El Mester de Clerecía en el Siglo XIV: Juan Ruiz, Arcipreste de Hita
El Arcipreste de Hita y el Libro de Buen Amor
Situado en la primera mitad del siglo XIV, apenas se conocen datos sobre la vida de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. Se cree que el Arcipreste encarnó el carácter conflictivo de este siglo: un clérigo ajuglarado, amante de los placeres del mundo, alegre, humorista, satírico y gran conocedor de la psicología y las costumbres de su tiempo. El Arcipreste de Hita es el autor más importante del siglo XIV y escribió una de las obras capitales de la literatura española de la Edad Media: el Libro de Buen Amor.
El Libro de Buen Amor: Contenido y Estructura
El texto posee contenidos diversos, y el hilo argumental es una autobiografía amorosa del Arcipreste, en la que relata sus conquistas y fracasos con mujeres de toda condición. En el prólogo, afirma que su intención es apartarnos del amor mundano o «loco amor», para que nos dediquemos al «Buen Amor» o amor de Dios. El autor incluye fragmentos narrativos y líricos, y alterna el tono serio con el festivo. A continuación, se detallan los elementos más significativos:
- a) El libro se inicia con un prólogo en prosa y una introducción en verso en las que se advierte al lector de cuál es la intención moralizadora del libro.
- b) Una serie de aventuras amorosas del protagonista con diversas mujeres, en las cuales se alternan los éxitos y los fracasos.
- c) La historia de don Melón y doña Endrina. En ella aparece Trotaconventos, antecedente de la Celestina, mediadora en los amores de los protagonistas.
- d) La historia de don Carnal y doña Cuaresma.
- e) Colección de «enxemplos»: fábulas y cuentos.
- f) Digresiones o reflexiones de tema religioso-moral, satírico-social y humorístico.
- g) Poemas lírico-religiosos, como los dedicados a la Virgen, y poemas líricos de tema profano, como las cántigas de serrana.
Características, Lenguaje y Estilo del Libro de Buen Amor
Junto a las características del mester de Clerecía, en el Libro de Buen Amor se han señalado también aspectos juglarescos y populares. Entre sus rasgos de estilo destacan la variedad de recursos expresivos (refranes, diminutivos, riqueza léxica, etc.), el habla viva y popular, así como el vocabulario de carácter realista en muchos momentos.
Intencionalidad de la Obra
Sobre la intención de la obra existen muchas interpretaciones. Por un lado, el libro está concebido como una obra burlesca y transgresora y, por otro lado, se percibe una intención didáctico-moralizante.
Prosa Didáctica y Novelesca: Don Juan Manuel
El cultivo de la prosa didáctico-novelesca se inicia en el siglo XIII con la labor de Alfonso X el Sabio y su Escuela de Traductores de Toledo. Esta labor fue continuada en el siglo XIV por Don Juan Manuel, con quien la prosa castellana, sin perder su carácter didáctico, entra ya de lleno en los dominios de la creación literaria. Don Juan Manuel es el primer escritor castellano que se preocupa por la conservación y la transmisión de sus escritos. Este autor escribe con el propósito didáctico de ensalzar su condición de noble y defender los privilegios del estamento nobiliario en un momento de crisis, según los principios de una moral utilitaria, que enseña al hombre a defender sus bienes y estado social.
Lenguaje y Estilo de Don Juan Manuel
El lenguaje literario de Don Juan Manuel responde a dos rasgos esenciales:
- a) Sencillez, claridad y concisión.
- b) La selección y el cuidado literario de su prosa.
Los cuentos tienen su fuente en los relatos árabes y en los de tradición latina. Don Juan Manuel es ya un escritor consciente de su creación y manifiesta la intención de poseer un estilo propio. Los temas que aborda son variados y dirige sus enseñanzas fundamentales a la nobleza.
El Conde Lucanor
El Conde Lucanor es una obra didáctica dividida en cinco partes. El interés reside en la primera de ellas, formada por 51 cuentos. La estructura es siempre la misma: Patronio, consejero del conde, responde a las cuestiones que este le plantea y, para ello, ejemplifica mediante un cuento. Al final, se obtiene una moraleja, que Don Juan Manuel resume en un pareado con el que termina cada capítulo. En cuanto al estilo, consigue conjugar la sencillez con la brevedad y una sintaxis simple.
Estructura de El Conde Lucanor
- a) El narrador presenta al conde Lucanor y a su consejero Patronio. El conde expone un problema y solicita consejo. Tras unas palabras, en las que, a veces, ofrece el consejo de modo general, Patronio se dispone a relatar al conde un cuento.
- b) Narración del cuento.
- c) Acabado el cuento, Patronio da su consejo acorde con la enseñanza que se desprende del propio cuento. El conde acepta el consejo, que se propone poner en práctica. Don Juan Manuel, que interfiere como personaje, halla bueno el ejemplo, lo manda escribir y condensa su enseñanza en un pareado.