Contexto y Significado de ‘San Manuel Bueno, mártir’ de Unamuno y ‘A un olmo seco’ de Machado

Localización de *San Manuel Bueno, mártir*

El fragmento que vamos a comentar forma parte de la novela de Unamuno, titulada San Manuel Bueno, mártir, escrita en 1930 y publicada en su versión definitiva en 1933, bajo el título San Manuel Bueno, mártir y tres historias más.

Miguel de Unamuno fue un escritor perteneciente a la generación modernista y presenta los rasgos específicos del grupo del 98. Si entendemos el Modernismo como una amplia corriente ideológica que afecta a las letras españolas y europeas y que refleja la crisis de valores con la que finaliza el siglo XIX y comienza el siglo XX, hemos de incluir dentro de ella al 98, un grupo español de intelectuales que a los problemas generales (crisis religiosa, preocupación por la existencia, el tiempo…) añade otros propios de nuestro país, como la crisis producida por la pérdida de nuestras colonias. Esto lleva a una preocupación por España, que se manifiesta en la atención prestada a su paisaje, su sociedad y su historia. Sienten además una gran preocupación por la cuestión religiosa, esto es, la mayoría de estos escritores no son creyentes en el sentido ortodoxo, aunque se advierte en sus obras una honda preocupación por el sentido de la vida, el destino del hombre tras la muerte y una nostalgia evidente por la fe de la gente sencilla.

En este grupo, además de Unamuno, considerado como el guía espiritual del grupo, incluimos a Azorín, Maeztu, Baroja, Machado y Valle-Inclán.

En Unamuno se juntan diferentes facetas: fue novelista, poeta, dramaturgo y ensayista, además de filósofo y una importante figura en el orden social, político y cultural de la España del momento. Como novelista ha suscitado diferentes opiniones en los críticos, la mayoría de los cuales censuran su esquematismo y su sequedad; para otros, en cambio, sus novelas suponen la culminación de su obra. Al margen de ello, hemos de subrayar que sus peculiaridades coinciden con tendencias innovadoras propias de la novela contemporánea.

Entre sus títulos más destacados están: Niebla, Abel Sánchez, La tía Tula, o la novela que nos ocupa, San Manuel Bueno, mártir.

Argumento de *San Manuel Bueno, mártir*

San Manuel Bueno, mártir es la historia de un cura rural que ha perdido la fe, pero continúa ejerciendo su ministerio, pues considera que debe mantener viva la fe de su congregación. La historia es contada por Ángela Carballino, una amiga y feligresa de Don Manuel, que escribe desde el recuerdo de sus propias vivencias junto al sacerdote y de la rememoración de las conversaciones mantenidas entre su hermano Lázaro y Don Manuel, que ella ni siquiera escuchó.

El fragmento se sitúa casi al final de la novela. A estas alturas de la narración, Ángela ya conoce el secreto de Don Manuel -su falta de fe-, de ahí el dramatismo especial que envuelven estas líneas. A partir de aquí se genera el desenlace de la historia con la muerte del sacerdote y la de Lázaro y con unas palabras del autor, Unamuno, a modo de epílogo, que cierra el texto.

Localización de «A un olmo seco»

El poema, titulado «A un olmo seco», pertenece a *Campos de Castilla*, de Antonio Machado. Machado pertenece a la Generación Modernista y, dentro de esta, al Grupo del 98. Entendemos por Modernismo un movimiento ideológico que afecta a las letras europeas y españolas y que es reflejo de la crisis de valores que sacude a la sociedad desde finales del XIX hasta los comienzos del XX. A las preocupaciones generales de esta generación (existencialismo, problemas religiosos, crisis de la conciencia burguesa), el Grupo del 98 añade los problemas específicos de España, en este tiempo impactada por la pérdida de nuestras últimas colonias.

Nuestros intelectuales vuelven su mirada hacia nuestro país, que se convierte en tema principal de sus creaciones, ya sea mirándolo como problema o recreándose en su contemplación a través de su paisaje, sobre todo, el paisaje castellano. Los principales representantes de este grupo son Unamuno, Baroja, Azorín y Maeztu, a los que más tarde se unirían Valle-Inclán y Antonio Machado. Se considera que es a través de esta obra, *Campos de Castilla*, que Machado entra de lleno en el espíritu del 98.

Obras de Antonio Machado

Pero no es esta la única obra de Machado. Cuando el poeta escribe *Campos de Castilla*, ya antes había publicado *Soledades* (1902) y *Soledades, Galerías y otros poemas* (1907). El escritor partía de un modernismo simbolista e intimista que irá poco a poco depurando hasta desaparecer en la obra que nos ocupa, a la vez que su postura poética va evolucionando del «yo» a «el otro», considerado en su otredad.

Después de *Campos de Castilla*, escribirá *Nuevas Canciones* (1924) y diferentes ediciones de *Poesías Completas*, obras en las que continúa la evolución del poeta y en las que vemos cómo su poesía se adelgaza y se hace más filosófica y reflexiva.

Ediciones de *Campos de Castilla*

Campos de Castilla conoció dos ediciones: la primera, de 1912; y la segunda, de 1917. Probablemente, este poema pertenezca a la primera edición, cuando aún estaba viva Leonor, su mujer, pues en los últimos versos late un sentimiento de esperanza que podría referirse a la recuperación de la misma de la enfermedad que finalmente la llevaría a la muerte.

Temas en la obra de Machado

Otros temas del libro son: Castilla, España, el recuerdo de Leonor, ya muerta; Andalucía, tras su traslado a Baeza; su concepción de la vida, sus conflictos íntimos, Dios, el hombre… abordados sobre todo en *Proverbios y cantares*.

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