Declaración de los Derechos del Niño (1959)
Este texto fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, constituyendo así un autor colectivo. La declaración fue publicada el 20 de noviembre de 1959 en Nueva York, sede de la institución.
Naturaleza y Alcance
Se trata de un texto de naturaleza política, dado su contenido y autoría. Sin embargo, es importante señalar que esta declaración carece de fuerza de ley vinculante, es decir, no obliga jurídicamente a los Estados miembros a cumplir sus disposiciones, aunque sí establece un fuerte compromiso moral y político.
Destinatarios
La declaración se dirige a todos los países miembros de las Naciones Unidas y, por extensión, a todos los ciudadanos del mundo, configurándose como un documento de alcance colectivo.
Análisis del Documento
El documento se estructura en tres partes principales:
1. Preámbulo
Expone los antecedentes y las motivaciones que llevaron a la redacción de la declaración, contextualizando su importancia.
2. Articulado (Principios Fundamentales)
Contiene diez principios clave que resumen los derechos proclamados:
- Igualdad: Derecho a disfrutar de todos los derechos sin distinción de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición.
- Protección Especial: Derecho a una protección especial para asegurar el desarrollo físico, mental y social en condiciones de libertad y dignidad.
- Nombre y Nacionalidad: Derecho a tener un nombre y una nacionalidad desde su nacimiento.
- Necesidades Básicas: Derecho a alimentación, vivienda y atención médica adecuadas.
- Atención Especial: Derecho a educación y cuidados especiales para niños con discapacidad física, mental o social.
- Amor y Comprensión: Derecho a crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en cualquier caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material.
- Educación y Juego: Derecho a recibir educación gratuita y obligatoria (al menos en etapas elementales) y a disfrutar de juegos y actividades recreativas.
- Prioridad en Protección: Derecho a figurar entre los primeros que reciban protección y socorro en todas las circunstancias.
- Protección contra Abusos: Derecho a ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación.
- Tolerancia y Paz: Derecho a ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal.
3. Conclusiones y Recomendaciones
En esta sección final, se explicita el destinatario del documento y se solicita su difusión y reconocimiento universal.
Antecedentes Históricos
Varios hitos precedieron a esta declaración:
- La Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño (1924), que reconoció por primera vez derechos específicos para los niños y la responsabilidad adulta hacia ellos.
- La creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tras la Segunda Guerra Mundial.
- La aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), que sentó bases generales pero reveló la necesidad de un documento específico para la infancia.
La Declaración de 1959 supuso una mejora considerable respecto a la de Ginebra y fue aprobada unánimemente por los Estados miembros de la ONU.
Importancia y Legado
Esta declaración tuvo una gran importancia en su momento al ser el primer documento internacional centrado exclusivamente en los derechos del niño. Aunque su influencia inicial fue relativa por su falta de obligatoriedad legal, sentó las bases para desarrollos posteriores.
Posteriormente, en 1989, se adoptó la Convención sobre los Derechos del Niño, un tratado internacional jurídicamente vinculante que considera a los niños y niñas como sujetos de derechos y establece obligaciones claras para los Estados parte.
Fiabilidad
A pesar de ser un texto político y no estrictamente jurídico en su origen, su contenido es altamente fiable debido a su fuente: la Asamblea General de las Naciones Unidas, una institución de máxima relevancia mundial.
El Calendario Solar Egipcio y su Origen
Contexto Histórico y Científico
Nota: La información sobre Vere Gordon Childe, aunque relevante para la prehistoria, parece contextualizar al posible autor o una figura relacionada con el estudio de sociedades antiguas, pero no se integra directamente con el análisis específico del calendario egipcio presentado a continuación.
Vere Gordon Childe (1892-1957)
Vere Gordon Childe (Sídney, 14 de abril de 1892 – Blackheath, 19 de octubre de 1957) fue un destacado arqueólogo y filólogo australiano, especializado en la prehistoria europea. Trabajó principalmente en el Reino Unido (Universidad de Edimburgo e Instituto de Arqueología de Londres). Autor de 36 libros, fue pionero en la arqueología histórico-cultural y marxista. Conocido como el «gran sintetizador», integró investigaciones regionales en un marco amplio de la prehistoria europea y de Oriente Próximo. Introdujo conceptos clave como la Revolución neolítica y la Revolución urbana, inspirados en el marxismo, para explicar el desarrollo tecnológico y económico de las sociedades.
Análisis del Desarrollo del Calendario Egipcio
El texto analizado describe cómo las antiguas sociedades agrícolas, particularmente en el valle del Nilo, desarrollaron métodos para medir el tiempo basados en fenómenos naturales cruciales para su subsistencia.
La Necesidad Agrícola
Inicialmente, los agricultores egipcios marcaban el paso del tiempo en función de las inundaciones anuales del río Nilo. La llegada de la crecida señalaba el comienzo de un nuevo ciclo agrícola. Predecir estas inundaciones era vital pero difícil para las poblaciones primitivas.
Del Calendario Lunar al Solar
Las inundaciones están directamente relacionadas con el ciclo solar (el movimiento anual de la Tierra alrededor del Sol). Aunque muchos pueblos primitivos, incluidos los egipcios inicialmente, utilizaban un calendario lunar, este no se correlacionaba directamente con las estaciones o las inundaciones anuales.
Los egipcios fueron pioneros al observar que las inundaciones ocurrían aproximadamente cada 365 días. Basándose en esta observación, determinaron la duración del año solar y desarrollaron un calendario artificial basado en este ciclo, tomando como punto de partida el inicio del período de inundación.
Poder y Conocimiento
La capacidad de predecir las inundaciones confería un poder considerable. Quienes poseían este conocimiento, generalmente los sacerdotes, eran vistos como intermediarios con fuerzas sobrenaturales y ejercían una gran influencia sobre la sociedad.
Los calendarios surgieron como respuesta a una necesidad práctica fundamental: organizar la vida agrícola en torno a las crecidas del Nilo. La observación meticulosa de los fenómenos naturales fue la clave. Este conocimiento se convirtió en una fuente de poder, demostrando la máxima de que la información y el conocimiento otorgan poder.
Juicio Crítico sobre el Texto Analizado
El autor del texto original transmite eficazmente la evolución del control del tiempo en el antiguo Egipto, destacando cómo la observación de la naturaleza (la crecida del Nilo) permitió a esta civilización desarrollar un sistema (el calendario solar) para predecir y aprovechar este fenómeno vital. Se subraya la transición de una dependencia pasiva a un dominio activo del entorno a través del conocimiento temporal.