El Romanticismo
El Romanticismo fue un movimiento social y artístico que abarcó la primera mitad del siglo XIX y se extendió por toda Europa y América. Su principal objetivo era el ejercicio del derecho a la libertad en el ámbito individual y colectivo. Los artistas prescindieron de las reglas básicas. La pasión sustituyó a la razón y las obras se volvieron muy subjetivas. Se caracterizaron por la mezcla de géneros, la combinación de prosa y verso, y las distintas estructuras métricas en un mismo poema. El tema principal fue la expresión de los sentimientos y emociones personales, destacando la lírica. Encontramos la denuncia social y la preocupación por los problemas ajenos. Otros temas fueron la naturaleza y la evocación del paisaje medieval idealizado, que inspiró obras dramáticas y narrativas. Durante el Romanticismo se revalorizó el respeto por las identidades de todos los pueblos.
El Romanticismo en España
En España apareció tardíamente debido a motivos políticos. Fernando VII reprimió duramente a los liberales, lo que originó un éxodo de escritores. Antes de que las ideas románticas hubieran arraigado lo suficiente, habían penetrado en el país por Andalucía y Cataluña. A la muerte del rey, los perseguidos regresaron y pudieron realizar su obra, pero tuvieron que enfrentarse a un Neoclasicismo residual.
Algunos autores destacados fueron:
- Poesía: Espronceda, Bécquer, Rosalía de Castro.
- Teatro: Francisco Martínez de la Rosa, Ángel de Saavedra (Duque de Rivas), Zorrilla.
- Narrativa: Mariano José de Larra, Mesonero Romanos.
La Lírica Romántica
En España se distinguen dos etapas:
- Primera etapa: Más vinculada a la actividad política. El desacuerdo con la sociedad se expresa con exaltación y grandilocuencia. Tienden a respetar las estructuras métricas (José de Espronceda).
- Segunda etapa (Romanticismo tardío): Se abandona la conciencia social y se acentúa la expresión de los temas personales. La métrica se emplea con mayor libertad (Bécquer).
Espronceda
En la vida de Espronceda, la actividad literaria y la política se unen. Predomina el género lírico. En el exilio tuvo ocasión de conocer el Romanticismo. Su estilo evolucionó hacia una expresión de apariencia que mezclaba géneros y esquemas métricos. La temática lírica gira en torno a dos puntos de interés: sus ideales románticos y su experiencia vital y amorosa.
Bécquer
Bécquer colaboró en diversas publicaciones, de las que obtuvo un medio precario de ganarse la vida. Así aparecieron diseminadas varias composiciones que hoy conocemos como Rimas y Leyendas. Las Rimas son poemas líricos, y las Leyendas, relatos fantásticos, la mayoría de inspiración medieval, escritos en prosa. Las Rimas imitan las composiciones de carácter popular, ya que es frecuente el uso del paralelismo, la correlación, el léxico sencillo y la rima asonante. Los poemas que componen las Rimas giran en torno a los siguientes temas: el deseo de expresarse a través de la poesía, el análisis de los diversos estados que atraviesan el ánimo del poeta en su vivencia amorosa, y la desolación y el pesimismo ante la vida.
La Narrativa Romántica
El objetivo más destacado era dar a conocer al público los elementos que forman parte de la identidad del país. Se siguieron dos caminos:
- Algunos narradores optaron por la evocación del pasado, dando lugar a la novela histórica y la leyenda. Las leyendas podían ser en prosa (Bécquer) o en verso (Zorrilla).
- La observación del presente fue el punto de partida para la novela de costumbres y el artículo de costumbres. Ambos narran ambientes y personajes típicos de España y están considerados precedentes del Realismo. Dentro del Costumbrismo destaca Larra, quien añadió una intención crítica.
Larra
Larra vivió en el exilio a causa de las ideas de su padre. Intentó mejorar el país con sus artículos periodísticos, su creación más singular y conocida. Cultivó también la lírica, el teatro y la novela histórica. Es un buen ejemplo del romántico liberal. Su estilo de prosa es claro y directo. Emplea con frecuencia el uso de la ironía para exponer de una manera humorística los defectos sociales. Utiliza un léxico sencillo y sus artículos son aceptados por un público muy amplio. Sus últimos artículos son amargos y pesimistas al comprobar la imposibilidad de reformar el país.
El Teatro Romántico
Se inspiraron en el teatro español del siglo XVII. Hay que destacar el empleo del verso, la sustitución de actos por jornadas y el rechazo a las tres unidades. Se prefieren los asuntos de origen medieval y los relacionados con el honor. El héroe o heroína se convierten en símbolo de la libertad. El drama romántico mezcla lo trágico y lo cómico. El constante cambio de escenarios y un gran dinamismo, un poco exagerado, han hecho que se considere poco verosímil.
Duque de Rivas
El Duque de Rivas sufrió el exilio político. Al regresar, incorpora novedades literarias: el gusto por los temas históricos, las descripciones costumbristas y las situaciones misteriosas u originadas por la fatalidad. Una de sus obras es Una antigualla de Sevilla, protagonizada por Pedro I el Cruel.
Realismo y Naturalismo
El Realismo es el movimiento artístico que predomina en la segunda mitad del siglo XIX. Su principal rasgo es la oposición a los temas subjetivos y fantásticos del Romanticismo. Sus obras construyen los pormenores de la sociedad producidos por dos grandes fenómenos: la industrialización y los avances científicos y tecnológicos. Las obras literarias se consideran naturalistas cuando se intensifica la exactitud y las tipologías humanas como consecuencia de la herencia genética o la influencia del ambiente. Los escritores de esta etapa imitan la actividad de los científicos: observan y analizan la sociedad. La objetividad total no se consigue, ya que los escritores no permanecen ajenos a la transformación económica. Se distinguen dos posturas: la conservadora, que pretende restaurar la religión, la familia y el honor, y la progresista, que denuncia las taras de la sociedad y apoya el liberalismo.