Dicción, Ritmo, Pausas y Acentos: Fundamentos de la Comunicación Oral
La comunicación efectiva se basa en el control de diversos elementos. Este artículo explora la dicción, el ritmo, las pausas y los acentos, elementos cruciales para una expresión oral clara y atractiva.
Dicción: La Base de la Pronunciación
La dicción, definida como la correcta pronunciación de los fonemas, es esencial. Una buena dicción implica vocalizar y articular con precisión. Evita la exageración para no sonar afectado. Pronuncia adecuadamente vocales y consonantes para ser comprendido, pero recuerda que la dicción, sin ritmo, pierde su efectividad.
Ritmo: El Compás de la Expresión
El ritmo, la repetición periódica de un elemento sonoro, debe ser moderado. Un ritmo constante resulta monótono. El ritmo no es solo la velocidad de lectura, sino el compás que guía el sentido de la expresión. La velocidad excesiva afecta el ritmo y la comprensión.
Cebrián Herreros señala que acelerar el ritmo para dar más información perjudica la comunicación. El Libro de Estilo de Periodismo oral de la Cadena Ser destaca que el ritmo de una locución no es el mismo que el de la lectura; se busca un ritmo variado y natural.
Es fundamental preparar el texto antes de locutar, identificando los grupos fónicos adecuados. La preparación implica establecer unidades de sentido, separadas por pausas, para hacer el discurso comprensible.
Pausas: El Arte de la Interrupción
Las pausas juegan un papel crucial en el ritmo. En la redacción, las barras invertidas (/) pueden ayudar a crear pausas. Se recomienda usar la barra invertida en lugar de comas, doble barra (//) en puntos y seguidos, y triple barra (///) en puntos y aparte.
Combina pausas largas y cortas para un ritmo variado y acorde al significado del mensaje. Las pausas gramaticales por sí solas pueden restar interés y credibilidad. Un ritmo basado en pausas lógicas, no solo gramaticales, ordena el discurso y resalta palabras clave.
Acentos: El Énfasis en las Palabras Clave
Los acentos realzan una sílaba, destacando una palabra. Depende de la comprensión del texto por parte del emisor. El locutor debe ayudar a comprender el significado, enfatizando las palabras clave.
Ejemplo: En la frase “El Secretario de Estado de la Seguridad Social ha anunciado que bajarán las pensiones”, las palabras clave son “bajarán” y “pensiones”.
Cuidado con el uso excesivo de acentos. Para crear ritmo melódico, enfatiza las palabras clave, pero sin exagerar ni hacer pausas innecesarias. Las palabras clave son las que dan el sentido fundamental a la frase.
La velocidad de lectura ideal, incluyendo ritmo y pausas, es de 175 a 200 palabras por minuto. En radio, se recomienda no superar las 9 noticias en 10 minutos. Arturo Merayo sitúa la velocidad media de los programas informativos entre 180 y 230 palabras por minuto. El incremento de la velocidad de lectura aumenta el riesgo de errores de pronunciación.
Entonación, Tonemas y Prosodia
Después de controlar la respiración, la dicción y el ritmo, es crucial crear una entonación adecuada. La entonación es la musicalidad que evita la monotonía, refuerza el significado y resulta de las variaciones de tono.
- Es la dosis de musicalidad adecuada para evitar que nuestras palabras suenen monótonas y carentes de interés.
- Es un refuerzo semántico a través del tono, timbre e intensidad de nuestra voz.
- Es el resultado de las variaciones de tono que se suceden en nuestra alocución, creándose así grupos fónicos separados por pausas, que actúan como unidades melódicas.
Martínez Costa y Díez Unzueta (2005) definen la entonación como el conjunto de rasgos tonales que conforman la curva melódica del mensaje. Para dominar la entonación, varía el nivel tonal al inicio y final de cada frase.