Gabriel Tellez, nombre propio de Tirso, nacíó en Madrid en 1579, de acuerdo con las últimas investigaciones, después de haberse barajado diversas fechas como las de 1570 y 1584. Entre 1601 y 1603 se traslada a Salamanca para estudiar Artes. Luego se instala en el convento de Madrid, ciudad que compartirá con Toledo los años de su mayor producción teatral, durante las décadas de 1610 y 1620. Su vida, sin embargo, depende de la Orden religiosa y de sus actividades, entre las que se cuentan un viaje a América En 1625, en la cumbre de su fama como dramaturgo, la Junta de Reforma, establecida con la llegada al trono de Felipe IV, se muestra en contra las representaciones teatrales y de la asistencia de los religiosos La creación teatral de Tirso decae entonces, aunque se prepara la publicación de sus comedias Tirso de Molina es fundamentalmente dramática y por ella ha renombre universal que posee. Sin embargo, fue también autor n prosa: Los cigarrales de Toledo Como autor dramático, fue de enorme fecundidad, ya que se calculan en su haber más de cuatrocientas obras, de las que se han perdido bastantes, de gran variedad temática y genérica. A saber:
Comedias religiosas
La mejor espigadera, La ninfa del cielo./Comedias históricas: La prudencia en la mujer, Las quinas de Portugal. /Comedias de carácter:
El vergonzoso en palacio. Salvo excepciones, los protagonistas del teatro de Tirso son heroínas de fuerte caracterización, creaciones modélicas muy ricas en matices. Es el papel que juegan en el teatro de Tirso, quien, por otra parte, tiene especial habilidad para indagar en su psicogía, aspecto que le diferencia de su maestro Lope de Vega, en cuyo teatro las mujeres pertenecían dentro de un esquema repetido y dependiente del personaje masculino.
Don Juan Tenorio es, junto a Don Quijote y Celestina, uno de los tres grandes mitos que la literatura española ha legado a la Literatura universal. El recorrido temporal del mito como personaje seductor, pero cada vez más despojado de la intención moral. José Zorrilla estrena Don Juan Tenorio, cuyo personaje, más agradable y atractivo para el público que el de Tirso, es suficiente para mantener la obra en los escenarios españoles hasta hoy.
Carácter del drema de Tirso, no hemos de olvidar que El burlador de Sevilla posee un carácter teológico que descansa, Por iniciativa del autor, en el problema de la predestinación humana, que tanta controversia arrastraba desde el Siglo XVI.
Tirso plantea la obra en torno a la actitud moral de Don Juan, condenado a pesar de su arrepentimiento final, pues el hombre es hijo de sus actos, no sólo de su fe. No obstante, aun poniendo en primer plano la actitud yla intención de Tirso, la obra tiene dos partes que coinciden con los dos motivos centrales de la obra y que subyacen en el mismo título: de una parte, las andanzas del personaje, sus truhanerías, otra, la invitación a la cena fantasmas que el personaje vivo comparte con el muerto, yen la que se materializa el castigo divino y el fin moral (Convidado de piedra).
Historia y leyenda igual que Lope de Vega, su genial maestro, Tirso sitúa El burlador de Sevilla en un momento histórico, el reinado de Alfonso XI (Siglo XIV), y también corno aquél, presenta al monarca corno personaje en una intención de hacer descansar en él la justicia humana . Es una obra histórica, ya que sitúa la acción en un determinado reinado, pero no la ambienta en su épocaLo que le interesa a Tirso es la historia del burlador, o tal vez su carácter legendario, y el castigo divino final.
Tema y argumento el tema fundamental del drama de Tirso es, siguiendo una tradición muy española de carácter moral, el castigo divino al pecador inmoral. El servicio al dogma ortodoxo, corno ya quedó dicho, es claro: no podrá salvarse quien en todo momento confía en el tiempo de la vida («Tan largo me fiáis» repite Don Juan) Para salvarse «entras se comporta de manera inmoral. La intención moralizante de Tirso queda también reforzada por el tratamiento del personaje: la justicia divina será inevitable yconsecuente .
Estructura en tres jornadas o actos, según el tradicional esquema de planteamiento, nudo y desenlace.
La Jornada Primera coincide con el planteamiento, ya que presenta a Don Juan como burlador de dos mujeres: Isabela y Tisbea La Jornada Segundadesarrolla el nudo:d las fecharías de Don Juan se conocen y crean las consiguientes complicaciones en la corte, incluida la muerte e Don Gonzalo de Ulloa. En la Tercera Jornadase permite Tirso, sin embargo, una licencia estructural: la burla de Aminta, argumentalmente, pertenecería a la Jornada Segunda, en la que se había iniciado; el resto constituye el desenlace que culmina con la muerte de Don Juan y la escena final de las bodas.
Aspectos técnicos y dramáticos desligarse de ningún modo la técnica teatral de Tirso de la de su maestro Lope.
Ahora bien, tampoco sería justo olvidar la maestría de nuestro autor, por ejemplo, para mover a los personajes en escena o en sus entradas y salidas. De la técnica teatral de Tirso en el burlador es el juego de los equívocos, que convierte la trama en un enredo en muchas Personajes En un primer plano se encuentra Don Juan Las mujeres
– Isabela, Tisbea, Doña Ana y Aminta –
tampoco se presentan como ejemplo de virtud.
Tirso juega con ellas para que el espectador no sienta lástima, ya que todas se entregan a Don Juan sin amor Los hombres ofendidos
– Octavio, Marqués de la Mota, Batricio –
tienen igualmente sus puntos débiles.
Catalinón es la figura del donaire o gracioso que, como los de Lope, encarna la fidelidad suma a su amo, Don Gonzalo de Ulloa, si bien no es personaje esencial en el argumento, sí lo es en la trama, pues su papel de ocasión para la justicia divina en el desenlace es fundamental.
Lenguaje y estilo
El lenguaje y el estilo de El Burlador de Sevilla se mantienen dentro de las normas establecidas por Lope de Vega en lo que él mismo llamó decoro poético»es decir, la adecuación del lenguaje a cada personaje según su clase social y el medio en que se desenvuelve. En cualquier caso, Tirso apuesta por un estilo medio que no cae en los coloquialismos vulgares .
El espacio y el tiempo
Tirso utiliza el espacio en la obra con precisión. No ocurre lo mismo con el tiempo, que en la obra aparece con total indefinición.