La Generación del 14 o el Novecentismo
La llamada Generación del 14 o Novecentismo designa a un grupo de autores españoles que se sitúan cronológicamente entre la Generación del 98 (y el Modernismo) y la Generación del 27. Es decir, entre finales del XIX y principios del XX. Los términos de “Novecentismo o Generación del 14” fueron utilizados por primera vez por Eugenio D’Ors para referirse a este grupo de intelectuales y nuevos escritores frente a los de la Generación del 98.
Su objetivo principal era renovar estéticamente la literatura y el arte de la época para conseguir una estética más moderna y propia del siglo XX. Los escritores de este grupo no eran exclusivamente literatos, sino que escribieron sobre distintos aspectos del saber. Todos los escritores de esta generación tenían una sólida formación intelectual obtenida en los nuevos centros científicos españoles y en universidades extranjeras. Este grupo también compartió las siguientes características:
- apoyaron las reformas sociales y políticas que transformaran la sociedad
- sentían España como parte de Europa
- defienden los valores de la inteligencia, la disciplina de trabajo y el pensamiento
- en cuanto a la literatura, buscan el arte puro y la belleza de la obra alejándose del sentimentalismo noventayochista y la experiencia vital para buscar mayor objetividad
- adoptan características de movimientos anteriores como el Modernismo y el 98: el ritmo, la musicalidad y el tratamiento profundo de determinados temas
- usan un estilo riguroso, un lenguaje eficaz, lleno de recursos expresivos. Preocupación por la forma.
Géneros literarios. Autores y obras más significativas
En esta época se cultivaron los textos en prosa, especialmente los ensayos
- En el género ensayístico destacaron:
Eugenio D’Ors creó un ensayo propio, denominado glosa. Este escritor e intelectual escribió en castellano y en catalán.
y, muy especialmente, José Ortega y Gasset, que trató todo tipo de temas en sus ensayos y cuyas obras más destacadas fueron La España invertebrada, La rebelión de las masas y La deshumanización del arte. Fue el escritor más influyente de la generación. Buscaba “deshumanizar el arte”, es decir, quitar los sentimientos humanos del arte, de modo que primara la actividad intelectual y la emoción estética sobre la actividad sentimental y la emoción humana. Concluye que el arte debe ir dirigido a una minoría. Estas ideas recibieron el rechazo de gran parte del público, pero al mismo tiempo, muchos jóvenes artistas tomaron sus ensayos como manifiesto artístico.
- En el género novelístico, menos relevante, destacaron:
Ramón Pérez de Ayala
Innova en cuanto a las técnicas narrativas. Tuvo una importante producción novelística.
Gabriel Miró:
Escribió relatos breves, pero en lo que realmente destacó fue en sus novelas. Estas destacan por su lenguaje cuidado, por la descripción exhaustiva de los personajes y por sus momentos líricas. Una de sus mejores novelas es El obispo leproso
Ramón Gómez de la Serna (que será explicado en el tema 6, Las Vanguardias). Fue el gran impulsor del espíritu vanguardista en España. Su obra es variada y compleja, tanto en la forma como en el género. Fue un inconformista con gran tendencia a la experimentación.
Este autor inventó el género poético de la greguería: frase breve en que el autor refleja la realidad cotidiana a través de la asociación de imágenes líricas, metáforas ingeniosas y humorísticas, buscando la sorpresa del lector. La influencia de este género fue enorme, especialmente en el Ultraísmo y en la Generación del 27.
Respecto a los géneros distintos de la prosa, podríamos destacar en poesía a León Felipe y, muy especialmente, a Juan Ramón Jiménez.
Juan Ramón Jiménez nació en Moguer (Huelva) en 1881 y, de su vida, podríamos destacar algunos acontecimientos que marcaron su producción literaria. En este autor se aúnan de forma inseparable vida y poesía.
Algunos de los hitos principales en su trayectoria intelectual fueron: sus estudios en la Universidad de Sevilla; su relación con algunos escritores modernistas, con Giner de los Ríos y con otras personas afines a la “Institución libre de enseñanza” y su estancia en la “Residencia de Estudiantes” durante los años en que vivió en Madrid.
En un nivel más sentimental, la muerte de su padre le produjo fuertes trastornos psíquicos que lo llevaron a ser ingresado en varios sanatorios. La mujer de su vida fue Zenobia Camprubí, con la que viajó a Nueva York, donde se casaron en 1916. Al inicio de la Guerra Civil, la pareja viajó a EEUU, Cuba y finalmente Puerto Rico, donde el autor vivió desde 1951 hasta su muerte.
La personalidad de Juan Ramón fue muy peculiar: su hipersensibilidad le llevó a crear una obra literaria de una calidad exquisita al tiempo que se aisló de sus contemporáneos, se hizo cada vez más egocéntrico, hasta el punto de que muchos jóvenes poetas que, al principio, lo tomaron como maestro acabaron rechazándolo y considerándolo un autor encerrado en su torre de marfil.
La obra de Juan Ramón Jiménez se caracteriza por la minuciosidad del autor, ya que este siguió retocando sus obras hasta el final de sus días. Buscaba la perfección absoluta de su obra y por eso seguía modificando sus textos una y otra vez. Además, consideraba su obra como una “unidad” en la que se debían integrarse los nuevos textos con los antiguos corregidos. Esto le llevó a publicar varias antologías de sus poesías: en 1917 publicó Poesías escojidas; en 1922 Segunda antolojía poética y en 1957 Tercera Antolojía poética.
El propio poeta, en sus últimos años, estableció tres etapas en su producción:
- En su primera etapa “sensitiva”, destacan entre otras Arias Tristes, Rimas y Almas de violeta, caracterizadas por el Modernismo más brillante: tonos grises e intimistas, belleza y naturaleza, con un importante toque neorromántico. Recordemos que Juan Ramón Jiménez fue el gran impulsor del Modernismo en España. Durante su estancia en Moguer, en la primera década del XX, escribió varios libros en los que empieza a añadir elementos propios: búsqueda de lo cotidiano, lo rural, la naturaleza, la ironía… Ej. La soledad sonora.
- En su segunda etapa, “intelectual”, busca una poesía pura, despojándose de lo sensorial y alcanzando lo absoluto. Con las obras de esta etapa, Juan Ramón abre el camino hacia las innovaciones vanguardistas. De esta época cabe destacar obras como Diario de un poeta recién casado, con la que se inicia la etapa, y otras como Poesía.
- En su tercera etapa “suficiente” o “verdadera”, en el exilio, la poesía intensifica el camino del conocimiento. Es una poesía metafísica en la que se busca la libertad del “yo” respecto a los límites espacio-temporales. De esta manera, el “yo” se escapa de la muerte y alcanza la gloria, la eternidad y la armonía. Destaca La estación total, que el propio Juan Ramón incluye en la etapa anterior, pero que ha sido incluida en esta etapa por la crítica posterior debido a sus características metafísicas. También Dios deseado y deseante.
Juan Ramón escribió también numerosos textos teóricos en que explica su concepción de la poesía y varios textos en prosa, entre los que destacóPlatero y yo, de rasgos modernistas, donde busca la armonía con la naturaleza y su ansia de belleza, siempre amenazadas por la injusticia y todo marcado por una delicada ironía.uí!