BAUDELAIRE:
Los personajes en Las Flores del Mal:
Son muchos los seres a través de los que Baudelaire muestra su concepción del mundo en Las Flores del Mal. Algunos de ellos son puros símbolos, en especial los animales como el albatros o el cisne, que representan la soledad del artista; los búhos, como metáfora del estatismo propio del hombre sabio; o los gatos, símbolo de la sensualidad femenina y del misterio. Otros son muestra del omnipresente spleen, como el príncipe del poema homónimo, o del amor fatal y macabro, como el vampiro, el asesino, el muerto… Pero hay una grupo de seres que adquieren la categoría de personajes en el libro, la mayoría de ellos en la sección “Cuadros parisienses”, que se mueven por esa “ciudad hormigueante, ciudad llena de sueños”, que sobreviven a su época y a su medio físico y que vagan como fantasmas por un mundo que ya no es el suyo. Son los ancianos y las viejecitas, la mendiga pelirroja, los ciegos… todos expulsados del mundo de la ciudad tentacular, pero más dignos a los ojos del flâneur que observa y recorre este nuevo infierno, humanizándolos y destacándolos de la multitud inhumana. Una multitud que, para el filósofo Walter Benjamín, es casi un personaje más de la obra; aunque no se la nombre directamente, actúa como fondo en todos estos poemas, y obliga al paseante a enfocar a los marginados o a aquellos que se destacan, como la transeúnte XCIII. Por supuesto, las mujeres ocupan un lugar fundamental en la obra; no es siquiera la musa del poeta, como es norma. Baudelaire tiene con ella dos posturas opuestas. Hay una mujer abominable, que llama la “mujer natural”, es decir, sometida a la naturaleza, esclava de sus instintos de posesión, de maternidad; la mujer es semejante a un reloj que desgrana minutos y segundos, cuenta atrás que recuerda constantemente el paso del tiempo y que, por añadidura, se permite ser frívola. Otro modelo que ofrece de la mujer es la imagen como espejo de sensualidad, la que inspira amor carnal y permite vivir siempre ebrio, fuera de uno mismo, en medio de olores, sedas y vapores que subyugan como la droga; ofrecen un símil de infinito, suficiente para el tránsito terrenal. Habrá pues una doble postulación, hacia la pureza, el sacrificio y la luz por una parte, y hacia las tinieblas, el dolor, el pecado y el egoísmo, por otra. Por último, las figuras del flâneur o del dandi son máscaras adoptadas por el poeta para mostrar su postura ante el mundo (se debería añadir lo que se dice en “Las máscaras del poeta en Las Flores del Mal”)
Charles Baudelaire, en su colección de poemas Las flores del mal, obrainnovadora y provocativa publicada en 1857, confiere al poeta un papel nuevo deintermediario entre la Naturaleza y el hombre. El comienzo del libro expone la situacióndifícil del artista en el mundo burgués positivista y mezquino del Segundo Imperio: asies maldito en “Bendición”; exiliado, rechazado por el mundo en “El albatros”. Pero enel soneto “Correspondencias”el poeta se reconcilia con la función romántica del mago.En efecto, Baudelaire está convencido de que sólo el poeta puede percibir íntimamenteel mundo sensible, que es su primera fuente de inspiración. Aquí el poeta abre en lameditación sobre la Naturaleza una nueva vía de conocimiento al mismo tiempo queinventa o madura las expresiones innovadoras que le permitirán dar cuenta de estaexperiencia mística. El poeta crea un método, el de las sinestesias, es decir,equivalencias sensoriales. Los útiles literarios aptos para dar cuenta de esta tentativa sonesencialmente las comparaciones y las metáforas.
De esta manera, “Correspondencias” se presentacomo una verdadera arte poética, es decir, la formulación de un proyecto de estética almismo tiempo que su ilustración por medio del ejemplo
I. Una visión idealista del mundo: lo natural y losuprarreal
La naturaleza es presentada como un lugar sagrado. No se trata aquí del campo,aunque la Naturaleza es comparada a un bosque. Baudelaire considera el universo perceptible por nuestros sentidos. La Naturaleza es evocada bajo la forma de un templo,lugar de comunicación privilegiado entre nuestra existencia y el más allá. Baudelaireevoca a la pitonisa de Delfos, cuyas profecías oscuras para el común de los mortalessólo eran comprensibles para los sacerdotes (para el poeta), que las traducían para losfieles.El primer cuarteto está construido sobre la doble metáfora del templo y el bosque.La constitución del mundo sensible se refleja por referencias al recinto sagrado de laarquitectura griega o egipcia. Nuestra existencia terrestre constituye solamente eltémenos1, su significación y su realidad última no pueden ser asumidas más que en lasombra propicia y misteriosa del santuario donde reina la divinidad. Del mismo modo,la Naturaleza sensible es evocada por el bosque, lugar impenetrable por excelencia,marcado también por la sombra y la presencia de una vida secreta. La Naturaleza es unTodo complejo, no reductible a sus aspectos positivistas. El poeta es aquel cuya misión es emplear el lenguaje al servicio del misterioinefable.Si la Naturaleza semeja un templo perenne, el hombre, en cambio, no hace másque “pasar”, pues pertenece a un reino efímero. Los símbolos son para él “miradasfamiliares”: para Baudelaire, la Naturaleza está habitada por un presencia inteligenteque habla a la inteligencia humana. La patria del artista es loinvisible, lo inefable.
Las correspondencias verticales:
El artista es invitado a descifrar los signos. Este lenguaje, como los jeroglíficos delos templo egipcios, es difícil de interpretar. Esta relación entre el hombre y el misterio de la Naturaleza esocasional, como indica el “a veces”. Las correspondencias son en primer lugar verticales; conducen al hombre a entrar en relación con una realidad superior queda un sentido y una forma al universo sensible. Baudelaire ha descubierto este camino en Platón y en Swedenborg.Esta aproximación descansa en una filosofía idealista: la materia no es sino apariencia,lo espiritual permanece en la realidad profunda y escondida. Es la Idea la que está en elorigen del universo.
Las correspondencias horizontales:
En el segundo cuarteto, Baudelaire expone su teoría de las correspondenciashorizontales entre las diferentes sensaciones. Baudelaire utliza un sentido para evocar las percepciones registradas por otro.Así, el olfato será sugerido por sensaciones táctiles o visuales. En el último verso deeste cuarteto (“los perfumes, los colores y los sonidos se responden”) resume lassinestesias de los sentidos, y consituye junto con el tercero (“el hombre pasa a través de bosques de símbolos”) uno de los fundamentos del simbolismo. Señalemos que, alcolocar los perfumes en cabeza de su enumeración,
BAUDELAIRE:
El Tiempo es el Enemigo. Baudelaire, a través de los poemas “El enemigo” y “El reloj”, insiste en esta idea, tomándola del imaginario clásico (tempusfugit), pero enmarcándola en el mundo moderno y personificándola. Es un tiempo que pasa por nosotros y nos destruye; el ser humano es consciente de esa destrucción, de que no puede enfrentarse a ella, y se precipita en el spleen; la única solución que encuentra son el amor (carnal) o los paraísos artificiales (véase la sección “El vino”), porque son los únicos capaces de llevarnos al benéfico olvido. El poema “El Enemigo” se inicia con una aseveración directa: ha transcurrido el tiempo y hoy la juventud es sólo un recuerdo, pero un recuerdo que se ha hecho carne en el sujeto lírico. Las situaciones vividas le permiten concluir, en medio de la madurez presente, que no todo fue tan tormentoso sino que a veces hubo soles centelleantes, pero éstos únicamente sirvieron para resaltar aún más la crudeza de las situaciones adversas. Este nuevo elemento, el jardín, también aparece como símbolo de la juventud. La juventud se recrea como una jardín cultivado con esmero, pero al observar los frutos bermejos alcanzados sólo puede comprobarse que son pocos. Éste es el verdadero sentido de la existencia romántica: nunca rendirse ante el fracaso, continuaren la lucha y volver a empezar tantas veces como sea necesario. Las tierras inundadas, donde las aguas cavan sus pozos como tumbas, constituyen el territorio donde actuará el personaje romántico. El sujeto lírico conoce perfectamente la desolación y aridez de su microcosmos pero no se arredra; aun así quiere iniciar la dura acción. Encontramos una serie términos que aluden a la desolación romántica ante la muerte: el otoño de la existencia, cuando el hombre sólo espera y teme; las tierras inundadas como símbolo inhóspito y muy amargo; el agua que bien puede dar la vida como quitarla; las tumbas, que son desolación nostálgica y abandono total. En fin, el conjunto integrado por estos conceptos constituye el recuerdo de una existencia ya transcurrida. Sólo el tiempo podrá señalar el alcance de estos sucesos, y mientras esto ocurre lo único que puede apoyar al poeta romántico es la esperanza que se sustenta tan sólo en un sueño. Define al segundo terceto el carácter admirativo. Surge como un grito en medio del poema al que sigue la meditación: «El Tiempo devora la vida». El tiempo es una realidad escurridiza inventada por el hombre para medir los momentos de su desazón. Trabajando con la tradición, Baudelaire la actualiza a través de una serie de metáforas diferentes: el tiempo como insecto (animal devorador, como en “El enemigo”), la voz metálica (las campanadas) o la personificación del tiempo como un jugador que siempre vence. En el poema “A una transeúnte” encontramos como tema fundamental el tiempo y su fugacidad. Baudelaire localiza su poema en una ciudad reflejo de la sociedad moderna. En esta ciudad moderna el tiempo es un bien escaso y la gente vive tan preocupada por él que llega a olvidar otros aspectos importantes de su vida. En esta ciudad, supuesto punto de interacción humana se evita el contacto y aunque no fuese así este se vería reducido a un instante. El hombre sometido al Tiempo está condenado a la destrucción, que lo rodea y flota junto a él, adoptando la forma femenina, de una mujer carnal que lo condena al paso del tiempo y lo arrastra al hastío, ese spleen omnipresente, que le hace perder toda esperanza, deshaciéndolo, extenuándolo y causándole la pérdida del gusto por el placer, que es lo único que le puede provocar el olvido. La destrucción llega con el tiempo devorador, como un alud de nieve, que nos aplasta por acumulación (de los segundos, minutos, horas…) y nos arrastra en su caída (metáfora por “condena”).
WALT WILTMAN:
Pocos libros en la historia de la literatura universal han sido tan polémicos como hojas de hierba, no sólo por el tono liberal de sus propuestas sociales y morales, sino también por su métrica y su lenguaje. Desde sus primeras ediciones, la obra despertó todo tipo de críticas, desde quienes la defendían a ultranza, hasta quienes consideraban asu autor como un auténtico lunático. Con la excepción de muy pocos admiradores y algún discípulo, la verdadera importancia y la auténtica dimensión de la poesía de Whitman no se reconoció hasta bien entrado el siglo XX.El libro está escrito en largos versos libres y es un canto a la vida humana. La primera edición, de 1855, constaba de sólo doce poemas, mientras que la última, de1892, tenía un total de trescientos noventa..De alguna forma, Walt Whitman pretendía escribir una epopeya moderna, que, al igual que la griega y la romana, ayudara a entender el nacimiento y el desarrollo de la nueva nación norteamericana. Para ello, el poeta centra su atención en tres aspectos fundamentales:La creación de un protagonista colectivo,El poeta se refiere a una historia reciente,El uso del verso libre.
TEMAS PRINCIPALES:
La democracia
Toda la obra es un canto a la democracia y a la libertadexistentes en Norteamérica, las cuales, según Whitman, acabarán extendiéndose por el mundo.
La religión
Este libro respira religiosidad por los cuatro costados. Su autor seconvierte en una especie de profeta o predicador de la fe en Dios y de la fe en el hombre. En este sentido, Whitman siguió los planteamientos del movimientofilosófico-literario denominado trascendentalismo, cuyo principal ideólogo fue Ralph Waldo Emerson quien, influido por el romanticismo europeo y por algunasdoctrinas orientales, articulaba la existencia del hombre armonizando lo físico y lo espiritual, el cuerpo y el alma.
La poesía
Gracias al poder de sus versos, el poeta logra que el espíritu de losseres humanos y de cualquier suceso o pasión alcancen una medida y un valor sobrenaturales. Con la poesía se puede incluso lograr la libertad, dando ánimos a losesclavos e infundiendo terror en los tiranos.
El amor en Whitman hay que entenderlo como un amor hacia símismo que se extiende a todo lo que le rodea. Por eso se ha hablado de un amor cósmico, universal, plural. Un amor que, como ya hemos señalado, admite tanto laheterosexualidad como la homosexualidad.
Estilo
1
Uso del verso libre,2
Abundancia de anáforas, repeticiones, aliteraciones, estructuras paralelísticas ysimétricas 3
Abundancia de anáforas, repeticiones, aliteraciones, estructuras paralelísticas 4.
La consideración de que el poeta más grande es un transmisor de pensamientos, más que un creador de estilo peculiar 5.
La variedad de registros 6.
El estilo enumerativo 7.
El uso abundante de exclamaciones y de interrogaciones retóricas
La naturaleza se nos presenta con un valor grandioso, universal. Más allá del placer y del dolor, del bien y del mal, de la vida y de la muerte, está el fluir de lanaturaleza, siempre duradera e inmortal. Por eso, Whitman canta a la geografíaamericana, desde la costa del Atlántico a la del Pacífico, y desde la frontera canadiensea la mexicana: praderas, desiertos, ciudades, lagos y montañas, animales y plantas.
Personajes
El primer personaje en orden de importancia que figura en el libro es el puebloamericano. Como afirma Witman en el Prólogo de Hojas de hierba los EstadosUnidosson el poema más grande de la tierra y, por ello mismo, el poeta -o, como éldice, el bardo- tiene que estar a la altura de su pueblo, ya sea Kentucky, Vermont,Luisiana, Georgia o Tejas, por poner algunos ejemplos de lo que él considera el NuevoMundo, frente a los mundos antiguos, como son Europa, Asia y África. De ahí suexaltación de la individualidad, de las gentes sencillas, de la libertad y su lucha contra elesclavismo.