Características del Lenguaje Periodístico y el Ensayo: Análisis Detallado

El Lenguaje Periodístico

Los tradicionales medios de comunicación de masas (TV) han visto ampliadas sus posibilidades con el uso de Internet. Asimismo, las «redes sociales» han alterado el esquema de comunicación tradicional, fomentando la intercambiabilidad de los papeles de emisor y receptor del mensaje periodístico. Todo ello dificulta la tarea de sintetizar el uso del lenguaje en la prensa. Para facilitarla, entenderemos que la pregunta se refiere a la prensa escrita y ceñiremos el concepto de «texto periodístico» al texto convencional. Así, organizaremos las características del lenguaje periodístico en los ejes morfosintáctico y léxico-semántico.

Nivel Morfosintáctico

En el nivel morfosintáctico cabe destacar la tendencia al alargamiento de las oraciones mediante construcciones perifrásticas, locuciones o acumulación de complementos; el predominio de la voz pasiva; las tematizaciones o alteraciones del orden normal de los elementos respondiendo a la intención informativa; la combinación de discurso directo e indirecto; y el uso particular de los tiempos verbales, como el imperfecto para acercar la acción al lector, el pretérito imperfecto del subjuntivo con valor de perfecto simple, o el condicional con valor de posibilidad («condicional de rumor»). Asimismo, en los titulares de las noticias, donde imperan la economía del lenguaje y el deseo de captar la atención del lector, predominan recursos como la nominalización, la tendencia a la elipsis y el uso de oraciones impersonales o sin sujeto explícito, cuando importa más la acción en sí que el sujeto de la misma.

Nivel Léxico-Semántico

En el nivel léxico-semántico se utilizan mucho los extranjerismos o calcos semánticos, el uso de siglas, acrónimos, derivados de acrónimos o apócopes, o la formación de palabras nuevas por derivación, mediante prefijos o sufijos y por composición. Los tecnicismos, especialmente prolijos en el ámbito económico, son también usuales en el lenguaje de la prensa. Encontramos un abuso importante del eufemismo con el objetivo de oscurecer el mensaje.

También es frecuente encontrar todo tipo de figuras retóricas: las metáforas o metonimias, las personificaciones y las hipérboles. Sobre los efectos persuasivos del lenguaje periodístico y su retórica se han publicado bastantes ensayos, algunos incidiendo en sus efectos nocivos (Las perversiones de la lengua de Barbara Pastor) y otros señalando su capacidad innovadora (La creatividad en el lenguaje periodístico, de Susana Guerrero Salazar).

El Ensayo

Demetrio Estébanez Calderón define el ensayo como: Un escrito en prosa, breve, de carácter didáctico e interpretativo, en el que el ensayista aborda, desde un punto de vista personal y subjetivo, temas diversos, con gran flexibilidad de métodos y clara voluntad de estilo.

Esta definición recoge las principales características de un género cuyo nombre se debe al escritor francés Montaigne, quien publicó una serie de escritos heterogéneos a los que llamó Essais, y que ha sido objeto de controversia teórica por su difícil clasificación, al encontrarse a medio camino entre el discurso científico y el artístico.

Características del Ensayo

  • La brevedad: El ensayo no pretende abordar un tema exhaustivamente, sino una reflexión libre y más o menos sintética sobre algún aspecto del tema escogido. Dentro de lo que llamamos «géneros ensayísticos» se incluyen escritos de diferente extensión y formato: desde un artículo periodístico de fondo, hasta un libro. En ocasiones, las digresiones del narrador en una novela o las intervenciones de los personajes en un diálogo podrían considerarse auténticos ensayos.
  • La variedad temática: Cualquier tema que resulte de interés para su autor es susceptible de ser tratado en un ensayo. El asunto, por tanto, puede pertenecer a muchos ámbitos diferentes; aunque lo cierto es que, al tratarse de un género cuya finalidad es generar debate y provocar la reflexión, las ciencias humanísticas y las ciencias sociales suelen ser las preferidas.
  • La subjetividad: Es también inherente al ensayo, lo cual lo aleja del discurso científico, referencial y denotativo. El autor expondrá sus opiniones, impresiones, valoraciones o juicios sobre el tema elegido con total libertad reflexiva y pretensión de objetividad.
  • Libertad en la organización: Esta libertad afectará también a la organización del texto. El ensayo no está sujeto a unas normas rígidas de estructuración de la información y, aunque se observa un predominio de las estructuras deductiva o circular, no hay prescripciones al respecto y dependerá, de nuevo, del gusto y del estilo del autor.
  • La voluntad de estilo: Frecuente adscripción al género literario (género literario de carácter didáctico). Presentan un lenguaje culto y elaborado, fruto de una evidente voluntad estética. El autor busca un estilo personal gestionando los recursos como la ironía, la metáfora… Generalmente se busca un estilo ameno y que mantenga el interés, pues la finalidad última de estos textos es la de dialogar con el lector.

El objetivo del ensayista es hacer partícipe de ellas al lector, para provocar su reflexión. Por ello, las referencias al receptor son de evidente función apelativa. Es importante la claridad en la exposición y en la argumentación de las ideas, aunque también ayudan elementos sorprendentes o inesperados.

Finalmente, habría que señalar la dificultad para realizar una tipología del ensayo, no solo por la gran variedad de escritos que se han incluido bajo este rótulo, sino también por la variedad de criterios aplicables en la clasificación. Desde un punto temático, puede hablarse de ensayos científicos, artísticos, filosóficos o políticos; si tenemos en cuenta el público al que va dirigido, tendríamos, como mínimo, el «ensayo divulgativo» y el «ensayo especializado»; si el criterio que aplicamos es el estilo del autor, podríamos hablar de ensayos humorísticos, irónicos, serios, etc.

En los últimos años es frecuente el uso de términos como «ensayo periodístico», lo que evidencia las relaciones del género con la prensa. Hoy en día el periodismo de opinión goza en España de buena salud. Las páginas de nuestros diarios se han convertido en verdaderos espacios de reflexión libre sobre temas variados como la actualidad. Sin embargo, la actualidad no es el único motivo de debate, pues los temas que siempre interesaron al ser humano siguen haciendo pensar a escritores y a lectores: el amor, la muerte, la libertad, la guerra o la religión ocuparán siempre un importante espacio en la historia del género ensayístico.

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