El inicio de la industrialización en los países hispanoamericanos produjo la migración de las poblaciones rurales a las grandes ciudades. Por esta razón, surgíó una sociedad marginal que se instaló en los barrios pobres y en las zonas periféricas. La narrativa del Siglo XX interpreta esta situación.
Aunque es imposible enumerar todos los rasgos de la nueva narrativa, hay una serie de elementos que se
CarácterÍSTICAS DE LA NARRATIVA DEL Siglo XX:
El narrador y el punto de vista
El narrador renuncia a la omnisciencia propia de la novela del Siglo XIX. Se convierte en observador externo, cuya forma más extrema es la técnica objetivista. La practican autores como Faulkner, Steinbeck, Hemingway, todos ellos pertenecientes a la conocida con el nombre de generación perdida americana.Se renuncia a reproducir el pensamiento de los personajes y la atención se desplaza a sus condiciones de vida y hacia sectores de la sociedad cuyos problemas no son de orden íntimo. Su ausencia de vida interior, la pobreza, las condiciones en las que desarrollan sus actividades, se convierten en denuncia de lo que las genera.Todo lo que sabemos de los personajes es por lo que ellos mismos dicen y hacen, siendo el diálogo un elemento de importancia capital.Se utilizan las tres personas narrativas. La 1ª persona es útil para entrar en el mundo interior del personaje. El pensamiento fluye en un monólogo interior sin trabas. Sintaxis deshilvanada, abundancia de elipsis, juegos de palabras, libre asociación de conceptos, ayudan a reproducir el fluir de la conciencia.La 2ª persona se usa para dirigirse a otro personaje o para hacer un desdoblamiento del emisor en un tú autorreflexivo.El punto de vista, además, puede multiplicarse en la técnica perspectivista, de tal modo que una historia puede narrarse varias veces, cada vez desde un punto de vista distinto. Ello enriquece la visión de la realidad.Innovar con el punto de vista posibilita la creación de narradores que ofrecen visiones insólitas de la realidad.//Argumento y personajes
El atractivo de la nueva novela reside en la novedad de cómo se enfoca el asunto tratado y no tanto en el argumento, que queda en un segundo plano. De ahí que con el empleo de nuevas técnicas se logre que aspectos de la vida del protagonista, que jamás hubiera recogido la novela decimonónica, atraigan la atención del autor.En otros casos el protagonista es colectivo.
El individuo se reduce a parte de una masa social que es la auténtica protagonista.
Cuando el argumento cobra importancia, los asuntos que incorpora son muy distintos a los del diecinueve. El componente imaginativo, alucinante u onírico es fundamental.
Tiempo y espacio:
El tiempo puede aparecer concentrado o bien extendido desmesuradamente. La linealidad del fluir temporal se rompe, y con él sus implicaciones lógicas. El argumento se fragmenta y desordena. La técnica del contrapunto, a su vez, fragmenta y alterna historias diversas para señalar su simultaneidad, lo que afecta también a la linealidad del relato.El espacio, en obras de protagonismo colectivo, adquiere gran funcionalidad, pues sirve para relacionar personajes que sólo coinciden en transitar un mismo espacio. La creación del espacio mítico por parte de William Faulkner (el condado de Yoknapatawpha), le permitíó reproducir en un espacio reducido las carácterísticas de un espacio real más amplio. Lo mismo hizo García Márquez con Macondo o Juan Benet con Regíón.///El punto de vista:
Para alejarse de lo narrado, el narrador adopta diferentes puntos de vista, tan pronto desarrolla los hechos en calidad de testigo o transcriptor como se incorpora el monólogo interior, se especula o se documenta con la meticulosidad del periodista o el historiador.//Estructura:
La ruptura de la linealidad temporal implica que la estructura de la novela se vea afectada. Por sí misma ha sido también objeto de experimentación, con todo. Se observa en la adaptación de una obra al esquema de otra anterior, conocida por los lectores; caso de Ulisses, que toma como base la Odisea de Homero.
En Rayuela, de Julio Cortázar, está presente la idea del juego, implicando de tal manera al lector en la historia, que éste puede leer la novela como le venga en gana, obteniendo con ello múltiples combinaciones.//El escenario, la ciudad se convierte en el escenario por excelencia donde se mueven esos personajes. Su función no es de simple escenario, sino que incluso llega a ser el verdadero protagonista.
La nueva narrativa y su relación con el lector
Los nuevos narradores proponen un cambio de actitud respecto del modelo de lector y de su literatura. Esta actitud se manifiesta en los siguientes rasgos:/La presencia de elementos humorísticos e irónicos que establecen una relación particular con el lector, pues aparece la necesidad de compartir códigos que no pertenecen a todos, pero que son vitales para la comprensión de la obra.//La preocupación literaria por la relación entre el artista, la obra de arte y el público, que da tema a muchas obras.//La renovación temática y lingüística que provoca el nacimiento de una narrativa fundamentalmente urbana, en cuyos ambientes el lector se ve reflejado y, algunas veces, aparece como protagonista anónimo.//Para encontrar un lenguaje y una estructura que se adecuaran a los cambios ocurridos durante el Siglo XX, los narradores experimentaron con formas y técnicas tendentes a una mayor abstracción y al simbolismo. Con ese fin, crearon una nueva convencíón expresiva que les posibilitó plasmar en sus obras las realidades de su tiempo.//Mientras que los poetas hispanoamericanos se sumaron a la revolución que produjeron las vanguardias, los narradores partieron de la revolución que provocó, en la segunda y tercera década de este siglo, la obra del novelista irlandés James Joyce (1882-1941), quien experimentó al extremo con la estructura y el lenguaje narrativos, especialmente en su novela Ulises (1922).