Carmen Martín Gaite (1925-2000) es autora de una amplia obra narrativa, de extraordinaria calidad, iniciada en 1954 con El balneario (Premio Café Gijón de relatos) y continuada con las novelas Entre visillos, Ritmo lento, Retahílas, Fragmentos de interior y El cuarto de atrás.
En Anagrama publicó sus últimas novelas, Nubosidad variable, La Reina de las Nieves, Lo raro es vivir, Irse de casa y Los parentescos, así como Cuentos completos y un monólogo y los libros de ensayo e investigación histórica Usos amorosos de la postguerra española (Premio Anagrama de Ensayo), Usos amorosos del dieciocho en España, El proceso de Macanaz, El cuento de nunca acabar, Agua pasada, La búsqueda de interlocutor y Pido la palabra, y la obra teatral La hermana pequeña. Ha obtenido, entre otros premios, el Nadal, el Nacional de Literatura, el Anagrama de Ensayo, el Príncipe de Asturias de las Letras y el Castilla y León de las Letras. En 1994 fue galardonada con el Premio Nacional de las Letras.
En Anagrama publicó sus últimas novelas, Nubosidad variable, La Reina de las Nieves, Lo raro es vivir, Irse de casa y Los parentescos, así como Cuentos completos y un monólogo y los libros de ensayo e investigación histórica Usos amorosos de la postguerra española (Premio Anagrama de Ensayo), Usos amorosos del dieciocho en España, El proceso de Macanaz, El cuento de nunca acabar, Agua pasada, La búsqueda de interlocutor y Pido la palabra, y la obra teatral La hermana pequeña. Ha obtenido, entre otros premios, el Nadal, el Nacional de Literatura, el Anagrama de Ensayo, el Príncipe de Asturias de las Letras y el Castilla y León de las Letras. En 1994 fue galardonada con el Premio Nacional de las Letras.
Aspectos concretos que relacionan la vida de la autora y la de la C., la protagonista de El cuarto de atrás:
-La autora, como C., también nacíó en Salamanca y pasó allí su infancia y adolescencia, mudándose luego a Madrid.Pertenecíó también a una familia burguesa culta y acomodada. Su madre era de origen gallego y pasaban los veranos en la casa familiar gallega, en una aldea de Orense. Su tío, Joaquín Gaite Veloso, era catedrático de Geografía, director del Intituto de Segunda Enseñanza de Ciudad Rodrigo y presidente de la Agrupación socialista de esta ciudad. Fue alumno y amigo de Unamuno y fue fusilado en Agosto de 1936. Unamuno escribíó una carta a Franco pidiendo clemencia, pero no fue escuchada. Su familia tuvo siempre miedo a posibles represalias por no aprobar el franquismo y aisló completamente durante la guerra y parte de la posguerra..
-Su mejor amiga se llamaba Sofía Bermejo (isla de Bergai = Bermejo +Gaite). Bermejo ya había muerto (fallecíó en 1968) cuando Carmen Martín Gaite escribe El cuarto de atrás.
-Una copia del grabado “Conversación de Lutero con el diablo” estaba en el dormitorio del piso de Martín Gaite que se retrata en la novela.
También había un problema en el piso con las cucarachas.
También había un problema en el piso con las cucarachas.
-La cesta perteciente a la “abuela Rosario” hace referencia a Rosario Mazas, abuela de Sánchez Ferlosio, a la que también le gustaba escribir.
La autora leyó el libro Introducción a la literatura fantástica de Todorov y le fascinó. Conocíó al autor en unas conferencias, y lo menciónó en sus diarios y cartas como “el hombre del sombrero negro”.
-Carmen recibíó, junto a su hermana y durante la República, una educación liberal y abierta en un colegio mixto. Su hermana pudo cursar bachillerato en un centro similar, pero Carmen tuvo que matricularse, tras la Guerra Civil, en el Instituto Femenino de Segunda Enseñanza, al quedar abolido por ley todo sistema coeducativo. Martín Gaite retrata el asfixiante mundo de este centro en muchas obras, especialmente en Entre visillos. Sin embargo, agradecíó haber tenido allí a dos excelentes profesores, Rafael Lapesa y Salvador Fernández Ramírez. También tuvo que realizar el “Servicio Social”, a cargo de la Sección Femenina de Falange, obligatorio y de seis meses de duración, poco a poco utilizando las vacaciones de verano mientras realizaba sus estudios universitarios de Filosofía y Letras. Era obligatorio para todas las mujeres entre 17 y 35 años solteras o viudas sin hijos “que quieran tomar parte en oposiciones o concursos, desempeñar destinos y empleos retribuidos en entidades oficiales o empresas que funcionen bajo la intervención del estado”. También era necesario para obtener pasaportes, licencias de conducción, caza, pesca y para poder pertenecer a centros o asociaciones culturales, de recreo, artísticas, deportivas, etc. Sobre este Servicio Social dijo Martín Gaite: “constituía un trago que únicamente el buen humor y los pocos años podían hacer más llevadero. Duraba seis meses a seis horas diarias, o sea que, descontando los domingos y fiestas de guardar, era una media de quinientas horas las que tenía que emplear la soltera o viuda sin hijos menor de treintaicinco para doctorarse como “mujer muy mujer”, antes de aspirar a otros doctorados o expansiones propias de los hombres”.
-La autora estuvo casada con otro gran autor de la generación de los 50: Rafael Sánchez Ferlosio, creador de El Jarama. Tuvieron dos hijos: el primero murió a los pocos meses de edad por meningitis y la segunda, Marta Sánchez Martín, vivíó con su madre cuando finalmente Sánchez Ferlosio y Martín Gaite se separaron. Esta última hija fue traductora, adoraba la literatura de misterio y especialmente los libros de Dashiel Hammet (como El hombre delgado, mencionado en la novela). Inmersa en la Movida madrileña, Marta Sánchez (apodada en su familia “La Torcí”) murió con tan solo 26 años de edad, en 1985, de sida, al contraerlo a partir de una jeringuilla, pues era adicta a la heroína. Esta tragedia afectó enormemente tanto a Martín Gaite como a Sánchez Ferlosio.
– Sánchez Ferlosio ganó el Premio Nadal con El Jarama. Cuando todavía estaban casados, Martín Gaite escribíó a escondidas de su marido Entre visillos, con la intención de presentarlo al mismo premio, que ganó al año siguiente.
– Martín Gaite no atravesaba crisis literaria alguna cuando escribíó El cuarto de atrás: estaba en proceso de redacción de varias novelas y trabajaba como traductora, guionista de televisión, periodista (crítica literaria), si bien se había centrado más en sus proyectos de no ficción (ensayos históricos), como le reprocha en el libro el “hombre de negro”.
-Martín Gaite recopilaba fragmentos de noticias, letras de canciones populares, anotaba ideas diseminadas en cuadernos y le encantaba crear collages como portadas o base para sus futuras novelas. Todo este proceso de creación propio de la autora se observa en El cuarto de atrás.
-La autora siempre afirmó que, cuando se separó de Ferlosio, decidíó dedicarse a “habitar la soledad”. No volvíó a casarse.