Niebla, novela del noventayochista Miguel de Unamuno. Aunque escrita en 1907, no fue publicada hasta 1914. Esta “nivola”, como el mismo Unamuno la denominaba se enmarca en la metaficción, dando paso a un constante estilo reflexivo e introspectivo en el que la acción pasa a segundo plano. El contexto en el que se instala es finales del Siglo XIX con el Desastre del 98. Unamuno centra su obra en la línea temática de la trascendencia del hombre. La preocupación acerca del ser está presente durante la conversación entre el protagonista
Augusto Pérez y el propio Don Miguel de Unamuno, que además de presentarse como autor omnisciente, interviene en la trama revelándole a Augusto su condición como mero “ente de ficción”. El libre albedrío se presenta como algo dudoso, nebuloso. De la misma manera que el sino de Don Augusto se reduce a la voluntad de su creador, Unamuno. La obra insinúa nuestra misma condición como entes de ficción en el sueño de Dios. El tema de España apenas aparece en la obra, pero sí cabe destacar una de las intervenciones de Unamuno: “[…] ¡Pues sí, soy español, […], y el cielo en que quiero creer es una España celestial y eterna…”; en esta se deja entrever su anhelo de una España mejor. En cuanto al estilo, la obra responde a las carácterísticas expuestas por Víctor Goti, presentado como prologuista, amigo de Augusto e inventor del término “nivola”, con un argumento lineal, sin definir demasiado (“El argumento se hace él solo”). También destaca la importancia del diálogo, introduciendo incluso la figura de Orfeo, el perro de Augusto, con el que entabla conversaciones Con esta obra el autor no solo busca una reflexión en el lector sobre la trascendencia humana y el ser, sino plasmar la rebelión contra el encorsetamiento que en esa época el género narrativo sufría. Obras como esta, en las que el autor recurre constantemente al pensamiento filosófico, son por las que los noventayochistas son considerados pensadores puros además de literatos sobresalientes.
Obra publicada en Burgos por Camilo José Cela, autor perteneciente a la novela de los años 40 junto a Carmen Laforet o Miguel Delibes. Recibíó el Nobel de Literatura en 1989 entre otros premios importantes. El contexto de la obra es de posguerra, bajo la dictadura de Franco. Este periodo se caracterizó por el aislamiento y la represión. Los personajes viven en un ambiente de marginación, dolor e incultura. Pascual Duarte es el protagonista, un hombre que solo conoce la violencia como modo de solucionar problemas. La novela narra la confesión del protagonista que finaliza en 1922 cuando mata a su madre antes de ser ejecutado por el asesinato del Conde de Torremejía. Asesinó a más personas y animales. Se caracteriza por si violencia. En la obra aparecen más personajes: Rosario (su hermana), su padre (Esteban), su hermano (Mario), Rafael y el Estirao. La cronología de la obra es lineal es cuanto a su estructura interna, introduciendo hechos y finalizando con el desenlace. Se divide en 19 capítulos. El tiempo externo es la vida misma del protagonista; el tiempo interno se divide en narración de la familia del protagonista, su niñez y el momento en que escribe sus memorias. El espacio es amplio, combinando lugares como la casa familiar, la cárcel o el campo extremeño, así como Madrid y A Coruña (lugares donde huye). Las descripciones son consisas. Por último, señalar la influencia de El Lazarillo de Tormes en el ámbito estructural y técnico y en el punto de vista, así como de la novela picaresca, como El Buscón, y los romances. Esta novela de Camilo José Cela junto con la novela Nada de Carmen Laforet suponen la ruptura con la literatura oficial (novelas triunfalistas o de evasión) y dan testimonio de una existencia desoladora y conflictiva.
Torcuato Luca de Tena Brunet, (Madrid, 9 de Junio de 1923 – 1 de Junio de 1999), marqués de Luca de Tena, nacíó en el seno de una conocida familia de periodistas monárquicos. Su abuelo fue el fundador de la revista Blanco y Negro (1891) y de ABC (1903) y el llegaría a ser corresponsal de guerra durante la 2ª Guerra Mundial en Londres. Llegó a participar en política durante la dictadura de Franco, pero se mantuvo algo escéptico al régimen y dedicaba todos su apoyos a Don Juan de Borbón. Fue un prolífico dramaturgo y diplomático y pertenecíó a la Real Academia Española entre 1946 y 1974. Pasó unos años en Chile y durante su estancia en el país sudamericano cursó tres años de Derecho al tiempo que publicaba su primer libro de versos, Albor, con apenas dieciocho años. Sus primeros éxitos fueron Los hijos de la lluvia o La brújula loca, pero sus mayores logros los cosechó con sus dos grandes novelas: Edad prohibida (1958), sobre la adolescencia, y Los renglones torcidos de Dios (1979), sobre la locura.
“Los renglones torcidos de Dios” se narra la aventura vivida por la enigmática y seductora Alice Gould, una detective privada de origen británico que decide internarse voluntariamente en un hospital psiquiátrico cercano a Zamora. Ahí convivirá entre todo tipo de enfermos mentales para resolver un asesinato. No obstante, pronto se ve envuelta en una trama de engaños, odios y estafas, en la cual se confundirá la realidad con la locura. A este personaje se le suma estrafalarios pacientes como Rómulo y Remo, Ignacio Urquieta o la “Niña oscilante”; y profesionales como César Arellano o la doctora Bernardos y Montserrat Castell. Los renglones torcidos de Dios se trata de una obra en la que prima el desarrollo de una trama vertiginosa y complicada, la construcción de personajes profundos y complejos. La idea principal en torno a la que gira toda la novela es la locura, analizada minuciosamente y encarnada en personajes inspirados en la realidad. Esto es debido a que el autor decidíó internarse voluntariamente en un psiquiátrico para inspirarse en la elaboración del libro, ya que, tal y como afirmaba, sentía gran admiración por los médicos y enfermeros dedicados a la psiquiatría. La novela es, en definitiva, tanto una obra de acción vertiginosa, como un gran análisis de todo tipo de locuras y enfermos mentales: los propios “renglones torcidos de Dios”, que trata con crudeza un aspecto de la humanidad que nos esforzamos por esconder. La locura es el tema principal del escrito y es llevada con extrema delicadeza para intentar alterar la percepción de lo hasta entonces leído.