El Barroco Español: Crisis y Esplendor en el Siglo XVII

La Sociedad y Cultura en el Siglo XVII

A comienzos del siglo XVII, la decadencia del Imperio Español se acelera, culminando con la pérdida de casi todas sus posesiones europeas. Las consecuencias fueron una grave crisis económica, la crisis política de los reinados dada por los válidos (conocidos por su corrupción) y una gran tensión entre la burguesía y la nobleza, creando un contraste marcado entre nobles y pueblo, ricos y pobres. La crisis llega a su punto culminante con Carlos II, un monarca enfermo que reinó y murió sin descendencia, lo que marcó el fin de la dinastía de los Austrias y el comienzo de la dinastía de los Borbones.

La Literatura en el Siglo XVII: El Barroco

La literatura del siglo XVII evoluciona a partir del Renacimiento, marcada por la crisis de la época. Se caracteriza por una actitud pesimista y desengañada. La conciencia de la fugacidad de la vida se convierte en una preocupación obsesiva por la muerte, y la gente busca respuestas en la religiosidad. La crisis social impulsa un realismo en los textos literarios, a menudo con una intención crítica. La sátira, la ironía y el afán realista son temas recurrentes, junto con la deformidad y la fealdad. Las corrientes y los esquemas métricos se complican con un estilo ornamental, buscando la originalidad y el ingenio.

La literatura barroca se divide en dos corrientes:

  • Conceptismo: Busca indagar en las posibilidades del idioma, logrando una expresión depurada de las ideas a través del ingenio. Su mayor representante es Quevedo.
  • Culteranismo: Busca distanciarse del lenguaje habitual para sorprender al lector y crear una forma de expresión específica. Su máximo representante es Góngora.

En esta época se da el esplendor literario del Siglo de Oro de la literatura española.

La Poesía Barroca

Parte de esquemas y modelos heredados del Renacimiento, aprovechando aspectos de la poesía tradicional como romances, canciones y letrillas. Intenta transformar el lenguaje poético para que resulte sorprendente. Esta renovación se desarrolla gracias al conceptismo y al culteranismo. También existe una tercera corriente, el clasicismo, cuyo poeta más conocido es Lope de Vega.

Poesía Conceptista

Se caracteriza por la búsqueda de los múltiples significados de las palabras. Su estilo es conciso y concentrado, basado en asociaciones de ideas y neologismos. Utiliza recursos expresivos como la antítesis, la ironía y la metáfora.

Quevedo: Expresa preocupaciones y actitudes universales, renovando la lengua poética. Su obra lírica es abundante y variada, con un tono serio, apasionado y burlón. Expresa el sentimiento amoroso ante la pesadumbre de la fugacidad de la vida.

Poesía Metafísica

Se compone de temas morales, filosóficos y religiosos, con un tono grave y una visión pesimista de la vida.

Poesía Amorosa

Sigue los elementos de la tradición petrarquista. La muerte está siempre presente, y el amor se muestra como la única fuerza capaz de permanecer más allá del final.

Poesía Satírico-Burlesca

Se basa en rasgos conceptistas, utilizando conceptos ingeniosos, juegos de palabras y metáforas. Emplea léxico de registros variados. Su objetivo es el humor y la crítica, con composiciones que retratan tipos sociales, el mundo de la justicia, oficios y la ridiculización de tópicos.

Poesía Culterana

El estilo culterano se caracteriza por abundantes alusiones a la mitología, el uso de la metáfora y la presencia frecuente de elementos sensoriales. Fue muy criticada en su época por la acumulación de recursos. Destaca el conde de Villamediana, crítico de Góngora, y Pedro Soto de Rojas.

Luis de Góngora

Su poesía lleva al extremo los rasgos culteranos. Se ha usado el término «gongorismo» para designar una modalidad compleja y retorcida del culteranismo. Fue un poeta de minorías debido a la dificultad de su obra.

Poesía Popular

Son las composiciones de Góngora más fáciles de comprender, con métrica tradicional y temas amorosos y burlescos. Destacan los romances.

La Novela Cortesana

Es una de las modalidades de éxito del siglo XVII. Se caracteriza por su extensión breve, argumentos con tendencia al enredo y las intrigas de intención didáctica. Sus novelas se desarrollan a partir de intensos lances amorosos (raptos, adulterios) y ofrecen una gran pasión. También denuncia la desigualdad entre sexos. Dos libros conocidos son «Las Novelas Ejemplares» y «Novelas Amorosas y Ejemplares», con influencia cervantina y una gran dosis de idealismo.

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