Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936):
Es el dramaturgo de mayor vigor dramático y renovador del 98. En su obra recorre un camino inverso a la de algunos de su Generación, ya que evoluciónó de una estética y postura social conservadora y modernista a otras relacionadas con las vanguardias, con el simbolismo y el expresionismo.
Rasgos de su teatro:
Afán innovador constante. Perfeccionismo verbal esteticista: riqueza expresiva. Critica constante a la burguésía conservadora.
Su obra se inicia con Cenizas.
Es la trilogía galaica:
agila de blasón, Romance de lobos y Cara de plata, la que muestra a Valle-Inclán dominador de las técnicas teatrales. En 1910 inicia el ciclo de farsa, con Farsa infantil de la cabeza del dragón, La marquesa Rosalinda y Farsa italiana de la enamorada del rey. El tono crítico se una al esteticismo.
Divinas palabras y Luces de Bohemia rompen con la estética y con la temática anteriores, en estas obras subyace un compromiso con la justicia social, también hay una denuncia de la injusticia.
Aparece el esperpento
En Divinas palabras María Gila tiene amores adúlteros con trágicas circunstancias, como la muerte de su sobrino deforme…
Federico García Lorca (Teatro):
Lorca se interesa por los rasgos específicos del teatro y por su capacidad de comunicación. Sus temas son trascendentes para el ser humano:
La frustración, el amor imposible, el choque entre realidad y deseo, o la muerte
Es común la utilización lírica de los símbolos: amor, muerte, pasión, violencia, mostrados de forma natural, ese uso acerca su obra al teatro ritual, pero le permite lecturas sociológicas: protesta ante la falta de libertad y la exaltación del mundo emocional.
Su primera obra fue el maleficio de la mariposa, con frustración desde el principio y con un lenguaje densamente lírico. El público no entendíó la aparición de personas disfrazadas de insectos.
En su segunda etapa escribíó la trilogía las farsas para guiñol. Asimila la estética del teatro más popular y sencillo, aparecerá el esperpento. Cabe destacar las tragedias, Lorca considera la tragedia fundamental para mostrar el sufrimiento ante el destino. La primera obra próxima a la tragedia es Mariana Pineda, en la que defiende la libertad política frente a la opresión y el amor sin trabas. Pero las tragedias están representadas en una trilogía:
Bodas de Sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba
. Se exalta la tragedia de la soledad, la angustia ante el destino, la exaltación del amor sin trabas…
Miguel de Unamuno (1864-1936):
Escribíó ensayos contra la superficialidad del teatro español de la época, como Le regeneración de teatro español, y varias obras: Fedra;
Soledad; El otro; El hermano Juan o el mundo del teatro
Su teatro evidencia el destino trágico del ser humano, con un final infausto. En Soledades, Agustín se debate entre la atracción de la creación literaria, artística y la acción política. Se decanta por la ultima y es perseguido y detenido. Tras su libertas busca consuelo en su mujer, Soledad, que sufre la muerte de su hijo. Agustín muere. Es una meditación sobre el fracaso existencial.
La soledad nos embarga a pesar del ansia de la uníón con el otro. El amor es la única esperanza.
Su teatro es un teatro lastrado por las dificultades de su representación y la falta de público. Unamuno se ocupo mas del mensaje filosófico y ético que por adecuarlas a los gustos.
Pedro Muñoz Seca (1881-1936):
es un autor representativo con La venganza de don Mendo, escenificada asiduamente y llevada varias veces al cine. Don mendo es encarcelado, acusado falsamente de haber robado un collar, lo que acepta para no deshonrar a su amada Magdalena, prometida con Don Pedro, privado del rey. Don Mendo se suicida en una escena cargada de humor negro. Escribe un teatro cómico más conservador, el astracán, con sentido humorístico extremo, basado en el chiste, la parodia y el juego de palabras y situaciones.
Jacinto Benavente (1866-1954):
La búsqueda de un espectador burgués y su germanofilia le alejaron del grupo. Le caracteriza su riqueza verbal, la fluidez y la inteligencia de los diálogos, la precisión en la descripción de los ambientes, y el sentido critico hacia la sociedad burguesa y aristocracia. Pero sus conflictos son débiles, sin tensión dramática y los personajes tienden a la simplificación. Tomó interés por la psicología de la mujer y por el papel de las casadas de clase media.
De sus obras destacan Señora ama, La ciudad alegre y confiada y Los intereses creados, donde Leandro, ayudado por Crispín, crean una trama de intereses que le permiten casarse con Silvia, hija del rico Polichinela. Silvia hace un canto de amor como salvador de las miserias humanas. Graciosa y contundente critica a una sociedad que se deja llevar por el interés económico.