El Héroe Romántico: Un Espíritu Incomprendido
El héroe romántico personifica todas las características del propio Romanticismo. Es un personaje que se sitúa en la más absoluta ambigüedad, deseando fervientemente el favor y la admiración de sus contemporáneos y, a la vez, despreciando la sociedad en que se mueve. El héroe romántico, al contrario que otros, desea fervientemente la heroicidad, la busca de forma consciente y premeditada. Normalmente, las novelas románticas nos presentan a un protagonista que se lanza decidido en pos de su destino, que él considera heroico, muchas veces con la intención de imitar a algún referente o ídolo al que admira.
Es un ser solitario, que de alguna manera se cree en posesión de una verdad incapaz de ser comprendida por sus contemporáneos, y es a su vez incapaz de darla a entender. Es, y también se siente, a decir verdad, un genio, y genio es una palabra que alcanza su actual importancia justo ahora, en la época romántica. El héroe romántico es como un artista genial que se siente por encima, o tal vez por delante, de su tiempo, y aunque la sociedad en la que vive no aprecie lo que hace o en lo que cree, él sí, y prefiere vivir marginado y solitario antes que renunciar a su ideal.
Delacroix y la Oposición al Dibujo de Ingres
Esta corriente la representa fundamentalmente Delacroix, que representa una oposición al dibujo de Ingres. El primer pintor de esta corriente es Gericault, con una carrera muy breve, ya que vivió pocos años, a pesar de lo cual tuvo un papel considerable en los salones franceses. Su primera obra importante es “La balsa de la Medusa” (1818-19), un cuadro de gran tamaño con un asunto que es enviado al salón del 19 con la intención de llamar la atención. El asunto del cuadro es un acontecimiento que había ocurrido pocos años antes: el naufragio del barco Medusa. De este se muestra una balsa que muestra a los náufragos a la deriva. El tema se interpretó en clave nacional; la interpretación que se dio fue el pueblo de Francia esperando la salvación. No es el gobernante el que hace el bien, sino que es todo el bien el que tiene que estar presente en la política. Eso se vio como que ya no había capitán, nadie que los mandara y tenían que hacer algo para sobrevivir. Se representa un momento de tensión máxima.
Delacroix y el Realismo: Una Nueva Concepción del Héroe
Hablar de temas del Realismo es una cosa contradictoria, pero es cierto que los pintores realistas se fijan más en unos temas que en otros, hay una mayor preocupación por ver unas cosas que por ver otras, unos están más próximos a la realidad. El más importante de ellos es el trabajo, esto es algo que realiza la gente pobre, algo que no es positivo. Desde mediados del siglo XIX, la idea de trabajar se convierte en algo prestigioso, trabajar produce dignidad, libertad y, por ello, estos trabajadores pueden realizar reivindicaciones. Lo ético es que la gente trabajara y esto lo encontramos en todos los discursos sociales, incluso en los lenguajes políticos encontramos la idea de los trabajadores frente a los derechos de los ciudadanos.
El Trabajo como Tema Central del Realismo
Se representan muchas escenas de trabajo, algunas más reivindicativas y otras de carácter más armónico. Uno de los cuadros más importantes del realismo es “El Ángelus” de Millet. Representa a dos campesinos que, al caer la tarde, rezan el ángelus y agradecen a Dios la fortuna de tener trabajo. Es una interpretación del trabajo en clave religiosa, pero es una sacralización del trabajo. Estos personajes son héroes por ser trabajadores, a pesar de su pobreza tienen dignidad debido a ese trabajo.
El Trabajador como Nuevo Héroe
Podría pensarse que esta pintura neutral no tenía héroes. El héroe en esta pintura romántica es el salvador de la patria, pero en el realismo el héroe es el trabajador, capaz de superar las adversidades de la vida. El campesino fundamentalmente, en medio de su humildad, se representa su idea de belleza. Empiezan a aparecer como héroes las víctimas del trabajo. Las condiciones laborales de los trabajadores como consecuencia de la revolución eran durísimas, no solo por la cantidad de horas, sino por las condiciones en las que trabajaban.
La Representación de la Dureza del Trabajo
Vincenzo Vela, en “La víctima del trabajo”, representa la muerte de unos obreros en una mina. También la dureza de los trabajos es algo muy representado. Aquí se produce la mayor degradación, ya que en el campo se mantienen las estructuras familiares, las relaciones con la naturaleza, pero, sin embargo, la inmigración a las ciudades…
Meunier es un escultor que representa a trabajadores del puerto con cierta solemnidad, como si fueran la fuerza de la sociedad, frente a los burgueses casi afeminados, frente a la fuerza de los trabajadores. Aparece la representación de los trabajos intelectuales. Los profesores, los médicos, los científicos son también héroes de alguna manera. “Eakins, Gross Clinic” (1875) hace hincapié en la idea de la heroicidad cotidiana.