Características del Modernismo Literario y el Grupo del 98 en España

El Modernismo en la Literatura Castellana

El Modernismo, en la cultura de lengua castellana, se expresó principalmente a través de la literatura. Sus características principales son:

Influencias Diversas

  1. De los románticos (Bécquer y Rosalía de Castro): El rechazo de la realidad, el individualismo y el subjetivismo, la preferencia por ambientes decadentes y temas existenciales.
  2. De la poesía francesa (parnasianismo y simbolismo): El gusto por la perfección formal, el uso de símbolos sugerentes y la identificación entre los sentimientos y el paisaje exterior.
  3. Del Modernismo americano (Rubén Darío): La brillantez y la sensualidad.

Estilo y Recursos

El estilo modernista supuso una renovación de la métrica (dodecasílabos, alejandrinos, pie quebrado…), del lenguaje y de los recursos expresivos.

La literatura modernista es marcadamente sensorial, musical, cromática y plástica. Esto se logra mediante:

  • Recursos fónicos: Distribución particular de los acentos, rimas internas, aliteraciones, anáforas, paralelismos, etc.
  • Léxico: Uso de palabras cultas, exóticas y abundancia de adjetivos sensoriales.
  • Recursos estilísticos: Empleo de símbolos sugerentes y la sinestesia (mezcla de diversas referencias sensoriales).

Géneros y Autores

  • Géneros preferidos: La lírica y la prosa poética.
  • Escritores destacados: Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Ramón del Valle-Inclán y el nicaragüense Rubén Darío.

El Grupo del 98 o la Generación del 98

Este nombre hace referencia a un grupo de jóvenes escritores críticos con la sociedad y el arte de su tiempo. El término se divulgó hacia 1913, a partir de unos escritos de Azorín y del pensador Ortega y Gasset.

Sin embargo, los componentes del grupo siguieron evoluciones diferentes y, con el tiempo, algunos se alejaron de sus orígenes reformadores y radicales.

El concepto de «Generación del 98», como generación literaria cohesionada, ha sido discutido debido a estas trayectorias dispares. De ahí que también se haya propuesto la denominación de «Grupo del 98».

La relación entre Modernismo y Generación del 98 ha generado polémica: unos marcan la oposición entre ambos movimientos, otros niegan que exista una Generación del 98 diferenciada del Modernismo y otros apuntan matices intermedios.

Rasgos Característicos del Grupo del 98

  1. Antecedentes: Por su actitud crítica ante el presente, se encuentran más en pensadores como los ilustrados o los liberales reformistas.
  2. Trayectoria: Evolución desde posturas juveniles radicales hacia posiciones más conservadoras en la madurez.
  3. Actitud ética inicial: La denuncia social los diferencia inicialmente del esteticismo modernista. Su preocupación por los problemas sociales y culturales les conduce a una reflexión sobre la sociedad española.
  4. El tema de España: Surge de la pretensión de entender qué define al país, es decir, «qué es España». Unamuno habla del «alma de España» y la busca en Castilla, en sus paisajes, en sus mitos y en sus orígenes históricos y literarios.
  5. Crisis de fin de siglo: Se refleja en las preocupaciones existenciales que plantea el grupo: sentimiento de angustia, desconfianza en la razón e inclinación al subjetivismo. El tema de la voluntad y la abulia (falta de voluntad) es recurrente tanto en modernistas como en los del 98.
  6. Estética: Se inclina hacia la sencillez, el rechazo de la retórica ornamental, un tono casticista (en el sentido de buscar lo auténtico español) y la búsqueda de una expresión personal y sobria.
  7. Géneros preferidos: El ensayo (historia, literatura, religión, etc.), cultivado por Unamuno, Maeztu y Azorín, y la novela, con una notable renovación por parte de Baroja, Unamuno y Azorín.

Antonio Machado: Poeta Clave del Modernismo y la Generación del 98

Escribió poesía, prosa y teatro, pero destaca fundamentalmente como poeta. Se distinguen tres etapas en su obra lírica:

Primera etapa: Modernismo Simbolista (Soledades)

Con Soledades (1903), ampliada después en Soledades, galerías y otros poemas (1907), se inscribe en el Modernismo simbolista. Suma la raíz romántica de Bécquer y Rosalía de Castro con el simbolismo francés, sugerente y evocador.

Es una lírica intimista donde el poeta transmite sus sentimientos de tristeza y melancolía, llorando el vacío de su presente mediante numerosos símbolos (viejos parques, fuentes, tardes otoñales…). Dialoga consigo mismo o interpreta mensajes de la naturaleza. Se presenta como un poeta médium, capaz de entender el lenguaje de las fuentes o del viento. Recorre «sus galerías del alma» buceando en sus recuerdos, en un ambiente fantasmal de clara influencia romántica.

El tema central es el tiempo, la nostalgia del pasado y la confusión entre el presente y el pasado a través de los recuerdos. El estilo es sencillo y sensorial, con una musicalidad suave, cromatismo apagado y simbólico. La métrica es variada, predominando la silva, los romances y las cuartetas.

Segunda etapa: Influencia Noventayochista (Campos de Castilla)

Se inicia con Campos de Castilla (1912). Comienza un período menos intimista y más histórico, en el que el paisaje soriano adquiere un gran protagonismo. Muestra similitudes con la Generación del 98, compartiendo preocupaciones ideológicas y eliminando los elementos más esteticistas del Modernismo inicial.

Es una poesía más descriptiva, que refleja un paisaje real y, como los del 98, identifica Soria con Castilla y esta con España. En algunos poemas líricos se produce la identificación entre el paisaje y el alma del poeta; en otros, el paisaje provoca una reflexión histórica y crítica sobre la decadencia del presente y sobre el «gran pecado hispánico», la envidia. Constata la imposibilidad de convivencia de las «dos Españas».

Son poemas reflexivos, con un estilo a veces más retórico, que incorpora palabras arcaicas o un tono épico aludiendo al pasado guerrero de Castilla. Poesías completas (1917) amplía Campos de Castilla e incluye el ciclo dedicado a Leonor (poemas que recuerdan a su esposa muerta) y poesías de tema andaluz, donde la crítica social adopta un tono irónico.

Tercera etapa: Reflexión Filosófica (Nuevas canciones)

Nuevas canciones (1924) es una obra que, en su momento, defraudó por su carácter irregular. Lo más destacado son los Proverbios y cantares, composiciones breves a modo de sentencias con temas como el relativismo, el tiempo, la búsqueda de Dios, etc. De esta época son también las Canciones a Guiomar (poemas amorosos de su última etapa) y las Poesías de guerra (escritas durante la Guerra Civil).

Ramón del Valle-Inclán: Del Modernismo al Esperpento

Narrativa y Prosa

La novela de Valle-Inclán parte de la estética modernista con las Sonatas (1902-1905), consideradas un modelo de prosa modernista española. Narran las aventuras sentimentales del Marqués de Bradomín, un Don Juan «feo, católico y sentimental».

En una etapa intermedia se sitúa la trilogía La guerra carlista (1908-1909), novela histórica desarrollada en una Galicia mítica.

Su narrativa culmina con el esperpento. Destacan Tirano Banderas (1926) y la serie inconclusa El ruedo ibérico, concebida como una novela histórica por su contenido y un esperpento por su estética, ofreciendo una feroz caricatura de la corte isabelina y la España del XIX.

Poesía

Su poesía está reunida principalmente en la trilogía Claves líricas (1930). Los dos primeros libros son modernistas y el último, La pipa de Kif, adopta la estética esperpéntica.

Teatro

Su primera obra teatral, El Marqués de Bradomín (1906), es modernista.

El período intermedio agrupa un teatro mítico que presenta una Galicia rural, atemporal, con personajes arrastrados por grandes pasiones (Comedias bárbaras, Divinas palabras) y las farsas recogidas en el Tablado de marionetas para educación de príncipes.

La última etapa, la del esperpento, contiene sus mejores obras: Luces de bohemia (1920, 1924), la trilogía Martes de carnaval y el Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte.

El esperpento supone una nueva estética basada en la distorsión sistemática, mezclando rasgos trágicos y grotescos. Muestra la realidad hispánica más allá de las apariencias, un mundo trágico-grotesco que, según el autor, no merece ser reflejado en una tragedia clásica porque carece de su dignidad. Es un país triste pero sin grandeza, grotesco pero sin alegría, poblado por héroes «bufos» o «fantoches trágicos».

Según Valle-Inclán, el esperpento ya había sido inventado por Goya y Quevedo; es la imagen deformada que devuelven los espejos cóncavos de la madrileña calle del Gato. Busca una perspectiva distanciada («desde arriba»), que supera la risa y el dolor e impide la identificación sentimental del público con la obra.

El esperpento refleja una actitud profundamente crítica en una época (años 20) en la que muchos miembros del Grupo del 98 habían abandonado sus posturas radicales de juventud.

Estética del Esperpento

Valle-Inclán deforma la realidad mediante procedimientos que afectan al lenguaje y a la acción:

  • Contraste y degradación: Alusión a lo chabacano con referencias épicas o mitológicas, y rebajamiento de los ambientes o personajes elevados con imágenes de vulgaridad.
  • Degradación de los personajes: Cosificación (tratarlos como objetos) o muñequización (tratarlos como marionetas).
  • Ruptura de la acción: Interrupción de la acción dramática con detalles que contrastan lo trágico y lo grotesco.
  • El habla como caracterización: Uso de diferentes registros lingüísticos para definir a los personajes: pedantería, lenguaje administrativo, lenguaje popular lleno de vulgarismos y eufemismos, etc.
  • Acotaciones escénicas: Constituyen uno de los grandes logros de la estética esperpéntica. Son literarias, concentradas, rápidas, muy plásticas y abunda en ellas la frase nominal. Presentan ambientes y personajes de forma expresionista.

Miguel de Unamuno: Conflicto Existencial y el Tema de España

Novela (Nivola)

La novela de Unamuno recoge exclusivamente los temas que le preocupan (la inmortalidad, la fe, la personalidad) y elimina todo lo que considera no esencial en el relato. Es una novela densa, filosófica, esquemática y profundamente apasionada; una «nivola», según el propio autor.

Esta depuración de elementos produce hallazgos renovadores: suprime las descripciones detalladas de paisajes y circunstancias que rodean a los personajes. Éstos, a su vez, manifiestan su conflicto existencial a través de extensos diálogos o monólogos interiores. Obras clave son Niebla (1914), La tía Tula (1921) y San Manuel Bueno, mártir (1931).

Ensayo

Predominan dos grandes temas: la reflexión sobre España y las preocupaciones existenciales.

  • El tema de España: Aparece en sus libros de viajes y en ensayos de tono más reflexivo. En su primera etapa (En torno al casticismo, 1895), critica la realidad española y apuesta por la europeización y el progreso. Después, evoluciona hacia una postura más espiritualista y pasa a defender la «españolización de Europa», valorando la singularidad del espíritu español.
  • El tema existencial: Lo plantea en ensayos como Del sentimiento trágico de la vida (1913), donde desarrolla el conflicto entre el ansia humana de inmortalidad (apoyada por la fe y el sentimiento) y la razón, que parece negar esa posibilidad. Ante este conflicto irresoluble, propone mantener la pugna entre razón y fe, vivir en una «actitud agónica» (de lucha). El autor desarrolla este mismo tema en La agonía del cristianismo (1925).

José Martínez Ruiz «Azorín»: El Tiempo y el Paisaje

Obra y Estilo

Su obra abarca el ensayo, la novela y el teatro, y toda ella gira en torno al tema del tiempo: la fugacidad de la vida, la permanencia de paisajes y sentimientos a través de los siglos. El escritor evoca la realidad fugitiva en un tono melancólico y nostálgico, realizando abundantes y minuciosas descripciones de paisajes.

El estilo de Azorín es un modelo de precisión y claridad, caracterizado por frases breves y una estructura sintáctica sencilla. El detallismo de las descripciones produce una impresión de lentitud y contemplación. Su léxico es muy rico e incorpora arcaísmos recuperados con afán de precisión.

Novela

Sus novelas a menudo carecen de un argumento tradicional; la narración se reduce a la descripción de sensaciones, ambientes y estados de ánimo. Las descripciones son de estilo impresionista, captando el instante. Destacan La voluntad (1902), Antonio Azorín (1903) y Las confesiones de un pequeño filósofo (1904).

Ensayo

En sus ensayos culminan los rasgos más característicos de Azorín: la obsesión por el tiempo, la correspondencia entre el paisaje y su estado de ánimo (subjetivismo), la melancolía y las descripciones minuciosas y detallistas. Predominan dos temas:

  • Paisajes españoles: Reflejan la evolución ideológica del autor. En obras como Los pueblos o Castilla, más allá de la descripción, muestra su preocupación por la tradición cultural española y reflexiona sobre la esencia del país.
  • Crítica literaria: Ofrecen su visión subjetiva y personalísima de la literatura española, especialmente de los clásicos, a los que relee con sensibilidad moderna (Ruta de Don Quijote, Clásicos y modernos).

Pío Baroja: Novela Abierta y Reflejo Social

Obra y Estilo

Concibe la novela como un género abierto, multiforme («un saco donde cabe todo»), que puede incluir reflexiones filosóficas, descripciones, diálogos, acción trepidante, etc. La escritura debe supeditarse a la vida y reflejarla con el estilo más claro y directo posible. De ahí que en sus novelas se muestre un amplio panorama social con numerosos personajes y ambientes diversos. Pero, en conjunto, la realidad que recoge Baroja suele estar impregnada de su pesimismo existencial.

  • Personajes: Suelen ser seres inadaptados, asociales o rebeldes. Destacan dos tipos principales: los hombres de acción, que luchan (a menudo infructuosamente) para escapar de la mediocridad cotidiana, y los personajes desorientados y abúlicos, incapaces de actuar o encontrar sentido a su existencia.
  • Ambientes: Predominan los ambientes urbanos y, a menudo, marginales o suburbiales. Refleja la vida de las clases humildes y sus problemas sociales, políticos y económicos.
  • Estilo: Se caracteriza por la sencillez y la naturalidad. Recoge la lengua viva y usa un lenguaje antirretórico, directo, a veces descuidado deliberadamente, buscando la expresividad y la agilidad narrativa.

Novelas Destacadas (Trilogías)

Baroja clasificó gran parte de su extensa obra en trilogías temáticas. Algunas de las más importantes son:

  • La lucha por la vida (incluye La busca, Mala hierba y Aurora roja): Retrato de los bajos fondos de Madrid.
  • Tierra vasca (incluye La casa de Aizgorri, El mayorazgo de Labraz y Zalacaín el aventurero): Ambientada en su tierra natal.
  • La raza (incluye El árbol de la ciencia, La dama errante y La ciudad de la niebla): Con fuertes componentes autobiográficos y filosóficos; El árbol de la ciencia es considerada una de sus obras cumbre.
  • En la línea de novela de aventuras se encuentran también obras como Las inquietudes de Shanti Andía.

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