CONTEXTUALIZACION Lorca vivíó en la época dorada de la literatura española: convivíó con los autores de la generación del 98 y con los modernistas, además contribuyó a propagar la literatura vanguardista. En 1927, se organizó un acto para comenzar el tercer centenario de la muerte de Góngora. Allí estaban un total de 10 autores, entre los cuales se encuentra García Lorca. Todos esos autores contribuyen el grupo o generación del 27 elgrupo se puede distinguir entre sí etapas: – Primera: hasta 1927, aproximadamente. – Segunda: de 1927 a la Guerra Civil. – Tercera etapa después de la guerra. Mientras en Europa el teatro sufre una auténtica revolución, el teatro español presenta imitaciones por causas comerciales e ideologías debido a la guerra. El teatro español de periodo de preguerra se reparte en dos grupos: – Un teatro que triunfa, a un teatro innovador en las técnicas o en las enfoques ideológicos. – El teatro de Lorca es un una de las cimas del teatro español y universal, representa destinos trágicos, soledad, muerte, amores marcados por la electricidad, normalmente reencarnados en mujeres. Su teatro refleja varias influencias. Lorca activo el teatro más intensamente en los últimos seis años de su vida, durante los que escribíó las obras que le dieron fama universal. Pensaba en un teatro que refleja se los dramas de la gente combinando poesía y realidad
TEMAS – Tema central: el enfrentamiento entre la moral autoritaria y el deseo de libertad.La oposición se plantea desde el comienzo,cuando Bernarda intenta imponer sus normas opresivas basándose en la autoridad que le concede su posición de «cabeza de familia» -tras la muerte del marido-, mientras que tanto M Josefa como Adela intentan rebelarse y hacer frente a su dominio. Las criadas viven bajo el dominio y autoridad de Bernarda: la temen, no se atreven a enfrentarse y murmuran a sus espaldas.– El amor sensual, la búsqueda del varón El drama de estas mujeres encerradas se concreta en la ausencia de amor en sus vidas y en el temor a permanecer solteras. La irrupción en su mundo cerrado de Pepe el Romano desencadenará las pasiones de estas mujeres solteras que desean casarse para liberarse de la tiranía de Bernarda y para vivir alegres y felices.– La hipocresía (el mundo de las falsas apariencias) Es un tema recurrente y se manifiesta en la obsesión por la limpieza, el deseo de aparentar y en el temor a la murmuración y a la opinión ajenas. Como forma de comportamiento social afecta, fundamentalmente, a Bernarda y, en menor medida, a Martirio. En el episodio del retrato, su disculpa, inverosímil, revela su constante falsedad. – El odio y la envidia Dominan las relaciones humanas. Bernarda se convierte en objeto del odio de sus criadas y de los vecinos del pueblo; alimenta en sí misma el odio hasta resultar detestable. Angustias es odiada y envidiada por sus hermanas, pero ella también las odia. El odio, la envidia, los celos, llevan a Martirio a acusar, finalmente, a su hermana Adela. Las mujeres viven encerradas en un mundo inhóspito y salvaje: los deseos de amar y ser libres y la imposibilidad de alcanzarlos impulsan a las hijas a alimentar sentimientos de odio y de envidia. También la desigualdad y la injusticia social provocan el odio de las criadas hacia Bernarda. Su rigidez y orgullo clasista e hipócrita le atraen el odio de las mujeres del pueblo. – La injusticia social. A lo largo de la obra, y, especialmente, durante el primer acto, Lorca pone de manifiesto las tensiones de la sociedad de su época. Denuncia la injusticia y las diferencias sociales, la conciencia y orgullo de clase y la crueldad que preside las relaciones de la sociedad. Plantea una jerarquía social bien definida. En consecuencia, la crítica social predomina en el primer acto, cuando el dramaturgo está presentando el ambiente y la situación. Después, se centra en las relaciones humanas (odio, envidia, autoritarismo, deseos de libertad, pasión amorosa…), auténtico objetivo de la obra. – La marginación de la mujer.
Asimismo Lorca ha querido denunciar la marginación de la mujer en la sociedad de su época. El comportamiento femenino basado en la honra y en la decencia aparentes implica una sumisión a las normas sociales y convencionales, que discriminan a la mujer en beneficio del hombre.Mientras que a la mujer le está vedada cualquier inclinación o impulso amoroso, al hombre le está permitido mantener relaciones extramatrimoniales. – La honra. Aparece ligada al tema de las apariencias y al del amor. Bernarda se mueve según unos principios convencionales y rígidos, apoyados en la tradición, que exigen un comportamiento público inmaculado, es decir, una honra limpia e intachable. Por eso recrimina el comportamiento de Angustias, que mira a los hombres durante el funeral. LENGUAJE Y ESTILO Para Lorca el teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. Y al hacerse, habla y grita, llora y se desespera. El teatro necesita que los personajes que aparezcan en escena lleven un traje de poesía y al mismo tiempo que se les vean los huesos, la sangre. Pensaba, por tanto, en un teatro comprometido, que reflejase el drama de las gentes combinando poesía y realidad, la dimensión humana y la estética. El fragmento es un excelente ejemplo del estilo de su autor derivado de su concepción del teatro; de ahí, el empleo de un lenguaje en el que conviven el habla popular y el lenguaje poético. Contribuye al Realismo de la escena algunas características del lenguaje coloquial o poético. –La lengua coloquial es la modalidad de una lengua natural más importante en situaciones habituales de comunicación. Sus rasgos lingüísticos están determinados por la ausencia o escasez de planificación, por el estilo informal y por la relevancia de la finalidad comunicativa. – La finalidad de este lenguaje es comunicar las ideas en forma original, correcta, elegante, pero sin rebuscamiento ni afectación. žLlamadas también figuras de retórica o recursos literarios: son recursos del lenguaje literario utilizados por el poeta para dar más belleza y una mejor expresión a sus palabras. En la obra de Lorca se combinan realidad y poesía. Datos tomados de la realidad: ∙ Parece ser que La casa de Bernarda Alba está inspirada en algunos hechos reales. ∙ Por otra parte, la obra refleja la sociedad patriarcal de aquellos años, que solía provocar infelicidad, sufrimiento y escasa rebeldía. ∙ Los matrimonios se solían acordar al margen de la opinión y la voluntad de los hijos, y se basaban más en cuestiones económicas y sociales que amorosas o personales, como es el caso de la relación entre Pepe el Romano y Angustia.
PERSONAJES – Bernarda :cuyo nombre significa «con fuerza de oso»- es la encarnación hiperbólica de las fuerzas represivas porque representa las convenciones morales y sociales tradicionales. Su celo incluye los aspectos externos, como las apariencias o la «buena fachada». Lo concerniente a lo sexual está en el centro de tal mentalidad: a los impulsos eróticos, opone «la decencia», la honra, la obsesión por la virginidad. Tales ideas corresponden a la concepción tradicional del papel de la mujer, frente al del hombre. «Hilo y aguja para las hembras. Así lo indica el bastón que siempre lleva y la utilización de un lenguaje prescriptivo . Eso es verdad. Tus hijas están y viven como metidas en alacenas. Pero ni tú ni nadie puede vigilar por el interior de los pechos.» – LAS HIJAS. A ello alude Adela hablando de «lo que nos muerde», pero,refiriéndose precisamente a Adela, Martirio dirá: «No tiene ni más ni menos que lo que tenemos todas.» Los anhelos eróticos o de amor podrán aparecer unidos a la idea de matrimonio, único cauce permitido para salir de aquel encierro. Ello puede traslucirse en el aparente simbolismo de sus nombres: Angustias es hija del primer matrimonio y heredera de una envidiable fortuna que no tarda en atraer, pese a su edad y falta de encantos, a un pretendiente, Pepe el Romano. – Amelía (27 años) es el personaje más desdibujado (puede venir su nombre del griego «sin miel»), y se muestra, resignada, medrosa, tímida. – Martirio (24 años) es un personaje más complejo. Pudo haberse casado, si su madre no se hubiera opuesto, lo que puede explicar su resentimiento. Su actitud ante los hombres es turbia: dice que Es preferible no ver a un hombre nunca. Desde niña les tuve miedo, y, por otro lado, arde con una pasión que la lleva hasta una irreprimible y nefasta vileza. – Adela:(20 años) es la encarnación de la abierta rebeldía, la más joven, hermosa,apasionada, franca . Su fuerza y pasión le hace prorrumpir en exclamaciones «escandalosas»: «¡Mi cuerpo será de quien yo quiera!» o «¡Lo tendré todo!» . Tales son las actitudes que representan las hijas de Bernarda, figuras individualizadas, más o menos borrosas en unos casos,fuertemente diseñadas en otros . – María Josefa, la abuela. Es un genial hallazgo de Lorca: como ciertos personajes de Shakespeare, en sus palabras se mezclan locura y verdad. Y poesía. Cuando Bernarda anuncia el enclaustramiento, grita: “¡Déjame salir!”, convirtiéndose así en portavoz de un anhelo común. Posteriormente, hará dos apariciones decisivas, al final del acto I y en un momento de máxima tensión hacia el final de la obra, que tienen el efecto de agrandar líricamente los problemas centrales: la frustración, el anhelo de matrimonio y de maternidad, el ansia de libertad, de espacios abiertos… – la Poncia. La relación con Bernarda es curiosa. Como vieja criada, podría ser «de la familia» e interviene en las conversaciones, advierte y da consejos; hasta tutea a Bernarda. Pero ésta no deja de recordarle las distancias que las separan. Ella asume su condición pero está llena de un rencor contenido que se manifiesta con toda su fuerza en la primera escena y se percibe sutilmente después. En las conversaciones con las hijas, su modo descarado de hablar de lo sexual aportará un elemento de contraste y turbias incitaciones. – Poncia es un personaje inolvidable por su sabiduría rústica, por su desgarro popular y por el sabor, la riqueza y la creatividad de su habla. – La Criada. Siente rencor hacia el ama y hacia el difunto marido, que la acosaba, aunque se muestre sumisa e hipócrita. Obedece a la Poncia, pero es altanera y ruda con la mendiga. – Las vecinas, mujeres de luto que asisten al duelo (los hombres asistían aparte), son como un «coro», con sus rezos y sus habladurías. – Prudencia, que visita a Bernarda al comienzo del acto III. – Pepe el Romano. Es la encarnación del Hombre, del «oscuro objeto del deseo». Pero todo lo que se dice de él compone un retrato suficientemente perfilado (destaca su doblez: va a por el dinero de Angustias pero enamora a Adela), aunque su papel esencial es el de catalizador de los instintos latentes; de ahí su fuerza, ponderada hiperbólicamente. La sombra del hombre gravita constantemente sobre la escena como un ser deseado y necesario para alcanzar la felicidad, dotado de enorme fuerza, violencia e instinto que le inclina al amor y al erotismo, que somete a la mujer en matrimonio, la encarga del cuidado del hogar, se desentiende y se marcha a la taberna. Simbolismo de los nombresBernarda Alba. Bernarda es un nombre de origen teutónico “fuerza o empuje de oso”. Puede aludir a su temperamento hombruno y agresivo. ANGUSTIAS. Personaje triste, apagado y angustiado, que suscita odios por su carácter. MAGDALENA. Personaje con tendencia a llorar. Amelía. Sin miel, sin dulzura. MARTIRIO: “sufrimiento lento y duro”. Fea, enferma, jorobada y acomplejada. Siempre agresiva. ADELA. Nombre que significa “de carácter noble” PONCIA: Nombre con connotaciones bíblicas (Poncio Pilatos tenía el poder para evitar la muerte de Jesucristo, pero se lavó las manos en cuanto a su responsabilidad). Poncia sabe que hay una relación sexual entre Pepe y Adela, que puede acabar en una explosión, pero decide que no puede hacer nada para evitarla. Va a dormir en vez de vigilar, y por eso, la situación explota y Adela muere. PRUDENCIA. Vieja prudente y sabia.
ESTRUCTURA
La casa de Bernarda Alba presenta la estructura clásica en tres actos que se corresponde con el esquema tradicional de presentación, nudo y desenlace.
Cada acto tiene lugar en un cuadro diferente y un tiempo distinto: la presentación, en una habitación interior blanquísima a las doce de la mañana del día A; el nudo, en una habitación interior blanca a las tres de la tarde del día B; el desenlace, en un patio interior de paredes blancas azuladas en la noche del día C.
Es una estructura cíclica y repetitiva porque cada acto ofrece el mismo movimiento interno:
a) Calma inicial ( en el acto I: silencio, ruido de campanas, conversaciones de las criadas; acto II: mujeres cosiendo, conversación sobre los hombres; acto III: mujeres cenando).
b) Sucesión de conflictos (acto I: imposición del luto, actos de rebeldía de Adela, la herencia, Pepe el Romano…; acto II: enfrentamientos de las hermanas, insinuaciones, episodio del retrato…; acto III: conversación Bernarda/Poncia, Mª Josefa, enfrentamiento Adela/Martirio…).
c) Violencia final (acto I: Mª Josefa arrastrada a su habitación; acto II: linchamiento de la hija de la Librada; acto III: disparo, suicidio de Adela).
Los conflictos y la violencia van en aumento hasta el suicidio final: la pasión erótica, el odio o la envidia se expresan con mayor violencia según avanza la trama. Además, se observan otros elementos recurrentes en la obra, como, por ejemplo:
• Cada uno de los actos comienza con el adverbio ya.
• Coinciden la primera y última palabra que pronuncia Bernarda: ¡Silencio!
• La obra comienza y termina con la muerte.
• Comienza con el toque de campanas y termina anunciándose otro toque para el amanecer.
• El segundo y tercer acto empiezan con escenas estáticas y domésticas.
• Toda la obra se construye sobre un juego de oposiciones de contrarios
(libertad/opresión, impulsos eróticos/amor decente, casa/calle,
día/noche,
luz/oscuridad, blanco/negro).
Técnica
Por lo tanto, se emplea para insultar a otro personaje. Las acotaciones aportan informaciones del autor para la puesta en escena de la obra ,pero también ofrecen indicaciones espaciales, sobre los objetos caracterizadores, el tiempo, gestos y movimientos de los personajes ,sugerencias en torno a la intención comunicativa y al tono de voz, y exteriorización de sentimientos. Los diálogos son predominantemente breves, rápidos y muy incisivos. De exposición amplia y respuesta breve,en los que un personaje relata una historia o expone los motivos de su actuación, y su interlocutor interroga o se interesa por algún aspecto de la misma.
Diálogos de acotación, que hacen alguna indicación sobre el tiempo o el espacio. Diálogos de acción, que son aquellos en los que se produce un enfrentamiento entre los personajes o a través de los cuales progresa la acción dramática.