El Espíritu del Romanticismo: Hombre, Ideas y Creación Literaria

El hombre del Romanticismo

Para empezar, el hombre romántico vive en constante caos y crisis provocados por el desdoblamiento que se produce entre la realidad y el deseo. Además, se manifiesta en una actitud de angustia y melancolía.

La melancolía romántica nace al descubrir la caducidad del tiempo, la soledad pese al deseo de comunicar, la incomprensión a la que se ve sometido y la imposibilidad de alcanzar la plenitud.

Por otra parte, la angustia es consecuencia de sus anhelos. El hombre romántico sufre el mal du siècle (el mal del siglo), la búsqueda del absoluto inalcanzable: la libertad, el amor, la trascendencia, la totalidad, lo infinito…

Además, el hombre romántico vive un doble conflicto:

  • Entre el mundo interior y el mundo exterior.
  • Entre el individuo y la sociedad.

Este doble conflicto produce varios desajustes que crean tensiones. Estas tensiones se resuelven mediante dos posturas vitales: la evasión y la rebeldía.

La Evasión

Encuentra varias vías de escape:

  • En la introspección: buscan conocerse a sí mismos a través de la mirada interior.
  • En la Naturaleza: buscan un refugio en lugares inhóspitos que conectan con su estado de ánimo (las ruinas, el bosque, los acantilados…).
  • En la evasión a tiempos pasados y remotos: la Edad Media.
  • En lo desconocido: el sueño, el misterio, lo inconsciente, lo tétrico, lo inquietante.

La Rebeldía

Se manifiesta por medio de tres posturas vitales:

  • Satanismo: rebelión contra Dios.
  • Prometeísmo: transgresión de las normas.
  • Titanismo: actitud irracional que les lleva a enfrentarse a fuerzas destructoras, a luchar ante lo imposible.

Perfil del Hombre Romántico

Al fin y al cabo, el hombre romántico es:

  • Melancólico: vive triste, preso de la angustia, sufre el mal du siècle.
  • Reflexivo e introspectivo: se evade de la realidad que le ha tocado vivir.
  • Inconformista, rebelde y luchador: busca cambiar una realidad adversa, su destino trágico.
  • Un ser libre: un espíritu que busca la libertad en todos los aspectos de la vida, incluida la creación literaria.

Características del Romanticismo

Ruptura con el Neoclasicismo

  • Frente a la naturaleza armónica y cerrada del siglo XVIII, predominarán ahora los paisajes agrestes y embravecidos: el mar, la tormenta…
  • Individualismo: El Romanticismo fomenta el culto al yo y el subjetivismo como expresión del mundo interior.
  • Irracionalismo: Adquieren importancia las emociones, los sentimientos, los sueños… antes desterrados y desechados por la razón.
  • Idealismo: El yo busca el conocimiento, el absoluto, un ideal imposible de alcanzar (Dios, Verdad, Amor, Libertad, Eternidad…). La imposibilidad de lograr ese absoluto conduce a un enfrentamiento abierto con la realidad, que podía acabar en posiciones extremas como el suicidio.

Renovación

El Romanticismo renueva temas y ambientes. También renovó el lenguaje y el estilo, dando paso a lo exótico y lo extravagante. Los románticos adoptan una nueva concepción del arte: mientras que los neoclásicos abogaban por un arte racional sometido a las normativas y reglas clásicas, los románticos entenderán el arte como intuición, pasión y genio creador que dé expresión a los sentimientos. La técnica es sustituida por la inspiración.

Esta característica responde al deseo de quebrantar cualquier normativa y modelo de la tradición, ya que les limita en su inspiración, y por otro lado, a la búsqueda de la originalidad y de un estilo personal. Esta actitud explica tanto el rechazo de las reglas de las tres unidades (lugar, tiempo y acción) como la mezcla de prosa y verso o la polimetría en teatro y la revolución métrica en poesía.

Auge del Nacionalismo

La literatura romántica recupera la historia, las costumbres y el folclore. Un aspecto del influjo del nuevo espíritu romántico y su cultivo de lo diferencial es el auge que tomaron el estudio de la literatura popular y de las literaturas en lenguas regionales. Este auge de lo nacional y del nacionalismo fue una reacción a la cultura francesa del siglo XVIII, de espíritu clásico y universalista, dispersada por toda Europa mediante Napoleón.

Evasión

Los románticos buscan un nuevo universo, diferente y acogedor, al que se llega por medio de la fantasía. Los nuevos mundos pueden estar en el pasado remoto, en lugares alejados y exóticos o en el sueño, el misterio.

La evasión en el espacio o en el tiempo explica los sentimientos de tristeza, melancolía, amor a la soledad, escenarios lúgubres, descontento.

Temas del Romanticismo

La literatura romántica presenta una amplia variedad temática; sin embargo, es posible reconocer algunas líneas y motivos recurrentes:

  • Tendencia a expresar la intimidad: El poeta muestra sus sentimientos exaltados o melancólicos, con predominio del tono pesimista.
  • Exaltación de la libertad: El enfrentamiento con la sociedad deriva en un sentimiento de rebeldía frente a las instituciones y los valores establecidos. El yo romántico busca la libertad, el vivir apartado de las normas.
  • La rebeldía: El enfrentamiento con el mundo desemboca en rebeldía. Muchos personajes románticos son marginados sociales o rebeldes: piratas, reos de muerte, mendigos… El estado de ánimo del escritor se refleja en los paisajes y escenarios de las obras: los espacios exóticos y apartados, los lugares nocturnos, la naturaleza embravecida o misteriosa, las ruinas desoladas.
  • Nacionalismo: Algunos autores buscan temas y motivos en el pasado nacional, intentando encontrar las raíces del pueblo y rescatar los valores perdidos: heroísmo, nobleza, bondad… Se trata de la proyección del yo individual sobre lo colectivo.
  • Temas filosóficos y políticos: Los escritores románticos cultivan también los temas filosóficos (Dios, el sentido de la existencia, la muerte…) y políticos, como el progreso.

Los temas más importantes de la literatura fueron la libertad, el poder y la justicia; el sentido de la vida y el silencio de Dios.

Estética Romántica

Admite la mezcla de tonos y estilos en una misma obra, siendo compatible lo trágico y lo cómico, lo castizo y lo solemne.

Los escritores románticos rechazaron las convenciones establecidas en el lenguaje poético y reivindicaron la integración de diversos registros y estilos.

La literatura romántica incorporó el uso del habla popular frente a la normativa académica e incluyó coloquialismos y neologismos. En el estilo destaca el empleo de enunciados exclamativos para la expresión de los estados de ánimo y predominan el léxico y los recursos lingüísticos apropiados para la manifestación de la subjetividad, de la sentimentalidad y de las emociones. Se recurrió también a la imitación artificial del lenguaje medieval.

Tres son los rasgos más relevantes de la estética romántica:

  • Originalidad: Se busca lo nuevo, aquello que no está sometido a reglas. Gran número de autores se declaran iconoclastas y no se reconocen como seguidores de ningún modelo estético previo.
  • Experimentación: La búsqueda de originalidad conduce a la experimentación. Por ello se realizan constantes innovaciones, tanto formales como de contenido.
  • Efectismo: El arte romántico trata de impresionar, de conmover, ya que está dirigido directamente al sentimiento y no tanto a la razón.

Poesía Romántica

El Romanticismo literario cobra desarrollo gracias a su lírica, que se trata del género idóneo para reflejar el mundo interior, los sentimientos más íntimos y la rebeldía vital.

En este siglo se renueva la lírica: se buscan nuevos metros; se utilizan múltiples combinaciones estróficas; se alternan estrofas de diferentes metros y medidas; se emplea un lenguaje culto y retórico. Asimismo, cobran nuevo auge los romances, debido al interés por el pasado.

Características

La poesía de este periodo se caracteriza por:

  • El subjetivismo: El poeta muestra los sentimientos y estados de ánimo (rebeldía, desesperación, pesimismo, apasionamiento, deseos de libertad…) que se generan en su interior.
  • La polimetría: Como reflejo de la creatividad y del deseo de originalidad, los románticos experimentan con versos y estrofas diferentes.
  • Musicalidad: Destaca el gusto por explorar los valores rítmicos y sonoros de la lengua. Igualmente, la lengua literaria se caracteriza por una intensa adjetivación.

Temática

Los temas preferidos son el amor, la libertad, la muerte, etc. Dichos temas abarcan una gama de sentimientos reiterativa: la mujer ideal, el desengaño amoroso, la soledad, las ilusiones, los ideales… Con frecuencia, estos sentimientos se funden con un paisaje que refleja la tristeza a través de una serie de motivos.

José de Espronceda

José de Espronceda es el poeta por excelencia del Romanticismo español. De su poesía lírica sobresalen La canción del pirata, El mendigo, El verdugo y El reo de muerte, recogidas en su libro Poesías. Sus dos obras de más renombre son El Estudiante de Salamanca y El diablo mundo.

Poesía Posromántica

La poesía posromántica se caracteriza por reaccionar desde posiciones muy diversas contra el espíritu y el estilo de la generación romántica anterior. Podemos señalar varias tendencias:

  • Poesía irónica y desengañada con un lenguaje marcadamente prosaico. Es una poesía breve y conceptual con finalidad didáctica. Ej. Ramón de Campoamor.
  • Poesía ideológica, de temática filosófica, religiosa o social, expresada con estilo retórico. Ej. Gaspar Núñez de Arce.
  • Poesía subjetiva, intimista, que utiliza el poema breve y un lenguaje sencillo. Ej. Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro.

Prosa Romántica

La prosa experimenta un gran desarrollo y renovación en temas, formas y subgéneros.

Los subgéneros más cultivados son: la novela histórica, el folletín, el cuadro de costumbres y el artículo de opinión.

Novela histórica

Se observan dos tendencias:

  • Novela histórica liberal: Adapta temas de la historia de España con un talante crítico. Destacan El doncel de don Enrique el Doliente, de Larra, y Sancho Saldaña, de Espronceda.
  • Novela histórica moderada: Exalta los valores tradicionales. La más importante es la escrita por Enrique Gil y Carrasco, El señor de Bembibre.

Novela folletinesca (el folletín)

La novela folletinesca se difundió en los periódicos y en ediciones independientes por entregas. Los personajes, tópicos, solían desarrollar conflictos sentimentales, plenos de peripecias, intrigas, misterio y suspense.

Costumbrismo (cuadro de costumbres)

Se centra en ambientes populares y en los modos de vida. Se busca lo autóctono y también lo marginal. Representantes de esta corriente son Ramón Mesonero Romanos y Serafín Estébanez Calderón.

A diferencia de la novela histórica, el costumbrismo trata de la sociedad contemporánea. Describe costumbres populares, personajes y oficios típicos. Trata de reflejar con cierta nostalgia las costumbres que están en peligro de desaparecer por los cambios rápidos de la sociedad.

Artículo Periodístico

Los escritores románticos usan el periódico para transmitir sus ideas de progreso. En sus páginas se propagaban opiniones, acontecimientos y proyectos, lo que permitió un nuevo género: el artículo periodístico, caracterizado por una prosa llana y directa, aderezada con un tono didáctico.

Mariano José de Larra

El máximo representante de esta corriente es Mariano José de Larra, considerado como el primer gran periodista español. El autor madrileño fue un hombre comprometido con la realidad de su tiempo, encaró con lucidez el atraso de España y la corrupción política; luchó por el progreso y la modernidad atacando las costumbres anticuadas y los vicios enquistados.

Distinguimos tres grupos temáticos en sus artículos:

  • Artículos de costumbres: El casarse pronto y mal; Vuelva usted mañana.
  • Artículos de crítica política: La Nochebuena de 1836, El día de difuntos de 1836.
  • Artículos de crítica literaria: Defiende la postura comprometida del creador y considera el teatro como el medio más adecuado para la educación del pueblo.

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