La Renovación Teatral de posguerra: Géneros y modalidades
Rasgos y carácterísticas del teatro posterior a la Guerra Civil
El teatro predominante en España tras la Guerra Civil buscó el entretenimiento de las clases medias de carácterísticas urbanas. Destacan Jacinto Benavente y Enrique Jardiel Poncela.El periodo más inmediato a la Guerra Civil estará limitado por la desaparición de los autores más innovadores de la época anterior, y por la censura civil y eclesiástica, lo que frenará las nuevas corrientes de autores como Bertolt Brecht, Eugène Ionesco y Samuel Beckett.La penuria obligará a empresarios y compañías teatrales a centrarse en obras que respondan a las expectativas del gran público pero sin arriesgar mucho en modificar sus gustos. Se escribirán obras que inciden en los tópicos del Régimen, exaltando los valores espirituales de la nacíón, del heroísmo patriótico y del catolicismo del Estado.Estas obras defienden la honradez, el trabajo, la fidelidad y el amor conyugal, y critican las costumbres de la clase media desde el moralismo y sentimentalismo.Juan Ignacio Luca de Tena (¿Dónde vas, Alfonso XII?
) y José María Pemán (La casa, Callados como muertos)
Por el contrario, las obras teatrales costumbristas giran en torno a las desavenencias amorosas, las infidelidades y los problemas económicos. Los protagonistas, generalmente de la clase alta, plantean cuestiones éticas que suelen solucionarse por medio del código del honor privativo en estas clases sociales elevadas.Joaquín Calvo Sotelo (Una muchachita en Valladolid)
Y José López Rubio (Celos del aire)
.También se escribieron obras con elementos argumentales inverosímiles y absurdos para crear un mundo grotesco que disimulase la realidad social y política de la época. Este teatro del absurdo se integraba de piezas y diálogos correctamente construidos, lenguaje cuidado, y estudiadísima gradación del interés y de las reacciones del público que querían obtenerse.Edgar Neville (El baile)
, Enrique Jardiel Poncela (Eloísa está debajo de un almendro, Tres corazones sin frenos y marcha atrás)
Y Miguel Mihura (Tres sombreros de copa, Ninette y un señor de Murcia, Maribel y la extraña familia)
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Miguel Mihura:
Es considerado como el padre del “teatro español irrelevante”. Su pieza maestra, Tres sombreros de copa, fue escrita en el año 1932 y representada por primera vez en 1952 por el TEU. Fue una obra que se adelantó escénicamente a su tiempo. Moralmente no agradaba al Régimen ya que critica las convenciones sociales de la época mediante el chiste fácil e ingenioso.El argumento gira en torno a la noche anterior a la boda de Dionisio. Conocerá a Paula, que le mostrará la realidad, pero la resignación y el miedo le llevarán al rechazo de la propuesta de Paula de irse con ellos.Dionisio representa el aburrimiento y lo convencional, mientras que Paula simboliza la vida libre sin ataduras. Otros personajes simbólicos son el odioso Señor, don Sacramento y don Rosario, además de madame Olga y las otras chicas del music – hall.A partir de 1965 compone las “tragedias complejas”, piezas en las que incluirá elementos de otros géneros teatrales y donde destacan La sangre y la ceniza y El banquete.
El teatro de testimonio social:
Los textos, ensayos previos y representaciones se sometían a un duro control de censura. Por ello, los empresarios siempre fueron cautos en la selección de las obras, siempre al gusto burgués. Esto provocó que algunos autores más realistas se opusieran contra el teatro comercial de posguerra.Se empezarán a ver obras de “teatro existencial” y “teatro social”, que por su contenido apenas llegarán a los escenarios. Algunos dramaturgos, incluirán temas como la injusticia social, la escasez, la miseria,…Alfonso Sastre (La mordaza)
, José María Rodríguez Méndez (Las inocentes de Moncloa, Bodas que fueron famosas del Pingajo y la Fandanga)
, Lauro Olmo (La camisa, English Spoken, La pechuga de la sardina)
, José Martín Recuerda (Las salvajes de Puente san Gil)
Y Antonio Gala (Los verdes campos del edén, Noviembre y poco de hierba)
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Alfonso Sastre:
Creador del “teatro de agitación social” que intenta cambiar e impulsar la escena española desde abajo. En 1953, estrena Escuadra hacia la muerte con el TEU, la cual recoge la rebelión de unos soldados. Posteriormente, escribirá La mordaza, Tierra roja y Guillermo Tell tiene los ojos tristes (obras contra la dictadura). A partir de 1965 compone “tragedias complejas”, rompiendo el concepto de tragedia clásica, donde destaca El Banquete.