Características del Dialecto Andaluz: Fonética, Morfosintaxis y Léxico

A. Fonéticos

  1. Igualación de los fonemas /s/ y /θ/ que dan como resultado el seseo o el ceceo.
  2. Articulación coronal o predorsal de /s/ en oposición a la /s/ apical del español.
  3. Aspiración, relajación o pérdida de la -s en posición implosiva –final de sílaba- y de otros fonemas consonánticos implosivos: despuéh, pehcuezo, loh ojo (los ojos), tre (tres); ahtitud (¿aptitud o actitud?).
  4. El yeísmo consiste en la igualación entre ll / / y y /ʝ/ a favor del último, o lo que es lo mismo: la pronunciación de ll / /, f. c. lateral linguopalatal sonoro como y /ʝ/, f. c. fricativo linguopalatal sonoro (fenómeno cada vez más extendido en el español, especialmente en las hablas meridionales). Por ejemplo, se pronuncia yave en lugar de llave; la yamó en la caye.
  5. Pérdida de las consonantes fricativas intervocálicas, particularmente de la -d- intervocálica o ante -r: el sordao trajo un peaso de caena, eso está cruo y no he comío na, mare (madre).
  6. Aspiración o pérdida de las consonantes finales: regalí (regaliz), papé (papel), reló (reloj), comerciá (comercial), fáci (fácil) o paré (pared). Y particularmente pérdida de -l y -r finales (caló ‘calor’, mujé ‘mujer’) comé (comer). De hecho, toda consonante final tiende a caer, excepto en el caso de la consonante /-n/ que en posición final se velariza o nasaliza la vocal.
  7. Neutralización (o alternancia) de l y r en posición implosiva, final de sílaba (mi arma en lugar de “mi alma”, sordao en lugar de “soldado”); ehte arbañí é un permaso, é er cormo polque siempre ehtá con el fúrgoh.
  8. Aspiración (o relajación) de la j /x/ castellana, f. c. fricativo velar o linguovelar sordo (/óho/ ojo, muher; el hueves le eché el oho). Pronunciación aspirada de la /x/ (jota ortográfica) y de la ‘g’ cuando suena como jota, pronunciando una /h/ aspirada a la manera inglesa o alemana (ḥ).
  9. Menos frecuente y socialmente admitida es la aspiración h- inicial procedente de la antigua f- inicial latina (jorno < FORNO ‘horno’, jondo h] hondo).
  10. El fonema vocálico e se cierra un grado en i (cini por cine, tiniente por teniente, el Piñón de Gibraltah).
  11. Pérdida del carácter africado de la ch / / (o relajación), f. c. africado linguopalatal sordo, en cualquier posición, en favor de sh /š/, f. c. fricativo prepalatal sordo, pronunciado como ch francesa (mushasho por muchacho). Pasa de ser un sonido africado a otro fricativo: coshe (coche).
  12. Tendencia a la elisión y a la fusión de palabras. Las contracciones son particularmente frecuentes en Andalucía, así podemos oír expresiones del tipo: zaío por se ha ido. Es llamativo el caso de: escucha > cucha > cuchi > uchi > uch (que se usa en función apelativa), o el de la expresión pohyahtá por pues ya está, al concluir una acción o como despedida.

B. Morfosintácticos

  1. Preferencia por los diminutivos con los sufijos -illo/-illa en la zona occidental (chiquillo, cochecillo, dinerillo) y los diminutivos -ico/-ica en las hablas más orientales.
  2. Desaparición del «de» de posesión: «casa María» en lugar de «casa de María». En algunas zonas, uso del término «aca María», «anca María» o «aque María» para indicar un lugar «anca María» (en la casa de María).
  3. Ausencia de leísmos, laísmos y loísmos en la mayor parte del territorio andaluz, salvo en algunas capitales, en donde la fuerte presión del dialecto castellano estándar está introduciendo el leísmo de persona «le saludé», en lugar de «lo saludé».
  4. Igual que en América Latina y Canarias, la parte occidental de Andalucía sustituye «vosotros» por «ustedes», sin su valor habitual de cortesía, pero a menudo se produce una solución mixta: «¿Ustedes vais al cine?» (solo se da en la zona occidental), compartiendo su uso con Ustedes os vais por Vosotros os vais, en Huelva, Sevilla, Cádiz y casi toda Málaga.
  5. Morfología. El número. En el andaluz oriental, desdoblamiento fonológico de las vocales finales para la formación del plural: el niño / loh niñoh; la noche / lah nocheh.

C. Léxicos

  1. El andaluz se caracteriza por su gran vitalidad a la hora de crear nuevas palabras. Al mismo tiempo, conserva gran cantidad de arcaísmos de procedencia mozárabe y árabe andalusí: paulilla, aljofifar, jamacuco, arkausí, arresío, ehmoresío, arkatufa, arkansía, hamá.
  2. Hay un amplio léxico peculiar andaluz, o sea, una abundante cantidad de expresiones y palabras propias de diverso origen (mozárabe, árabe, romaní, castellano antiguo, etc.) de uso característico en Andalucía (en muchos casos compartido con algunos dominios dialectales hispanoamericanos), como: meter bulla, arkatufa, chavea, antié (anteayer), «chispeneá» (chispear, lloviznar), babucha (zapatilla, pantufla), beber a caliche (beber a chorro), búcaro (botijo), malahe/malaje (persona malintencionada), (d)esfaratar, ozú, malaje, un poner, etc.
  3. Asimismo, encontramos vocablos que en otras zonas son mucho menos usados o se usan con otros significados: bulla (prisa), arkansía (alcancía), arbérchigo (alberchigo), flama (calor, bochorno, corriente de aire muy caliente), una mihilla (migaja, con el significado de ‘un poco’), saborío/a o zaborío/a (persona con poca chispa o gracia, variante andaluza de desaborido), hartible (persona quisquillosa, pesada, que protesta mucho).

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