Las Vanguardias Históricas: Ruptura y Experimentación
Las vanguardias históricas fueron un conjunto de movimientos artísticos y literarios surgidos en Europa y América en las primeras décadas del siglo XX, impulsados por el descontento con la sociedad y la cultura establecidas. Rechazaban el arte tradicional, promovían la experimentación radical y difundían sus ideas a través de manifiestos publicados en revistas especializadas.
Vanguardias en Europa
- Futurismo (Marinetti, Maiakovski): Exaltaba la violencia, el progreso tecnológico y la modernidad (máquinas, fábricas, velocidad).
- Dadaísmo (Tzara, Ball): Atacaba la cultura burguesa mediante la provocación, el escándalo y el absurdo (collage, ready-made).
- Surrealismo (Breton): Influido por las teorías de Freud, exploraba el inconsciente y el mundo de los sueños a través de técnicas como la escritura automática.
Vanguardias en Latinoamérica
La vanguardia en Latinoamérica comienza tempranamente, hacia 1914, con el creacionismo de Vicente Huidobro, que proponía la creación de una nueva realidad autónoma a través de la poesía (Altazor). Otros movimientos relevantes incluyen:
- Estridentismo en México (Maples Arce).
- Poesía negrista en Cuba (Nicolás Guillén).
La Vanguardia en España
En España, el ultraísmo (Guillermo de Torre, Borges en su etapa española) intentó sintetizar varias vanguardias europeas en una poesía experimental, centrada en la metáfora y visualmente innovadora.
Ramón Gómez de la Serna fue una figura clave en la difusión de las vanguardias a través de la revista Prometeo y, especialmente, con sus greguerías: breves enunciados ingeniosos que ofrecen una mirada sorprendente y humorística sobre la realidad cotidiana. También jugaron un papel crucial revistas como Revista de Occidente y Ultra.
La Generación del 27: Tradición y Vanguardia
La Generación del 27 fue un brillante grupo de escritores españoles, principalmente poetas, que compartieron formación intelectual, lazos de amistad y una visión renovadora de la literatura. Se inspiraron tanto en la rica tradición literaria española (Góngora, Lope de Vega, Bécquer, Juan Ramón Jiménez) como en las corrientes de vanguardia.
Miembros Destacados
Entre sus figuras más importantes se encuentran:
- Pedro Salinas
- Jorge Guillén
- Gerardo Diego
- Federico García Lorca
- Rafael Alberti
- Luis Cernuda
- Vicente Aleixandre
- Dámaso Alonso
- Emilio Prados
- Manuel Altolaguirre
También se ha reivindicado en las últimas décadas la presencia y aportación de mujeres vinculadas al grupo, conocidas como Las Sinsombrero, entre las que destacan Concha Méndez, Ernestina de Champourcín, Josefina de la Torre y la pintora Maruja Mallo.
Evolución Poética
El grupo se consolidó simbólicamente en 1927 con un homenaje a Luis de Góngora en Sevilla, en el tricentenario de su muerte. Su poesía se caracteriza por una síntesis única entre tradición y renovación estética.
- Primera etapa (hasta 1929 aprox.): Se mezclan influencias de la poesía pura (depuración del lenguaje, búsqueda de la esencia poética) y el neopopularismo (recuperación de formas y temas tradicionales, como el cancionero o el romancero), con temas recurrentes como la infancia, el amor y el folclore.
- Segunda etapa (desde 1929): Se caracteriza por la influencia del surrealismo, lo que lleva a una rehumanización de la poesía y una exploración más profunda de lo irracional, el inconsciente y la angustia existencial. Obras clave de esta etapa son Sobre los ángeles de Alberti y Poeta en Nueva York de Lorca.
- Tercera etapa (tras la Guerra Civil): La guerra civil española (1936-1939) dispersó trágicamente a la generación: Lorca fue asesinado, otros como Salinas, Guillén, Cernuda y Alberti partieron al exilio, y otros permanecieron en España (Aleixandre, Alonso, Diego). La poesía de esta etapa, tanto en el exilio como en el interior, se vuelve más existencial, reflexiva y melancólica, marcada por la experiencia de la guerra y la pérdida.
El Teatro de la Generación del 27
En el ámbito teatral, Federico García Lorca fue la figura más destacada. Su obra combina elementos de vanguardia con un profundo compromiso social y una raíz popular. Su famosa trilogía de dramas rurales (Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba) denuncia la opresión, especialmente la de la mujer, en la sociedad tradicional española.
En conclusión, la Generación del 27 marcó un hito fundamental en la literatura española del siglo XX, constituyendo una nueva Edad de Plata por su excepcional calidad, su capacidad para fusionar tradición y modernidad, y su notable diversidad estilística e ideológica.
La Narrativa Española de Posguerra (Años 40-60)
Tras la Guerra Civil Española (1936-1939) y durante la larga dictadura de Franco, la censura y la falta de libertades condicionaron profundamente la narrativa española. El panorama literario se vio empobrecido por la muerte o el exilio de muchos autores.
Años 40: Existencialismo y Tremendismo
En los años 40, junto a novelas de evasión y de propaganda afines al régimen, surgieron dos tendencias más relevantes desde el punto de vista literario:
- Novela existencial: Reflejaba la angustia, la frustración y la desesperanza de la posguerra, a menudo a través de personajes desarraigados y ambientes sombríos. La obra cumbre es Nada (1944) de Carmen Laforet.
- Novela tremendista: Caracterizada por la presentación de personajes marginales, ambientes sórdidos y una visión determinista y brutal de la existencia, con escenas de violencia explícita. El punto de partida es La familia de Pascual Duarte (1942) de Camilo José Cela.
Años 50: Realismo Social
En la década de los 50, se desarrolló el realismo social o realismo crítico. Los novelistas adoptaron una postura de denuncia y ofrecieron una mirada crítica sobre la sociedad española de la época, centrándose en la mediocridad, la precariedad y la falta de libertades.
Características principales:
- Estilo objetivista y sobrio, buscando un reflejo fiel de la realidad.
- Protagonista colectivo, representando a diferentes estratos sociales.
- Temas: la vida urbana, el mundo laboral, la rutina, la injusticia social.
- Obras representativas: La colmena (1951) de Camilo José Cela, El Jarama (1955) de Rafael Sánchez Ferlosio, Central eléctrica (1958) de Jesús López Pacheco.
Años 60: Renovación y Novela Experimental
A partir de los años 60, se produjo una renovación formal de la novela, influida por autores europeos (Joyce, Proust, Kafka) y el «boom» latinoamericano. Se abandonó el objetivismo anterior para buscar una representación más compleja de la realidad, explorando la conciencia del sujeto.
Se emplearon técnicas innovadoras como:
- Monólogo interior
- Perspectivismo (múltiples puntos de vista)
- Desorden cronológico (saltos temporales)
- Incorporación de elementos simbólicos o irracionales
Obras clave de esta renovación son Tiempo de silencio (1962) de Luis Martín Santos y Cinco horas con Mario (1966) de Miguel Delibes.
La Novela del Exilio
Paralelamente, los escritores que tuvieron que abandonar España tras la guerra desarrollaron una importante obra narrativa desde el exilio. Sus novelas abordaron temas como la nostalgia de la patria perdida, la memoria histórica, la experiencia de la Guerra Civil y una visión crítica de España, a menudo desde una perspectiva autobiográfica.
Autores y obras destacadas:
- Ramón J. Sender (Réquiem por un campesino español, 1953)
- Arturo Barea (la trilogía La forja de un rebelde, 1941-1946)
- Max Aub (el ciclo narrativo El laberinto mágico, 1943-1968)
- Francisco Ayala
- Rosa Chacel
Poesía y Teatro en la España de Posguerra y hasta la Actualidad
Tras la Guerra Civil, la cultura española quedó profundamente marcada por la tragedia. La muerte de figuras como Lorca o Miguel Hernández y el exilio de muchos otros fragmentaron el panorama literario. La poesía y el teatro reflejaron esta crisis y evolucionaron a través de distintas tendencias a lo largo de las décadas.
Evolución de la Poesía Española (1940s – Siglo XXI)
- Años 40: Marcados por la figura de Miguel Hernández (muerto en prisión en 1942). Se establece una distinción, quizás algo simplista pero útil, entre:
- Poesía arraigada: De tono clasicista y sereno, centrada en temas tradicionales como Dios, el amor, la familia o la belleza formal. Autores: Luis Rosales, Leopoldo Panero. Vinculada a la revista Garcilaso.
- Poesía desarraigada: Expresión del dolor existencial, la angustia y la injusticia provocadas por la guerra y la posguerra. Tono trágico y lenguaje directo. Autores: Dámaso Alonso (Hijos de la ira, 1944), Vicente Aleixandre (Sombra del paraíso, 1944). Vinculada a la revista Espadaña.
- Años 50: Poesía social: Con un claro compromiso ético y político, busca denunciar la realidad social y llegar a la «inmensa mayoría». Tono directo y lenguaje claro. Autores: Gabriel Celaya, Blas de Otero.
- Años 60: Poesía de la experiencia (o Generación del 50): Reacciona contra el exceso de compromiso de la poesía social, volviendo a un enfoque más personal e intimista. Explora la experiencia cotidiana, el paso del tiempo, el amor y la amistad con un lenguaje coloquial y a menudo irónico. Autores: Ángel González, Jaime Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo, Claudio Rodríguez.
- Años 70: Los Novísimos: Antologados por José María Castellet en Nueve novísimos poetas españoles (1970), rompen con la generación anterior. Incorporan influencias de la cultura de masas (cine, cómic, música pop, jazz), el exotismo y un acusado experimentalismo formal (culturalismo, esteticismo). Autores: Pere Gimferrer, Leopoldo María Panero, Guillermo Carnero, Ana María Moix.
- Años 80: Se produce una vuelta hacia lo cotidiano y la expresión de la sentimentalidad, en parte como reacción al culturalismo novísimo. Destaca el grupo La otra sentimentalidad (Luis García Montero, Javier Egea) y la llamada poesía de la diferencia (Blanca Andreu). En paralelo, se desarrolla la poesía del silencio, más reflexiva y metafísica, que busca la esencia del lenguaje poético (José Ángel Valente, Antonio Gamoneda).
- Siglo XXI: Predomina la pluralidad de tendencias y estilos. Algunos poetas exploran la relación entre poesía y pensamiento, incorporando influencias científicas y filosóficas (Agustín Fernández Mallo, Berta García Faet), mientras otros continúan líneas anteriores o desarrollan voces muy personales.
Evolución del Teatro Español (1940s – Siglo XXI)
- Posguerra (Años 40): Predominan el drama burgués de evasión (Joaquín Calvo Sotelo, José María Pemán) y el teatro de humor, a menudo cercano al absurdo y la inverosimilitud (Enrique Jardiel Poncela, Miguel Mihura).
- Años 50: Surge un teatro más crítico y testimonial. Destacan:
- El realismo crítico de Antonio Buero Vallejo (Historia de una escalera, 1949), que utiliza el simbolismo para sortear la censura y reflexionar sobre la condición humana y la sociedad española.
- El teatro del absurdo de Miguel Mihura (Tres sombreros de copa, escrita en 1932 pero estrenada en 1952).
- Un teatro de denuncia política más explícita, como el de Alfonso Sastre (Escuadra hacia la muerte, 1953).
- Años 60: Aparecen autores renovadores que experimentan con el lenguaje escénico y rompen con el realismo (Francisco Nieva, Fernando Arrabal con su «teatro pánico»). Surgen también grupos de teatro independiente (Els Joglars, Tábano, Los Goliardos) que buscan nuevas formas de creación y relación con el público, a menudo al margen de los circuitos comerciales y enfrentándose a la censura.
- Transición y Democracia (desde 1978): El fin de la dictadura revitaliza la escena teatral con apoyo institucional y la recuperación de autores prohibidos. Sin embargo, la crisis económica de 2008 impulsa formatos como el microteatro y el auge de espacios alternativos.
- Años 90 y 2000: Se consolidan dramaturgos como Juan Mayorga. Continúa la experimentación teatral con figuras como Rodrigo García y Angélica Liddell.
- Actualidad: El teatro actual es muy diverso, combinando adaptaciones de clásicos, musicales de gran formato, teatro comercial, propuestas de autores contemporáneos y montajes experimentales en salas alternativas.
La Narrativa Española desde la Democracia hasta Hoy
Con la llegada de la democracia a España (primeras elecciones en 1977) y el fin de la censura franquista, la narrativa española experimenta cambios significativos y entra en una nueva etapa de libertad creativa y pluralidad de tendencias.
Transición y Años 80: Entre la Experimentación y el Realismo
Aunque en los primeros años de la democracia persiste cierta inercia de la novela experimental de los 60, pronto predomina una recuperación del placer de contar historias, un retorno al realismo y a modelos narrativos más tradicionales, inspirados en la novela del siglo XIX, con tramas lineales y un lenguaje más accesible. Una obra clave que marca este cambio es La verdad sobre el caso Savolta (1975) de Eduardo Mendoza.
Sin embargo, también continúan publicándose novelas de gran complejidad formal y experimental, como Larva (1983) de Julián Ríos o la pentalogía Antagonía (1973-1981) de Luis Goytisolo.
Autores ya consagrados en décadas anteriores continúan su producción, a veces simplificando sus propuestas (Juan Marsé, Juan Benet), mientras que otros como Miguel Delibes (Los santos inocentes, 1981) y Camilo José Cela (Mazurca para dos muertos, 1983, Premio Nobel 1989) mantienen su estilo característico. Carmen Martín Gaite se centra en el ensayo durante un tiempo antes de regresar a la narrativa en los 90. Gonzalo Torrente Ballester, tras décadas de escritura, obtiene un gran reconocimiento público en los 80 con obras como La saga/fuga de J. B. (1972) y Filomeno, a mi pesar (1988).
Años 90: Éxitos Comerciales y Nuevas Voces
En los años 90, el Premio Planeta y otros galardones comerciales impulsan las carreras de escritores como Antonio Gala, Antonio Muñoz Molina y Juan Manuel de Prada, aunque con obras de calidad literaria a menudo discutida.
Paralelamente, surge un grupo de narradores a veces etiquetados como Generación X o «nuevo realismo», con novelas de tono provocador, lenguaje directo y ambientación urbana y juvenil (Historias del Kronen de José Ángel Mañas, Lo peor de todo de Ray Loriga).
También aparecen en esta década narradores de gran riqueza intelectual y estilística como Álvaro Pombo, Belén Gopegui y Luis Magrinyà.
Consolidación de Autores Contemporáneos y Tendencias Actuales
En las últimas décadas del siglo XX y las primeras del XXI se consolidan autores que hoy son figuras clave de la literatura contemporánea española:
- Antonio Muñoz Molina (El invierno en Lisboa, Plenilunio, Sefarad)
- Almudena Grandes (Las edades de Lulú, El corazón helado, Episodios de una guerra interminable)
- Rafael Chirbes (Crematorio, En la orilla)
- Luis Landero (Juegos de la edad tardía, Lluvia fina)
- Juan José Millás (El desorden de tu nombre, La soledad era esto)
- Rosa Montero (Te trataré como a una reina, La ridícula idea de no volver a verte)
Sin embargo, el autor español de mayor prestigio internacional en este periodo es probablemente Javier Marías, creador de un universo narrativo propio, con una prosa densa, digresiva y reflexiva (Corazón tan blanco, Mañana en la batalla piensa en mí, Berta Isla).
En años más recientes, escritores como Javier Cercas (Soldados de Salamina) y Fernando Aramburu (Patria) han logrado una enorme repercusión con novelas que abordan la memoria histórica y el pasado reciente de España.
Junto al predominio del realismo en diversas variantes, destacan otras tendencias en la narrativa actual:
- La novela policiaca y negra (Manuel Vázquez Montalbán, Alicia Giménez Bartlett, Lorenzo Silva, Dolores Redondo).
- La autobiografía y la autoficción (Francisco Umbral, Enrique Vila-Matas, Marcos Giralt Torrente, Manuel Vilas).
- La exploración de la fragmentación narrativa y la hibridación de géneros (Agustín Fernández Mallo).
- La revalorización del relato breve (Bernardo Atxaga, Manuel Rivas, José María Merino, Eloy Tizón).
En los últimos años han surgido voces femeninas muy innovadoras y aclamadas por la crítica, como Cristina Morales (Lectura fácil, 2018) y Andrea Abreu (Panza de burro, 2020).