Pluralia Tantum
Pluralia tantum: toda una serie de acuñaciones léxicas que tienden a inmovilizarse en plural por cierto carácter vago, carácter de pluralidad de cosas o por razones expresivas, sin tener forma singular a que oponerse: albricias, anales, bodas… Relacionables con éstos son los sustantivos que aluden a realidades que constan de dos o más partes o elementos. Muchos de ellos no tienen singular, estos plurales comportan un doble significado: unidad y más de uno. Ejemplo: alicates, calzoncillos, esposas…
Singularia Tantum
Singularia Tantum: los nombres que designan entes únicos, en consecuencia, no aceptarán plural en su rigurosa significación. Esto ocurre con palabras como los nombres de virtudes, cualidades… tales como la esperanza, caridad, corrientes ideológicas… lo mismo ocurre con este, oeste, salud… Cuando estas palabras son empleadas en plural toman un sentido concreto y material (las fes de vida, cinco geografías) o un sentido semejante al de los plurales de clase (los renacimientos europeos) o en algunos casos el plural no es significativo (ha perdido las esperanzas)
Propiedad Idiomática
Propiedad idiomática: selecciona la palabra precisa para el significado concreto y adecuado.
Solecismo
Solecismo: consiste en un mal uso del lenguaje, que hace incurrir en impropiedad sintáctica o semántica. Ejemplo: 1. emplear la forma les con valor acusativo: les vi y al momento les conocí. Se tendría que usar la forma los. 2. invertir el orden de dos pronombres seguidos: me se olvidó, te se olvidó, en vez de se me olvidó o se te olvidó. 3. emplear preposición distinta de la que exige un complemento o en omitirla cuando éste la requiere: Juan se ocupa de visitar a sus favorecedores, debiéndose decir en visitar, porque el verbo ocupar exige en este caso la preposición en.
Novedades Ortografía RAE 1999
Novedades ortografía RAE 1999: La última edición de la Ortografía es de 1999 y apenas aporta novedades. La principal de ellas se refiere a las formas verbales con pronombres enclíticos (es decir, pospuestos: abrírsela, viéndolo…) que se acentúan según las normas generales; hasta entonces, la tilde de la forma verbal se conservaba: antes cayóse, pedíle ahora cayose, pedile. 2. Otro cambio es la acentuación de palabras como guion, huí, lió, cián… que pasa a ser facultativa, según se articulen como diptongos o como hiatos. 3. Solo adverbial podrá llevar tilde cuando haya riesgo de ambigüedad.
Diccionario Panhispánico de Dudas
Diccionario Panhispánico de dudas: El Diccionario panhispánico de dudas se propone servir de instrumento eficaz para todas aquellas personas interesadas en mejorar su conocimiento y dominio de la lengua española. En él se da respuesta a las dudas más habituales que plantea el uso del español en cada uno de los planos o niveles que pueden distinguirse en el análisis de los elementos lingüísticos: el fonográfico, pues resuelve dudas de tipo ortológico (sobre pronunciación) y ortográfico (sobre grafías, acentuación y puntuación); el morfológico, ya que orienta sobre las vacilaciones más frecuentes que se dan en el plano de la morfología nominal (plurales, femeninos y formas derivadas) y de la morfología verbal (formas de la conjugación); el sintáctico, al aclarar dudas sobre construcción y régimen, concordancia, forma y uso de locuciones, etc.; y el lexicosemántico, pues en él se examinan y corrigen numerosas impropiedades léxicas, a la vez que se ofrece orientación sobre el uso de neologismos y extranjerismos.
Parónimos y Homónimos
Parónimos: son palabras muy parecidas en su pronunciación y escritura pero muy diferentes en su significado. Ejemplos: efecto y afecto, coger y coser; absorber y absolver. Homónimos: la escritura es idéntica pero el significado distinto. Ejemplo: Vela para alumbrar y vela de un barco.
Gerundio
Gerundio: es una conjugación del verbo que demuestra una acción; pero no está definida ni por el tiempo, el modo, el número ni la persona. Este tipo de forma no personal del verbo expresa anterioridad o simultaneidad, nunca posterioridad. En el español, el verbo estará en gerundio cuando tiene el sufijo -ando, -iendo o -yendo y muchas veces es precedido por alguna conjugación del verbo estar. El gerundio compuesto de determinado verbo se forma con dicho verbo en participio simple, precedido por el verbo haber en gerundio. Para usarlo se necesita poner antes un verbo copulativo. Ejemplos: 1. es totalmente incorrecto y, por tanto, rechazable el uso del gerundio cuando este indica una posterioridad no inmediata respecto a la acción señalada por el verbo principal. Fui al gimnasio comiendo un bocadillo. (“Fui al gimnasio mientras comía un bocadillo.” Se admite la sustitución, por lo que el gerundio es correcto.) 2. – *Se necesita asistenta sabiendo cocinar. (Lo correcto en este caso sería “que sepa cocinar”.) 3. Tampoco es correcto el gerundio que acompaña a nombres con función de complementos indirectos o circunstanciales: *Me crucé con dos hombres propinándose puñetazos. (Lo correcto sería “que se propinaban puñetazos”.) – *He dado un euro a un pobre pidiendo limosna. (Lo correcto sería “a un pobre que pedía limosna”.)