había despedido a Adelina y a Teresa. Rafael se notaba contento con esto.
Al día siguiente llegó Diego.
De pronto Adelina preguntó por doña Hortensia y todos dijeron que no la habían visto y comenzaron a buscarla. Emilia la encontró en el acantilado muerta.
Capítulo 9: Un Cadáver en el Acantilado
Diego se amarró una cuerda y descendió el acantilado y al mismo tiempo amarró con otra cuerda a doña Hortensia para que los demás subieran el cuerpo.
Hernán dijo que había que llamar a Investigaciones.
Llegó Eugenio Satelices, inspector de Investigaciones y dijo que nadie podía irse de la hostería hasta no aclarar ciertas cosas. Que se pudieran ir dependía de hacer un peritaje que determinara si la muerte había sido accidental o intencional.
Emilia le dijo a Diego que no creía que doña Hortensia se hubiera suicidado porque la Sra. tenía un carácter fuerte y decidido y, en cambio, pensaba que la habían asesinado.
Diego le dijo a Emilia que todos, salvo sus tíos Hernán y Pepa, tenían flores de aromo en la cabeza al igual que el cadáver. Decidieron volver al lugar de los hechos para investigar.
Capítulo 10: Es un Asesinato, Señores
Emilia y Diego se dirigieron al lugar donde había muerto doña Hortensia, pero un guardia les impidió circular por ahí.
Se alejaron un poco y Emilia encontró en un arbusto los lentes de doña Hortensia y le avisó al inspector de su hallazgo.
El inspector fue al lugar y también encontró una piedra con huellas de sangre. Emilia aprovechó de hablarle de las flores de aromo en los cabellos de los huéspedes.
A la noche llegó el jeep de Investigaciones. El inspector Satelices reunió a todos en el bar de la hostería y les comunicó que se trataba de un homicidio, que la sangre en la piedra era de la muerta y que el ataque había ocurrido a las 3 o 4 de la tarde. También ordenó que debían pasar de uno en uno a la oficina para ser interrogados, salvo Hernán y Pepa que no tenían flores en sus cabellos.
Emilia y Diego se dirigieron a la ventana para escuchar.
El primero en hablar con el inspector fue Hernán y le contó que 2 noches atrás habían sedado a doña Hortensia y le habían robado un portarretratos y que había sido Sara. pero el inspector le dijo que una cleptómana no planifica sus robos.
Luego el inspector conversó con Pepa quien le dijo que todos estaban en el picnic menos Rafael, Teresa y los 2 empleados. También le contó lo del asesinato de la hermana de doña Hortensia y de que entre las ropas de doña Hortensia también había una dama negra. El inspector concluyó que entonces el asesino de las 2 hermanas podría ser la misma persona.
Capítulo 11: Sigue el Interrogatorio
Ahora le tocó el turno a Joaquín. Le contó al inspector que a las 3:10 se había retirado con Betty y que habían ido al acantilado y a un bosque y que habían regresado media hora después y que en el lugar no estaba doña Hortensia y que solo se encontraban allí los Martínez y su sobrina.
Agregó que conocía a doña Hortensia desde el año pasado porque había estado allí unos días y que sabía de la muerte de su hermana por un tercero.
Después el inspector interrogó a Betty que le contó lo mismo que Joaquín, que se habían retirado y vuelto juntos pero agregó que, como habían tenido una discusión en el camino, Joaquín la había dejado sola unos 10 minutos. también confirmó que al volver solo se había encontrado con los Martínez y con Emilia. Agregó que a doña Hortensia la había conocido solo este año porque el año pasado Joaquín había viajado solo al lugar.
Luego le tocó el turno a Rafael que le dijo al inspector que había estado durmiendo y que cuando despertó no estaban doña Hortensia ni Teresa ni Humberto ni Adelina ni Joaquín ni su novia y que había ido a buscar a Teresa y a doña Hortensia en su silla de ruedas. También le contó que doña Hortensia había despedido a Teresa y a Adelina.
El inspector terminó la conversación diciendo que no era muy sencillo manejar una silla de ruedas por la tierra, dado que según el relato de Rafael había ido y vuelto en muy poco tiempo desde el lugar donde estuvo durmiendo.
A continuación el inspector conversó con Teresa que le contó que doña Hortensia le había pedido que la acompañara a caminar porque quería conversar con ella y que habían ido hacia el acantilado y que, una vez en ese lugar, doña Hortensia había comenzado a insultarla y que, a raíz de eso, se había ido pero que volvió al poco rato y que como la había escuchado conversar con alguien se fue. el inspector le preguntó si le gustaba jugar a los naipes y Teresa le dijo que le gustaba el solitario pero que la dama negra la había aprendido solo hace poco.
Luego el inspector interrogó a Lila quien le dijo que ella había propuesto jugar a la dama negra que antes conocía como chiflota. luego le dijo que se había despertado por el ruido de una discusión y fue a ver quienes eran y vio a Hortensia y a Teresa. al regresar vio a Sara que andaba en busca de Hortensia y, al decirle Lila que estaba en compañía de Teresa, se devolvió con su amiga.
Capítulo 12: El Enigma no se Aclara
El inspector le preguntó a Sara qué había hecho entre las 3 y 3 y media. Ella le dijo que estaba durmiendo y que se había despertado y solo estaban junto a ella los Martínez y Emilia y que salió a buscar a Hortensia porque quería hablar con ella pero que se había encontrado con Lila que le dijo que Hortensia estaba acompañada por Teresa y prefirió devolverse con su amiga porque no le gustaba Teresa. También le dijo al inspector que ella había propuesto el juego de la dama negra.
Luego el inspector conversó con Adelina quien le dijo que había sido despedida y que Humberto quería cerrar la hostería. Le dijo también que entre 3 y 3 y media le había pedido ayuda a Humberto relacionada con su despido y que luego había visto a Teresa que venía muy colorada y que a la pregunta suya de si se sentía mal no le había contestado y se dirigió a su pieza.
Humberto fue el próximo interrogado quien le dijo al inspector que su relación con Hortensia era estrictamente profesional aunque ella no lo considerara así (ya que se sentía atraída por él) y que pensaba dejar su trabajo a fin de mes vendiendo su parte de la hostería y que pensaba casarse. Confirmó que entre 3 y 3 y media había estado con Adelina.
Luego el inspector habló con Emilia y le dijo que sabía que había estado escuchando tras la ventana. Conversando con la niña llegó a determinar los motivos que podrían tener algunos para asesinar a Hortensia:
- Sara, para que su hijo no supiera que ella era una ladrona.
- Teresa, para que su patrona no diera a conocer un pasado poco limpio.
Emilia le contó al inspector que había escuchado una conversación entre Joaquín y Teresa donde ella le decía que la Sra. Hortensia la extorsionaba económica y moralmente y que, al parecer, ambos estaban enamorados y que Joaquín no podía terminar con Betty porque ella le financiaba sus películas.
Capítulo 13: Incursiones Nocturnas
A la noche, como Emilia no podía dormir, fue a ver a Diego a su pieza y al entrar escuchó que Teresa, en bata de levantarse, caminaba de espaldas a ella, y que entraba a la pieza de Lila. Ambos se pusieron a escuchar y Lila dijo: «¡Recibirás lo acordado en el momento justo!».
Luego se escondieron porque Teresa se dirigió hacia la puerta y salió del cuarto de Lila.
Luego vieron a Humberto y a Sara.
Como les dio hambre fueron al bar porque sabían que habían quedado unas galletas saladas cuando vieron que Adelina se acercaba a ellos en camisa de dormir y aterrada les decía que había escuchado quejarse a Hortensia en su pieza.
Emilia le dijo que debía tratarse de una pesadilla pero Adelina estaba segura de lo que había escuchado.
Luego Emilia y Diego se fueron a acostar.
Capítulo 14: Un Nuevo Crimen
En la mañana Emilia se encontró con Adelina que acababa de desmayarse y llamó a Hernán. Al recobrar el conocimiento Adelina dijo: «Tiene sangre…la mataron con el cuchillo que falta en la cocina. Fue el fantasma de la señora, yo sé…»
«¿Quién tiene sangre?», preguntó el inspector.
«La Srta. Teresa…», le respondió Adelina.
El inspector y Hernán fueron al cuarto de Teresa y la encontraron muerta con un cuchillo en el pecho y una dama negra a su lado.
El inspector ordenó a todos presentarse en 15 minutos en el bar.
Una vez que estuvieron todos reunidos menos Lila y Humberto dijo que iría a buscarla. Pero al regresar dijo que la había encontrado dopada.
El inspector junto con Hernán, Emilia y Diego fueron al cuarto de Lila. Hernán le pidió a la niña que revisase si en el botiquín había pastillas para dormir. Emilia le dijo que no. Diego corrió la cortina del baño y encontró un maletín de cosméticos que abrió pero no encontró píldoras, pero en el forro del maletín halló la foto que había desaparecido. Pero los niños no le contaron lo que habían encontrado al inspector y guardaron la foto.
Capítulo 15: El Robo de las Joyas
Emilia fue a ver a Rafael y le contó lo que había encontrado en el maletín de cosméticos de Lila.
Emilia le dijo a Rafael que ella podía ayudarla a resolver el crimen de su tía. Le pidió que le consiguiera la llave de la pieza de Hortensia porque recordaba haber visto la cara de una de las hermanas de Hortensia que estaba en la foto y que al parecer le parecía familiar.
A todo esto, Lila había despertado y le pidió al inspector que encontrara a quien había robado sus joyas de su maletín de cosméticos.
El inspector le contó que habían asesinado a Teresa y Lila le dijo que la noche anterior Teresa había ido a su cuarto a pedirle algo para leer porque estaba con insomnio. El inspector le preguntó quién más la había visitado en la noche y Lila le dijo que Sara y Adelina que todas las noches abría las camas. También le dijo que ella no tomaba somníferos y que había ido a buscar un vaso de leche a la cocina.
Emilia le dijo al inspector que ella y Diego querían conversar con él y le contaron lo que habían visto y escuchado la noche anterior cuando se levantaron porque no podían dormir.
Capítulo 16: Emilia Descubre Algo
El inspector quedó de llamar a todos los que habían visto Emilia y Diego para corroborar si mentían o no. En presencia de los niños llamó primero a Betty quien, en un principio, negó que se hubiera levantado en la noche y que hubiera ido al dormitorio de Teresa a conversar con ella, pero reconoció haber encontrado la puerta abierta y la luz encendida y al entrar vio a Teresa muerta pero que no había contado nada para que no la acusaran a ella del crimen.
Luego entró Sara quien dijo que no había salido de su pieza. Pero Emilia la contradijo al decir que incluso al encontrarse con ella Sara la había saludado. Sara entonces trató de mentirosa a Emilia. Luego dijo que había tomado unas gotas de valeriana para dormir y que en la mañana había encontrado el frasco casi vacío. El inspector le pidió el frasco para examinarlo.
Humberto dijo que esa noche había conversado con Adelina que lo había puesto al tanto de las cosas que faltaba comprar en la hostería y que le mencionó que se había perdido un cuchillo y que luego había apretado las ampolletas del pasillo que estaban sueltas y, por lo tanto, apagadas. Los niños confirmaron esa versión.
Adelina le repitió al inspector lo del fantasma que había asesinado a Teresa.
El inspector dijo que había que encontrar las joyas de Lila y le pidió ayuda a Diego y Emilia para revisar todas las piezas.
Luego Emilia fue al cuarto de Hortensia y lo abrió con la llave que le había pasado Rafael. Comparó la foto que había encontrado en el maletín de Lila con otra foto que estaba en la cama de la difunta (en la cual salían las 3 hermanas en la playa) y reconoció el parecido de la hermana menor con una persona que conocía pero en ese momento alguien la golpeó en la cabeza y perdió el conocimiento.
Capítulo 17: El Recuento de Santelices
Cuando Emilia despertó, se encontró con Diego que le dijo que habían tratado de matarla y que, al sentir sus pasos, el atacante había huido.
Emilia le dijo que la hermana menor de Hortensia estaba en la hostería y que sabía quién le había pegado y quién era el asesino de las 3 mujeres.
El inspector nuevamente reunió a los huéspedes en el bar y les dijo que si el culpable confesaba en ese momento su pena sería rebajada y que todos eran sospechosos. Agregó que había abierto el testamento de Hortensia y que su único heredero era Rafael pero que también una cantidad considerable de dinero correspondía a Violeta, la hermana menor de Hortensia, en el caso que estuviera viva y apareciera luego.
También Hortensia dejaba dinero a Humberto y Adelina.
El inspector agregó que tanto Hortensia como Lila habían sido sedadas con gotas de valeriana y la única que poseía estas gotas era Sara y sabía que ella había hecho varios robos y que el último de ellos era el robo de las joyas de Lila que habían aparecido en el cuarto de Sara. Por lo tanto, tenía contra ella una acusación de robo con premeditación. Sara se defendió diciendo que era ladrona pero que nunca había usado la violencia ni dormido a sus víctimas.
El inspector prosiguió diciendo que en las 3 muertes (Hortensia, su hermana mayor y Teresa) se había encontrado un naipe al lado de cada víctima.
Emilia, en ese momento, pidió la palabra.
Capítulo 18: La Tercera Hermana
Emilia contó lo de las fotografías y que la mirada del padre, en una de las fotos, es la misma que tiene uno de los huéspedes de la hostería pero lo que no calzaba era la nariz ya que en la foto aparecía con una nariz grande y la persona que ella creía que era la misma tenía la nariz pequeña. Pero había recordado una conversación que la llevó a darse cuenta que esa mujer había cambiado su rostro por medio de cirugía.
Además era obvio que esa mujer había cambiado su nombre y su voz (para que no la reconociera su hermana Hortensia). Además había visto un espejo en la habitación de la sospechosa que tenía las iniciales VRL, o sea, Violeta Rodríguez Lazcano. Era obvio que esta mujer no quería ser reconocida porque quería matar a su hermana.
Además las 3 hermanas tenían nombre de flor: Violeta, Margarita y Hortensia. Y, por último, la sospechosa se había cambiado el nombre por el de otra flor: Lila.
Lila se sobresaltó pero el inspector le dijo que le haría un examen de huellas dactilares y que si no era la hermana menor de Hortensia no debía preocuparse.
Todavía quedaba el misterio de quién había matado a Teresa ya que la noche del crimen muchas personas estaban en pie. Pero Emilia había recordado que Sara la había saludado muy efusivamente esa noche porque quería ser reconocida por Emilia. Lo que había despertado la sospecha de Emilia era que la persona que usaba la bata de Sara era más pequeña ya que la bata se arrastraba y, además, no llevaba sus pulseras, las que nunca se sacaba y quería hacer creer a Emilia que era Sara. Por lo tanto, quien había matado a Teresa era Lila. Agregó que cuando había ofrecido ayuda a Sara con sus maletas para cambiarse de pieza la señora no le indicó que su bata había quedado tras la puerta del baño o quizás la había escondido porque la necesitaba esa noche para deambular por los pasillos, oscurecidos por su propia mano al soltar las ampolletas, con otra apariencia por si alguien la veía.
Emilia continuó: dijo que Lila sabía que Sara dormía profundamente porque tomaba valeriana todas las noches y que le había robado la llave del cuarto para poder entrar y sacarle la valeriana. Sara dijo, en ese momento, que esa noche no había podido cerrar su puerta porque no había encontrado su llave.
Emilia dijo que esa noche Lila había hecho 3 viajes:
- Uno para buscar el frasco con somnífero para ponerlo en su propio vaso de leche.
- Otro para matar a Teresa, y
- El tercero para devolver el frasco de valeriana, la bata y las joyas para desviar la atención y acusar a Sara.
Luego, tomó la leche y se durmió a sí misma. Lo mismo había hecho para dormir a Hortensia y robar la foto.
Luego Emilia mencionó el chantaje por dinero de Teresa a Sara seguramente porque había visto el homicidio de Hortensia a manos de Sara.
Sara no podía permitirse el lujo de tener un testigo, aunque este le jurara callar por dinero.
El día del picnic, Teresa dejó a Hortensia luego de una discusión.
Así, cuando Sara había llegado, Hortensia estaba sola y aprovechó de golpearla y arrojarla al precipicio. Pero Teresa, arrepentida de haber dejado sola a Hortensia, volvió y vio el crimen pero prefirió callar para sacar provecho de la situación.
Lila entonces comenzó a hablar. Dijo que su padre siempre había preferido a sus otras hermanas y que decía que ella, al nacer, había llevado a su madre a la tumba y que por eso la odiaba y la había apodado «la damita negra». En cambio, a sus hermanas les había puesto sobrenombres lindos como «muñequita de oro», «princesita de seda». Su papá les había enseñado a jugar a las cartas pero ella siempre había odiado a la dama negra.
Epílogo
Los pasajeros se despedían en el bar.
Sara presentaba a su hijo.
Joaquín y Betty se despedían con sonrisas forzadas.
Adelina y Humberto seguían atendiendo a los huéspedes.
Rafael estaba meditabundo. Emilia le dijo que esperaba que se volvieran a ver pronto. Rafael le dijo que lo operarían en corto tiempo y que luego seguiría estudiando y que la hostería seguiría a cargo de Humberto quien podría vivir allí con su mujer y que, si Adelina superaba sus temores con los fantasmas, podría seguir trabajando allí.
El inspector Satelices se despidió de Emilia y Diego y les dio las gracias por su ayuda.
Fuente: El contenido del post es de mi autoría, y/o, es una recopilación de distintas fuentes.